Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
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Noviembre 1973 - Víspera de la Fiesta de Cristo Rey
Verónica - Veo
cruzar el cielo muchas figuras de aspecto muy extraño.
Viajan tan rápidamente, que casi tienen que ver en cada dirección para
verlos a medida que pasan.
Nuestra
Señora ahora desciende. Oh,
Nuestra Señora está de pie del lado izquierdo del asta de la bandera.
Ella es muy bella. Nuestra Señora me ha estado hablando, pero Ella dijo que no
era necesario que repitiera, a menos que lo quiera guardar de memoria.
Nuestra Señora dijo que Ella está muy contenta que yo esté aquí esta
noche. Nuestra Señora dijo,
Nuestra
Señora -
"Te he extrañado, hija Mía, en Mis terrenos."
Verónica -
Nuestra Señora desea que yo describa Sus vestimentas.
Oh, Ella es bella. Nuestra
Señora tiene puesta una bella vestimenta color blanco como capa, que cubre Su
cabeza hasta Sus pies. Es toda
blanca, pero tiene un borde de oro. Es
muy brillante y radiante, el borde. Creo
que son piedras, algún tipo de piedra dorada que está fijada en la orilla de
la vestimenta de Nuestra Señora. ¡Bella!
Ahora Nuestra Señora levanta Su mano. Oh, Ella tiene Su Rosario;
es el Rosario blanco con el crucifijo dorado. ¡Bello! Las
cuentas son muy grandes.
Ahora
Nuestra Señora señala hacia el lado derecho del asta de la bandera.
Y descienden dos figuras; ahora
son muy pequeñas, pero - oh, ahora a través del cielo veo venir a San Miguel.
¡Oh! ¡Oh!
Ahora
repentinamente el cielo está todo encendido con rosado.
La radiación de los colores va desde rosado hasta azul y a blanco;
rosado, azul, luego blanco. ¡Bello!
Ahora el arco iris enorme - detrás del asta de la bandera hay un bello
arco iris. Se extiende desde la
tierra hacia arriba en la gama más bella de colores azules, y blanco, amarillos,
verdes. El verde es bello.
Oh, ahora el arco iris se despliega hacia la izquierda y hacia la derecha. Y, oh, hay una luz muy brillante, brillante.
Oh, y Jesús ahora desciende.
Oh, Jesús
está vestido bellamente, pero Él tiene Sus pies descalzos. Oh, Él tiene puesta una capa roja de terciopelo, y está
puesto sobre Sus hombros de manera que Su vestimenta, Su vestimenta blanca, Su túnica,
es muy larga y floja en la cintura. Pero
está amarrada con una pieza de oro como lazo, alrededor de Su cintura.
Jesús
extiende Su mano, así. Y veo a
todos estos pequeños ángeles que vienen alrededor de Jesús.
Y San Miguel es tremendamente alto.
Él coloca sobre la cabeza de Jesús la corona más bella.
La corona es dorada. Tiene
todas las esmeraldas verdes en toda la corona.
Y la parte superior, sin embargo, es de un terciopelo rojo, pedazos sólidos
de bello terciopelo rojo.
Oh, y el
cabello de Jesús, cae sobre Sus hombros. Su
cabello es de un marrón rojizo; es
muy bello. ¡Oh, Jesús se ve tan
bello! Y Él sonríe. Jesús señala
hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.
Y del lado izquierdo veo que viene a través de las nubes - no son nubes,
está muy oscuro. Está muy oscuro
alrededor, pero veo una bola muy grande. La
bola se ve muy pesada. Está sin
moverse. No, no es una bola de
fuego; se ve como la luna.
Sí, es la luna porque puedo ver los agujeros.
Y veo ahora la luna; se
torna muy negra. Y ahora Jesús dice,
Jesús - "Habrá
muy poca vida sobre la tierra."
