Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
6
Abril 1974 - Víspera del Domingo de Ramos
"HABLAD
EN DEFENSA DE LA VERDAD"
"Si
os mantenéis silenciosos, tendréis gran responsabilidad por la pérdida de
almas"
Verónica - Ahora
del lado izquierdo del asta de la bandera hay una luz blanca, muy brillante, y
está muy a la distancia. Oh, se
hace más brillante ahora, y más ancha. Oh,
y del círculo, un círculo de luz, hay una gran figura.
Oh, ¡es San Miguel! Ahora
San Miguel lleva en su mano derecha una balanza, y en su mano izquierda tiene
una lanza larga. Ahora San
Miguel...puedo ver que él tiene una actitud total de desesperanza, abatimiento,
la manera como él está de pie con su cabeza hacia abajo, casi sobre su pecho.
Ahora
detrás de él viene una figura. Oh,
es Nuestra Señora. Oh, Nuestra Señora
está bellamente vestida de blanco. Y
hay un adorno dorado en el contorno de la pieza que cubre Su cabeza.
Va desde Sus pies, alrededor de Su cabeza, y baja a Sus pies.
Y en Sus pies tiene puestas unas bellas sandalias doradas.
Ahora en las sandalias puedo ver... se ven como rosas doradas, una en
cada pie. Se ven muy delicadas; las
sandalias se ven muy delicadas. Son
muy bellas.
La
luz es muy brillante. Es muy difícil
de verla. Casi puedo ver el rostro
de Nuestra Señora. No puedo ver Su
rostro, la luz es tan brillante. Pero
ahora noto que San Miguel se adelanta. Y
él me hace una seña para que escuche. El
ha llevado sus manos ahora a sus labios.
San Miguel - "Hija
mía, escucharás bien las palabras de la Reina del Cielo.
Tu mundo ahora estará en gran prueba."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se adelanta, y Ella tiene en Su mano derecha... oh, es un
Escapulario, un Escapulario muy grande, el Escapulario marrón.
Y en..ahora Ella toma de Su cinturón, Ella toma Su Rosario.
Es un Rosario muy grande. Es
blanco, un blanco bello, (con) cuentas muy grandes.
Y los Padrenuestros son dorados, y el crucifijo es blanco ahora, pero se
torna, curiosamente, muy oscuro. Ahora
Nuestra Señora se adelanta. Ahora
Ella parece... Nuestra Señora parece estar muy triste.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, es con un corazón apesadumbrado que debo decirte que habrá gran castigo
sobre tu mundo. Los pecados del
hombre se han multiplicado más allá de Mi expectativa. Nuestras lágrimas caen en abundancia sobre una generación
impenitente. Será puesta sobre tu
mundo una gran prueba."
OSCURIDAD SOBRE
EL MUNDO
Verónica - Yo
veo ahora una bola muy grande. Se
acerca. Hay ahora en la parte
superior de la bola una enorme cruz. Es
una cruz, pero sin corpus sobre ella. Es
una cruz muy grande. Ahora veo la
bola, que es clara. Se torna gris y
ahora se oscurece mucho. Nuestra Señora
dice:
Nuestra Señora
- "Ves,
hija Mía, la gran oscuridad que vendrá sobre el mundo.
“Las
oraciones, los actos de sacrificio hechos por unos pocos sobre la tierra - Yo
solo puedo decir "pocos", hija Mía, ya que ellos no equilibran los números
y multitudes sobre la tierra - estas oraciones han ganado una postergación para
la humanidad; sin embargo, está en el plan del Padre que la purificación
comience. El hombre no ha
reconocido las advertencias enviadas por el Padre; por lo tanto, ellas aumentarán
en severidad.
“Encontraréis
que muchos serán colocados sobre la cruz como víctimas por su Fe.
Todos los que sigan a Mi Hijo llevarán una cruz muy pesada.
El tiempo de la persecución se acelera ahora.
Preparaos: retiraos de vuestro mundo, que ha sido entregado a satanás.
“Guardad la Fe en vuestros hogares, en los corazones de los que amáis.
"Herejía,
¡Oh triste herejía! ¿Qué será
de vosotros?
“Los
demonios del abismo están sueltos sobre vuestra tierra.
Ellos se han multiplicado y están preparados para dar gran batalla.
El tiempo de los tiempos y el día de los días se aproxima.
