Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
18
Marzo 1974 - Víspera de la Fiesta de San José
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, no será sin riesgo que continuarás como instrumento del Padre.
El mundo a tu alrededor ahora está controlado por los agentes de satanás.
Sin embargo, debes saber ahora que el Padre tiene el mundo en control,
pero El ahora permitirá que seas probada como los metales en las llamas.
Las ovejas serán separadas de las cabras."
Verónica - Oh,
Nuestra Señora se acerca ahora. Oh,
Ella es muy bella. Nuestra Señora
está de pie al lado izquierdo del asta de la bandera.
Oh, Ella gira. Y Nuestra Señora
ahora mira hacia abajo y señala a la estatua.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, es una semejanza muy agradable.
“Nos
trae gran alegría a Nuestros Corazones el ver el número de almas verdaderas
quienes están listas para permanecer firmes y defender a Mi Hijo.
“Sí,
hija Mía, hay días oscuros por delante, ya que los agentes del infierno vagan
por todas las casas de Mi Hijo. Muchos
venderán sus almas para llegar a la cima; sin embargo, todos los que perseverarán
durante estos días de terribles tribulaciones, serán salvados. Habrán muchos mártires hasta el día de la gran abominación."
Verónica - Ahora
puedo ver a un hombre quien se adelanta hacia Nuestra Señora.
El está vestido con una túnica marrón
de tipo muy burdo, como las que los Hermanos Franciscanos llevan.
Es una túnica muy floja, y está amarrada en la cintura con una pieza de
cuerda. Parece como cuerda, pero es más como una pieza de cuerda
hecha de piel de animal. Y el
hombre sonríe. El tiene una barba,
y su cabello es bastante abundante, y le llega a la nuca de su cuello.
El sonríe. Y Nuestra Señora
se inclina hacia delante y dice:
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, ¿sabes quién es éste?"
Verónica - Oh,
es San José. Oh, y ahora... oh,
oh, y Santa Ana. Ahora detrás de
ellos hay un gran luz. Hay una gran
luz, y... oh, Jesús viene. Y El
está de pie detrás de Nuestra Señora y San José y Santa Ana.
Oh, Santa Ana. La luz es tan
brillante que forma un arco muy grande arriba de sus cabezas.
Ahora Nuestra Señora habla; Ella habla muy, muy calladamente.
Es casi como escuchar al viento susurrar las briznas en los árboles.
Es muy quedito. Nuestra Señora
dice:
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, las familias de la tierra han perdido su camino. El ejemplo a los niños es pobre.
Nuestros Corazones están tristes por los muchos padres de familia
quienes se han entregado a los caminos del mundo y de esta manera han enviado
sus hijos al camino hacia la perdición.
Yo no os puedo prometer, como no promete Mi Hijo, un reino sobre la
tierra y la ganancia de la entrada al Cielo, a menos que vosotros abandonéis
los placeres de vuestro vivir mundano y viváis una vida de sacrificio y oración.
“Debes,
hija Mía, hacer saber que los años terrenales son cortos.
Los años más allá del velo son la eternidad, para siempre hasta
siempre.
“Muchas
oraciones son necesarias para la recuperación de los representantes en la casa
de Mi Hijo. Muchos ejemplos son
pobres.
“Sin
el número de oraciones necesarias para equilibrar la balanza y actos de
reparación de los hijos de la tierra, será colocado sobre la Sede de Pedro uno
quien pondrá, y colocará a las almas y a la Casa de Dios, en profunda
oscuridad.
“Satanás
ha envenenado muchas mentes, hija Mía. Aquellos
quienes tienen el poder de salvar, ahora están empleando este poder para
destruir. Nosotros ponemos la mayor
parte de responsabilidad por la salvación de las almas jóvenes sobre los
padres de familia. No esperéis que
los que están fuera de vuestros hogares traigan el conocimiento del Reino a
vuestros hijos, porque su conocimiento no es del Cielo; sino que su conocimiento
es del príncipe de las tinieblas - satanás - Lucifer, ¡la más despreciable
de todas las criaturas!
"Hija Mía, debo aclararte lo que te he dicho en el pasado, porque
hay mucho desacuerdo con el tema de esta naturaleza.
Cuando yo os pedí que huyeras de los falsos profetas, Yo no impliqué
que debieras huir de la Casa de Mi Hijo. No.
Nosotros quisimos decir, hija Mía, que no debías confiar en, ni
absorber, los conceptos erróneos y el, el..."
Verónica - Oh!
"¿Lo repito?"
Nuestra Señora
- "No
debes absorber (lo que enseñan) los que han entrado en la trama de satán de
propagar el modernismo y el humanismo, lo cual es satanismo entre los jóvenes.
