Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
24
Marzo 1974 - Víspera de la Anunciación de la Sta. Virgen María
Verónica - Hay
una gran luz ahora que viene a través del firmamento.
El cielo se abre, y la luz es tan brillante que es... es difícil de
mirar. Oh, Nuestra Señora ahora
viene. Ella tiene puesta la más
bella túnica blanca. Es de un
blanco puro, con un adorno dorado en todo el contorno de Su manto, el manto
exterior que llega desde Sus pies, sobre
Su cabeza, hasta abajo del otro lado. Hay
un cordón dorado en la cintura de Nuestra Señora, y hay un gran Rosario.
Las cuentas son muy grandes. Nuestra
Señora lo tiene amarrado al cordón dorado de Su lado derecho.
Ahora
Nuestra Señora está de pie con Sus manos unidas en oración.
Ella dice:
Nuestra Señora
- "Sígueme,
hija Mía. Los dedos pulgares se
cruzan, los dedos (de la mano) se extienden y se tocan. Es de esta manera como rezarás, hija Mía."
Verónica - Nuestra
Señora ahora mira a Su alrededor. Ella
ve hacia abajo, entre las personas. Ella
se vé muy triste; Nuestra Señora se vé muy triste.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, hay mucha tristeza en Nuestros Corazones, porque tantas almas están
siendo llevadas al abismo. Ellas
han destruido sus oportunidades para siempre de entrar al Reino eterno de Dios.
“Muchas
de estas almas han ido por el camino ancho porque buscaban las lujurias del
cuerpo. Si no vivís en el espíritu,
vivís en los caminos del mundo. Esta
manera es un camino a la destrucción, porque satanás ahora ha ganado el
control del camino ancho.
"Como Madre, Mi Corazón está destrozado porque el ejemplo de
muchas madres es muy pobre sobre la tierra.
La mujer, quien vino de Adán, recobraría su gloria por medio de la
maternidad. Esto, también, ella ha
desechado por los caminos de la oscuridad.
Ella ya no busca purificar su alma y entrar al Reino del Padre. Sus pecados se multiplican, porque ella ya no sólo ha
perdido la oportunidad de purificar(se), ¡sino que ella ha cometido asesinato;
todos los males de la carne!
“Las
mujeres del mundo rechazan su lugar como compañeras de sus esposos. ¿En qué clase de criaturas se han convertido?
El Día del Señor se acerca rápidamente sobre vosotras, porque lo que
ha sido predicho, está por pasar.
“La
inmoralidad, la falta de limpieza, la destrucción del templo de Dios - los
males más oscuros han entrado en los corazones de muchos.
Los hijos - ¿qué será de los hijos?
Los maestros - ¡maestros mentirosos, con falsedades, verdades a medias,
y abominaciones!"
Verónica - Ahora
viene un señor. El tiene cabello
bastante largo y una barba, una barba corta.
Y trae un Libro, y él tiene una caña larga en Su mano.
Nuestra Señora ahora gira hacia él y dice:
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, reconoce a Saúl, a quien conoces como Pablo. Sus palabras son las palabras de la verdad, pero no deberán
ser re-escritas para satisfacer la naturaleza base del ser humano."
Verónica - Ahora
Pablo mira hacia arriba y abajo. El
no se vé muy contento. El tiene
una mirada bastante severa en su rostro. Y
ahora se inclina y dice:
San Pablo - "Repite
lo que escuchas, hija Mía, y grítalo desde los tejados. ¡Ninguna mujer estará en los altares de Dios!
Desobediencia, falta de respeto para el Santo Padre - ¿a qué os llevará
ésto, sino a vuestra propia destrucción?
Una Iglesia que cae en la oscuridad, caerá.
La base se estremecerá, pero el cimiento no será destruido.
Porque será renovada y construida como fué ordenado por el Padre.
“Mucha
tribulación está por delante, pero estas pruebas han sido puestas sobre
vosotros por el hombre. Como lo fué
en los días de Noé, así es en vuestros días en que el hombre es orgulloso y
arrogante, buscando colocar el conocimiento científico por encima del Padre.
