Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
28
de Septiembre de 1973 - Víspera de la Fiesta de los Arcángeles Miguel, Gabriel
y Rafael
Verónica
- Se ha
vuelto muy brillante, y puedo ver que hay muchos ángeles ahora en el cielo.
Sé que son ángeles por sus figuras.
Algunos son más - puedo verlos más claramente que a otros.
Otros parecen estar perdidos en una formación como de nubes.
Pero
ahora uno viene hacia adelante. No,
hay uno - oh, es San Miguel; reconozco
a San Miguel. El se adelanta, y él
lleva un cáliz muy grande. El cáliz
es dorado, pero está lleno con un líquido rojo, pero es - el líquido parece
como sangre.
San
Miguel se adelanta. El está ahora
en el centro del asta de la bandera. Ahora
él tiene este cáliz; es un gran cáliz
dorado, muy brillante. Resplandece
mucho y es muy brillante. Ahora San
Miguel se inclina. El dice:
MANOS
SUCIAS
San
Miguel -
"Mira, hija mía, las abominaciones que han caído dentro del vaso. Manos sucias mancharán el Cuerpo de tu Creador."
Verónica - Ahora
hay muchos ángeles que se reúnen alrededor de San Miguel. San Miguel es muy grande, muy bello, pero tremendo en tamaño.
Los otros ángeles - no son tan grandes ni imponentes como él.
Pero
ahora San Miguel viene hacia adelante, y él señala hacia el lado izquierdo del
asta de la bandera. Y él ahora señala,
y hay cuatro ángeles que se adelantan. Y
en sus manos hay - parecen como tazones o platos.
Ahora uno
coloca algo dentro de la fuente. Y
humo se eleva del plato. Es un
plato hondo, como un tazón. Y
ahora él viene hacia el centro del asta de la bandera, y él está allí de pie
con el tazón enfrente.
Y ahora
San Miguel tiene en su mano - él está del lado derecho - una lanza larga, y él
señala hacia abajo, aquí. Y ahora
veo el tazón; el ángel vuelca el
tazón y todo - es carbón encendido, fuego.
¡Ah-h-h, ah-h-h! Está muy
caliente. Enormes rocas de fuego...
Se pone
oscuro, y San Miguel viene ahora del lado izquierdo del asta de la bandera.
Y él se adelanta.
San
Miguel
- "Repite bien, hija mía, las palabras que voy a dar ahora al mundo.
Hombre de Dios y humano del mundo, habéis recibido vuestra advertencia
final. Arrepentios ahora y haced
mucha penitencia por las ofensas en contra del Altísimo.
Vuestro castigo será medido según los pecados del hombre."
Verónica - San
Miguel se mueve hacia aquí. Ahora
descendiendo desde arriba del asta de la bandera, hay una gran cruz, una gran
cruz. Es anaranjada y flameante, y
ahora va hacia, flota a través, y está arriba de los árboles.
La cruz - la parte central es como el mango de una espada.
Del lado
izquierdo del asta de la bandera otro ángel viene.
El tiene un gran tazón en su brazo, y él tira semillas; parecen como
semillas. Él dice, "Esta
semilla caerá sobre la tierra, y se pudrirá en la tierra. ¿Qué pagaréis por el pan?"
Y ahora
se pone muy oscuro, y veo a un hombre sentado sobre un caballo.
El caballo es negro. El
hombre está vestido todo de negro. El
lleva una balanza. Parece una
balanza; tiene dos secciones.
También es negra, de madera negra.
Y ahora él mete la mano dentro de un saco como de cuero, que tiene a su
lado, y él coloca... Y ahora él ve hacia abajo, y tiene una sonrisa horrible.
Y cuenta monedas grandes, y las deja caer sobre la balanza. Ahora deja caer su saco o bolso a un lado, y sale corriendo.
Y detrás
de él hay un gran ángel. ¡Oh! Es
San Gabriel. Ahora San Gabriel está
allí de pie. ¡Él tiene en su
mano una trompeta! Parece como un
instrumento largo, dorado - una trompeta. Ahora
él eleva la trompeta por encima de su cabeza y señala hacia el lado derecho
del asta de la bandera. Y él dice:
San
Gabriel -
"Las paredes se derrumbarán. Las
paredes se derrumbarán."
Verónica - Y
ahora se pone muy oscuro. Y veo- es
como una película de largo metraje. Veo
agua, pero oh, está muy profunda. Y
da vueltas, y es - oh, es una tormenta.
