Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
24
de Diciembre de 1973 - Noche Buena, la Natividad de Nuestro Salvador
Nuestra
Señora -
"Os he pedido que remováis el sombrero mundano en representación de
Nuestro gran pesar por las ofensas que son cometidas y el mal ejemplo que es
demostrado en muchos de Nuestros conventos.
El cabello no debe ser evidente, como una especie de vanidad entre
Nuestras monjas. Ten un gran pesar, hija Mía, porque muchas en los conventos,
por su mal ejemplo, han colocado a muchos en el camino hacia la perdición.
“Será
enviado sobre el mundo una gran Advertencia.
Si esta Advertencia pasa desatendida, y el hombre no hace una regresión
completa de sus maneras que ofenden tanto al Padre, será enviado sobre la
humanidad un gran Castigo. Muchos
serán víctimas y caerán en el abismo.
Verónica - Veo el
mundo, y veo una gran oscuridad que cubre la mitad del mismo. Nuestra Señora ahora viene hacia adelante, y Ella está de
pie, tristemente y cubre Su cabeza con una capa oscura. Su túnica estuvo muy brillante y blanca, pero ahora Ella ha
colocado sobre Su cabeza una capa muy oscura - casi negra.
Y ella
tiene - ahora Ella extiende Su mano, así, y San Miguel viene ahora hacia
adelante, y él le entrega a Nuestra Señora un candelero.
Parece como un candelero. Está
hecho de un material brilloso como de bronce;
quizá es oro - un metal dorado. Pero
tiene tres candelas.
Nuestra
Señora sostiene las tres candelas delante de Ella, y Ella inclina Su cabeza.
Y ahora hay muchas voces detrás de Ella, pero están cantando canciones
muy extrañas. Son muy - nunca he
escuchado las canciones que ellas están cantando.
Ah-h-h-h. A-h-h-h.
Ah-h-h. (Verónica repite la
melodía que ella escucha).
Veo a
personas, muchas personas, que van hacia los edificios. Algo les ha pegado a los
edificios porque muchas de las paredes están en el suelo. Muchas de las paredes están en el suelo, y parece que hubo
un gran desastre. Veo alrededor de
ellos una gran pobreza. No parece
haber señal alguna, ninguna señal de prosperidad ni señales de, de industria.
Todo parece estar como si hubiera sido arrasado.
Ahora se
pone muy oscuro. Y a medida que se
pone oscuro, Nuestra Señora sostiene este - parece casi como un candelabro.
Es, tiene tres candelas.
Nuestra
Señora toca el candelabro y lo acerca a Su Corazón;
Ella lo sostiene cerca de Su Corazón.
Ahora
Nuestra Señora extiende Su Rosario, que estaba amarrado a un cordón dorado
trenzado a Su lado, y Ella dice:
Nuestra
Señora - "Rezad
mucho, hijos Míos, porque no sabéis lo que os espera. ¡Oración, expiación y sacrificio! He ido por vuestro mundo
derramando lágrimas, lágrimas amargas de pesar, sobre Mis hijos quienes han
fallado al escuchar Mis súplicas. He
venido a salvaros de lo que vosotros os habéis conseguido - vuestra propia
destrucción.
“Os he
dado el plan para vuestra salvación. Me
he puesto a Mí misma como víctima para vosotros ante el Padre, implorando una
extensión de tiempo para vuestra repatriación.
Hemos alcanzado a muchos, pero muchos se han volteado en burla, y han
endurecidos sus corazones y ensordecido sus oídos a Nuestras súplicas.
Todo el Cielo observará la batalla que se avecina.
Muchos morirán en la gran llama de la Bola de la Redención."
Verónica
- ¡Oh!
¡Oh! Veo el cielo; se pone de un
rojo muy, muy brillante, casi como anaranjado, un rojo-naranja. Y es como si yo estuviera suspendida, y la luz es tan
brillante que me duelen mis ojos. Y
veo esta bola enorme.
Ahora en
el centro - hay, hay una bola de color gris, casi - oh, no sé de lo que está
hecha, pero es una formación como de roca.
Pero a medida que ahora gira, empieza a cambiar de color, volviéndose en
apariencia una bola púrpura, nebulosa, anaranjada.