La racionalización del pecado, ¡para que el pecado ahora sea una manera
de la vida! Almas en la oscuridad,
hogares en la oscuridad, e iglesias en la oscuridad-¿qué será de vosotros?
¡Pedís que caiga la ira del Padre sobre vosotros!
“¡Todo
lo que está podrido, caerá! Se os
ha dado el tiempo para enmendar vuestros caminos y regresar al camino angosto.
No estáis sin la verdad, pero muchos han vendido sus almas para llegar a
la cima, prefiriendo las cosas del mundo y no las del espíritu.
No podéis vivir en el mundo y vivir en el espíritu, ya que no podéis
tener ambas cosas. El mundo ahora
pertenece a satanás. El espíritu
de Luz lleva al Reino eterno del Padre. Viviréis
en el espíritu de Luz. Maestros
falsos entre vosotros os quitan la Luz y os llevan a una oscuridad más profunda.
Leeréis el Libro del Amor y de la Vida, la Biblia; sin embargo, no pondréis
vuestras almas en peligro al leer las impresiones después del año terrenal de
1964."
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Y el hombre con
el Libro toma pasos hacia...él flota; él no camina.
El está de pie ahora detrás de Nuestra Señora, quien saca de Su lado
derecho Su Rosario. Su Rosario es
muy grande, muy grande. Las cuentas
son blancas. Pero a medida que
Nuestra Señora gira y mira hacia las personas abajo, las cuentas tienen un
bello resplandor rosado. De las
cuentas cuelga un crucifijo dorado. Nuestra
Señora ahora lo toma, así, y lo extiende enfrente de Ella y bendice a las
personas: En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espiritu Santo.
Ahora
veo una gran luz que viene del cielo. Nuestra
Señora está de pie del lado izquierdo. Pero
hay rayos de luz que caen del cielo hasta los terrenos.
Son muy bellos, muy bellos. Van
más allá de lo que puedo ver en el cielo.
Oh, pero ahora el cielo se abre, y veo a muchas figuras.
Todas están vestidas en túnicas blancas.
Se adelantan.
Nuestra
Señora viene al centro del asta de la bandera, y se inclina.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, ves ahora a los mártires de antaño.
A menos que tomes tu cruz y sigas a Mi hijo, no podrás unirte al Reino.
Sobre tu tierra tu camino estará bañado en sangre.
De esta manera será purificado vuestro espíritu, y seréis refrescados
en el Reino y vestidos en las vestimentas de pureza.
Seréis obligados a presentaros como discípulos de Mi Hijo, dando
testimonio de la verdad. Muchos serán
enviados ante los tribunales. No
temas, hija Mía, por lo que dirás, porque el Espíritu de la verdad entrará
en tí y es a través de este portavoz que la verdad será conocida.
“Satanás
ha enviado sobre la tierra maneras de vida para vuestros hijos que son
destructores de sus almas. Buscando
a Mi Hijo, van sin curso en toda dirección y dejan el camino angosto, vagando
hacia el camino que los lleva a satanás.
“En
vuestro país y a través del mundo, Nosotros vemos abominaciones siendo
cometidas en el nombre de la religión. El
Corazón de Mi Hijo está destrozado, porque no sólo fue colocado sobre el árbol
en los días de gran sufrimiento, sino que ahora El es recrucificado en el mundo,
y en muchas de Sus casas - iglesias.
“Reconoced
las caras del mal a vuestro derredor. No
vendrán en su verdadera forma, sino que ellos se pasearán como ángeles de luz,
ángeles de misericordia. Vosotros
los conoceréis por sus frutos eventualmente, porque la Luz echará afuera a la
oscuridad.
“La
Advertencia que vendrá sobre el hombre, y el gran Castigo, pronto estarán
sobre vosotros. Es por el Corazón
Misericordioso del Padre que vuestro tiempo ha sido prolongado, un tiempo para
hacer enmiendas por vuestras vidas, para purificar vuestras almas de todo pecado,
mortal y venial. Rezad mucho;
sacrificad vuestros sentidos.