Y ahora
escrita arriba está "TEMPESTAD: T-E-M-P-E-S-T-A-D".- Ahora el agua
sube más alto. Y hay paredes que
se caen, y las personas corren, y los edificios se derrumban.
Oh-h-h. Oh-h-h.
Nuestra
Señora viene hacia adelante. Oh-h-h.
Oh, Nuestra Señora viene hacia adelante, y Ella está vestida bellamente.
Ella está toda de blanco. Oh, Ella
tiene puesta una túnica blanca con una banda dorada, un amarre, un amarre
dorado alrededor. Y Ella tiene un manto blanco. Oh,
es bello. El manto tiene un borde
dorado, y el manto va desde Sus pies hasta arriba, alrededor de Su cabeza.
Y puedo
ahora ver el cabello de Nuestra Señora. Es
de un color marrón claro, casi - casi rubio, pero no, es un marrón claro.
Nuestra
Señora sonríe. Y ahora Ella viene
hacia delante. Nuestra Señora
ahora está en el centro del asta de la bandera.
Pero allí - oh, Ella se mueve hacia el centro, por los árboles.
Nuestra
Señora - "Hija
Mía, no hay mucho más que pueda agregar a Mis palabras. He caminado por vuestro mundo durante muchos años terrestres,
atendiendo al plan de Padre, de despertaros a vuestra destrucción eventual si
continuáis en vuestro camino actual.
“Se le
darán a los hombres fenómenos y un gran Aviso.
Muchos verán, hija Mía, y todavía no creerán.
“El
Padre ha contado a Sus ovejas. Él
conoce las almas de todos. Cada
cabello sobre vuestras cabezas ha sido contado, y vuestras almas están
reflejadas delante de Sus ojos.
“El
hombre no podrá comprender plenamente las maneras del Padre. Él es misericordioso, hija Mía, pero El también debe
castigar. Es de esta manera que Él
restaurará la tierra a Su creación original.
“Le he
pedido al Padre que te levante tu cruz física, hija Mía, a medida que el
tiempo se acorta, y hay mucho trabajo por hacer.
Muchos brazos serán necesitados en la batalla que se avecina.
Una gran oscuridad se posará sobre la tierra."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora señala con Su dedo, así, hacia arriba, alto arriba en el cielo.
Ahora hay una gran bola, pero se parece a la tierra.
Y veo una gran oscuridad porque hay mucho humo y gases y emanaciones.
Y el sol - el sol está muy brillante, pero ahora está cubierto por una
gran bruma. Y ahora la tierra está
muy oscura.
Nuestra Señora dice que "es medio día", "medio día pero
parece como la noche más oscura".
Ahora se
pone más claro. Y puedo ver
cientos y cientos de ángeles, de bellos ángeles.
Algunos se ven tan jóvenes, como niños.
Están vestidos en colores distintos.
Oh, los colores son simplemente bellos;
son túnicas largas.
Nuestra
Señora está de pie del lado derecho. Ella
todavía está vestida en Su túnica blanca con el ribete dorado.
Y ahora
veo otras figuras que vienen hacia adelante, cientos de ellas. El cielo está lleno con figuras bellas. Oh, sé que son ángeles.
Pero no veo manos. Ellos están
vestidos en túnicas largas, solamente túnicas largas. No puedo describir sus rostros.
La luz está tan brillante, pero la belleza, la sensación...
Nuestra
Señora dice:
Nuestra
Señora - Hija Mía,
describirás lo que ves.
TUSAZERI
Verónica -¡Oh!
Veo a tres bellas figuras. Conozco
a San Miguel. Y - y, oh, San Gabriel, conozco a San Rafael... Oh, sí, San
Rafael es el ángel más bello. Oh,
y ahora... ¡Oh! ¡Tusazeri!
Nuestra Señora dice:
Nuestra
Señora -
"No, él no se ha ido de tu lado. Se
te permite verlo, hija Mía."
Verónica - El no
es tan grande como lo es San Miguel. Él
es muy amable. Nuestra Señora
dice:
Nuestra
Señora - "Él es ahora el amigo más fiel y tu guía para la Misión,
tu protector y uno de los arcángeles mayores del Reino... Tusazeri."
Verónica - Oh,
ahora Tusazeri desciende. ¡Oh! ¡Oh!
Ahora
Nuestra Señora desciende. Ahora
Nuestra Señora habla muy quedamente; casi no puedo escuchar Sus palabras.
Nuestra
Señora - "Hija
Mía, harás saber que Mi Mensaje en Fátima debe ser seguido.
Las advertencias no han sido atendidas a través del mundo.
“El
orgullo intelectual entre los hombres de Dios ha causado mucha confusión.