Y ahora
empieza a ganar más velocidad. Y a
medida que va más rápidamente por el cielo, parte de ella se ha desprendido
ahora, y ahora va detrás del sol. Veo
la enorme bola del sol. Es una bola
de fuego. Y ésta es otra bola de
fuego. Y ahora un pedazo se ha
desprendido, y le pega al sol. Y hay - ¡oh!
¡Oh! Es una explosión. ¡Oh!
No puedo ver. ¡Oh-h-h! ¡Oh-h-h!
Todo
parece estar tan quieto, y veo ahora a las personas que se agarran de las sillas
de sus casas. Todo se mece.
Es - es como si los mismos cimientos estuvieran meciendo las casas.
Y todos tienen temor. Y
muchos corren a las calles. Oh,
pero otros corren y cierran sus ventanas. Cierran las cortinas.
¡Oh! ¡Oh!
Otros ven - les puedo ver que ven por sus ventanas, pero no van afuera.
Ellos no deben salir.
Veo que
viene una gran neblina en el cielo - una gran neblina.
Y hay pedazos de- parecen ser roca o polvo de roca que cae.
Y las personas que están afuera, se caen.
Algo les está pasando. Ellas
no parecen - ellas parecen como borrachos;
ellas se caen. Y ahora las
que observo, dos de ellas se han caído. Ellas
se han caído sobre sus rostros ahora, y ellas están tratando de levantarse. Ahora ellas - ellas se caen hacia adelante, y no se mueven.
Y ahora
veo esta oscuridad - una gran, gran neblina.
Y luego una niebla de apariencia trillada, y ahora va y pasa por la luna;
no hay luz. La luna está
totalmente cubierta. No la puedo
ver; no hay luz.
El sol
también parece estar disparando partículas - no sé - estas partículas.
Y puedo ver esta otra bola que parece ahora como un pequeño sol; viene
por detrás. Y todavía está - está
girando, pero también dispara partículas de, de roca, roca ardiente.
Un pedazo
es muy grande, y ahora cae, y a medida que - cae dentro del agua. Y luego el
agua está como sacando vapor y chisporroteando;
y hubo una fuerza, creo, cuando pegó en el agua, porque el agua sube muy,
muy alto. ¡Oh!
Se pone
claro. Se pone claro y Nuestra Señora
viene hacia adelante. Y ahora Ella
se quita el tapado negro de tipo como capucha de Su cabeza. Ella dice:
Nuestra
Señora - "Hija
Mía, la visión que ves no es una que será olvidada jamás por la humanidad,
porque desde los días de Noé ninguna destrucción tal ha visitado la humanidad.
Rezarás, hija Mía, una vigilia constante de oración.
Todos Mis hijos deben ahora mantener una constante vigilia de oración.
LA
ADVERTENCIA DEBE SER EFECTIVA
"No puedo enfatizar el hecho que no He venido para llenaros de temor,
sino para traeros los hechos de lo que el Padre ha planeado para vuestro castigo.
La Advertencia que será enviada sobre el hombre debe ser efectiva;
y en la misericordia del Padre, será puesto en el cielo un gran espectáculo
entonces, para que todos lo vean. Sin
embargo, los agentes del infierno tratarán de probar - de refutar la mano del
Padre en este Milagro.
GARABANDAL
"Debéis purificar vuestras almas de todo pecado, mortales y
veniales. Venid a Mi Hijo en fe. Creed
lo que veis en Garabandal, y regresad de vuestras maneras que han sido creadas
por satanás. Regresad al Padre; haced penitencia y expiación, porque
vuestro Castigo seguirá luego al gran espectáculo.
Os bendigo a todos, hijos Míos, tal y como os bendice el Padre con un
corazón entristecido."
Verónica - En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Nuestra
Señora - "todos
los que habéis permanecido en buen espíritu no tendréis temor alguno, porque
el Padre tiene un plan para hacer que el hombre regrese a Él.
Vuestro hombre de ciencia siempre busca, pero nunca encuentra, la verdad.
Él ha subido la escalera hasta el pináculo del conocimiento, pero nunca
ha alcanzado la verdad.
“En su
arrogancia, él se ha colocado por encima del Padre, buscando crear vida y
destruirla a voluntad. ¡Esto no
será tolerado! ¡No se permitirá
que esto continúe! ¡La creación
del Padre no será destruida por el hombre!