Comprended y haced preparación, porque os acercáis al período de
oscuridad.
CATACLISMO DE
FUERZA COSMICA
"Vendrá sobre vosotros repentinamente un gran cataclismo de fuerza
cósmica. Reconoced ésto no como
un suceso explicado por la ciencia, sino como (viniendo) de la mano del Padre
sobre una generación impenitente."
Verónica - Ahora
veo un río, un gran cuerpo de agua. Es
muy grande; es casi como un océano. Pero
ahora hay cuatro figuras que vienen a través del cielo.
Están vestidos en largas túnicas blancas. Viene ahora la primera figura y está de pie del lado
izquierdo del río, y él lleva un estandarte.
Tiene una enorme figura sobre él, pero es... el estandarte parece como
una figura en forma de V. Desde aquí
parece ser, oh, algo como... como un tornado, o algo con gran fuerza.
Y ahora veo la figura en blanco, el ángel, quien levanta su mano para yo
quedarme silenciosa. El dice:
GRANDES OLAS
Primer Angel - "Olas,
grandes olas, se levantarán altamente sobre vuestra tierra.
Aguas para llevar y purificar."
Verónica - Ahora
el segundo ángel se adelanta. El
trae una espada en su mano. Es una
espada muy larga. Ahora él va
hacia el lado izquierdo de la ribera de las aguas.
El está de pie allí, y coloca
sobre su pecho una banda negra. Y
en la banda está escrito: "D-I-V-I-S-I-O-N,
D-I-V-I-S DIVISION". Ahora él coloca la espada hacia abajo, señala con ella
hacia abajo con su mano derecha. Y
ahora la espada es colocada arriba de su cabeza, y veo una escritura pequeña.
Hay una mano-la veo desde la muñeca, y escribe como con el primer dedo.
Escribe: "PADRE CONTRA HIJO, MADRE CONTRA HIJA, HERMANA CONTRA
HERMANO." Y debajo:
"DIVISION DENTRO DE LOS HOGARES"
HAMBRUNA
Ahora se oscurece, y la escritura desaparece.
Veo otra figura que se adelanta. Ahora
él trae una larga... lo que parece ser una pieza de caña o de trigo, y tiene
una balanza en su mano, una escala. Pero se ve diferente a la que San Miguel trae.
El, también, tiene una banda negra a través de su pecho, y está de pie
ahora en el lado derecho de la ribera del... uniéndose al otro ángel en el
lado derecho del río, del gran cuerpo de agua.
Y ahora él sostiene la balanza hacia arriba, y señala a su pecho.
Y escrito en la banda negra están (las palabras) "HAMBRUNA, H-A-M-B-R-U-N-A". Ahora
El toma la balanza y la levanta muy alto arriba de su cabeza, y dice:
Tercer Angel
- "Denarius,
denarius. Una medida por el trigo.
¿Qué daréis por vuestro pan?
INGLATERRA CAE
AL MAR
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Y veo por
encima del agua, y veo olas muy altas. Y
se acercan a la tierra. ¡Oh! Parece... parece como en Europa.
Parece ser como Inglaterra. Y
veo olas tremendas que lavan la costa. Oh,
y veo la parte inferior que da de frente al agua.
Ahora se desprende y cae al mar. ¡Oh!
¡Oh! - Ahora se oscurece
mucho. Se pone muy oscuro.
Veo otra figura. El está vestido de blanco.
El, también, tiene una banda negra en su pecho, pero en la banda hay una
horrible figura de una calavera. Una
calavera, simplemente una horrible, calavera boquiabierta.
Ahora esta figura de un ángel, él tiene dos espadas las cuales él
cruza sobre su pecho. Y él señala
ambas espadas hacia abajo a... yo sé que es la tierra.
Es la tierra, porque el gran globo está allí ahora, con la cruz sobre
él. Y escucho muchísimas voces, y
gritan: "¡Guerra!
¡Guerra! ¡Guerra!" Ahora se oscurece.
Nuestra
Señora viene. Nuestra Señora se
ve muy bella, pero Ella está muy triste.
Nuestra Señora
- "Sí,
hija Mía, estoy muy apesadumbrada. Habrá
una gran guerra.
“Estás
triste, hija Mía, por el conocimiento de lo que está por venir.
Sangre correrá por vuestras calles.