"Hija Mía, es con gran tristeza que Nosotros vemos dentro de los
corazones de Nuestros dedicados. Ellos
no saben que la Luz está débil. Muchos
de estos demonios no pueden ser arrojados sin el ayuno y mucha oración.
Oración y ayuno - substituidos, hija Mía, por los caminos del mundo.
“Los
hombres quienes son los representantes de Mi Hijo en Sus casas deberán ahora
reunir al rebaño y abastecer con creces sus almas que tienen inanición. Es
evidente, hija Mía, que muchos desean llenar más sus cofres que alimentar sus
almas. El amor por el dinero ha
destruido a muchos. El amor del
poder, poder por las cosas del mundo, ha destruido a muchos.
No podéis tener ambas cosas. ¡No
tendréis este mundo y el Reino de Dios! Porque
cuando paséis el velo, entraréis al reino del príncipe de las tinieblas, ú
os uniréis con Nosotros con gran gozo en el Reino del Padre.
“La
templanza, hija Mía, es el sacrificio que pide el Padre.
No podéis dividiros. Deberá
haber una completa dedicación a la voluntad de Dios.
Si amáis más al hombre y no podéis girar hacia la Luz y seguir a Mi
Hijo, no sois un verdadero representante de Mi Hijo.
Porque el que quiere más al hombre, no puede entregar su corazón a Mi
Hijo.
“Hija
Mía, Nuestros ruegos caen sobre oídos sordos.
¿Por cuánto tiempo debo implorar por castidad cuando la inmoralidad
reina sobre vuestro mundo? Vírgenes
tontas, ¿qué será de vosotras? Estáis
confundidas. Habéis desechado
vuestras prendas de honor. ¿Porqué
las habéis hecho a un lado? ¿Estáis
avergonzadas de ser conocidas como esposas de Cristo?
¿No estáis convirtiéndoos en esposas de satanás?
Verónica - Veo
un gran globo ahora, una bola muy grande. Viene
del cielo. Se ve como un globo, sí,
del mundo. Y veo un mundo cubierto
de oscuridad. Pero hay luces,
parpadeos de luz en varios lugares. Ahora
Nuestra Señora se adelanta y señala al globo.
Nuestra Señora
- "Esas
luces, hija Mía, son Mis pequeños ejércitos.
Aunque pocos en número, ellos aumentarán hasta la Venida de Mi Hijo.
La victoria final contra las fuerzas del mal está con Nosotros, hijos Míos.
Id adelante como discípulos de Mi Hijo con este conocimiento en vuestros
corazones, que la victoria descansa con Nosotros. Porque vendrá el tiempo cuando Yo aplastaré para siempre la
cabeza de satanás.
“Hija Mía, hacedlo saber al mundo que la mujer deberá regresar a su lugar, como mujer, porque ella ha sido mal guiada. ¿No fue la mujer que cayó a satanás en el comienzo?
"Su
desobediencia a la voluntad de Dios trae mucha tristeza sobre ella y sus hijos.
Sería mejor ahora, hijos Míos, si la mujer se mantuviera silenciosa, ya
que ella no conoce el camino por el cual viaja.
Es satanás únicamente el que la ha puesto a rebelarse contra su destino.
“Conoce,
hija Mía, que satanás tiene muchas caras.
El entrará, y sus agentes entrarán, en el cuerpo de cualquier alma
impura - hombre, mujer o niño - para obrar su voluntad; por lo tanto, hija Mía,
deberás ejercer gran precaución al abrir tu puerta a extraños.
“No
puedo enfatizar, hijos Míos, la necesidad de usar vuestros sacramentales. Muchas gracias han sido dadas a estos objetos de Dios para
protegeros de la infiltracion de satanás y sus agentes.
“Nosotros
estamos en guerra, una gran guerra, una guerra del espíritu.
Vuestra armadura será que os vestiréis con la palabra de Dios.
El Padre ha puesto el camino para vosotros.