Sabe, hija Mía, que satanás ha colocado a sus agentes en la Casa de Mi
Hijo. Cuídate de aquellos quienes
caminan como ángeles de luz, sin embargo, tienen corazones oscuros,
y son agentes del príncipe de las tinieblas.
Se te dará visión, hija Mía, para reconocer el rostro del mal.
EL HOMBRE
DE PECADO
"El mundo espera la llegada del hombre de pecado.
El ha estado entre vosotros, hijos Míos, durante algún tiempo.
Uno, (Nuestra Señora cuenta), dos, tres, cuatro, cinco."
Verónica
- Nuestra
Señora sostiene cinco dedos, así. Ahora Ella sostiene cinco dedos, Su Rosario,
así. Y ahora Nuestra Señora mueve
Su cabeza, así, muy tristemente. Ella
quiere decir, "Sí, cinco."
Nuestra
Señora -
"Hay uno que será liberado para llevar a cabo la venida repentina de Mi
Hijo.
“Debéis
hacerle saber al hombre que una casa en tinieblas tiene un cinturón de muerte a
su alrededor. Todo lo que está
podrido, caerá. La corrupción en
la Casa de Dios será eliminada."
Verónica -
Nuestra Señora dice:
Nuestra
Señora -
"La Casa de Dios es conocida en el mundo como Iglesia.
“El
hombre tiene sólo una manera ahora de desviar el Castigo y Advertencia
planeados. La Advertencia y el
Castigo se seguirán pronto, uno al otro, si el hombre continúa en su curso
actual. Ahora él debe humillarse
ante el mundo. El debe hacer mucha
penitencia, sacrificio, y hacer expiación por las muchas ofensas en contra de
su Dios. Sólo de esta manera Yo,
como Mediadora entre el hombre y Dios, podré retener la destrucción que rápidamente
se dirige hacia la tierra.
“La
ciencia y el hombre de orgullo intelectual encontrarán que están muy pobres en
cuanto al conocimiento de su Dios. Las mismas fuerzas que él usó para avanzar
sobre la tierra, las ha volteado en su contra para destruir a su mundo.
“Cuando la Advertencia sea enviada sobre el hombre, no habrá duda en las mentes de los hombres que desciende de los cielos; sin embargo, aquellos quienes ya se hayan entregado a satanás, verán y no creerán.
"Ahora
debéis hacer mucha penitencia y mortificación, porque sólo por medio de la
oración y la mortificación podréis retener la oscuridad y la destrucción.
“Hija Mía,
Me he aparecido a muchos de tus hermanos y hermanas a través de todo el mundo.
Muchos han sido escogidos como portavoces para la salvación de las almas
y para rescatar al hombre de la Advertencia y del Castigo que rápidamente
avanzan sobre él; sin embargo, hija Mía, tristemente hoy en día muchas de
Nuestras advertencias han caído sobre corazones endurecidos.
“El
hombre por su propia voluntad debe ahora tomar una decisión: la voluntad del
Padre, ó vender su alma a Lucifer. No
podéis, sobre vuestra tierra, hija Mía, servir a dos amos.
“Oh,
hijos Míos, cuántas lágrimas He llorado a través de los años. Cuántas veces He suplicado al Padre para que de una
prolongación de Su misericordia para vosotros.
“El
Castigo eventual, hijos Míos, será grande, la pérdida de los espíritus para
el Cielo será mucha. El conteo que
cae al infierno crece más y más cada día.
Es por eso que es necesario tener esta intervención del Cielo. Ahora sostenéis, hijos Míos, la balanza en vuestras manos.
Verónica - Y
ahora veo una gran bola. Y en la parte superior de la bola hay una cruz.
Y ahora suspendida por encima de la cruz está una balanza, y a la
derecha de la balanza hay un reloj de arena.
Pero el reloj de arena está vacío.
Y ahora Nuestra Señora señala hacia el reloj de arena, y Ella dice:
Nuestra
Señora - "Ves,
hija Mía, se ha acabado el tiempo."
Verónica - Ahora
detrás de Nuestra Señora - Ella señala a la distancia, y veo muchas cruces, y
de pie delante de las cruces, a muchas personas: niños, hombres, mujeres,
ancianos, jóvenes, muchas cruces.
Y luego
del lado derecho veo esa gran bola, pero no es la tierra. Es una gran bola, y empieza a girar. ¡Ah-h-h! ¡Ah-h-h!
Gira. Es tan - gira tan rápidamente
que empieza a moverse a través del cielo, y hay gases.
