Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
14
Agosto 1973 - Víspera de la Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María
Verónica - Empiezan a formarse alrededor de los árboles, luces azules, las bellas luces azules.
Ahora veo del lado izquierdo del asta de la bandera, una gran nube.
Ahora los árboles - alrededor de todos los árboles hay una bella luz
azul brumosa. ¡Oh!
Nuestra Señora ahora viene hacia adelante. ¡Bella!
Oh, Ella se ven tan, oh, majestuosa.
Ahora
Nuestra Señora gira hacia Su lado izquierdo. Y ahora, oh, Ella sostiene en Sus
brazos a una pequeña criatura. Es
un pequeño niño. Él es muy lindo.
Tiene cabello dorado; se ve
como café claro. Y ahora Él está
sentado en Su brazo. El también
tiene una bella corona sobre Su cabeza. Está
hecha de terciopelo rojo con orilla dorada.
Y Él está vestido como un pequeño Rey.
Él tiene puesta una pequeña capa de terciopelo roja, y Su túnica es
bastante larga. Pero Él está
descalzo, porque puedo ver Sus pies; están
debajo de la túnica.
Oh,
Nuestra Señora... sí. (Pausa).
¡Oh! ¡Oh, Él carece de
peso! Él es muy liviano;
Él es muy bonito. Oh, Él
es muy bello, pero carece de peso. ¡Oh!
(Pausa). ¡Oh, sí!
¡Oh! (Pausa). Nuestra Señora...
El pequeño Jesús, Él carece de
peso. Un pequeño niño. Oh, El no tiene siquiera dos años.
Nuestra
Señora dice:
Nuestra
Señora - "Sí,
tienes razón, hija Mía. El todavía
no tiene dos años de edad. Él
tiene año y medio."
Verónica - ¡Oh!
Ahora se vuelve oscuro. Las
luces azules están alrededor de todos los árboles.
Oh, las luces azules están en todo el contorno de
los árboles, pero se vuelve oscuro.
Y Nuestra Señora ahora va detrás de los árboles.
Casi no La puedo ver.
Ella
ahora tiene al Bebé todavía en Su brazo.
El es muy bello. Todavía
veo Su rostro. Y El no tiene el rostro de un niño común.
Su rostro... Su rostro tiene la... sólo una palabra - la "sabiduría
de los años" en Su rostro.
Oh, ahora
se pone muy oscuro. Y hay una
flecha que apunta; hay una flecha
que apunta al cielo ahora, del lado derecho del asta de la bandera. Y ahora por la flecha hay un gran - se ve como un gran peso,
pero tiene un palo hacia abajo y lo que parece ser como un cuchillo, y oscila de
un lado al otro, de un lado al otro.
Nuestra Señora ahora viene hacia el lado izquierdo del asta de la
bandera. Ella dice:
Nuestra
Señora - "Esto,
hija Mía, es el péndulo."
LOS
CUATRO INSTRUMENTOS DEL CIELO
Verónica -
Y ahora oscila de un lado para el otro.
Ahora es bajado. Veo a cuatro ángeles ahora que descienden por el cielo, y
ellos están de pie arriba del péndulo.
Ahora
Nuestra Señora dice:
Nuestra
Señora - "Ves,
hija Mía, los cuatro instrumentos del Cielo, los agentes del Cielo que empezarán
el Castigo sobre el hombre."
Verónica
- Ahora
veo... es como ver un gran cuadro, casi como una película cinematográfica.
Hay un gran mapa, y a su lado un globo del mundo.
El globo ahora gira y gira, y a medida que gira el globo es como una película.
La escena cambia rápidamente del lado izquierdo del globo.
Veo...
veo islas, y luego veo olas muy grandes. Y luego no veo las islas.
Es como si los bancos de arena son lavados directamente hacia el agua.
Pero
ahora en la parte superior del agua, hay personas flotando, y hay pedazos de
madera, y hay personas, cuerpos. ¡Oh!
¡Oh!