El ordena que no desechéis Sus reglas de disciplina."
Verónica - Ahora
viene hacia adelante... oh, es un hombre muy mayor. El tiene el cabello blanco,
muy blanco, y grueso. Y tiene una
barba muy espesa. Es muy blanca.
El se ve muy viejo. Y se ve
muy triste. Oh, sostiene en su mano
izquierda... y se ve muy pesada; él tiene dificultad ahora.
Oh, está siendo levantada por una mano, una mano invisible.
Pero ahora hay una luz detrás de ella.
Oh, es un ángel. Yo reconozco que es un ángel muy grande.
Oh, es San Rafael. ¡Oh! Ahora... oh, el nombre del hombre es Moisés.
Ahora
él se inclina hacia delante y sostiene dos planchas de..como concreto que están
unidas, soldadas juntas, como, casi en forma de libro, y señala con su dedo.-
Oh, son los Mandamientos del Padre.
Ahora
el hombre, el viejito, oh, él solamente... Oh, Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora
- "El
no es tan bajo, hija Mía, de estatura."
Verónica - Oh,
él se acerca. Lo puedo ver más
claramente. Oh, sí, él no es tan
bajo; él es bastante alto. Ahora él señala a la escritura.
La escritura es... no está en inglés.
No lo puedo leer, pero puedo reconocer números.
Y él señala a las escrituras y dice:
Moisés - "Estos
son los Mandamientos del Padre. Rompéis
uno, y las puertas del infierno están abiertas para vosotros.
“Los
pondréis en un lugar de predominancia en vuestros hogares.
Si yo estuviese sobre vuestra tierra ahora, yo derramaría lágrimas
amargas de tristeza, porque veo entre vosotros una renovación despreciable de
abominaciones que me causan gran tristeza sobre la tierra.
Vosotros apuráis la venida de Dios, Altísimo Señor, sobre vosotros.
La ira del Padre descenderá sobre vosotros."
Verónica - Ahora
él gira hacia Nuestra Señora, quien lo mira tristemente.
Y él dice:
Moisés - "Si
no fuese por la intervención de la Reina del Cielo, ya hubiérais recibido
vuestro justo castigo. Sabed ahora
que vuestros días están contados. ¡Arrepentíos!
Dejad vuestro camino de pecado. Entrad
a la Luz. Oración, expiación, y sacrificio - ¿es ésto demasiado
pedir de vosotros ante lo que está por sucederos?"
Verónica - Ahora se pone muy oscuro, muy oscuro. Y, oh, allí está. ¡Oh! Veo una gran bola de fuego. Se precipita a través del cielo con gran velocidad, y tira trozos de fuego y roca. Y ahora estoy de pie con Nuestra Señora. Oh, es como estar de pie en un gran espacio, y puedo ver para abajo y veo la tierra, y veo esta gran bola de fuego. Y viene muy rápidamente hacia la tierra.
Ahora Nuestra Señora me ha tomado de la mano, y nos vamos al otro lado
de la tierra. Oh, hay muchos
incendios en la tierra; muerte, plaga, miseria.
Oh,
y Nuestra Señora señala, y Ella gira, y señala al cielo arriba de nosotras. Y Ella dice:
Nuestra Señora
- "La
guerra es un castigo por los pecados del hombre."
Verónica - Nuestra
Señora dice que mucha oración, mucho sacrificio es necesitado, porque habrá
una gran guerra. Tocará las vidas
de cada hombre, mujer y niño sobre la tierra.
Ella
está de pie del lado izquierdo del asta de la bandera.
Nuestra Señora se ve muy triste, y Ella sacude Su cabeza.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, ves la inhumanidad del hombre para con el hombre.
Esto es lo que resulta de la pérdida de la Luz.
El Padre castiga a aquellos a quienes El ama, y permite la separación de
las ovejas de las cabras. Aquellos
quienes han sido llamados a la Luz tienen una gran obligación de ir adelante y
reunir a las ovejas errantes, sus hermanos y hermanas quienes han caído en la
oscuridad. Habrá gran recocijo si
Nos recuperáis una de regreso, sólo una de regreso a Nosotros.