Vuestro país se ha entregado a satanás;
por lo tanto, hijos Míos, habéis establecido el camino para vuestra
propia limpieza.
“Hija Mía,
todo lo que tienes que saber del futuro se te dará en las fotografías.
Las estudiarás y distribuirás el conocimiento que se te ha dado.
Siéntate, hija Mía, ahora, y sigue Mis instrucciones. (Pausa).
“Hija Mía,
no busques defenderte con otros. Aceptarás
tu cruz sin quejarte, sabiendo que
el Padre quien te habla en secreto está observando todo en secreto.
No tendrás que rendir cuentas por tus actuaciones a los hombres.
Por lo tanto, no busques reconocimiento, hija Mía, entre los hombres;
porque si recibes tu premio - tu recompensa del hombre, ¿qué te podemos
ofrecer en el Cielo? Tienes que
saber que no puedes esperar menos de lo mucho que Mi Hijo ha recibido. Es la manera y el camino para tu purificación.
“Hija Mía,
muchos te preguntan por fechas, épocas. No
es importante. No es necesario que
sepas fechas, sino que estés preparada. Sé
que no He ido por el mundo sin usar toda clase de medios y esfuerzos para
despertarte al peligro que está por venir.
“Una
gran Advertencia será enviada sobre vuestra tierra.
Aprended de esto, y enmendad vuestras maneras; porque si no lo hacéis, recibiréis entonces un gran Castigo.
Os repito esto, porque muchos tienen que aprender a través de la
repetición. Os prometo que estaré
con vosotros hasta la Segunda Venida de Mi Hijo.
“Muchos
falsos profetas han ido por el mundo, muchos que no fueron del Padre, siendo su
padre el padre de todos los mentirosos. Reconoced,
hijos Míos, los rostros del mal que están a vuestro alrededor.
Muchos vienen disfrazados de ángeles de luz.
Debéis rezar por la Luz.
“No
desecharéis las palabras de los muchos profetas quienes vinieron antes que
vosotros. A ellos se les dio
conocimiento del Padre, conocimiento que habría de fortaleceros y prepararos
para estos días que han entrado sobre la humanidad - los días de luchas y de
pesares, los días de oscuridad - hasta la Segunda Venida de Mi Hijo.
“Otorgo
sobre todos vosotros muchas gracias: gracias
en abundancia, gracias para los que piden.
Venid a Mí, hijos Míos, todos los que estáis agobiados con pesares,
madres abandonadas por vuestros hijos. Hay
una gran discordia en la vida familiar. Os he dado los sacramentales, y el plan para restaurar la paz
dentro de vuestros hogares. Debéis
de regresar a Mi Hijo a los corazones de vuestros hijos. Debéis regresar la oración a vuestros hogares.
“El
ejemplo que ahora está siendo mostrado por muchos padres de familia, es malo.
Cómo podéis esperar que vuestros hijos sigan el camino hacia el Reino,
cuando vosotros mismos habéis perdido el camino, y por vuestro ejemplo habéis
puesto a vuestros hijos sobre el camino hacia la perdición.
Ha sido puesta sobre los padres de familia de mundo, una gran
responsabilidad, porque ellos estarán ante el Padre en juicio por la caída de
las almas de sus hijos.
“Aquellos
maestros quienes han mal guiado, bajo la dirección de satanás, a las pequeñas
almas - ¡mejor fuese que hubiesen muerto en los vientres de sus madres, antes
que afrontar el camino que los espera, que los lleva al abismo y a los fuegos!
Todos los que participan en el asesinato de los pequeños, ya sean por la
ganancia material o por arrogancia buscan ir más allá del Padre, ellos también
caerán con la fruta podrida.
LAS
LLAVES DEL REINO
"Hijos Míos, no vengo a los hombres orgullosos ni a los eruditos.
Vengo a los pequeños - pequeños en cuanto a conocimiento mundano, pero llenos
con el espíritu de la verdad; aquellos con pocas posesiones mundanas, pero
quienes llevan las llaves al Reino. Son
estos hijos de Dios quienes permanecerán para saludar a Mi Hijo cuando Él
regrese.
“Muchos
son los llamados, pero pocos los escogidos.
Los números contados estarán entre los pocos después de la purificación
final. Muchas mentes han sido
envenenadas por satanás; muchos
han vendido sus almas por las ganancias mundanas.