“Yo
he ido durante incontables años-terrenales a través de vuestro mundo,
ofreciendo el plan para vuestra salvación y para salvaros de la destrucción. ¿Cuántos han escuchado Mis ruegos? El Padre encuentra el mal abominable. Vuestro país, vuestro mundo, está en una condición de alma
mucho peor que lo estuvo en el tiempo de Nínive, Sodoma y Gomorra, y Noé.
¿Qué, entonces, podéis esperar de vuestro futuro?
“Habéis
desechado de vuestra propia voluntad libre el Libro de la Vida, la Biblia. Habéis escogido seguir a satanás, el padre de todos los
mentirosos. Lo habéis seguido al
escucharle su llamado - todo por los placeres de la carne y por la ganancia del
dinero. Muchos han vendido sus
almas para llegar a la cima.
“Vuestra
redención os será regresada a través de una gran prueba.
Muchos morirán en la gran llama de la Bola de la Redención, la cual os
será enviada como parte del plan del Padre para restaurar el mundo a su pureza
original. Todos los que quedarán
estarán con el Padre en Mi Hijo, Jesús, para establecer el Reino, el Reino del
Padre.
“Yo
os He pedido que leáis vuestro Libro de la Vida, la Biblia, para que conozcáis
la verdad y no seáis llevados por mal camino por los hombres quienes se acercan
a vosotros como ángeles de luz, pero que son lobos rabiosos.
¡Ellos son hijos de satanás! Reconoced
que ellos han crucificado a Mi Hijo, y ellos ahora están estableciendo re-crucificarlo
de nuevo. Esto ellos lo lograrán a
través de Su Cuerpo Místico. Pero
sabed ésto: a ellos se les dará únicamente un tiempo fijado por el
Padre, y serán lanzados al abismo.
“Las
puertas del infierno están bien abiertas, pero ellas no prevalecerán contra la
Iglesia de Mi hijo. Esto El os lo
dejó como una guía, al ir por el camino angosto y regresáis de vuelta al Reino. Demasiados
se han colocado a sí mismos en el camino ancho y se han entregado a satanás.
Oh, la angustia del corazón, oh, ¡el crujir de dientes en ese momento
cuando ellos pasen el velo! ¿Qué ganáis ahora si recibís el mundo entero y perdéis
vuestra alma?
“Al
pasar el velo vuestra vida es eterna. La
muerte, hija Mía, es una palabra que deberá ser tachada de vuestro idioma
terrenal. No hay muerte. La vida es eterna. Vuestro
cuerpo un día resucitará de nuevo, y os reconoceréis el uno al otro.
Pero hasta entonces estáis viviendo; pasado el velo no hay muerte.
Son solamente los enemigos del Padre que tratan de borrar esta verdad de
vuestra mente. De esta manera ellos
pueden poneros sobre el camino hacia satanás.
Porque ellos verdaderamente son los hijos de satanás, como siempre
fueron los hijos de satanás, cuando ellos, también, mataron a Mi Hijo sobre la
tierra.
“¿Compromiso,
hijos Míos? ¿Qué ganáis si
comprometéis vuestra Fe? Os dividís
para que los enemigos de Dios os conquisten.
“Todo
el que no reconoce a Mi Hijo como el Cristo, en el Padre, en el Hijo, y en el
Espiritu Santo, ellos no son de Mi Hijo, y ellos no son dignos del Reino del
Cielo. Y ellos no entrarán al
Reino del Cielo. Esto es del Padre.
SOCIEDADES DE
SATANAS
"Tenéis sobre vuestra tierra muchas sociedades de satanás. Ellas han monopolizado la industria de vuestro mundo y los
medios noticiosos de comunicación. Ellos
han hecho bien el trabajo de satanás. Esto
fue permitido por el Padre debido a vuestra renuencia de regresar de vuestro
pecado.
“Todo
el que esté con el Padre será salvado. Ninguno
vendrá al Padre a menos que venga por el camino de Mi Hijo.
“Hija
Mía, demasiados temen por la seguridad de sus cuerpos.
Mejor sería que temiesen por la salvación de sus almas."
Verónica - Ahora
veo que se oscurece mucho. Y hay...
oh, legiones de figuras. Yo digo
legiones, porque parecen ser cientos de figuras, pero están vestidas en prendas
muy oscuras. Ellas cruzan el cielo.
Nunca las he visto vestidas así, de negro.
Oh, y al girar ahora, estoy de frente a ellas.