“Muchas
gracias han sido dadas. Muchas
gracias serán dadas, gracias para conversión y curación, desde estos terrenos
que han sido escogidos por el Padre como un centro de expiación.
"Estáis acercándoos al Día del Señor.
Debéis estar preparados. El
Padre Me ha otorgado esta ocasión de llegar a vosotros como la Mediadora entre
Dios y el hombre. No toméis Mis
palabras a la ligera, porque os He hablado en verdad de lo que será.
Oración, expiación, y sacrificio.
Despojaos de todo lo que es mundano, porque es únicamente de esta manera
que permaneceréis en el camino angosto. Es
difícil, hijos Míos, regresar a este camino una vez que lo habéis dejado.
Requiere mucho sacrificio, mucha oración, mucha penitencia.
“Mi Hijo se ha entregado a Sí Mismo a vosotros, ya que Su Palabra se hizo Carne. Yo Me ofrecí como una Madre para que la Palabra llegara al mundo. Humildemente estoy ante vosotros, como la Madre de vuestro Dios, y os imploro, como una Madre de la tierra, que escuchéis y apresuréis a tomar acción sobre Mi palabra, porque vuestro tiempo se acorta.
"Todos
quienes escuchan el llamado del Espiritu, el Espiritu Santo, no deberán
titubear, porque muchos no volverán a tener esta oportunidad otra vez.
“La
palabra será predicada por muchos a través del mundo.
El Padre ha enviado entre vosotros a muchos portavoces para traeros las
palabras de verdad y las palabras de guía.
“Sí,
el camino, el camino angosto, es uno de sufrimiento.
Seréis mofados, seréis escupidos, seréis burlados, hechos objeto de
desprecio, pero levantaréis vuestra cruz y seguiréis el camino de vuestro Señor."
Verónica - Ahora
el cielo se pone muy oscuro. Nuestra
Señora va hacia el lado izquierdo. Ella
está de pie justo arriba de los árboles.
Ahora hay una gran bola, una bola como un globo, que desciende del cielo,
y Nuestra Señora flota hasta estar sobre la parte superior de la bola. Y Ella sonríe. Oh,
hace mucho viento allá, también, porque la túnica de Nuestra Señora ondea.
Y ahora Ella ve para abajo, y dice:
Nuestra Señora
- "Continuarás
ahora con tus oraciones de expiación, hija Mía. Jesús se unirá Conmigo para bendecir los sacramentales.
(Pausa)
“Rezaréis
mucho por vuestro Vicario, el Santo Padre, quien afronta gran persecución.
Hay muchos agentes de la oscuridad quienes lo rodean - los falsos rostros
del mal a su derredor. Os mantendréis fieles y verdaderos a Nuestro Vicario.
No aceptéis las historias, las historias de engaño, que el enemigo envía
entre vosotros.
“Yo
os traigo la verdad. Mantened ésto
en vuestros corazones.
“El
logro científico en vuestra era - mucho ha sido fomentado por el conocimiento
de satanás.
“Debéis
advertir a vuestros jóvenes que la astrología es de satanás.
Es una ciencia falsa creada por el príncipe de las tinieblas para
remover el conocimiento de Dios y Su Reinado de los corazones de los jóvenes.
Sabed que, nada en vuestro universo gobierna vuestra vida, sino el Padre
quien os ha creado. Ninguna piedra, ninguna luz universal - sino la luz del Espíritu,
del Espíritu Santo, no los elementos de vuestro universo - puede gobernar
vuestro destino. El Padre ha
contado cada cabello de vuestra cabeza. El
conoce vuestro pasado, vuestro presente, y vuestro futuro.
“Hay
muchos falsos profetas entre vosotros ahora.
Reconocedlos por sus frutos. La
astrología es para el no-creyente. Los
niños no deberán ser mal guiados.