Cuán triste que ellos hayan olvidado que todo tiempo llega a un fin, y
que toda vida debe llegar a su fin, y que toda la vida humana pasa el velo.
“Más
allá del velo están los Reinos del Cielo y el reino del príncipe de las
tinieblas. No te aflijas, hija Mía,
porque tu tienes el conocimiento que no todos entrarán al Reino sin limpiarse.
Cuánto mejor sería si el hombre aprendiese el valor del sufrimiento, y
sirviese su purgatorio en la tierra, porque muy pocos han
entrado al Reino sin una purificación.
“Hazlo
saber, hija Mía, que SI HAY un Cielo, que SI HAY un infierno, y un Purgatorio.
Sabed que la vida continúa. Que
no hay muerte; que sólo hay una separación del cuerpo del alma viva.
Es sólo satanás quien os quita la verdad de vuestros corazones.
Es de esta manera que él os seducirá, y os reclamará después que paséis
el velo. Debéis ahora todos
poneros de pie y ser contados.
“El
camino para los que siguen a Mi Hijo estará lleno de espinas. No es un camino fácil, pero os aseguro, hijos Míos, que es
un camino que lleva a una gloria eterna.
“Lo que
iba a suceder en el futuro ha de ser ahora.
Esto, lo ha traído el hombre sobre sí mismo. Os he preparado y os he instruido, y el Padre Me ha permitido
que venga a vosotros como una Mediadora entre Dios y el hombre.
OVNIS -
TRANSPORTES DEL INFIERNO
"En esta batalla final, hay muchos agentes del infierno sueltos
sobre la tierra. Viajan en transportes. Que
no os ganen lo de la falsa teoría de una vida más allá de los cielos, que no
sean los Reinos de Dios. Sabed que
es satanás quien envía estos vehículos ante vosotros.
Son para confundiros y enredaros. Estos
objetos que toman vuelo a través de vuestra tierra, son del infierno.
Tan sólo son los falsos milagros de vuestros tiempos. Reconocedlos, hijos Míos;
no son una invención de la imaginación del hombre. Están presentes en
vuestra atmósfera, y se pondrán más dominantes a medida que la lucha continúa
por las almas.
“Han
sido establecidas muchas divisiones de ejércitos, en dos grupos.
Lucifer, Luciel, criatura despreciable de la oscuridad, se ha impuesto
destruir al hombre, el alma del hombre, y llevarlas al abismo, las almas de Mis
hijos. Cuando caigáis, habréis caído
por vuestra propia voluntad. Ningún
hombre entra al infierno a menos que se haya entregado libremente a satanás."
Verónica
- Ahora
veo... Oh, veo - es como un gran agujero. Veo
que la tierra se abre y personas, personas simplemente caen, flotan hacia abajo
dentro de un agujero muy grande. Pero
parecen carecer de peso. No pueden
controlar sus movimientos, y simplemente se están golpeando unos contra otros,
y hay terror en sus rostros. Y
ellos van hacia abajo. Hay una tremenda luz llameante.
Y ahora
también vienen hacia arriba unas criaturas horribles.
Ahora- ¡oh! Y están gritando de terror - las personas, pero
ahora sus cuerpos resplandecen como, como color anaranjado, como si
estuviesen prendidos en fuego, como carbones resplandecientes.
¡Oh! Oh, y estas otras
cosas- se ve como medio animal y medio humano - también colocan sus manos como
garras y empujan las figuras, como seres humanos;
las empujan y las están atormentando.
Y sus mismos rostros son tan horribles.
Pero están - parecen - son tan horribles y feos, que ellos parecen como
si estuvieran disfrutando el tormento de las pobres almas.
¡Oh!
Ahora
estos cuerpos de estas almas perdidas - parecen tener una combustión sin fin,
como carbones vivos. Y ellos ven
hacia arriba, y es una desesperada - están tratando de subir, subir, fuera del
agujero. Pero entre más luchan por
ir hacia arriba, más abajo llegan- abajo entre el foso. ¡Oh!
Veo a
muchos en el fondo de este foso, y ellos están allí sentados. Ya no flotan. Los
otros deben ser los nuevos que descienden.
Y aquellos que están sentados, están sentados en depresión, y ellos
repiten, "¡Perdidos para siempre!" ¡Oh!