Ahora veo...
hace mucho calor y está muy gris. Y
parece que se pone muy oscuro. A
medida que se pone oscuro, las personas corren en todas direcciones.
Ellos no parecen saber hacia dónde correr.
Veo puertas cerradas y a personas que tocan a las puertas.
Las puertas están cerradas.
Pero
ahora las puertas están pintadas con una gran cruz roja sobre ellas.
La cruz, sin embargo - la cruz está como hecha con sangre.
La cruz sobre la puerta es como sangre sobre la puerta.
¡La sangre de la cruz! Hay
luces, luces de candelas, a través de las ventanas de las puertas que tienen
cruz. Y veo a personas tendidas
adentro de las puertas. Ellas
parecen caerse. En algún lado en
el aire, parece haber algo que les quita la respiración, porque ellos se
agarran sus gargantas. Y ellos caen
hacia adelante, sobre sus caras.
Veo
algunas caras que ven por las ventanas, pero ahora se agarran sus ojos;
ellos cubren sus ojos. Oh, ellos no pueden ver.
Ellos no pueden ver fuera de las ventanas.
El cielo
está muy rojo y con polvo. Hay
como una gran explosión. La
explosión - es como, casi como una bomba que ha sido tirada. Pero no hay
cuerpos despedazados, pero hay un calor tremendo.
Estoy viendo este tremendo calor.
El globo
ahora aparece de nuevo; gira.
Creo que es el globo. No, es una bola.
Es una bola de fuego, y gira y va alrededor del globo. Y tiene atrás una
cola. Tiene gases.
Sé que son gases, porque hay un olor horrible. El olor es tan - (Verónica
tose).
Ahora veo
una gran, grande - sé que es una central eléctrica. Es un gran edificio, un edificio de piedra.
Y ellos halan estas palancas. Pero veo terror, gran terror en los rostros
de todos estos hombres. Ellos
corren por las gradas, hacia arriba y hacia abajo.
Hay palancas en las gradas, y ellos halan estas palancas.
Pero nada sucede. Y ellos -
ahora ellos bajan las gradas y salen corriendo. Y cuando corren hacia afuera es como salir a una oscuridad
total. No hay luces;
está oscuro, negro como la noche.
Veo a los
hombres tratando de caminar afuera. Ellos hablan; dos hombres se hablan por la
puerta. Ellos desean llegar a sus
vehículos, pero no pueden encontrar la distancia. Un hombre anda a tientas el camino, el otro están
simplemente parado.
Ahora del
lado izquierdo veo casas, bellas casas sobre la colina. Pero el agua, veo agua, agua que sube muy, muy alto.
El agua sube doce, trece, catorce pies de alto. Ahora hay - ¡oh! Hace
mucho viento y hay mucho ruido, porque el agua pega los lados.
Veo que
las casas empiezan a temblar. Y
estas casas están como a la orilla del agua, y ahora toda la tierra empieza a
ceder debajo de ellas. Y simplemente se deslizan por un lado... se deslizan
hacia abajo. Y oigo gritos; las
personas están gritando.
Del lado
derecho hay más casas. El agua
ahora ha llegado hasta las salas de estar.
Y veo una iglesia; esta
iglesia está hecha toda de madera. Se
ve como - como una iglesia muy vieja. La
Iglesia de San Pedro y... no puedo leer el resto.
Tiene un campanario muy alto. Pero
el agua sólo ha llegado hasta el... el agua debiera estar adentro, pero sin
embargo, el agua no ha llegado más allá de la primera grada.
Hay dos niveles en esta iglesia.
Ahora, de
pie cerca de la puerta hay un sacerdote. Lo
reconozco; él tiene puesta su
sotana. Y él ahora está allí, de
pie, y estas personas se reúnen. Ellas
vienen ahora en botes de remo. Y él
les dice que entren a rezar. La
iglesia está tan llena que los botes ahora están lado a lado, en contra de los
lados del edificio. El edificio no
se ha caído, pero las casas sí. Hay
una casa casi a seis pies de allí, pero se ha ido.