15 MINUTOS DE
LECTURA DE LA BIBLIA
"Yo He pedido, y lo repito de nuevo, que
paséis por lo menos quince minutos (al día) leyendo las Escrituras del Libro
de la Vida, la Biblia. Este
conocimiento lo necesitaréis para luchar en contra de los errores de vuestra
era.
“El
hombre no deberá cambiar las palabras del Libro de la Vida para satisfacer,
para hacer resaltar la base débil de la naturaleza humana, porque las palabras
tal y como están escritas, tienen que permanecer invariables.
La palabra de Dios es eterna."
Verónica - Yo
veo un gran cuerpo de agua, y veo dos costas.
De un lado veo multitudes de figuras vestidas de blanco.
Ellas llevan candelas. Y del
otro lado, la otra costa, veo figuras horribles. Ellas son horribles. Ellas
se ven como mitad hombre, mitad humano, pero tienen los pies y las manos y las
cabezas de, esas horrible criaturas - los demonios.
Y
Nuestra Señora señala a una de las figuras con forma de demonio y dice:
Nuestra Señora
- "Ellos
están contaminando las aguas. Las
flores se marchitan. Los tallos no
pueden crecer fuertemente."
Verónica - Nuestra
Señora se refiere a las personas sobre la tierra.
Nuestra Señora
- "Las
flores son los hijos de Dios en Su jardín de almas en la tierra."
Verónica - Estoy
muy perturbada. Nuestra Señora señala,
y algunas de esas criaturas tienen... tienen... tienen hábitos puestos.
Algunas de esas criaturas son... están vestidas como sacerdotes.
Ahora Nuestra Señora viene hacia delante.
Y Ella dice... Su voz es muy suave, muy quedita.
Ella habla tan calladamente ahora.
Nuestra Señora
- "Es
con tristeza, hija Mía, pero aún a Nuestros dedicados se les da la opción de
salvar sus almas. Grandes gracias
son dadas, pero muchas son arrojadas a un lado.
Esto es por el libre albedrío del hombre."
Verónica - Ahora
la luz se pone muy, muy brillante. Y
veo... oh, ahora viene Jesús. Y
Nuestra Señora va rápidamente al lado derecho del asta de la bandera.
Ahora todos los que puedan, por favor arrodíllense.
Ahora
Jesús está de pie, y El sonríe. Oh,
El es muy bello. La luz es muy
fuerte. Ahora Nuestra Señora está
de pie justo del lado derecho de Jesús, del lado derecho del asta de la bandera.
Ahora
Jesús tiene puesto un par de… Yo puedo ver Sus pies descalzos en Sus
sandalias. Y El tiene puesta una
vestimenta más oscura; es casi (un color) marrón, Su túnica.
Es un crema como profundo, pero casi un gena muy pálido.
Y tiene puesto un manto ahora. El
manto es muy rojo, un rojo brillante, con un borde dorado.
Y está amarrado alrededor de Su cuello con una banda dorada trenzada, y
de la banda cuelga una cruz de madera.
Ahora
Jesús viene...El desciende por el árbol del lado derecho.
El dice:
Jesús - "Si
extendéis vuestros sacramentales, Yo os daré, a través del Padre en el Espíritu,
gracias para conversión y curación - gracias para la repatriación de las
ovejas errantes."
Verónica - Ahora
Jesús ve hacia abajo, y sonríe.
Jesús - "No
tenéis que abrir vuestros paquetes ya que Yo puedo ver dentro de ellos."
Verónica - Ahora
Jesús eleva Su mano delante de El, así, con Sus tres dedos, y hace la señal
de la cruz: En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Ahora
Jesús viene muy...El desciende hasta estar muy cerca.
Oh, y El ahora se mueve. Nuestra
Señora va hacia el lado izquierdo. El
todavía está de nuestro lado derecho del asta de la bandera. Pero ahora Nuestra Señora toca el asta de la bandera con Su
Rosario. Y Jesús eleva Su mano, y
ahora bendice con la señal de la cruz: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Ahora
Jesús va hacia allá, sigue a Nuestra Señora.
Nuestra Señora ahora se ha detenido.
