Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

28 de septiembre de 1972 - Víspera de San Miguel Arcángel

 

Nuestra Señora - "Mis lágrimas son para los que viven por la bota. La Ciudad Eterna sufrirá mucho conflicto. En los rangos de la Casa de Mi Hijo hay muchos quienes han elegido vender sus almas. Su caída tendrá repercusiones, hija Mía, ya que se llevará a muchos consigo.

“Continuarás enviando Mi mensaje a los cardenales y obispos de tu nación y del mundo. Ellos ahora van por el mismo camino que escogieron hace muchos años cuando eligieron desechar Mis advertencias. El orgullo intelectual ha endurecido sus corazones y cerrado sus oídos a la verdad.

“El hombre está estableciendo su propio reino. Muchos de aquellos en la Casa de Mi Hijo han elegido ayudarlos a socavar la base. Hazles saber ahora que sus esfuerzos llegarán a nada. La base es Mi Hijo. Nunca caerá a menos que el Padre permita este castigo.


NO HAY PAZ SIN DIOS

"Hace muchos años Yo os prometí una era de gran paz. Vuestro mundo ahora clama por paz, y no hay paz. ¿Eso no os hace pensar? ¿Estáis buscando la paz en los lugares correctos? ¡No! Habéis buscado en el hombre y la ciencia la paz. Nunca habrá paz en el mundo a menos que Mi Hijo recobre el lugar que Le corresponde en los corazones de Sus hijos, y la estima acordada a su Dios.

“Yo He viajado a través del mundo tratando de despertaros con Mis admoniciones para preparaos para el Castigo venidero. Ha sido dado vuestro plan para la salvación. Ahora seguiréis este plan, o caeréis.

“Todos los mensajes serán dados en su totalidad."

Verónica - Nuestra Señora está vestida en una túnica muy brillante, de color blanco-cremoso. Hay un adorno dorado en todo el borde. El manto es de una pieza; llega desde Su cabeza, y baja por los lados hasta Sus pies. Nuestra Señora lleva puestas sandalias doradas en Sus pies. En Sus manos tiene un gran Rosario blanco. La cruz es muy dorada. Detrás de Ella hay ángeles; los reconozco. Hay de todos tamaños, y parecen estar haciendo una formación. Uno - como escaleras - una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho. En la octava grada hay un grupo de cientos de ángeles. Son muy grandes y muy impresionantes.

En las gradas inferiores, los primeros ángeles, parecen como niños. Están vestidos en colores pasteles, y llevan guirnaldas - el primero tiene una verde, casi como la guirnalda alrededor de la cabeza de Jesús; y el segundo, que está vestido de rosado, tiene una guirnalda de rosas. Son blancas. Y el siguiente - están en orden - los niños están en orden con guirnaldas verdes y tienen flores blancas - son rosas, guirnaldas hechas de rosas blancas para sus cabezas. Y así en toda la formación, así están vestidos.

Ahora los otros ángeles están vestidos de colores fuertes. Pero también tienen bordes muy brillantes. Yo creo que es un adorno plateado que llega hasta sus pies. Y detrás de ellos - ¡oh! Oh, Santa Juana de Arco viene hacia adelante; la reconozco. Y ella lleva un estandarte y veo sobre el estandarte "Así sea". Tiene escrito "Así sea".

Ahora los otros ángeles están de blanco brillante. Nuestra Señora se ha ido hacia el lado derecho del asta de la bandera, y Ella señala hacia el cielo. Y en el cielo hay dos mapas. Uno es de Africa. Nuestra Señora dice:


CONFLICTO EN AFRICA, ITALIA

Nuestra Señora - "Habrá gran conflicto en las tierras oscuras."

Verónica - Y muchos de los países están oscurecidos. Entonces Nuestra Señora señala hacia, y hay un mapa que parece una bota. Pero lo reconozco, es Italia. Y arriba de la bota parecen salir llamas. Ella dice:

Nuestra Señora - "Gran revolución, tristeza a través del corazón del Cielo."

Verónica - Hay una iglesia otra vez, una gran iglesia masiva. Y hay una campana y tañe muy lentamente. Veo a cardenales y obispos, todos de vestimentas formales. Y entran a la iglesia; sé que es la Catedral de San Pedro. Ahora a un lado, a medida que entran a San Pedro veo a tres figuras - oh ¡ellos son horribles! Yo sé que son demonios. Son - no quiero verlos, ¡son horribles!

Uno, ahora, se ha adelantado y coloca sobre su cabeza el sombrero de un cardenal. Y un hombre, arrogante y de secretos oscuros, está de pie.