"Yo debo repetir ahora, para la salvación de toda la humanidad, lo
que Yo he dicho en numerosos mensajes al mundo a través de numerosos videntes.
Es un hecho triste, pero uno que no puede ser negado, que satanás ha
entrado en la Casa de Dios. Sacadlo
rezando una constante vigilia de oración.
El sombrero Rojo ha caído y el Sombrero Púrpura está siendo mal guiado.
“Rezad una constante vigilia para que no seáis guiados a las tinieblas. Leed el Libro de Vida y no seréis mal guiados. No dependáis de los agentes de satanás para re-escribir este Libro, sino manteneos con lo que sienten vuestros corazones y quedaos firmes en la verdad de vuestra Fe. Porque la Verdad os mantendrá libres de satanás, y no continuaréis hacia la oscuridad.
"¡Oh,
Mis pobres mal guiados hijos! ¿Por
qué habéis abandonado vuestra oportunidad de alcanzar el Reino eterno por las
ganancias y placeres temporales del
mundo? ¿No sabéis que cuando paséis
el velo, vendréis tal como entrásteis a él? Todo
lo que podéis llevar son los méritos de las gracias que habéis acumulado en
vuestro tesoro en el Cielo.
“El
hombre vendió a Mi Hijo, y ¡el hombre otra vez está vendiendo a Mi Hijo por
piezas de plata!
"¡El
hombre no cambiará la Casa de Dios para satisfacer los deseos del hombre!
¡Pero el hombre debe cumplir y seguir la disciplina y la ley
establecidas por los Padres, los fundadores de la Santa Iglesia!
No hay otro camino hacia el Cielo. No
podéis ganar almas dándoles las cosas de vuestro mundo, las cuales no son
espirituales. Nosotros vemos mundos
de hambre, pero la inanición del alma sobrepasa en mucho la inanición del
cuerpo humano."
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Se pone
muy oscuro, y Nuestra Señora señala hacia el lado derecho.
Oh, y allí hay un gran globo. Parece
ser el globo del mundo. Y veo una
gran oscuridad que cubre la mitad del mundo. Ahora Nuestra Señora señala al lado izquierdo arriba de Su
cabeza. ¡Oh!
Nuestra Señora
- "¡El
martirio!"
Verónica - Nuestra
Señora señala hacia arriba, y veo una figura ahora sobre una cruz.
Pero la figura tiene puestas túnicas blancas. Y sobre la parte superior de la cruz, del madero ascendente,
está la tiara. ¡Oh!
Es la tiara papal.
Ahora
Nuestra Señora se adelanta. Ella
se pone una chal sobre Su cabeza. Es
muy...oh, es una chal negro.
Ahora
Nuestra Señora lo ha puesto sobre la cubierta... Nuestra Señora tiene puesta
una túnica blanca con un borde dorado, y la túnica blanca tiene una cubierta
exterior que va alrededor de Su cabeza. También
tiene un adorno dorado en el contorno exterior.
Pero ahora Nuestra Señora se ha puesto una cubierta negra, como un velo,
alrededor de Su cabeza. Y Ella
sostiene ahora - aparecieron de la nada - tres candelas.
Y las tres candelas ahora están en un, como candelabro.
Y Nuestra Señora inclina Su cabeza, a medida que Ella camina.
Y Su mano ahora, Ella extiende Su mano con el candelabro, y señala la
figura sobre la cruz. La figura en
la cruz es la del Papa Paulo (Papa Paulo VI).
Ahora
Nuestra Señora se adelanta. Se ha
puesto muy oscuro a Su alrededor. Pero
Ella va hacia el lado derecho del asta de la bandera.
Oh, y San José y Santa Ana se adelantan y están de pie junto a Ella.
San
José es bastante alto. El debe de
medir por lo menos... oh, él se ve como un pie más alto que Nuestra Señora. Y Santa Ana es más o menos de la misma altura que Nuestra Señora.
Y ahora San José se inclina hacia delante.
San José - "Hija
Mía, Verónica, no es a menudo que yo hablo contigo.
Prefiero mantenerme atrás como consolación a mi querida familia; sin
embargo, mi corazón se destroza a medida que veo las abominaciones y la
destrucción de almas jóvenes. Me
ofrecería a mí mismo como sacrificio para la salvación de estas almas jóvenes;
me ofrecería a mí mismo al Padre Eterno.-
Muchas almas jóvenes serán tomadas de vuestro mundo para que entren al
Reino y no caigan con satanás."