¡Oh! (Verónica gime con el espectáculo tan pesaroso).
Se pone
oscuro. Y ahora la luz sale del
cielo. Oh, es Nuestra Señora. ¡Oh!
Ahora Nuestra Señora se ha quitado el tapado negro de Su cabeza.
Ella se ve muy bella. Ella
está vestida toda de blanco con un ribete dorado.
Y ahora veo que Ella tiene un dorado - no es un collar, sino un broche
alrededor de Ella, y está amarrado con un nudo. El nudo tiene en él unos círculos,
como - parecen como tres círculos, tres círculos dorados.
Ahora
Nuestra Señora sostiene hacia arriba Su mano, y Ella tiene Su Rosario en Su
mano. Es un Rosario muy grande -
tiene cuentas muy grandes, y los Padrenuestros son dorados. Y Nuestra Señora
Dice:
Nuestra
Señora
- "Dirás vuestras cuentas, hija Mía, constantemente.
Una vigilia constante de oración a través de tu país y del mundo es
ahora necesaria."
Verónica - Y
ahora Nuestra Señora eleva Su Rosario, así, con el crucifijo, y Ella hace la
señal de la cruz, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Nuestra Señora ve hacia acá,
y si pudieran ver a medida que Ella eleva Su cruz...
Puedo ver
de nuevo esa tremenda bola. Es muy,
muy grande. ¡Oh! Hay, ahora también hay - hay algo del lado izquierdo de la
bola. Se ve como - oh, no sé, como
una nave espacial o algo así. Es
como una casamata metálica, larga de apariencia tipo modular. Y veo que está detrás, pero repentinamente veo que la parte
superior es quitada de un golpe. La
parte superior de esta envoltura metálica ahora - simplemente como que se
desintegra por el intenso calor de esta gran bola. ¡Oh! (Verónica
tose). ¡El humo! ¡Oh!
Oh, ahora
veo que hay - hay personas adentro de esta como envoltura, esta envoltura.
Pero ellas, ellas no están vivas; todas
están muertas. ¡Oh!
Y ahora
veo la cubierta metálica; ahora
empieza a explotar. Y simplemente -
simplemente voló en un millón de pedazos.
Y después ya no quedó nada de ella.
No puedo ver nada; simplemente
pareció explotar y fue llevada por una gran fuerza.
No queda nada de ella. ¡Oh!
(Pausa).
Jesús
acaba de aparecer. Él está del
lado derecho del asta de la bandera. Y
Él es tan bello. Él sonríe. Oh,
Jesús dice:
ES
CONSIDERADA NECESARIA LA INTERVENCIÓN
Jesús -
"No debes de temer a los días venideros, porque pasarás por esto sin lesión
a tu cuerpo humano. Si recibieras
la lucha, has sido preparada.
“El
Padre ha considerado necesario enviar sobre el mundo una intervención.
De esta manera Él planea que muchos regresen a sus sentidos.
Ellos han perdido el camino, habiéndose entregado a los placeres del
mundo. Muchos regresarán cuando sean forzados por medio del sufrimiento.
El Padre es de gran corazón, que pueda llegar a Sus hijos sin más
intervención después del gran Milagro."
Verónica - Ahora
Jesús se va hacia el lado derecho del asta de la bandera, casi por los árboles.
Él está allí de pie. Y El
ve hacia abajo muy, muy calladamente. ¡Hay
tanta paz y felicidad, tal sensación maravillosa de paz y de felicidad!
Jesús se
mueve, y Él viene hacia el asta de la bandera, del lado derecho.
Y Él sonríe, y ahora Él pone Su dedo sobre Su boca, así.
Él me dice que espere Sus palabras.
Ahora Jesús ha preguntado quiénes pueden hincarse.
Jesús -
"Es en reparación de las muchas rodillas que no se hincan. Todos los sacramentales recibirán grandes gracias del Padre.
Estas gracias serán dadas en abundancia en estos días de gran prueba."
Verónica - Ahora
Jesús va hacia el lado derecho del asta de la bandera - sería nuestro lado
derecho. Y El ahora se inclina, y
Él eleva Su mano - así, y dice:
Jesús -
"Os bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santol"
Verónica - Él
hace la señal de la cruz ahora. Y
Jesús tiene puesta una bella capa. Es
del color borgoña que generalmente usa Él.