Y Jesús ha ido delante de Ella, y Ella está de pie detrás de El.
Y
ahora hay una gran luz que viene del cielo.
Oh, es San Miguel. San
Miguel desciende, y está de pie justamente contiguo a Nuestra Señora.
Y Jesús ha ido hacia delante del lado izquierdo del asta de la bandera.
¡Oh! Y ahora Jesús extiende Su mano muy alto, arriba de Su cabeza,
así, y El hace ahora la señal de la Trinidad:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El
extiende Su mano... El extiende Su
mano hacia afuera, y hay una luz, una luz tremenda que desciende sobre el lado
izquierdo del asta de la bandera. Da
la luz ahora justo al centro, en la parte de atrás.
El ahora levanta Su mano sobre Su cabeza, y la luz se disipa. Jesús dice:
Jesús - "Piensas,
hija Mía, qué es lo que el Padre tiene guardado para el individuo. Eso lo sabrás con el tiempo."
Verónica - Ahora
El va hacia el árbol. Jesús está
de pie al lado del árbol, y Nuestra Señora está detrás de El.
Y San Miguel está de pie allí. El
tiene la balanza, la balanza en su mano izquierda, y en su mano derecha hay un
gran palo, de apariencia como una lanza. Sí,
es una lanza. Y El está detrás de Nuestra Señora.
Ahora
Jesús extiende Su mano y mira hacia abajo.
El está justo por el árbol. En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Ellos giran, y Nuestra Señora y Jesús y San Miguel... San Miguel... Ellos se
siguen el uno al otro. Ellos flotan.
Jesús gira, y ve hacia abajo. El
se ve muy triste. Y ahora El dice:
Jesús - "Mi
Madre ha dado repetidas advertencias. Muchos
han escogido desecharlas. Pronto
las palabras serán escasas, y encontraréis que el Padre ha enviado Su Castigo
sobre vosotros.
"Apuraos,
atended, y escuchad, porque habéis sido advertidos y tenéis que tomar acción
rápida ahora. Salvaos a vosotros
mismos, y a las almas de los que amáis. Venid
a Mi, ya que Mi Corazón está extendido a todos vosotros. Yo entregué Mi Cuerpo.
Yo estoy con vosotros en Cuerpo y Espíritu.
No me desechéis, porque Soy el Pan Vivo de vuestra vida.
Sin Mí no podéis entrar al Reino del Padre.
“Si
supiéreis las glorias del Reino, correríais rápidamente y rechazaríais rápidamente
los males del mundo, que se ha entregado a satanás.
Porque más allá de vuestro universo existen los más grandes gozos,
gozos mucho más allá de toda expectación o que sean concebibles en la mente
humana. Esto os lo damos si lo pedís.
“Venid
a Mí, hijos Míos, porque estoy muy solo.
Sólo Me visitan unos pocos. Tenéis
que tomar de Mi Sangre y comer de Mi Cuerpo, o no tendréis la Luz dentro de
vosotros."
Verónica - Ahora
Jesús eleva Su mano otra vez: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús y Nuestra Señora van...Ellos ascienden.
Ahora están justo arriba de la figura en el asta de la bandera, el águila.
Y Nuestra Señora ahora desciende y va al lado izquierdo del asta de la
bandera.
Nuestra Señora
- "Continúa
ahora, hija Mía, con las oraciones que te dirigí que comenzaras."
Verónica
- Bendito sea Dios.
Bendito sea Su Santo Nombre. Bendito
sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Bendito
sea el Nombre de Jesús. Bendito
sea Su Sacratísimo Corazón. Bendita
sea Su Preciosísima Sangre. Bendito
sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito. Bendita sea la Excelsa Madre
de Dios, María Santísima. Bendita
sea Su Santa e Inmaculada Concepción. Bendito
sea Su Inmaculado Corazón. Bendita
sea Su gloriosa Asunción. Bendito
sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito
sea San José, Su Castísimo esposo. Bendito sea Dios en Sus ángeles y en Sus santos.
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Revised: February 03, 2010