Verónica - Ahora
Jesús va hacia el lado derecho del asta de la bandera. Se ve - El no se ve muy
feliz. Jesús dice:
Jesús - "Escucha
cuidadosamente, hija Mía, y repite Mis palabras. El hombre ha fijado su destino.
Muchas almas víctimas han detenido la oscuridad durante incontables años
del tiempo terrenal."
Verónica - ¡Oh!
¡Oh! ¡Oh!
Jesús -
"El hombre ha fallado en reconocer los signos de sus tiempos. Ahora todos vosotros mantendréis una constante vigilia de
oración a través de vuestro país y del mundo.
“El
Padre tiene un control total sobre el curso que se avecina.
No tienes razón de estar tan temerosa, hija Mía.
Todos los que han permanecido de buen espíritu no tendrán razón para
temer.
“Sí,
hija Mía, durante toda clase de pruebas, muchos de los buenos deberán sufrir
junto con aquellos quienes han traído el mal sobre ellos y el mundo.
El Padre ha escuchado tu solicitud de reconocimiento de los Terrenos
sagrados de Mi Madre. Debes, hija Mía, perseverar en tu Misión.
El Padre ha establecido el plan. Hija
Mía, aceptarás la voluntad del Padre sin objeción.
Realmente llueven lágrimas del Cielo.
“El
Padre Eterno desea que Sus Mandamientos regresen a los hogares y a las escuelas
y a vuestro gobierno.
“El
plan para vuestra salvación ha sido dado en innumerables lugares a través de
muchos videntes a través del mundo. Nuestras
palabras han caído en corazones endurecidos y en oídos sordos.
Las ovejas han sido mal guiadas por aquellos quienes debiesen haber dado
un ejemplo excelente como representantes del Padre.
Será dada una medida completa de penitencia a todos aquellos quienes
tienen la responsabilidad de la caída de las almas jóvenes.
Ninguno escapará este castigo severo.
“Se
necesitan vuestras oraciones. Vuestras
oraciones deben regresar a vuestra forma de vida.
Debéis ahora hacer penitencia con vuestros cuerpos y haced expiación
hacia el Padre por las muchas ofensas en contra del Padre.
“Mi
Madre ha venido a vosotros como una abogada, una misionera sobre la tierra,
clamando por vuestra salvación. Ella sabe el dolor de corazón que una Madre
tiene al ser rechazada.
“Hija Mía,
cuando tú aceptes esta humilde lección, encontrarás que tu cruz será menos
pesada. No busques la aprobación
del hombre, sino haz tu trabajo en secreto, de manera que el Padre quien vigila
en secreto, te premiará acordemente. Hija
Mía, eso es todo lo que realmente vale tu tiempo en la tierra - la entrada al
Reino.
“Cada
alma, hija Mía, que ha entrado, que ha caído al infierno, tuvo su opción.
En cada vida hay ese momento de reconocimiento de alma.
A todos se os ha dado una conciencia nacida de Dios.
El Creador, vuestro Padre, no os trajo al mundo en ignorancia.
Aquellos quienes caen al abismo lo han hecho de su libre voluntad.
“Ningún
hombre que viene al Padre en la creencia será rechazado.
Ningún pecador es demasiado pecador para poder ser recobrado.
El Padre, el Padre Eterno, reúne a las ovejas, no deseando que tan
siquiera una se le pierda.
“Cada
alma de la luz debe ahora ir hacia adelante como un apóstol del Padre.
Si estuvieseis en un combate mortal del cuerpo contra otro, expondríais
un gran esfuerzo para ganar vuestra causa.
Por lo tanto, hijos Míos, ¿por qué no habéis usado vuestras energías
para la salvación de vuestra alma eterna?
“No,
habéis caído en la trampa del mal. Os
habéis entregado a placeres lujuriosos y a la búsqueda mundana.
Muchos de vosotros no tendréis el tiempo ni la oportunidad de enmendar
vuestras maneras y de regresar a la Luz antes del gran Castigo."