Se ha derrumbado; simplemente
se cayó, como... todo el techo se había caído.
Y del
lado derecho de la iglesia había otra casa.
Se veía como una tienda rural en la casa.
Hay cuartos sobre ella, pero también se han roto y derrumbado.
Y - oh, por la ventana de la tienda veo algunos cuerpos que están - están
debajo de grandes bloques de madera que formaba un mostrador de madera que se
derrumbó.
Ahora
arriba del- arriba del asta de la bandera aparecen las letras: "INUNDACIONES
(I-N-U-N-D-A-C-I-O-N-E-S), GRAN CALOR Y LA PLAGA."
Luego hay
una gran - ahora veo una mano, una mano grande.
Los cinco dedos están así, y agita su mano por el cielo, así.
No puedo ver de quién es la mano, pero la mano está muy iluminada.
Temo que es de - sí, es de Jesús.
¡Oh! Él está ahora de
pie, allí, con Su mano extendida, así, y puedo ver las Llagas en Su mano. Ahora Él extiende Su otra mano, así. Oh, Y a medida que observo, sangre emana de Su mano, fluyendo
ahora sobre el mundo.
Ahora hay
un gran - ¡oh! Ahora el cielo se vuelve un gran globo circular, todo alrededor.
Todo alrededor... un gran globo circular.
Ahora el
globo empieza a ponerse más y más oscuro, y más rojo. Retrocede y regresa. No, no es el globo del mundo;
es como una bola. Se ve como un pedazo gigante de hielo, parecido a - un pedazo
gigante de hielo. Y empieza a girar
muy rápidamente. Y veo que viaja a
través del cielo, y desarrolla una especie de colores a su alrededor.
Se vuelve amarillo y anaranjado, y ¡es tremendo!
Es como ver a un sol enorme. ¡Es
tremendo! ¡Oh-h!
Ahora,
sin embargo, hacia la derecha, hay un gran - es un sol. Sé que es un sol. ¡Es
un sol grande! Pero ahora esto se
dirige al sol, y de repente cruza, y ¡el calor es terrible! Oh, hace tanto calor. ¡Oh!
¡Oh! Oh-h.
Veo que
esta gran bola ha circulado. Hay
dos bolas ahora en el cielo. Está
la roja enorme, el sol; y luego en
el centro, la bola; es más grande
que la otra bola, la bola blanca del lado izquierdo.
Pero la que está en el centro es más grande.
¡Y es tremenda!
Empieza a
viajar a gran velocidad. Y ahora
veo que se forma otra bola con bosquejos de montañas;
es un globo del mundo. Es un
globo muy grande del mundo, y es horrible.
¡Oh! Es - la bola, viene
alrededor. Va alrededor.
Va a hacer una revolución completa.
Va alrededor. Ahora, a medida que viene a la parte superior, alrededor del
globo... sale disparada, y la puedo ver. Es
muy, muy pequeña a la distancia, pero todas estas partículas de polvo, y - se
siente como que ahora caen rocas. Y
a medida que caen, algunas son muy grandes.
Y flotan hacia las tierras y las casas.
Oh. (Pausa).
Oh, ahora
está mucho más claro, y Nuestra Señora desciende.
Nuestra Señora ve hacia abajo con tristeza, y Ella dice en una voz muy
queda:
UN
DESTINO MUY ATERRADOR
Nuestra
Señora - "Hija
Mía, no tengas miedo. Es un
destino muy aterrador el que el hombre ha escogido para sí. He viajado de aquí para allá a través del mundo, llorando,
implorando por expiación y para que el hombre retorne ahora del camino que lo
lleva rápidamente a su castigo.
“Muchas
advertencias del Cielo han pasado sin que el hombre las haya notado.
El ha perdido comunicación, hija Mía, con el Padre.
Él le ha entregado su espíritu a satanás.