"¡Váyanse!" Oh,
oh, ¡son horribles! Son... oh, ¡son
horribles! Son... ¡oh!
¡Oh,
Madre Santísima! No, no quiero
verlos. ¡Oh!"
Y ahora Nuestra Señora se adelanta.
Nuestra Señora
- "No
temas, hija Mía. Esto te lo pide el Padre, para que reconozcas lo que está
sobre la tierra ahora; sin embargo, debes saber que ellos no se le aparecerán
al hombre como los ves ahora."
Verónica - Oh,
¡son horribles!
Nuestra Señora
- "Pero
debes saber bien que ellos entrarán en el cuerpo de cualquier hombre, mujer, o
niño que haya entregado su alma a satanás.
Satanás no puede trabajar por su propia cuenta, y en su propia imagen.
El tiene que entrar dentro del cuerpo de otro.
“Oración
- rezad mucho, hija Mía e hijos Míos, porque sólo con la oración podéis
alejarlos de vosotros, (por) actos de ayuno, y expiación.
“Yo
He pedido en el pasado, muchas veces, que los líderes y los maestros en la Casa
de Dios, la Iglesia de Mi Hijo, ayunen y hagan gran penitencia, recen más;
porque han permitido que los demonios entrasen en ellos.
El Padre encuentra el liderazgo muy pobre, y El juzgará como corresponde;
y todos recibirán los frutos y méritos de sus acciones y de su liderazgo."
Verónica - Ahora
veo... se pone muy claro. ¡Oh! Nunca he estado allí, pero reconozco... y estoy de pie con
Nuestra Señora en un área muy grande. Es...
estoy viendo una Iglesia muy grande. La reconozco, (es la Basílica de) San
Pedro. Y Nuestra Señora me toma de
la mano, y Ella señala hacia arriba a un edificio. Y ahora entramos en el edificio.
Y veo... oh, veo al Papa Paulo (VI).
¡Oh! El está sentado en
una posición muy desagradable en su silla.
El parece estar, como colgando sobre su silla.
Ahora
hay dos hombres que entran. Ellos
están vestidos como de púrpura y rojo. Ellos
tienen como yarmulkes pequeños redondos, sombreros redondos en sus cabezas.
Y ellos van y lo sostienen. No
sé lo que le pasa. Ellos lo
sostienen en la silla. El parece
estar como medio dormido, o algo así. Oh,
él se ve muy enfermo; él se ve muy enfermo.
Ahora
ellos lo toman de la mano, y le ponen una pluma en su mano.
Y le gritan algo a él: "¡Fírmelo!
¡Fírmelo!" Y ahora
veo al Papa Paulo. El levanta su
cabeza y los ve, muy vacilantemente, como si algo malo le sucediera.
Y se inclina hacia delante, y trata de leer un papel que está sobre el
escritorio. Pero ahora se ha caído
sobre el escritorio. Y los dos hombres lo halan enderezándolo.
Ellos parecen ser obispos o algo así, ellos tienen cinturones en sus
cinturas, hechos de, como cuerdas o borlas.
Ahora ellos lo han halado y lo han sentado de nuevo en la silla.
Y ellos toman su mano ahora y la colocan sobre el papel.
Y él sacude su cabeza: "¡No!
¡No! ¡No!"
Entonces
ellos... oh, el hombre del lado derecho ahora ha tomado el papel y le habla al
otro hombre. Yo no los reconozco;
nunca los he visto antes. Y
él dice: "Esperaremos hasta más tarde."
Y ahora salen.
Y
ahora Nuestra Señora lleva Sus dedos a Sus labios, y salimos del cuarto.
Y Nuestra Señora ahora dice:
EN UNA MANO LOS
CONFIABLES
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, hay gran engaño en la Ciudad Santa.
Reza mucho por vuestro Vicario. El
está bajo una gran prueba. Los
enemigos lo rodean. Con una mano,
hija Mía, se pueden contar a los que se puede confiar."
Verónica - Ahora
Nuestra Señóra enjuga Sus ojos. Ella
está muy triste. Y Ella dice:
Nuestra Señora
- "Es
un puñal en el corazón cuando Nosotros vemos la caída de las almas de
Nuestros hijos. Pero son
incontables puñales en los Corazones de Mi Hijo y Mío cuando Nosotros sabemos
que Nuestras Casas han caído a satanás."