Nuestra Señora se adelanta. Ella está de pie al lado derecho del asta de la bandera. Casi no puedo - Ella está susurrando muy, muy bajito:

Nuestra Señora - "Oraciones."

Verónica - Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Oraciones, muchas oraciones son necesitadas para vuestro Vicario."


SUBVERSIÓN EN LA IGLESIA

Nuestra Señora - "La Casa de Mi Hijo está siendo demolida desde adentro. Las fuerzas del mal se reúnen. Hay muchos grupos secretos que hacen planes para entrar sobre la sede de Pedro. Ellos han establecido la base para esta entrada en un secreto muy bien planeado. Pero ellos no saben que se les permite ésto para un reverso final a lo bueno. El hombre, de su propio libre albedrío, traerá muchas tribulaciones sobre sí mismo. Esto será permitido por el Padre.

“Todos los que habéis recibido la luz ahora entraréis sobre el camino ancho. Todos los que habéis recibido la luz rezaréis y haréis penitencia por aquellos que no están sobre el camino angosto. Las fuerzas de satanás ahora están trayendo profunda oscuridad dentro de la Casa de Mi Hijo y del mundo. Vuestros tiempos ahora son mucho peor que en el tiempo de Noé y Sodoma. Reconoced, hijos Míos, cuán cerca estáis del fin de vuestra era.

“Los representantes de Mi Hijo no leen el Libro de la Vida. En lugar, Vemos que están trayendo a sus mentes los males del mundo de satanás. No podéis ganar este mundo sobre la tierra y entrar al Reino. No se puede pactar.

“Vemos a muchos sentados en conferencia en la Casa de Mi hijo, hablando palabras ociosos que son destructivas y no constructivas. Mejor sería que se pusiesen de rodillas ahora y rezasen, hiciesen penitencia, despojasen sus cuerpos, sacar con inanición a los demonios que les han entrado.

“Yo estaré aquí en Mis terrenos sagrados como os He prometido, hijos Míos. Toda la guía os será dada en los oscuros días venideros. No vayáis con la corriente atizada por satanás. Calmad esas turbulentas aguas con penitencia y oración."

Verónica - "Miguel ahora se ha unido a Nuestra Señora. Y también a la derecha del asta de la bandera hay dos bellas figuras - oh, Rafael y Gabriel. Miguel está vestido de manera diferente a Gabriel y a Rafael. Miguel tiene puesto un, algo como un vestido, corto. Pero sus piernas están cubiertas con un tipo de tejido acordonado. Y su vestido - traje - es de color dorado y verde.

Rafael tiene un vestido como sotana. Es de un color borgoña. Y Gabriel lleva puesta una sotana, una túnica muy larga, pero es más - está bellamente amarrada en su pecho, por sus hombros, con un adorno dorado. Es está de verde, verde, pero tiene blanco debajo. Y su túnica larga debajo es blanca también. Miguel ahora dice:

San Miguel - "Los guardianes de la Casa, los guardianes de la Fe miran con interés este conflicto sobre vuestra tierra. Traeréis la Fe de regreso por medio de ejemplos, oraciones y penitencias."

Verónica - Gabriel está recitando - dice:

San Gabriel - "El epílogo de los últimos días."

Verónica - El señala hacia el cielo, y en el cielo hay un gran cruz. Pero la cruz tiene un colorido negro, siniestro, a su alrededor. Y también, a medida que veo, veo la Catedral de San Pedro, la gran iglesia de Roma, y una nube muy negra se posa sobre ella. Veo a una Señora; Ella es muy grande en - Ella parece estar embarazada, esperando un bebé. Y a medida que miro, veo que la nube negra pasa arriba de Ella, y hacia el lado izquierdo hay un pequeño Niño; parece un Bebé recién nacido. El extiende Su mano muy alto en el cielo, Su mano derecha. Entonces la nube negra pasa de nuevo arriba de esta Señora. Pero luego se van con el viento y la Señora se pone de pie, y Ella coloca una bella corona dorada sobre Su cabeza.

Pero Ella mira hacia, y allá a Su derecha hay un pequeño Niño bello. Tiene como tres años, con el cabello rubio-dorado. Pero contiguo a El, El tiene Su brazo alrededor de lo que parece ser un bello corderito blanco. Pero - oh, como estaban - oh, el cordero, su cara se torna en un horrible lobo. ¡Oh!