Por lo tanto, va por su camino en oscuridad y ceguera.
Oh, hijos Míos, si pudiese recibir del Padre, Mis ruegos para vuestra
salvación, más tiempo para vuestra expiación, Mi Corazón no estaría tan
destrozado.
“Hay
muchos agentes del infierno sueltos por la tierra ahora. Ellos han entrado a la Casa de Dios, y ellos poseen el cuerpo
de muchos hombres quienes hacen la voluntad de satanás. No debéis abandonar los sacramentales que os He dado a través
del Padre para vuestra protección y vuestra salvación.
“Habrá
muchas manifestaciones a través del mundo.
Habrá muchos escogidos como Mi portavoz. Antes del Castigo final, cada hombre habrá tenido, y habrá
tomado, la opción, habrá tenido la oportunidad de escoger entre Mi Hijo y
satanás. Las fuerzas del mal se reúnen
rápidamente para la batalla final. Satanás
sabe que su tiempo se acorta.
“Oración,
expiación, y sacrificio: ¿es esto demasiado pedir de vosotros encarando la
realidad de lo que ha de venir sobre vuestro país y el mundo?
¿Seréis forzados a ayunar y matar de hambre vuestros cuerpos?
¿Seréis forzados a vuestras rodillas con desastres?
UNA
GUARDIANA Y UNA PATRONA
"He sido guardiana y Patrona de vuestro país durante mucho tiempo.
Ha prosperado y se ha convertido en un símbolo para el mundo.
Sin embargo, ahora ha ennegrecido la cruz, y se ha vuelto un centro para
la adoración del hombre y de los tesoros mundanos.
El ejemplo de aquellos con autoridad ha sido degradado.
El ejemplo de muchos con autoridad ha puesto a muchos sobre el camino al
infierno. Nada ha pasado
desapercibido para el Padre.
“Hombre
de pecado, regresad ahora de vuestras maneras.
Haced penitencia sobre vuestras rodillas; implorad por vuestra expiación;
implorad por las gracias que necesitaréis. La hora para la Mano de Dios sobre vosotros se aproxima rápidamente.
“Vuestro
mundo ahora se ha entregado a los placeres paganos.
¡Vuestro mundo ahora se ha entregado a satanás!
¡Ídolos, ídolos falsos para adorar!
“No
negaréis la Divinidad de Mi Hijo. Ya
no ofenderéis más al Padre en el Hijo, en el Espíritu Santo, dentro de la
Casa de Dios y en vuestro mundo, porque estáis llamando una gran penitencia
sobre vosotros.
“No he
venido, hijos Míos, a poner temor en vuestros corazones. He venido sólo como Mediadora y como Madre.
He venido a advertiros que habéis ofendido mucho a Dios, y que la
balanza debe equilibrarse pronto. Muchas
gracias serán dadas a aquellos quienes vienen y las piden.
Ninguno será forzado a ir por el camino de satanás, porque irán
voluntariamente antes del conteo final.
“No le
daréis la espalda a las casas de Dios. Mi
Hijo ha dejado Su ejemplo entre vosotros. Mi
Hijo, con Simón Pedro, os ha dado el camino.
Seguiréis al Vicario de Cristo. En
vuestra tierra no lo removeréis de la Sede de Pedro ni colocaréis a uno quien
ha sido planeado desde el infierno. Observad
y rezad.
“Hija Mía,
esto lo puedes repetir. Te doy la opción."
Verónica - Soy
muy olvidadiza, Madre Santísima. No
puedo recordarlo todo.
Nuestra
Señora - "Entonces,
hija Mía, es tu decisión grabar lo que Yo te digo.
“La
Misión que se te ha dado pronto quedará completada.
El trabajo para el establecimiento de Mi Santuario continuará.
El hombre nunca detendrá el Plan del Padre, a medida que Él renueva
este mundo. Paciencia, confianza y guía en el Padre, hija Mía, será tu manera
de vida. Entre más te involucres
con el hombre y su forma de vida mundana, más te alejarás del Padre.