(Verónica tose). Es cegador.
Los gases
son de todos colores. Los colores
son como anaranjado y amarillo, y desvaneciéndose casi en un gris.
Ha detenido toda la luz; no
puedo ver nada del sol... Oh, y está - y ahora cruza.
Hay otra bola; cruza.
Oh, la bola parece la tierra. Sí,
está cruzando.
Ahora hay
tres de esas bolas. Está cruzando
entre - sé que son el sol y la tierra. Y
detrás ahora - viene detrás del sol. Veo
- va alrededor del sol. Viene detrás
del sol, y ahora pasa y deja el sol, pasa la tierra, y tiene una faja o veta
terriblemente ancha y larga de emanaciones de apariencia de fuego.
¡Ah-h-h! ¡Ah-h-h!
Oh-h-h.
Ahora veo
que regresa al cielo. Y veo de
cerca a la tierra. Y veo - no lo
puedo distinguir. Veo...
Hay personas, personas muertas.
Ahora ese
hombre, que estaba a caballo, está de pie allí, y está vestido todo de negro.
Parece como - se ve horrible, porque sobre su cabeza hay como un - no es
como un tapado de monje; termina en
punta. Parece como el - como un tipo de sombrero de alguna agrupación,
casi como un triángulo, negro.
Oh, él
señala. Es un hombre sin piel en
sus dedos, el hueso. Y él ahora señala
al globo, así, con su dedo.
Y ahora
veo escrito arriba de su cabeza: "MUERTE": M-U-E-R-T-E.
Y ahora hay una flecha que señala, y veo la palabra escrita,
"ESPERANZA":
E-S-P-E-R-A-N-Z-A.
Y ahora
por debajo de la palabra "ESPERANZA", que está en colores brillantes
y blancos y dorados, escrito en el cielo, hay una cruz.
Nuestra
Señora está de pie - la cruz está a Su lado izquierdo; Ella está del lado derecho.
Y ahora Nuestra Señora dice:
Nuestra
Señora - "Muchas
almas víctimas se entregarán por la salvación de la humanidad".
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Nuestra Señora
dice:
Nuestra
Señora - "No
Me voy, hija Mía. Pero debes ahora
descansar y regresar a tu silla.
Jesús estará aquí en poco tiempo, para bendecir los sacramentales."
Verónica - Hay un
hombre con Nuestra Señora, de pie allí. Nuestra
Señora dijo que si debía hablar con ustedes con un altavoz, todos me escucharían.
Pero creo que todos me
escucharán.
SAN LOUIS
DE MONTFORT
Nuestra Señora dijo que se me daba este libro.
Es un libro muy viejo, del tiempo de San Louis de Montfort.
Y yo - Nuestra Señora dijo
que debo leer este pasaje:
"Hay muchos quienes se llaman devotos de Nuestra Señora.
Pero las palabras no prueban lo que está en el corazón, sino las
acciones. Ellos pueden caer,"
dice él, el hombre, San Louis - es San Louis.
Oh, él dijo que lo llamara San Louis.
Oh. "... en siete categorías.
Tenemos mucha falsa devoción a Nuestra Señora.
Estas son: 1. Son los devotos críticos.
Son los que se llaman devotos de Nuestra Señora." Pero tienen categorías, dice San Louis de Montfort.
Son:" los devotos que critican, los devotos escrupulosos, los
devotos externos, los devotos presuntuosos, los devotos inconstantes, los
devotos hipócritas, y los devotos realmente interesados."
Ahora San Louis dice, "Aquellos, los devotos que critican, son en su
mayoría, los eruditos orgullosos, aquellos que saben mucho, con espíritus
auto-suficientes y temerarios, quienes tienen en el fondo de su corazón alguna
devoción a la Virgen Santísima, pero quienes critican casi todas las prácticas
de devoción hacia Ella que las personas sencillas puedan rendirle simplemente y
santamente a su buena Madre, porque estas prácticas no caen dentro de su propio
humor y gusto."
Por lo
tanto, aquellos quienes son de orgullo intelectual no aprobarían, porque no
encaja dentro de lo que es su gusto. "Ellos
dudan de todos los milagros de nuestra Fe y de la historia registrada por
autores dignos de nuestra Fe, o tomada de las crónicas de las órdenes
religiosas," ellos la menosprecian, por las "narraciones que nos
testifican las misericordias y el poder de la Virgen más santísima.