Verónica - Ahora
se ve a un hombre muy viejo. Él es
muy amable, pero se ve terriblemente viejo.
Y Él señala con Su dedo, así. Y
una voz dice:
"¿Sabes
quien soy, hija Mía? Yo, repito,
soy el Anciano de los Días. Yo sostengo la balanza para la humanidad."
Verónica - Ahora
Él señala hacia allá, y veo - es como una cuerda y tiene en el extremo una
bola, y la oscila de un lado hacia el otro, pero a medida que oscila parece
ganar más cuerda. Y se acerca más
y más, y de un lado hacia el otro, y ahora empieza a girar.
¡Oh! Y ahora ha roto la
cuerda, y empieza a girar muy rápidamente.
¡Oh-h-h! Y a medida que
gira, crece en tamaño. Oh, y está
girando, pero va directamente a través. ¡Oh!
Ahora se
ve blanca, pero ahora empieza a despedir vapores anaranjados y grises, como humo.
¡Oh, es enorme! Es una
tremenda - oh, es cegadora y deslumbrante ante mis ojos.
¡Oh! ¡Oh!
El Padre dice que se coloquen sus paños delante de sus ojos.
Oh, es
tremenda en tamaño, y viene tan rápidamente.
Ahora - oh, ahora a medida que observo, la bola ha disminuido de
velocidad, y se acerca - oh, es una bola, una enorme bola hacia la derecha - oh,
no, es el sol.
Nuestro
Padre viene hacia acá. Y Él está
de pie muy alto en el aire, y arriba de Su cabeza está un como pájaro blanco.
Y Él señala hacia esta enorme bola, y ahora Él sostiene Su mano y
escribe. "Uno, dos.
Uno, dos". Los números
"1" y "2" están escritos en el cielo.
"Uno, dos".
Nuestra
Señora viene hacia adelante. ¡Oh,
Ella es bella! Y Nuestra Señora se
inclina. Ella habla muy quedamente. Su
voz ahora suena muy como, como música. Y
ahora detrás de Ella hay muchas figuras. Yo
las reconozco como santos. Sé que
lo son porque son tan bellos. Están
todos iluminados. Y noto a las
monjas. Oh, reconozco a Santa
Teresita. Santa Teresita - ¡oh!
Santa
Teresita señala hacia el lado derecho, y veo una mesa redonda y allí hay
hombres sentados a la mesa. Ellos
están vestidos de blanco, como sábanas. No,
no sábanas - como, o - bien, son túnicas, parecidas. Nosotros no las usamos.
Les llegan hasta sus pies. Puedo
ver debajo de la mesa. Y ellos están
todos sentados alrededor, y ellos ahora golpean la mesa así, con sus manos.
Y todos lo hacen juntos. Ellos
golpean sobre la mesa y ellos señalan hacia arriba.
Y a
medida que veo hacia arriba, veo ahora esta bola, pero parece casi como un reloj.
La bola ahora gira, pero se pone muy liviana.
Y ahora hay una figura como de reloj, y hay líneas que se forman en el
reloj, una directamente hacia abajo por el centro desde las doce hasta las seis,
y luego otra que va desde el cuatro hasta el ocho.
Y luego veo a una figura con manto negro, del lado derecho, y la figura
en el manto negro extiende su mano. Oh,
pero su mano, se ve como la de un esqueleto.
Ahora él extiende la mano y dibuja algo sobre este reloj.
Es una gran "P". Una
gran "P" está siendo dibujada sobre el reloj. ¡Oh!
Y Nuestra
Señora dice:
Nuestra
Señora -
"No te preocupes, hija Mía. La
Luz no ha entrado en muchos. Los
santos en el Cielo claman por retribución.
Hija Mía..."
Verónica
- Nuestra
Señora dice:
Nuestra
Señora - "Hija
Mía, continuarás dispersando Mi Mensaje a través del mundo.