Por lo tanto, Yo te aconsejaría confinarte y restringir tus actividades
mundanas a tu familia y al trabajo principal del establecimiento de Mi Santuario
aquí en tu mundo.
“También
en estos momentos planearás acción de trabajo, sesiones de oración.
El Padre te enviará toda la fuerza y la ayuda necesarias.
Confía, y no preguntes Sus motivos.
“Mantendréis
una constante vigilia de oración a través de vuestro mundo y de vuestro país.
No se darán fechas, pero os aseguro, hijos Míos, que una fecha ha sido
fijada.
“Ninguno
será perdido, quien se salve en el Sagrado Corazón de Mi Hijo. Ninguno será
perdido quien mantenga los sacramentales y todos los objetos de naturaleza
Divina en sus hogares.
“Esto
será difícil, porque los mofadores aumentarán y el libertinaje aumentará.
Y pronto seréis una minoría. Sin
embargo, está en el plan del Padre que nos reuniremos en la Casa de Dios y la
restauraremos en el mundo a sus proporciones adecuadas.
El hombre, entonces, será regresado a su estado anterior, porque
entonces él ya no será forzado a ofender a su Dios, forzado a través de los
agentes del infierno, quienes serán removidos de vuestra tierra.
"Rezad, tened gran confianza en el conocimiento que la victoria
eventual será con el Cielo. El
Padre permite estos momentos de prueba para la depuración del hombre.
Es mejor, hija Mía, esta manera que tener que depurar totalmente, como
fue en el pasado. El Padre siente gran tristeza, pero Lucifer, hasta el momento,
ha tenido éxito en capturar a muchas almas.
LOS
CORAZONES SAGRADO E INMACULADO DE JESÚS Y MARIA
"Se hará una dedicación total al Sagrado Corazón de Mi Hijo y al
Inmaculado Corazón que me fue dado por el Padre.
Coloca Mi manto azul de protección sobre todos Mis hijo, quienes vienen
a Mí. He venido aquí, y permaneceré en estos terrenos sagrados, y
sobre muchos terrenos sagrados a través del mundo hasta la victoria final.
“Os
bendigo a todos, hijos Míos. Continuad
con vuestras oraciones de expiación. ¡Son urgentemente necesitadas!"
Verónica - Y
Nuestra Señora toma Su gran Rosario y se bendice, y también al mundo, a medida
que Ella extiende Su Rosario: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Y ahora
Nuestra Señora toma el Rosario, y Ella dibuja un gran círculo en el cielo con
el Rosario. Y ahora Ella quita Su
mano, y el Rosario simplemente cuelga en el aire.
Ha formado un círculo completo, con las cuentas y la cruz colgando,
suspendidos en el aire. Ahora
Nuestra Señora ve hacia el lado izquierdo del asta de la bandera. Ella dice:
Nuestra
Señora - "Ahora
te sentarás, hija Mía, y Jesús pronto estará aquí para bendecir los
sacramentales de todos estos bellos corazones a los cuales Yo envío Mis gracias
y las gracias del Padre también."
Verónica - "Ahora
Nuestra Señora extiende Sus manos. Y
esos rayos de luz ahora descienden. Ella
está de pie por el lado izquierdo de los árboles.
Y Sus manos están extendidas, y, oh, son muy brillantes.
Son - ¡oh, simplemente emanan de Sus manos!
¡Es sólo como luces tremendas! Hay
tres, sin embargo, en cada mano. Noto
que cada uno - son iguales, cada corriente de luz es igual.
Pero hay tres en cada mano, y descienden más bajo que el asta de la
bandera. Y, veamos, de Su mano
izquierda parecen caer casi
más allá de los árboles. Y la
mano derecha - ahora Nuestra Señora mueve Su mano derecha, y pasa por encima de
mi cabeza. Ahora las luces van - los rayos de luz pasan por mi cabeza, hacia
abajo, hacia atrás, allí atrás.