Verónica - Ahora
San José gira hacia atrás, y allí hay un...oh, hay un bello ángel que viene
hacia delante. No es San Miguel,
sino... oh, es San Rafael. Y él le
entrega a San José un libro grande. Ahora
San José gira y él extiende el libro. Oh,
sí. Puedo ver las páginas.
Es nuestra Biblia. Y ahora San José -
San José - "Repite, hija Mía, mis palabras. Familias, traed honor a vuestros hogares. Padres, sed (verdaderos) padres, disciplinad a vuestros hijos. Madres, no desechéis vuestro papel como madres. ¿Por qué habéis buscado estar de pie, lado a lado, con vuestros esposos sin estar ya subordinadas a ellos? Habéis perdido vuestro honor. El ejemplo que dáis a vuestros hijos los llevará a ningún lado más que a la oscuridad. Un árbol fuerte producirá buena fruta. Un árbol que es alimentado con aguas impuras no madurará, sino que morirá y se marchitará sobre la vid.
"La oración debe entrarse en la vida de vuestros hijos.
La oración debe ser la forma de la vida ahora, porque habéis escogido
de vuestra propia voluntad el desechar las palabras del Padre."
Verónica - ¡Oh!
¡Oh! Ahora Jesús se
adelanta. La luz es tan brillante
que apenas puedo ver a Nuestra Señora. Ella
se ha ido al lado derecho, que sería el lado izquierdo de Jesús.
Y Jesús dice:
Jesús - "Preparaos,
hijos Míos, para la gran batalla que se avecina.
Las fuerzas del mal ahora harán batalla completa para lograr el control
de Mi Casa. Sabed que satanás no
será victorioso, pero es de esta manera que seréis probados.
Perseverad y ganaréis vuestra corona."
Verónica - Ahora
Jesús señala hacia allá. Oh, y
Nuestra Señora y Santa Ana y San José van hacia El.
Ellos flotan. Ellos no
caminan, simplemente flotan. Y San
José todavía sostiene el Libro. Y
ahora San José asiente su cabeza a Jesús, y Jesús sonríe.
Y San José dice:
San José - "Enseñad
a vuestros hijos - mis amados hijos de la tierra - del buen Libro. No seréis engañados. Sin
embargo, os debo advertir que no compréis esas impresiones que ahora están
siendo dadas disfrazadas como la verdad."
Verónica - Nuestra
Señora se adelanta, y Ella dice:
Nuestra Señora
- "Recuerda,
hija Mía, te advertí en el pasado que leyeras únicamente las escrituras
anteriores al año 1965.
“Hija
Mía, tienes que escuchar o tendrás que sufrir corporalmente.
Te he advertido a menudo que no salgas de tu casa sin protección. Los
agentes del infierno han recibido órdenes de deshacerse de tí.
No tienes que temer, hija Mía, ya que si destruyeran tu cuerpo, lo que
importa es que ellos no destruyan el alma, ya que es eterna.
Tu cuerpo regresará de donde vino, pero tu alma permanecerá en el Reino
del Cielo, o, tristemente, (será) dado a Lucifer en el abismo y las llamas.
“Las
fotografías que se te han dado, hija Mía, son dadas por una razón.
Estúdialas bien. Sí, no
viajarás sin tu cruz. No hay
motivo de temer, hija Mía, ya que tienes a Creazuus contigo ahora, y a Tuzaseri."
Verónica - ¡Oh!
¿Creazuus? Creazuus.
Oh, Creazuus es el ángel guardián dado a mi hijo Raymond mientras
estuvo aquí en la tierra. "Nuestra
Señora, gracias. Gracias, Madre
Santísima."
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, no tienes que sentir verguenza al demostrar tus sentimientos humanos,
porque Yo, también, soy una Madre.
“Sí,
hija Mía, hay un plan para cada vida que el Padre envía a la tierra.
Es por éso que estamos muy apesamdumbrados, porque muchas de las almas
que el Padre ha permitido fuesen concebidas, han sido brutalmente enviadas de
regreso sin haber cumplido sus misiones. ¡Los
asesinos morirán! ¡Los asesinos
arderán para siempre en el abismo!
“La
vida y el espíritu entran en el ser concebido dentro del cuerpo humano de una
mujer, en el momento de la concepción. Ningún
hombre se pondrá a sí mismo por encima del Padre y tomará la decisión de
vida o muerte. Hemos tolerado -
"
Verónica - ¡Oh!
San Miguel se adelanta ahora, y trae la balanza.
Y Nuestra Señora señala. La
balanza está muy pesada. Ahora
viene Jesús. ¡Oh! Oh, sí.
Jesús dice:
Jesús - "Escucha
bien, hija Mía, porque esta advertencia es de gran magnitud. La ira del Padre aumenta.