Verónica - Nuestra
Señora dice que la Casa es la Iglesia.
Nuestra Señora - "San Miguel, el guardián de la Iglesia de la tierra, tiene que ser regresado.
"No debéis tratar de comprender los caminos del Padre, porque hay
mucho escondido a vuestro conocimiento.
“Llevaréis
vuestros sacramentales en todo momento. Ahora
todos habéis sido marcados con la señal de la redención, y muchos
desecharán esta gracia a un lado por voluntad libre.
Rezad mucho, hijos Míos, para que ellos puedan ser recuperados, porque el Corazón del Padre es muy misericordioso.
“Hacedlo
saber en la tierra que los que deberían de mostrar gran ejemplo de pureza,
piedad, santidad, ellos han perdido el camino; y con ellos se llevarán a muchas
almas.
“Conoced
que hay divisiones de existencia sobrenatural.
Hay un infierno. Hay un
Purgatorio. Y está el Reino del
Padre. Satanás tiene gran poder,
pero no por encima del Padre. El
sabe que su tiempo se acorta. Es
por eso que satanás ahora os da completa batalla.
“Sabed,
hijos Míos, que os acercáis al día del Padre.
El tiempo de grandes tristezas está sobre vosotros.
Todos seréis probados y probados. Aquellos
quienes perseverarán se unirán a Mí Reino.
“Hay
muchas cosas, hija Mía, que no sabrás, ya que no podrías comprenderlas en tu
mente humana. Esto se te dará a
conocer cuando pases el velo. Si
todo se te diera a conocer ahora, ¿qué sería sagrado en el Reino, hija Mía?
“Sí,
hija Mía, muchas advertencias menores han sido puestas sobre el mundo, pero
pasan desapercibidas. Ellas serán
aceleradas. Se perderán
muchas vidas. Muchos pasarán
el velo sin estar preparados. Es
una gran tristeza para Mi Corazón. Es
una gran tristeza para el Corazón de Mi Hijo.
Solamente unos pocos serán escogidos.
“Rezad
mucho, hijos Míos, por las almas que pasan incontables años en el Purgatorio.
Muchas son olvidadas, sino fuese por la caridad de corazón de los pocos
quienes recuerdan los que no tienen quien rece por ellas.
“Dadles,
Señor, el descanso eterno, y que la luz perpetua brille siempre por ellos.
Que las almas de los fieles difuntos, a través de la misericordia de
Dios, descansen en paz.
LOS PRIMEROS
SABADOS
"Uníos a Mí en oración y meditación.
Uníos a Mí los Primeros Sábados durante cinco sábados.
¿No os uniréis conmigo para librar a una alma que espera?
Porque lo que déis, recibiréis triplicado.
No es en lo que recibís, sino lo que dáis que lleva importancia sobre
vuestra vida terrenal. Almacenad
vuestras gracias en el Cielo donde no perecerán, ya que todo lo que tenéis
sobre la tierra solamente se os ha prestado para vuestra existencia terrenal.
“Es aparente, hijos Míos, que muchos están almacenando sus tesoros en la tierra, no importándoles la vida eterna.
"Reconoced,
hijos Míos, los grandes males que ahora están sobre la tierra.
Nosotros vemos con gran tristeza las sociedades secretas de la tierra,
sociedades de satanás. Vosotros
llamáis su naturaleza el anticristo. Todo
el que esté en contra de Mi Hijo, no reconociéndolo como el Salvador, ellos
son los hijos de satanás y ellos serán los hijos de satanás, a menos que
reconozcan a Mi Hijo como su Salvador.
“El
Padre será siempre el Juez final, pero Nosotros no toleramos el mal; y debéis
hablar en defensa de la verdad. Si permanecéis silenciosos ante la destrucción, tendréis gran
responsabilidad por la pérdida de almas. Si
no podéis ir adelante y luchar por Mi hijo, ¿podéis esperar que El os
reconozca y esté ante el Padre en defensa vuestra cuando paséis el velo?
Todo el que niega a Mi Hijo será negado."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora toma Su Rosario, y lo extiende enfrente de Ella.
Y Ella levanta ahora la cruz, el crucifijo de Su Rosario.
Y dice:
Nuestra Señora
- "Os
bendigo a todos, hijos Míos, Continuad con vuestras oraciones de expiación.
“Yo
he reunido a Mis pequeños ejércitos a través del mundo.