En el plan del Padre, tu tiempo está contado en días.
Tú encontrarás mucha oposición, hija Mía, pero que no se te detenga
en tu Misión. Continúa con
perseverancia, y un día, contarás las almas que han sido rescatadas de satanás.
Oración, expiación y sacrificio.
“El
Padre planea una gran Advertencia para la humanidad.
No está en el plan del Padre traer temor sobre la humanidad, pero el
Padre castigará a aquellos a quienes El ama.
“Cuando
aquellos quienes representan a Mi Hijo y a Su Casa comprendan tu Misión sobre
la tierra como una portavoz para el Cielo, se llevará a cabo la completa
recuperación de las almas antes de la purificación.
Es con dolor de corazón que debo hacerte saber que muchos morirán en la
gran llama de la Bola de la Redención. Aquellos
contados entre los salvados son pocos.
“El
hombre se ha colocado en la trampa de satanás al apartarse del camino que fue
dado por el Padre. Disciplina, auto-disciplina y obediencia a las leyes de Dios
son el único camino."
Verónica - Oh.
Oh.
Nuestra
Señora -
"Hay muchos en la Casa de Dios quienes han sido mal guiados.
Ellos no deberán ser castigados, pero hacedles saber el Mensaje del
Cielo. El Padre siempre es el último
juez. Hablad una vez, y si no sois
escuchados, ya no digáis más. Pero mantén en tu corazón, hija Mía, que puede no ser su
propia decisión. Los errores
abundan, reina la confusión, y muchos corren en círculos.
¿No reconocéis las maneras de satanás?
Él es el maestro de la confusión.
Una ley practicada establece una base firme."
Verónica - Ahora
Jesús extiende Su mano muy alto sobre Su cabeza y hace la señal de la cruz, así:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora viene hacia adelante, y Ella está de pie con Santa Teresita.
Oh, y allí está Santa Catarina Laboure.
Nunca se me equivoca porque ella siempre usa ese gran sombrero.
¡Oh! Oh, sí.
Ahora ella le da vuelta de manera que no. Parece trabarse con el velo de
Santa Teresita. Santa Teresita
tiene un velo negro, y el sombrero
de Santa Catarina siempre se traba en el velo de Santa Teresita cuando ella gira.
De manera que ahora ella lo empuja hacia la derecha.
Ahora veo
a un hombre. Hay un hombre que
desciende del lado derecho del asta de la bandera.
Oh, sé que es Santo Tomás de Aquino.
¡Oh! Santo Tomás se
inclina y él lleva este gran libro. Lo
reconozco; es la Biblia.
Y Santo Tomás dice:
Santo Tomás - "Confusión,
engaño, mala representación. El
hombre no debe re-escribir bajo la dirección de satanás.
Rezad por la luz. Las palabras de los Padres fundadores siempre han pasado la
prueba del tiempo. La novelería en
la Casa de Dios traerá oscuridad y abrirá la puerta para la entrada de los
malos espíritus. Regresad a las
leyes. Esta tontería está trayendo sobre vosotros la ira del Padre.
“Es
arrogancia del hombre colocarse por encima del Padre.
Es orgullo del hombre quien desea colocarse por encima de los Padres
fundadores. Las leyes para vuestra
salvación y el camino fueron dados completamente en el Libro de la Vida y de
Amor. No se harán cambios.
Los contenidos no serán alterados para seguir el antojo del hombre.
Cuando vosotros empezáis a taladrar en el cimiento, debilitáis la
estructura; sin embargo, el
cimiento de la Casa de Dios es la
Luz. Las paredes pueden derrumbarse,
pero el cimiento siempre está allí. Reconstruid
las paredes, remendad las rajaduras, y regresad a las ovejas que se han
descarriado.
“Nosotros
vemos, vemos con consternación las acciones de aquellos quienes debiesen estar
estableciendo buenas normas por los rangos que tienen.