Nuestros Corazones están destrozados.
Las gracias que otorgamos para la recuperación de las almas están
siendo desechadas por muchos. ¿Por
cuánto tiempo puede ésto continuar sin la intervención del Padre?
No toleraremos el asesinato de los no nacidos.
El hombre pasará por una tribulación extrema de sufrimiento.
“Conoced
el valor del sufrimiento. Tenéis
que estar completamente purificados antes de entrar al Reino del Cielo.
O seréis purificados en vuestra vida mundana, o sufriréis al pasar el
velo.
“Escuchad
bien, hombres en la Casa de Dios, y hombres en vuestras vidas de laicos sobre la
tierra. Vuestras acciones han sido
toleradas, pero no han pasado desapercibidas.
Haréis expiación por cada alma que habéis enviado de regreso al Padre,
sin haber cumplido su misión. Vuestro
mundo pasará por una tribulación grandísima de sufrimiento-sufrimiento como
no ha sido visto desde el tiempo de Noé, o antes del tiempo, ¡ya que los
fuegos descenderán sobre vuestra tierra!
“La
piel, carne - se secará y saldrá volando de los huesos como si nunca hubiese
estado. Muchos ojos verán y todavía
no creerán, tan fuerte tiene satanás agarrados a muchos.-Comeréis de Mi Carne
y beberéis de Mi Sangre en Mis Casas o no estaréis Conmigo.
No desechéis Mi Casa debido a los valores del hombre.
Mis representantes traerán Mi Cuerpo y Sangre a vosotros durante la
Consagración. No juzguéis Mi Casa
según las normas del hombre. ¡Pero,
ay hasta ese día cuando ya no podréis recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre!!
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se adelanta, y Ella tiene extendido Su gran Rosario. Es bello. El
Padre Nuestro es dorado y las Avemarías son blancas, pero al moverse a medida
que Nuestra Señora gira, ellas tiene un bello resplandor rosado.
Es como si atraparan los colores del manto de Jesús.
El manto de Jesús es de color borgoña, y se refleja sobre las cuentas
de Nuestra Señora. Las cuentas son
tan bellas.
Pero
Nuestra Señora se ve muy triste. Ahora
Ella extiende Su crucifijo de Su Rosario y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Nuestra Señora
- "Continuarás
enviando el Mensaje del Cielo a través del mundo, hija Mía.
Muchas almas serán recuperadas, pero, tristemente, muchas rechazarán el
Mensaje del Cielo. Verdaderamente llueven lágrimas del Cielo.
Después de la gran prueba, el número de los salvados se contará en los
pocos.
“Yo
les He pedido a Mis amados hijos que lean el Libro de la Vida para que adquieran
conocimiento. Porque es en el
conocimiento de vuestro Dios que podréis ir adelante como verdaderos discípulos
del Padre. Nunca se os quitará el
Libro de la Vida y del Amor, la Biblia. Y
las palabras, una vez leídas, quedarán en vuestros corazones. Padres de familias, y madres, dad el ejemplo de este
conocimiento a vuestros hijos. Llevadlos
a un rincón tranquilo y leed con ellos, porque de esta manera ellos aprenderán
la verdad y recibirán la Luz. Fuera
de vuestras puertas, hijos Míos, Nosotros no vemos muchos buenos ejemplos.
“Sí,
hija Mía, Nuestros Corazones están apesadumbrados.
La inmodestia, inmoralidad, fornicación - todas las abominaciones que
destruyen el alma han capturado muchas almas para satanás.
El ejemplo dentro del hogar es pobre.
“Ay
hasta ese día, ese último día cuando padres de familia verán a sus hijos y
¡verán el juicio del Padre sobre ellos mismos y sus hijos!
El hombre llorará; ¡el hombre crujirá sus dientes en dolor!
“Es
a través del corazón misericordioso del Padre que se me ha permitido venir a
la tierra como Mediadora entre Dios y el hombre.
No me desechéis. No me
despidáis, porque si lo hacéis, perderéis almas y vosotros, como maestros y
representantes de Mi Hijo, entraréis al reino de satanás.
¡Ay de los líderes quienes emplean su rango para destruir las almas!
“No
llevaréis las almas al matadero."
Verónica - Yo
veo… oh, yo veo... parecen ser dignatarios, como...bueno, son sacerdotes, pero
están vestidos en...oh, mantos púrpuras y dorados y un rojo brillante, muy
brillante. Y dos de ellos llevan
birretes. "Nuestra Señora, ¿birretes?"
Birretes dice Ella, en rojo. Y
detrás de ellos... ellos caminan... oh, ellos caminan encima de un gran globo.