La batalla de los espíritus acelerará, pero vosotros iréis adelante
con perseverancia y el conocimiento que la victoria, la victoria final, estará
con Mi Hijo y el Padre en el Reino de Dios.
“Visitad
a Mi Hijo a menudo. Debéis comer
de Su Cuerpo y beber de Su Sangre, para que tengáis la fuerza de resistir las
fuerzas del mal que ahora han invadido y se han multiplicado sobre vuestra
tierra.
LLEVADO DELANTE
DE LOS TRIBUNALES
"Los enemigos de Mi hijo
buscarán quitaros esta gran gracia. Apuraos,
hijos Míos, estad con Mi Hijo mientras podéis; porque el día vendrá cuando
lloraréis lágrimas amargas y tendréis que esconderos de vuestros tormentores.
Porque seréis llevados ante los tribunales y probados por vuestra Fe.
“Sí,
hija Mía, me preguntas ¿han sido muchos años que Yo he viajado a través del
mundo? Años terrenales incontables,
y ¿por qué? Porque, hija Mía, Mi
Mensaje no fue atendido. El hombre
se ha hecho perverso, degradado, y envilecido.
El ha entregado su cuerpo y su espíritu a Lucifer, satanás.
“El
Padre os puso sobre la tierra para hacer batalla contra satanás, y para
regresar con gloria triunfante al Reino. En
vez, Nosotros encontramos que muchos de vosotros habéis tomado vuestra elección
e ido a la oscuridad. Habéis sido
engañados; habéis aceptado un engaño. Ahora
os recobraréis en el Corazón de Mi Hijo (que) llamáis la Eucaristía.
“Leeréis el Libro de la Vida para que la verdad entre a vuestras mentes, y desecharéis los libros de satanás que ahora entran en vuestros hogares y en los corazones de vuestros hijos.
"Los
padres de familia serán verdaderos padres de familia en la luz de Dios. Porque llegará el día cuando habrá gran angustia en los
corazones de los padres de familia quienes han caído y faltado en llevar la
disciplina y el conocimiento de Dios a sus hogares.
“Las
estatuas, las imágenes de naturaleza divina, deberán ser regresadas a la Casa
de Mi Hijo, y a los hogares. Oración,
expiación y sacrificio, hijos Míos; llevad vuestros sacramentales.
“Mi
Corazón está apesadumbrado y Mi voz se debilita, pero Yo os he prometido que
estaré con vosotros hasta la Venida de Mi Hijo.
Sabed que con vuestra perseverancia, un día comprenderéis que bien valió
la lucha, hijos Míos - la vida eterna de felicidad y gloria.
“Hija
Mía, te sentarás ahora y te unirás a los demás en oración."
Verónica - En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. (Pausa) Todo el que pueda, por favor, arrodíllese porque Jesús y
Nuestra Señora han estado aquí por un tiempo.
Ahora hace viento aquí abajo, pero también hace
viento allá arriba donde están Jesús y Nuestra Señora.
Jesús tiene puesta una túnica y una capa, y noto que hace viento allá
como lo hace aquí. Y ahora Jesús
sonríe, y dice:
Jesús - "Sí,
hija Mía, el Padre conoce la victoria final.
Hay mucho por lo cual estar muy triste.
Pero Nosotros sentimos gran gozo al saber que hay muchos quienes se Nos
unirán en esta batalla."
Verónica - Ahora
Jesús y Nuestra Señora cruzan. Ellos
no caminan, Ellos flotan; simplemente se deslizan por el aire.
Y Ellos van hacia el lado derecho. Ellos
están un poco arriba del árbol ahora. Y
Jesús cambia Su manto; El lo ha recogido.
Es bastante largo, y el viento lo atrapa. Así que ahora El lo enrolla en Su brazo izquierdo - éso es
Su manto, lo que lleva encima de Su túnica.
Y Jesús tiene puestas sandalias, pero se ve muy frío.
No, no, Jesús dice que no hay sentido de frío.
¡Oh!
Ahora Nuestra Señora sonríe, y Ella señala al árbol.
Y ahora Ella está detrás de Jesús, y El dice:
Jesús - "No
tenéis que abrir vuestros paquetes. Las
bendiciones serán dadas en abundancia. Estas
bendiciones, estas gracias del Padre, serán instrumentos en la conversión y
curación de las almas y cuerpos."