Y ahora
Nuestra Señora sonríe. Y Ella
asiente Su cabeza, lo que significa "sí".
Y ahora... ahora Nuestra Señora hace una seña hacia la silla.
(Pausa).
Verónica - Ahora
todos los que pueden hincarse lo harán, a medida que Jesús ahora está de pie
por el asta de la bandera. Él va a
bendecir todos los sacramentales. Él
está ahora justamente más allá del asta de la bandera, del lado derecho.
Ahora Jesús ve hacia abajo. Oh,
El se ve tan bello; la luz es tan
bella.
Ahora Él
está vestido, Jesús, Él tiene puesta Su capa roja.
Ahora es más profunda; se
ve casi de un color rojo oscuro. Y
tiene puesta una túnica color crema. La túnica es muy larga, pero ahora - oh,
esta noche El no usa sandalias. Oh,
Él tiene Sus pies descalzos. Y
puedo ver las Llagas sobre Sus pies. Oh,
Él está allí de pie ahora, y Él señala a Su capa, que Él abre.
Y, oh, en el centro de Su túnica hay un gran Corazón.
Es un Corazón muy rojo, y en el Corazón hay un cuchillo.
Es como una daga, una daga como de oro.
Es muy brillante, el oro de la daga que atraviesa Su Corazón.
Y ahora
Jesús señala hacia la daga, y El se inclina, y Él dice:
Jesús -
"Es por el amor al oro que muchos han escogido caer en error y seguir las
maneras del hombre de pecado."
Verónica -
Ahora Jesús cierra su capa sobre Su Corazón, Su pecho.
Él traslapa ambas secciones. Y
ahora El ve hacia las personas y Él sonríe ahora. Oh, El ahora va a bendecir
los sacramentales. Jesús eleva Su mano, así.
Ahora Jesús dice:
Jesús - "Elevaréis,
y si no podéis elevar estos objetos de Dios, serán bendecidos sobre vuestras
personas o en el suelo. Yo os
bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
Verónica - Jesús
eleva Sus manos. Y Él bendice en
la señal de la Trinidad. Y ahora
detrás de Él, el cielo está lleno con ángeles.
Oh, hay tantos de ellos. ¡Oh,
son simplemente bellos! Y ellos están
esparciendo de - ellos llevan algo en sus manos que están tirando. Casi se ven como pétalos de rosas blancas.
Flotan hacia abajo, abajo, abajo sobre nosotros.
¡Son bellos! Ellos tienen,
carecen de peso. Son como pétales
de rosas, pétalos blancos de rosas.
Ahora Jesús
se mueve hacia el lado izquierdo del asta de la bandera y Él eleva Su mano, y
Él bendice ahora a todos los que están de este lado, lo que sería Su lado
derecho, con Sus manos así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Jesús se
mueve hacia allí, y se Le une Nuestra Señora. Y Ellos están allí de pie.
Nuestra Señora ahora sostiene Su Rosario hacia adelante en Sus manos, así.
Y ahora Jesús eleva Su mano muy arriba de Su cabeza, y Él hace la señal
de la Trinidad hacia abajo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Jesús se
adelanta. El baja muy cerca.
Oh, Él llegó a aproximadamente, oh, a la sección media del asta de la
bandera. Él dice:
Jesús -
"Os bendigo, hijos Míos, en el Padre y el Espíritu Santo. Yo otorgo entre vosotros las gracias para la conversión de
los pecadores. Venid a Mí;
pedid y recibiréis las gracias y la fuerza para alejar de vuestro hogar
y de Mis casas los demonios quienes han entrado."
Verónica - Ahora
se pone muy claro, ¡muy brillante! Está
muy, muy blanco. Oh, yo, Nuestra Señora
ahora empieza - hay una tremenda luz que emana ahora de Nuestra Señora.
Y ahora Jesús viene aquí y Él dice:
Jesús - "Quiero
enseñarte, hija Mía, la Asunción de Mi Madre."