Encontramos que las casas de Dios están siendo vaciadas.
La Casa es abandonada por los caprichos del hombre, el hombre quien se ha
vuelto a satanás. La oración ha
sido abandonada en la Casa de Dios y en las vidas de los laicos.
A menos que recéis, estaréis perdidos.
“El
sacrificio - ¿ha olvidado el hombre la ley?
Error, degradación, toda clase de inmundicia abunda.
Se necesita una purificación total sobre vosotros por el Padre.
Sin embargo, este mundo creado por el Padre será purificado, no tan
completamente como en el tiempo de Noé, pero será purificado hasta que
aquellos quienes permanezcan, se unan con el anfitrión más alto para
establecer el Reino."
Verónica
- Ahora
veo muchas figuras que descienden a través del cielo, y ellas están de pie
detrás de Santo Tomás. Ellas están
todas vestidas en distintas clases de vestimentas, la mayoría como monjes.
Ellas tienen vestimentas largas. Ellas
sostienen Biblias. Y ahora una se
adelanta. ¡Oh, no! Es San Pablo.
Ahora San
Pablo dice:
San Pablo - "Repite,
hija Mía, esta palabra para la humanidad.
Ahora hay sobre vuestra tierra demonios sueltos del abismo.
Es la prueba de vuestros tiempos. Cada
alma será probada como el metal en los fuegos, y a aquellos quienes salgan de
estos tiempos de prueba sin doblarse, se les dará la llave del Reino."
Verónica - Ahora
detrás de él viene - oh, vestido bellamente - es un hombre. Es bastante alto con una larga barba oscura, y él lleva en
sus manos una - oh, dos llaves. Son
llaves doradas. Y él tiene sobre
su cabeza una bella corona. Oh, es,
oh, él es simplemente bello. Es
una capa de color morado que él tiene puesta con un ribete dorado, y blanca -
oh, parece como piel, una bella piel - armiño, creo.
Y ahora él viene hacia adelante y él se inclina, y dice:
Reconoced al líder legítimo del hombre, pío Pablo VI.
Hay mucha desobediencia en la Casa de Dios que no ha pasado desapercibida
por el Padre. Entre el hombre y en
la Casa de Dios han ingresado demonios malvados del abismo.
Ellos se han colocado para hacer batalla con los hombres de Dios.
Reconoced los signos de vuestros tiempos.
Ahora estáis en la batalla de los espíritus.
No
continuaréis en vuestro camino de destrucción, cada hombre sucumbiendo a sus
propios placeres y deseos mundanos, que les llevan a una ganancia mundana y a la
pérdida de su alma y de aquellas almas que son influenciadas por su rango.
Todos debéis
ahora restringir vuestros cuerpos
de cosas materiales y deshaceros de los demonios
de los que habéis permitido que entren en vosotros.
Una Casa en oscuridad lleva una banda de muerte a su alrededor.
Todo lo que está podrido, caerá. La
luz se hace más débil."
Verónica
- Ahora
Nuestra Señora viene hacia adelante. Y
Ella se inclina, y dice muy suavemente:
Nuestra
Señora
- "No tengas miedo, hija Mía, por lo que has visto. Debes saber que
ninguno está más allá de la recuperación.
“Rezad;
rezad mucho. Haced muchos
sacrificios con vuestros sentidos. Estos
son los que más le agradan al Padre. El
sacrificio recuperará a una alma descarriada.
“Todas
las pruebas del pasado que fueron puestas sobre la tierra han pasado
desapercibidas en cuanto a que vienen del Padre.
Por lo tanto, el Padre planea despertar a la humanidad y a aquellos
quienes se han dormido en Su Casa por medio de una gran Advertencia. Y si esto no fuese un instrumental para la recuperación de más
almas para el Cielo, entonces el Castigo no tardará en venir.
Verónica -
Nuestra Señora ahora señala hacia Sus pies, y dice:
Nuestra
Señora - "Ves,
hija Mía, la belleza nunca está expuesta.