Y a medida que caminan, son seguidos por ovejas, miles y miles de ovejas.
Pero a medida que caminan... oh, ellos caminan y están de pie al borde
de un gran precipicio... oh, de un gran hoyo.
Y a medida que veo... veo a todas estas ovejas yéndose dentro del pozo.
¡Oh! ¡Oh!
¡El pozo es el infierno!
Oh,
es terrible. Ahora ya no son ovejas,
son - ¡son personas! Y ahora las
oigo gritar. Y comienzan a arder,
porque el fuego, es como... veo algunos... son... ellos no parecen tener sentido
de movimiento; simplemente vuelan y rebotan de un lado para el otro a medida que
descienden. Sus cuerpos parecen
como, como carbones que han sido encendidos, y resplandecen.
¡Oh! Y oh, a medida que
bajan, ¡a un lado hay estas "cosas" de apariencia horrible!
¡Oh! Son demonios. Ellos parecen casi tener los cuerpos de seres humanos, pero
sus, sus manos y rostros son como de animales - manos con garras, y sus rostros
tienen cabezas como duendes con orejas punteagudas. Oh, y cado uno es diferente, pero feo.
"Oh,
Madre Santísima, sácame de aquí." ¡Oh!
¡Oh! ¡Oh!
Nuestra Señora
- "Ves,
hija Mía, satanás busca remover la realidad del infierno de las mentes de los
hombres. Hay un infierno, allí está
el reino de satanás. Y todo el que
entra en este reino, lo habrá hecho de su propia libre voluntad.
El Padre no obligará a nadie a tomar el camino angosto.
Porque el hombre, cuando es colocado sobre la tierra, ha sido puesto por
el Padre para que eventualmente
regrese en gloria, triunfante sobre satanás, al Reino.
“En
muchos lugares, a través de muchos años, Yo os he dado el plan para vuestra
salvación. El Padre ha enviado
muchos instrumentos entre vosotros. Se
os han dado los sacramentales; se os ha dado el plan para vuestra salvación de
oración, sacrificio, y expiación. Salvaos
a vosotros mismos y a las almas de aquellos a quienes amáis en el Sagrado y
Misericordioso Corazón de Mi Hijo, presente en todos los tabernáculos del
mundo.
“Repito
de nuevo, no juzguéis la Casa de Mi Hijo por el simple hombre, ya que cuando
recibís - la palabra que empleas, hija Mía, es Eucaristía - vosotros recibís
a Mi Hijo. Cuando El es dado a
vosotros, llevado a vosotros por un sacerdote legalmente ordenado - escogido por
Mi Hijo - aunque, tristemente, muchos ahora van por el camino oscuro-escogidos
por Mi hijo para llevaros Su Cuerpo y Sangre.
"Hay fuerzas en vuestro país ahora, una conspiración de maldad
para quitar la palabra de Dios de entre vosotros.
No sólo vuestro país, sino el mundo ha llegado a un punto de completa
saturación de maldad. Cuando las
fuerzas de iniquidad hayan alcanzado su cumbre, la Bola de la Redención no será
detenida. sino recibiréis vuestro bautismo de fuego.
“Es
a través de oraciones, sacrificios, y el sufrimiento de muchos mártires sobre
vuestra tierra en estos momentos, que el Padre misericordioso ha extendido el
tiempo para que hiciéreis enmiendas; sin embargo, vuestros días están
contados."
Verónica - "Sí,
Sí, Madre. Sí."
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. (Pausa)
Jesús - "¡Asesinos!
El tiempo vendrá, hija Mía, cuando aquellos sobre la tierra envidiarán
a los que han pasado el velo. Locura,
pecado. El pecado es locura. Los
mayores de edad serán asesinados, los paralíticos serán asesinados, los
enfermos mentales serán eliminados. El
valor por la vida se habrá acabado. El
valor por la vida será destruido. ¡Asesinos!
¡Sancionados entre aquellos con poder para destruir las almas!"
Verónica - ¡Oh!
Hay un gran corazón. Está
todo cortado y sale sangre del corazón (Verónica llora.); sin embargo, no
puedo retenerla, no puedo atraparlos. ¡Oh!
Jesús - "Mi
sangre estará sobre las manos de muchos."
Verónica - ¡Oh!
Jesús - "El
Cuerpo Místico de Cristo."
Verónica - Yo
veo… ahora hay un hombre quien se adelanta.
El está vestido todo de blanco. El
tiene un pequeño sombrero blanco, como un... como un sombrero, sobre su cabeza. Y tiene un Rosario a su lado.
Hay una banda alrededor de su cintura.