Ellos no pueden ver," éstos quienes tienen el orgullo intelectual,
"sin inquietud, cuán sencillas y humildes son las personas - que pueden
estar de rodillas ante un altar o ante una imagen de Nuestra Señora, a veces en
la esquina de una calle, para poder rezarle a Dios allí, y hasta los acusan de
idolatría, y como si adoraran la madera o la piedra.
Ellos dicen que, por su parte", aquellos quienes tienen orgullo
intelectual y sí tienen la ley para gobernar, "no estiman estas devociones
externas y que sus mentes no son tan débiles como para dar fe de tal número de
cuentos y pequeñas historias que andan en circulación con relación a Nuestra
Señora.
"Por
lo tanto", dice San Louis, "observad y rezad y permitid que el Espíritu
Santo trabaje entre vosotros. En
otras palabras", dice San Louis," No dejéis de hacer los trabajos del
Espíritu Santo, porque no es para que el hombre juzgue la mano de Dios entre
vosotros." En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
(Pausa).
Verónica - Todos
los que puedan, por favor arrodíllense, porque Jesús está aquí, y Él está
del lado derecho del asta de la bandera. El
ha estado de pie aquí, esperando pacientemente la finalización de las
oraciones.
Ahora Jesús
- oh, Él quiere que yo describa Su vestimenta para ustedes. Oh, Jesús tiene puesta una túnica clara.
Es casi, como - no es blanca, sino como amarillenta.
No, no amarillenta, dice Él - crema, con una capa color borgoña.
Es bastante larga; llega
hasta los pies de Jesús, pero El ahora la tiene hacia atrás.
El tiene
puestas sandalias, y El sonríe. Las
sandalias se ven como que están hechas de cordón marrón.
Y Jesús piensa que es bastante divertido la forma en que Lo describo.
No...
Ahora Jesús
dice que extiendan todos los sacramentales, objetos de Dios, de naturaleza
divina.
Jesús se
mueve hacia el asta de la bandera. Ahora
Él está de pie, y empieza a colocar Su manto - Él lo pone sobre Su mano, así.
Oh, ya veo, tan - ¡Oh! Ya
veo; Él abre Su manto. Ahora Jesús
tiene Su mano arriba de Su cabeza, así - los
tres dedos. Ahora dice:
Jesús - "Extenderéis,
pero no será necesario sacar de todos los cartones, todos los objetos de Dios.
Pongo sobre estos sacramentales las gracias para conversión y curación,
para la restauración de los pecadores, y el regreso de la santa Iglesia a la
ley. En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo."
Verónica - Ahora
Jesús eleva Su mano arriba de Su cabeza, así.
Él desea que yo lo describa. Estoy
viendo hacia este lado, pero Él tiene Sus tres dedos, y Él hace así: En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús va
hacia - cerca de los árboles. Él
está en el centro, por los árboles. Ahora
Él desciende - ¡oh! Él está
ahora bastante bajo cerca de los árboles.
Oh, y
ahora Él eleva Su mano, pero Él hace la señal de la cruz, así: En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, sobre de las personas allí.
Y ahora
Nuestra Señora viene detrás de los árboles, y Ella sigue a Jesús. Ellos
flotan más allá del asta de la bandera. Ahora
Ellos están en - del lado izquierdo, nuestro lado izquierdo, Su lado derecho. Y
ahora Jesús desciende bastante cerca. Nuestra
Señora está ahora de pie a Su lado.
Jesús
extiende Su mano arriba de Su cabeza, de este lado, y Él hace la señal de la
cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Él va
hacia allá, y Él está justamente arriba de los árboles ahora. El ve hacia abajo; ahora
Él eleva Su mano de nuevo, y Él hace la señal de la cruz: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y ahora
Nuestra Señora extiende Su Rosario. El
Rosario de Nuestra Señora es muy grande; es
blanco, y el - no, las cuentas de los Padrenuestros son muy doradas.
Y el crucifijo, la cruz, es muy dorado.
Es muy grande. Nuestra Señora tiene un Rosario muy grande de cuentas
blancas.
Ahora
Ella también toma Su cruz, así, y Ella bendice ahora: En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora se inclina, hablando muy quedamente:
LAS AGUAS
CURATIVAS
Nuestra
Señora - "Extiendo
y otorgo muchas gracias del Padre a todos los que vienen buscando Nuestro
consuelo. Habrá sobre estos
terrenos, aguas curativas. Y He
dirigido que se construya un edificio que haga honor al Padre.
Será un instrumento principal para la recuperación de las almas en esta
ciudad, que ahora está en segundo lugar después de Sodoma.
“Os
bendigo, hijos Míos, y otorgo entre vosotros muchas gracias del Padre.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
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Revised: February 03, 2010