Porque el hombre se ha entregado a los placeres de la carne, y en esta
manera muchas almas caen al infierno.
“El
pecado se ha vuelto una forma de vida ahora en vuestro país y a través del
mundo. Los agentes de las tinieblas
abundan y capturan a muchos, y se colocan hacia adelante para destruir a
aquellos quienes está destinados para el Reino.
“Estad
en guardia; usad vuestros
sacramentales. Permaneced con Mi
Hijo en Sus tabernáculos a través del mundo, y recibid la fortaleza necesaria
para los días venideros.
“Ningún
hombre juzgará a otro. Podéis
aconsejar, pero no debéis juzgar. El
Padre siempre es el último juez."
Jesús - "Hija
Mía, a medida que vemos sobre la oscuridad cada vez más profunda de la tierra,
los espíritus de la oscuridad que cubren vuestro mundo, vemos dentro de
vuestros libros de conocimiento y encontramos muchas de vuestras palabras
terrenales - castidad, piedad, bondad - que son removidas.
Todas las creaciones de satanás para seduciros y llevaros hacia abajo a
la fosa sin fondo, son puestas a vuestra disposición.
“Regresad
las imágenes a Mi Casa."
Verónica - Jesús
señala. Jesús dice:
Jesús -
"Las estatuas, las imágenes, deben ser regresados a la Casa de Dios.
Porque lo que entra por los ojos y la mente llevan a la contaminación o
a la edificación del espíritu. Mantened
pensamientos puros y santos entrando en vuestra mente, porque también es el
punto central de entrada para los malos espíritus."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se inclina y Ella dice:
Nuestra
Señora - "Sé,
hija Mía, que Mis palabras son repetitivas.
Pero estoy como una Madre de verdadero corazón, Yo estaré contigo,
aconsejándote en los días venideros. Sé
que la última victoria está con el Cielo;
sin embargo, Nuestros Corazones están entristecidos por el número que
caerá dentro del abismo antes que esta batalla termine.
“Rezad
mucho; haced muchos sacrificios;
y guardad vuestras almas inmortales con la armadura de los sacramentales.
Nosotros otorgamos gracias sobre vosotros en abundancia."
Verónica - Santa
Teresita ha venido hacia adelante y me ha pedido que repita a todos su mensaje.
Santa Teresita ha pedido que tengamos la oportunidad de llegar a muchas
almas con su mensaje.
Aquellos
quienes no han leído por escrito, ahora escucharán el mensaje del Cielo por
parte de Santa Teresita; es en
forma poética, pero no de poesía. Es
un mensaje del Cielo.
Querido
Santo Padre, preocupado y pesaroso,
Lucharás
con Jesús para reunir a las ovejas.
Los pastos son ricos, pero las ovejas adelgazan
Porque las almas han sucumbido a la enfermedad del pecado.
Necesitarás refuerzos de las playas Celestiales;
Tan profunda es la oscuridad de las costumbres superfluas
de la tierra.
Todos los corazones deben ascender en verdadera súplica
Para evitar el triste destino de la devastación divina.
Querida Santa Madre, vuestra Madre de amor,
Te suplica que atendáis estas palabras terribles de
arriba:
Su Corazón está destrozado por la entrega descuidada
De demasiadas almas que no tratan de recordar
El Padre, el Hijo, el Espíritu de Vida,
Golpear en el corazón con la daga humana
De odio, codicia, avaricia, vanidad -
Todas indicaciones que el pecado es demencia.
Qué más podéis hacer sino colocar la carga completa
De salvar a todas las almas sobre los pocos quienes son valientes,
Quienes se pararán y lucharán por toda la gloria del Cielo
Y se encontrarán con el Papa Pablo al final de la historia de la vida. (Pausa).
Verónica - todos
los que puedan, por favor arrodíllense, porque Jesús desciende por el asta de
la bandera con Nuestra Señora.