Es de un rojo muy profundo, casi como color vino tinto. Es una capa muy larga, y Le cubre hasta Sus sandalias.
Jesús
tiene puesto un par de sandalias. Él
sonríe. Creo que Él piensa que es
divertido, la manera en que Lo describo. Él
dice que no son sandalias, que son cordones.
Jesús dice que son cordones. Yo
las llamo sandalias, pero Jesús dice que
son cordones.
Y ahora
El se mueve, y Él sonríe, y ahora Él eleva de nuevo Su mano.
Y El ve hacia abajo y dice:
Jesús –
“Hijo Mío, no tenéis que buscar dentro de tu bolsa. Os aseguro que puedo ver
todas tus pertenencias."
Verónica - Y
ahora Él eleva Su mano, y Él hace la señal de la Trinidad: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora viene - oh, Nuestra Señora desciende.
Hay una luz muy brillante. Y
Nuestra Señora viene hacia adelante, y Ella está de pie con Jesús.
Y Ella sonríe. Y ahora Ella viene - Ellos flotan hacia acá.
Ellos no caminan; Ellos simplemente flotan - simplemente parecen ser
llevados en el aire.
Y ahora
Jesús viene del lado izquierdo de nuestra asta de bandera aquí, y El ve hacia
abajo, a la gente muy, muy calladamente. Es
una sensación tan maravillosa de amor y de paz. Y Nuestra Señora se ve tan serena, a pesar que se ve un poco
triste.
Y ahora a
medida que veo a Nuestra Señora, Ella señala hacia el cielo, y oh, ya puedo
ver porqué está triste. Veo hacia
arriba ahora y puedo ver de nuevo la bola.
Y ahora Nuestra Señora, sin embargo, señala ahora hacia abajo, y Jesús
eleva de nuevo Su mano, y Él bendice todos los sacramentales.
Ahora Jesús dice:
Jesús - "Todos
los objetos de Dios de naturaleza Divina, tarjetas, medallones, serán
bendecidos por el Padre. Ellos serán
usados en los días venideros como instrumentos para la conversión y la cura.
De esta manera será propagado el trabajo de Mi Madre."
Verónica
- Ahora
Él eleva Su mano, así, y hace la señal de la Trinidad: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Jesús
va hacia allá; Él está de pie
justamente arriba de los árboles. Ahora
El se eleva mucho más alto; Él va
hacia la rama más alta del árbol. Pero
ahora El ve hacia abajo, y Él... Nuestra Señora también toma Su Rosario, así,
y extiende la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Jesús
viene hacia el centro del... del lado izquierdo del asta de la bandera, y Él
dice:
NO POR
ACCIDENTE SINO LLAMADO...
Jesús - "Encontraréis
hijos Míos, que todas estas bendiciones os ayudarán a pasar por los días
oscuros venideros. Muchos de vosotros seréis usados como instrumentos del Cielo,
así como habréis escuchado de muchos instrumentos a través del mundo.
Hay una gran necesidad para que muchos vayáis adelante y llevéis la
palabra de la verdad.
“Todos
los que habéis venido a los Terrenos Consagrados de Mi Madre, no habéis venido
por accidente o casualidad, sino porque habéis sido escogidos.
Consideraos como llamados por el Padre, como apóstoles del Padre, e id
hacia adelante con la verdad, sabiendo que la victoria final será con el Padre
en el Reino.
“Os
bendigo a todos, hijos Míos, así como el Padre y el Espíritu Santo os
bendicen. Y continuad con vuestras
oraciones de expiación. Muchas
oraciones y muchos actos de sacrificio se necesitan en los días venideros."
Verónica - En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Nuestra
Señora y Jesús van hacia el lado derecho del asta de la bandera, y Ellos están
ahora de pie y ven hacia abajo. Y
Nuestra Señora inclina Su cabeza, y dice:
Nuestra
Señora - "Continuad
con vuestras oraciones de expiación, hijos Míos. El poder de la oración se eleva grandemente al Cielo."
Verónica - Padre
Nuestro Quien estáis en los Cielos, santificado sea Tu nombre;
vénganos en Tu Reino; hágase Tu voluntad así en la tierra como en el
Cielo. El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy, y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a
nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal.
Amén.
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Revised: February 03, 2010