Su cabello se ve muy blanco. El
lleva una Biblia en su mano, su mano izquierda, y una cruz en su mano derecha.
Ahora sonríe.
San Pío X - "¿Sabes
quien soy, hija Mía, piensa?"
Verónica - Oh,
es San Pío... oh, San Pío X.
San Pío X - "Sí,
hija Mía, yo no tengo muchas oportunidades de hablar con las personas de la
tierra. Pero en este tiempo de gran
ansiedad y gran oscuridad sobre la tierra, yo deseo hacerle saber a aquellos
quienes representan al Padre y a la Iglesia de Su Hijo que ellos tienen que
restaurar la disciplina. Ellos no
deben rendirse a las modas del mundo, ésto siendo los errores del modernismo,
humanismo.
“¡Fortaleza
en la Santa Sede! El hombre que
lleva la túnica del clero debe ser excomulgado para que él no contamine el
mundo con los errores del modernismo. No
permaneceréis con un alma cuando hay millones y miles de almas por ser salvadas.
“Disciplina,
disciplina rígida tiene que ser regresada.
Los Padres Fundadores os dieron el ejemplo y el conocimiento, pero
vosotros queréis cambio. El Padre
no espera ningún cambio. La verdad
es la verdad. Solamente es satanás
quien desea destruir la verdad con el cambio.
La roca siempre ha resistido la prueba del tiempo.
Pero uno será ingresado en la Casa de Dios, y ay del hombre cuando él
sea colocado sobre la Sede de Pedro, porque entonces el Gran Día del Señor
estará próximo por venir.
“Vuestro
futuro está balanceado ahora; vuestros días están contados. Aquellos quienes viven por la espada, morirán por la espada.
Medida por medida."
Verónica - Ahora
se pone muy, muy oscuro. Oh, pero...
no. Oh, oh.
Vuestra Excelencia sonríe, y levanta su mano, así, y hace así, hace la
señal de la cruz. ¡Oh!
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. (Pausa)
Nuestra Señora
- "Me
estás dando una lista bastante larga de peticiones.
"Sí, Yo te puedo asegurar que uno entre vosotros recibirá la
gracia de una completa curación, curación de lo que el hombre científico ha
llamado imposible. Pero te
probaremos, hija Mía, que nada es imposible con el Padre.
“Gracias
para curación y conversión serán dadas desde estos terrenos sagrados.-
Ahora, hija Mía, Yo te diré una razón principal del por qué el Padre
Me envió a tí y escogió este sitio como un centro de reparación.
Es debido al asesinato de los jóvenes.
Es porque tu ciudad, tu nación, tiene gran influencia en todo el mundo.
Tu ejemplo será seguido por muchos.
Pero debéis regresar al Padre y restaurar la disciplina en vuestras
vidas diarias, o vosotros, también, caeréis a la espada.
“Yo
repito, el mal se extiende como un cáncer, ahorcando a todos en su trama.
Los marineros estarán viendo de lejos y estarán llorando de tristeza al
veros ardiendo. O ciudad de Babilonia, vuestros pecados han causado vuestra
destrucción. Arrepentíos ahora u
os perderéis para siempre."
Verónica - Nuestra
Señora me muestra el gran desastre. Yo
veo grandes edificios. Son como un
baraja de naipes que se ha caído. Una
gran sacudida de la tierra, y los edificios que caen.
Ahora
escrita en el cielo está la palabra "MUERTE,
M-U-E-R-T-E." Y debajo
está escrita la palabra "PECADO, P-E--C-A-D-O."
Ahora Nuestra Señora mira lo escrito "MUERTE, PECADO."
Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora
- "Son
inseparables, hija Mía."
Verónica - Nuestra
Señora ahora pasa Su mano delante de Su rostro, así, y las palabras "MUERTE"
y "PECADO" son borradas. Y
Ella señala hacia arriba, y el cielo se ha aclarado mucho. Es muy brillante. Y
están escritas las palabras "DIOS, D-I-O-S,
VIDA, V-I-D-A". Ambas palabras aparecen ahora, ambos juegos de palabras otra
vez. "PECADO" ahora está
arriba. "PECADO, MUERTE;
VIDA, DIOS." "PECADO,
MUERTE, VIDA, DIOS." El cielo
se pone muy oscuro. Nuestra Señora
dice:
Nuestra Señora
- "Continuad
con vuestras oraciones de expiación."
(Pausa)
Verónica - Todos
los que pueden, arrodíllense por favor, porque Jesús ahora desea bendecir sus
sacramentales. En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Jesús
se adelanta. Oh, ¡la luz es tan
brillante! La luz, oh, simplemente
parece emanar de Su cuerpo. Creo
que se Le llama Cuerpo - ¡es tan brillante!