Ahora todo se ha vuelto oscuro. Y Nuestra Señora viene de atrás de esta nube oscura y dice:

Nuestra Señora - "Yo soy la luz del mundo. Yo os traigo vuestro plan para la salvación. Todos los que sigáis Mi instrucción seréis salvados."

Verónica - Nuestra Señora dice que debemos continuar con las oraciones de expiación y esperar a Jesús, Quien estará aquí para bendecir todos los sacramentales.

Jesús - "La marea de iniquidad ha encerrado vuestro mundo. Conoced y preparaos para el más grande de los castigos. Vuestro bautismo será de fuego. No deseamos llenaros con temor, pero debéis saber lo de los días venideros.

“No os pondréis a juzgar a los demás, ya que Mi Padre es siempre el Juez final. Os pedimos actuar con caridad entre vuestros hermanos. Demostrad con ejemplo, y encontraréis que vuestros esfuerzos darán más fruto. Todo el Cielo está atento y mira la batalla. El hombre, de su propio albedrío, sostendrá la decisión por la caída de su alma.

“No deseamos que uno solo de Nuestros hijos caiga al abismo. Por lo tanto, cuidad vuestras almas bien. Usad la armadura que Mi Madre os ha dado, de oración, penitencia, y sacrificio. Aprended, hijos Míos, a desechar las cosas de vuestro mundo que llevan vuestras almas a la oscuridad. Mantened vuestras mentes llenas con pensamientos puros y santos, ya que es el puerto principal de entrada para los malos espíritus."

Verónica - Jesús dice que todos levantarán sus sacramentales para ser bendecidos, ya sean postales o Rosarios o recuerdos de valor espiritual.

Jesús ahora viene hacia el lado derecho del asta de la bandera. El está casi arriba de los árboles. El levanta Su mano muy alta arriba de Su cabeza y bendice - tiene dos dedos esta vez, extendidos, así, y El bendice con la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora El mira hacia abajo, y viene por el asta de la bandera. Extiende Su mano - oh, El extiende ambas manos. Y puedo ver las Llagas en Sus manos; son muy profundas. Ahora El ha extendido Su mano muy alto arriba de Su cabeza y bendice de nuevo con la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

A la par de El está Miguel. Y Nuestra Señora está ahí. Puedo ver a un grupo de monjas que se Le acercan. Oh, reconozco a Teresita. Oh, sí. Ahora hay tres monjas detrás de Teresita, y sé que son sus hermanas. Y detrás de ellas veo a monjas, pero todas ellas están vestidas diferentemente. Oh, sé que deben ser de otras órdenes. Y ahora Teresita mira hacia Jesús y El asienta Su cabeza. Teresita dice:


CASTIDAD EN LOS CONVENTOS

Santa Teresita - "Mis hermanas en Cristo, desechad las tentaciones que os hacen perder vuestra castidad. No debéis poner sobre vuestros cuerpos el estigma del pecado en pensamiento o en acción. Debéis vivir en el espíritu y fuera del mundo. El tiempo sobre vuestra tierra no es largo. Pronto seréis puestas a la prueba. No sigáis a las ovejas al fuego. Vuestros sufrimientos por la verdad valdrán todas las incomodidades de vuestra vida mundana, porque ganaréis una eternidad de felicidad y gozo aquí en el Reino de la Madre de Dios y con todos quienes ahora comparten con El la eternidad. Yo os prometí cuando os dejé que pasaría mi tiempo aquí yendo a la tierra a ayudar a guiar a mis hermanas. Yo cumpliré esta promesa, porque estaré con vosotras hasta el fin de vuestro tiempo. Y entonces descansaré.

“La castidad - oh, pobres, pobres doncellas tontas. ¿Por qué os habéis permitido entrar a la oscuridad? Se os ha dado la conciencia de bondad, pero habéis sido mal quiadas."

Verónica - Jesús ahora pasa las monjas y está de pie ahí. El levanta Su mano muy alto, arriba de Su cabeza y mira por lo árboles y bendice con la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Ahora camina hacia el asta de la bandera y dice:

Jesús - "Toda la armadura que habéis recibido os guiará en los días venideros. Pero sed de corazón liviano en conocer que la victoria final está con Mi Padre."

Verónica - Ahora puedo ver que Jesús va hacia - El flota. Ellos no caminan - El flota hacia el lado derecho por las hojas. Y Nuestra Señora está de pie ahí, y Ella extiende Su Rosario.

Nuestra Señora - "Continuad, hijos Míos; muchas oraciones son necesitadas para vuestros cardenales y obispos."

Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

 

 

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Revised: February 03, 2010