Jesús es
bastante alto. El se ve como de
unos - oh, un pie más alto que Nuestra Señora y más que eso, a menos que sea
de la forma en que está de pie allí.
Pero Jesús
dijo ahora que por favor extiendan todos sus sacramentales.
Sin embargo, Jesús dijo que no es necesario sacar de sus bultos ni
desarreglar sus paquetes, porque Él dijo:
Jesús -
"Yo os puedo asegurar, hijos Míos, que puedo ver dentro de vuestros
paquetes."
Verónica
- Y ahora
Jesús viene hacia adelante. Él
está aproximadamente a la mitad del asta de la bandera. Y Él extiende Su mano, así, y hace la señal de la
Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Oh, Jesús
sonríe. Y ahora hace bastante
viento allá arriba, porque a medida que Jesús va hacia el lado derecho - Él
está entre el asta de la bandera y los árboles, y Su capa ondea detrás de Él.
Y veo que
Él tiene puestas sandalias. Jesús
tiene puestas estas sandalias color marrón; van entre Sus dedos. Y ahora Jesús levanta Su mano ahora, delante de Él, así,
con Sus dedos: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús bendice en la señal de la Trinidad.
Y ahora
Él está de pie, y Él coloca Sus manos así, juntas - no lo puedo hacer - y Él
hace ahora la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Ahora Jesús
se inclina, y Él dice:
Jesús - "Repite,
hija Mía, después de Mí.
"Otorgo sobre estos Terrenos sagrados muchas gracias: gracias para
la conversión y para la curación. Todos
los que busquen encontrarán."
Verónica - Ahora
Jesús va hacia el lado izquierdo del asta de la bandera. El ya pasó el asta de la bandera, y ahora está de pie hacia
adelante.
Y Nuestra
Señora ahora viene hacia aquí. Ella
se desliza. Ellos no caminan;
Ellos simplemente parecen flotar en el aire.
Y Nuestra Señora viene detrás de Jesús, y Ella sonríe.
Y ahora Jesús va a bendecir a todos a nuestro lado izquierdo - es el
lado derecho de Ellos. Ahora Él
eleva su mano arriba de Su cabeza, así, y Él hace la señal de la Trinidad: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Nuestra Señora, también-
ahora Ella extiende Su Rosario. El
Rosario es muy grande. Las cuentas
son blancas, pero los Padrenuestros, los puedo ver, son dorados;
los Padrenuestros son dorados. Y
ahora Nuestra Señora sostiene Su cruz hacia adelante, así, y Ella lo eleva
enfrente de Ella y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Jesús va
hacia el - Él está justamente por los árboles, del lado izquierdo, y sin
embargo, Él desciende más cerca. El
casi - ¡Oh! El casi está abajo -
oh, por el Padre - oh, no - por allá, por allá.
Debe haber un sacerdote de ese lado.
Y ahora Jesús sonríe. Y Él dice:
Jesús - "Eres
muy entendida, hija Mía. Veo que
Santa Teresita te ha entrenado bien."
Verónica - Oh. Y
ahora, Él eleva Su mano; Jesús
eleva Su mano, y Él desciende. El
se inclina: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Y ahora Jesús ve - Él está viendo hacia abajo, a los
terrenos. Oh, Jesús dice:
Jesús - "Estoy
muy contento de ver el número de Mis dedicados aquí esta noche."
Verónica - Oh.
Ahora Jesús - ahora El se eleva. Oh,
El simplemente va hacia arriba del lado derecho del asta de la bandera.
Y Nuestra Señora viene hacia adelante.
Y Nuestra Señora dice:
Nuestra
Señora - "Continuarás
ahora con vuestras oraciones de expiación.
“Recordad,
hijos Míos, de mantener vuestros sacramentales con vosotros todo el tiempo.
Son vuestra armadura en los días venideros."
Verónica - En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
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Revised: February 03, 2010