Puedo ver el cabello de Jesús. Es
muy... muy centellante. Creo que es
por el reflejo de la luz, que Su cabello se vea como marrón-rojizo.
Es... El sonríe. Y ahora
Jesús va hacia los árboles a la derecha.
Y El pasa Su manto para el otro lado.
Jesús tiene puesta una túnica clara, de color crema, y está amarrada
con un...como una banda que cuelga a Su lado derecho. Y El tiene puestas sandalias.
Son sandalias marrón, hechas como de lazos, como cuerda.
Y ahora Jesús tiene puesto un manto.
Está amarrado al cuello; pero cuelga muy floja.
Es como un abrigo. Y Jesús
lo coloca sobre Su mano izquierda; El lo enrolla alrededor de Su brazo izquierdo.
Y levanta Su mano derecha ahora. El
me hace una señal para que escuche.
Jesús - "Os
envío Mi bendición, como el Padre os bendice en el Espíritu, bendiciones que
serán necesarias para curaciones y conversión.
Lo mayor en importancia (es) la sanación del alma enferma.
Sanaciones de cuerpo y sanaciones de espíritu."
Verónica - Ahora
Jesús levanta Su mano, así. Sus
tres dedos están juntos, y El hace ahora la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Jesús mira sobre Su hombro izquierdo, que sería en esa
dirección, y dice:
Jesús - "No
abráis todos vuestros paquetes. Os
aseguro, hijos Míos, que Yo puedo ver dentro de ellos."
Verónica - Ahora
El viene hacia aquí, y El está entre los árboles y el asta de la bandera. Jesús ahora extiende Su mano, así, y... oh, El hace la señal
de la cruz: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Jesús...
oh, Nuestra Señora desciende. Ella
sale de una nube. Hay una enorme
nube blanca, y Nuestra Señora viene y está de pie... Ella está de pie a la
par de Jesús.
Nuestra
Señora está vestida toda de blanco con un adorno dorado-es un borde en el
contorno exterior de Su manto que va desde Sus pies en toda la orilla.
Es como un manto que cubre Su cabeza y llega hasta Sus pies.
Nuestra Señora tiene ahora Su Rosario, el enorme Rosario, en ambas manos.
Y Ella sigue a Jesús. Jesús
está justo al lado derecho. El
toca el asta de la bandera, justo arriba del asta.
Oh, Su pie toca el asta de la bandera.
Y
ahora Jesús une Sus dedos, y El bendice, oh, con la señal de la Trinidad:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Ahora
El va al lado izquierdo del asta de la bandera.
Oh, ahora Jesús ve para abajo y sonríe.
Oh, El señala a un sacerdote. Hay
un sacerdote allá del lado izquierdo del asta de la bandera.
Y Jesús sonríe. El se inclina bastante, y Nuestra Señora sonríe. Ella ha
extendido Su Rosario, así, arriba de las cabezas de algunas personas, justo a
la izquierda del asta de la bandera, pero en esta dirección.
Y ahora Jesús pone Sus dedos juntos, así, y El hace la señal de la
Trinidad: En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora todavía tiene extendido Su Rosario.
Oh, Ella toma la cruz, la dorada, la gran cruz dorada, y Ella la extiende,
así. Y Nuestra Señora hace la señal
de la cruz con Su Rosario: En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús y Nuestra Señora están... bueno, Ellos flotan.
Ellos no caminan; Ellos simplemente flotan hasta estar justo a la par de
los árboles. Y Ellos miran para
abajo. Y Jesús ahora pone Su mano
cerca de Su pecho, así, y El hace la señal de la cruz, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Ahora
Jesús y Nuestra Señora van... Ellos van... Ellos ascienden muy alto.
Ellos están de pie, oh, aproximadamente dos pies arriba del árbol.
Ellos vienen hacia el asta de la bandera.
Oh, y Nuestra Señora se inclina.
Nuestra Señora
- "Continuad,
hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación. Muchas son necesitadas ya que hay muchas almas en la
oscuridad. A todos los
sacramentales les han sido otorgadas gracias con el poder de curación y
conversión, la recuperación de almas y cuerpos enfermos.
“Muchas
manifestaciones serán dadas para dar testimonio de la realidad de Mi visita a
vuestros terrenos. Muchos
instrumentos del Cielo han sido escogidos para llevar la palabra en esta batalla
de los espíritus. La palabra de
Dios será para siempre. El Reino
de Dios será triunfante sobre las tinieblas; sin embargo, éstos son los días
de días, y la batalla ruge."