Verónica - Ahora
Jesús levanta Su mano, Su mano derecha, así.
El tiene los tres dedos juntos, así, y El hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Nuestra Señora tiene Su Rosario grande, y lo
tiene en Sus manos, cruzadas sobre Su pecho.
Son (cuentas) muy grandes, bellas cuentas blancas, y el crucifijo dorado.
Y los Padrenuestros dorados atrapan la luz al girar Ella.
Ahora Nuestra Señora viene hacia el centro entre el asta de la bandera y
el árbol.
Y
Jesús ahora sonríe. La luz es tan
brillante que hace ver Su cabello como (de color) marrón rojizo.
Y Jesús mira hacia abajo, y extiende Su mano enfrente de Su pecho, así,
y se inclina ahora y hace, oh, la señal de la Trinidad:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y
ahora mientras Nuestra Señora está de pie allí, Ella extiende Su Rosario. Pero hay luces que emanan de Sus manos. Ellas... oh, (las luces) fluyen hacia abajo a los terrenos.
Ellas iluminan toda el área en el lado derecho del asta de la bandera.
Los rayos son muy brillantes. Estos
rayos emanan de las manos de Nuestra Señora.
Oh, son tan bellos, muy brillantes.
Oh, y ahora se vuelven de un blanco a casi un azul muy pálido.
Es muy bello, el azul es muy bello.
Ahora
Nuestra Señora...la luz se disipa de las manos de Nuestra Señora y Ella se va
hacia el... pasa el asta de la bandera ahora, y Jesús está detrás de Ella.
Jesús se adelanta. Nuestra Señora se ha detenido por el asta de la bandera.
Y a la izquierda, nuestro lado izquierdo del asta de la bandera... oh,
Jesús extiende ahora Su mano. Está
cerca de Su barbilla ahora, así, y El hace la señal de la cruz, mientras mira
hacia abajo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y
Nuestra Señora está justo a Su lado izquierdo.
Y Ella sostiene ahora Su Rosario con el crucifijo, y Ella ahora hace la
señal de la cruz con Su crucifijo: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Jesús
mira hacia abajo, y sonríe. Y El
gira hacia Nuestra Señora y dice:
Jesús - "Veo
que esta noche Tenemos sobre los terrenos sagrados a Mis dedicados."
Verónica - Oh, debe de haber un sacerdote del lado izquierdo, porque Jesús llama a los sacerdotes y las monjas (Sus) dedicados, así que deben de haber un sacerdote y una monja.
Ahora Jesús sonríe y asiente Su cabeza "Sí".
El está de pie... ahora se acerca.
Oh, El va por el árbol y mira hacia abajo.
Ahora El extiende Su mano y hace la señal de la Trinidad, así, con tres
dedos: En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Nuestra Señora está... oh, Ella coloca el Rosario en Su cinturón, como...Ella
tiene este cordón dorado alrededor de Su cintura.
Ahora Ella pone el Rosario en el cordón, y Nuestra Señora extiende Sus
manos. Ahora los rayos emanan de
Sus manos. ¡Son bellos! Oh, ellos inundan los terrenos.
Todas las pesonas se ven iluminadas.
¡Oh, son bellos! Los rayos
son como cristales; son bellos. Ahora,
ah, se tornan un azul pálido, son bellos, azul pálido. Oh, iluminan toda el área.
Los árboles se ven azules ahora. Todos
los árboles y las banderas se han vuelto de un azul pálido.
Es bello.
Ahora
Nuestra Señora se eleva. Los
rayos, ahora, comienzan a disiparse, como evaporarse.
Y Nuestra Señora se eleva más. Y
Ella está por el asta de la bandera. Y
Jesús cambia Su manto hacia la izquierda.
El eleva Su mano enfrente de El otra vez, así, y hace la señal de la
cruz: En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Ellos se van hacia, y Ellos se acercan, Jesús y Nuestra Señora - Jesús va
adelante y Nuestra Señora Lo sigue - y Ellos van hacia el lado derecho del asta
de la bandera ahora. Y Ellos están
de pie. Nuestra Señora ahora se
inclina.
Nuestra Señora
- "Continuaréis,
hijos Míos, con las oraciones de expiación.
Muchas son necesitadas, porque hay una gran prueba para vuestro país."
Verónica - En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. (Veronica reza El Credo)
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Revised: February 03, 2010