LA ASUNCIÓN
DE NUESTRA SEÑORA
Verónica - Ahora
veo, veo como una ladera de montaña. Y
hay una especie de cueva, oh, creo que es una tumba, casi, pero no está en un
cementerio. Está como cortada en
la ladera de la montaña. Y hay una
losa, hay una losa de piedra. Y veo
- se ve como una momia, porque veo a un cuerpo envuelto todo en pedazos como de
sábana. Pero no es como sábanas
blancas, exactamente; es de aspecto
muy áspero con puntos, como manta, casi, y enrollada como momia.
Jesús
está - oh, Él viene. Ahora este lugar está cerrado.
No hay puerta. Es como, oh,
como un mausoleo o algo así, pero más como una cueva. Y ahora veo a Jesús; Él
sale directamente de la roca. Y Él
está ahora de pie allí, y El ha colocado Sus manos sobre el envoltorio de sábanas.
Y de repente, hay una tremenda luz alrededor de ésta, como persona
envuelta en sábanas. ¡Ah! Y veo
que la sábana simplemente se desenrolla, se cae.
Y allí - está Nuestra Señora, pero Ella está sentada.
Y Jesús está de pie a Su lado. Y
ahora a medida que cae la sábana, simplemente cae de Ella, se desintegra.
Ella
tiene puesta la más bella túnica blanca;
oh, un blanco puro. Ahora
Ella está descalza, y Jesús ha extendido Su mano, y ha tomado la mano de Ella,
y Ella está toda encendida. ¡Bella!
Veo que
Nuestra Señora - yo sé que es Nuestra Señora.
Ella se vuelve más y más joven. Cuando
por primera vez la sábana fue quitada, Ella se veía como grande de edad, quizá
alrededor de, quizá 73, 74. Pero
ahora Ella se ve como una pequeña niña. ¡Ella es bella! Ella
se ve muy joven. Y ahora Jesús toma la mano de Ella y Ambos simplemente se
elevan. Ellos van hacia arriba,
arriba, arriba, ¡y a través de la roca¡
¡Absolutamente! Atravesaron
la roca. Ahora los veo afuera de la
puerta, y veo a Jesús y a Nuestra Señora, y la luz es tremenda.
Oh, y Jesús ahora sostiene la mano de Nuestra Señora.
Allí,
oh, hay cientos de figuras de ángeles alrededor de Ellos. Y hay música bella. Ah-ah,
aleluya, ah, ah, aleluya. Y hay voces; son tan recias que son, suena como
millones de voces.
Los veo,
y ahora Nuestra Señora se eleva. Nuestra
Señora está toda bella de blanco. Es
- no lo puedo explicar. Es
simplemente como dentro de una luz tremenda.
Y ahora Ellos se elevan muy alto, alto en el cielo.
Y ya no Los puedo ver más. Es
como si Ambos hubieren desaparecido dentro del cielo.
Absolutamente idos, y ahora el cielo se ha vuelto un azul muy profundo,
profundo, profundo.
Ahora la
luz desciende de nuevo. Hay una...
una astilla de luz que baja por el árbol.
Y Jesús está allí de pie. Y
Él dice:
Jesús - "Hija
Mía, te he dado como gracia al mundo, el conocimiento de la Asunción de Mi
Madre al Cielo. Continuad, hijos Míos,
con vuestras oraciones de expiación. Muchos
secretos del Cielo os serán dados para la edificación de vuestras almas en
estos días. Veis, hijos Míos,
nada es imposible con el Padre, en el Padre."
Verónica - Ahora
Jesús eleva Su mano, y Él hace la señal de la cruz, así, encima de toda la
gente. Y Él extiende Sus manos. Y puedo ver las Llagas en Sus manos ahora.
Y Él va hacia un lado. Él
asiente con Su cabeza.
Jesús - "Continúa,
hija Mía, con las cuentas de oración."
Verónica - En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Revised: February 03, 2010