Verónica - En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Nuestra
Señora pide... ¡oh! Oh, ahora
viene un grupo de monjas. Oh,
reconozco a Santa Teresita. Oh, allí
está Santa Teresita, y las tres monjas que... dos están a su lado, una detrás.
Y hay cuatro monjas más que vienen.
Santa Teresita
- "C'est
le jour parfait."
Verónica - Oh,
yo no hablo francés.
Santa Teresita
- "Le
jour parfait."
Verónica - Yo...
oh, oh. Oh, Santa Teresita pide que
continuemos el Rosario en francés. ¡Oh!
¡Oh! En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
(Pausa)
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, no puedes esperar una vida normal ahora, normal según tu comprensión
humana. Es la voluntad del Padre
que seas un instrumento, uno entre muchos en estos días oscuros.
Mucho se te ha pedido, hija Mía, pero te aseguro que la recompensa en el
Cielo será grande. Mis brazos están llenos de rosas. Estas prefiero dártelas, pero el camino entre tu mundo y el
Reino está lleno de espinas. Es el
camino de la cruz.
“Como
instrumento del Cielo, has aceptado una consagración al Padre por el resto de
tu vida terrenal. Encontrarás
mucha oposición. Todo lo que haces,
lo harás por el Padre y te despreocuparás de la opinión del hombre.
Teresa, tu hermana, te guiará por el camino, a medida que aprendas la
necesidad de tener verdadera sed por almas.
“Dejando
a un lado a todos los demás, te someterás tú misma y tu voluntad al Padre
como instrumento del Cielo. Yo te
aconsejaría, hija Mía, permanecer cerca de tu casa y restringirte a menos
conversaciones mundanas. Retírate
más a una vida de oración cuando no estés leyendo la Escritura.
“Tu
Misión será cumplida. Trabajarás
con perseverancia. El Padre no te
dará más de lo que puedes cumplir en este momento.
“Encontrarás
en el futuro que entre más asociación tengas con el mundo, menos espiritual te
sentirás. Por lo tanto, no te
sometas a esta prueba. Tratarás de
vivir en el espíritu.- Durante
esta temporada de penitencia, serás instruida a ejercer silencio.
“Darás
el Mensaje del Cielo. Habla una vez
y si no eres escuchada, no hables más, sino reza y deja el resto al Padre.
“Eso
es todo, hija Mía. Puedes sentarte
ahora y continúa con tus oraciones de expiación."
Verónica -
Bendito sea Dios. Bendito sea Su
Santo Nombre. Bendito sea Jesúcristo,
Dios y Hombre verdadero. Bendito
sea el nombre de Jesús. Bendito
sea Su Sacratísimo Corazón. Bendito
sea Su Preciosísima Sangre. Bendito
sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espiritu Santo, Paráclito.
Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea Su santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea Su gloriosa Asunción. Bendito
sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito
sea San José, Su castísimo esposo. Bendito
sea Dios en Sus ángeles y Sus santos.
Las oraciones que Nuestra Señora le enseñó a los niños de Fátima, y
las cuales Nuestra Señora dice que deben ser dadas a través de todo el mundo
son:
Santísima Trinidad, yo Te adoro.
Mi Dios, mi Dios, Te amo en el Santísimo Sacramento.
O mi Jesús, es por amor a Tí, en reparación por las ofensas cometidas
contra el Corazón Inmaculado de María, y por la conversión de todos los
pobres pecadores.
O Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Yo te adoro profundamente. Te
ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presentes en todos los tabernáculos del mundo, en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias por los cuales El es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado
Corazón de María, ruego la conversión de todos los pobres pecadores.
O Dios mío, yo creo, yo adoro, yo espero y Os amo.
Y pido perdón por todos aquellos quienes no creen, no adoran, no esperan
ni Os aman.
O Jesús mío, perdónanos nuestras ofensas.
Líbranos de las llamas del infierno.
Lleva a todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de
Tu misericordia.
O María, concebida sin pecado, ruega por nosotros quienes recurrimos a
Vos.
O María, concebida sin pecado, ruega por nosotros quienes recurrimos a
Vos.
O María, concebida sin pecado, ruega por nosotros quienes recurrimos a
Vos.
Las oraciones que nos dió San Miguel en honor de
Nuestra Señora:
María, Reina del Cielo, Madre de
la tierra, Mediadora de todas las gracias, ruega por nosotros ahora.
María, Reina del Cielo, Madre de la tierra, Mediadora de todas las
gracias, ruega por nosotros ahora.
María, Reina del Cielo, Madre de la tierra, Mediadora de todas las
gracias, ruega por nosotros ahora.
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del Cielo y de la tiera. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muert y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.
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Revised: February 03, 2010