Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
22
Mayo 1974 - Víspera de la Fiesta de la Ascensión de Nuestro Señor
No
abandonéis vuestra Iglesia Parroquial
CONSOLAD
A MI HIJO, EL ESTA MUY SOLO
Verónica - Se
está poniendo muy azul. Es un tono
bello de azul alrededor de los árboles.- Ahora
Nuestra Señora se adelanta. Ella
está de pie del lado izquierdo del asta de la bandera. Y allá a Su derecha - sería nuestra izquierda - está San
Miguel. Yo reconozco a San Miguel.
Esta vez El tiene puesta su falda corta.
Sin embargo, las faldas de Nuestra Señora parecen ondear más rápidamente,
y el viento las mueve. Oh, Nuestra
Señora ahora ha agarrado Su falda con Su mano derecha.
Nuestra Señora se adelanta. Ella
inclina Su cabeza muy tristemente.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, tengo gran tristeza en Mi Corazón. Nosotros
vemos gran discordia sobre vuestro mundo. Las
fuerzas del mal han conquistado a muchos.
“Es
triste, hija Mia, que tan pocos reconocen la voz de Nuestro Vicario.
Nosotros vimos que su voz también fue callada sobre estos terrenos
sagrados.
GRANDES
REVOLUCIONES EN LAS NACIONES
"Habrán grandes revoluciones en las naciones de vuestro mundo.
Unicamente unos pocos serán salvados en el conteo final. Las personas de
vuestro mundo ya han sido marcadas para su juicio."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora viene... Ella se desliza hacia el lado derecho del asta de la
bandera. San Miguel se une a
Nuestra Señora por el lado derecho del asta de la bandera.
San Miguel ahora señala hacia abajo con su lanza.
¡Oh!
San Miguel - "Guerra,
la más grande de las guerras vendrá sobre la humanidad por sus ofensas en
contra del Altísimo Señor Dios del Cielo y vuestro Creador.
Ningún hombre sobre la tierra quedará libre de esta aflicción."
Verónica - Ahora
veo - oh, veo una terrible guerra. ¡Oh!
¡Oh! Es una guerra rápida,
la explosión tan grande - una explosión destruye... veo un gran mapa y una
terrible explosión, y un país entero ha desaparecido.
Ahora
se pone muy oscuro, muy oscuro. Pero
Nuestra Señora está de pie a la derecha.
Ahora Ella se adelanta.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, el hombre ahora tiene que alejarse del mundo, que está en completo
control por satanás. Su reino será
corto, pero él trabaja día y noche. Sabe,
hija Mía, que él nunca duerme.
“Encontrarás,
hija Mía, que muchos te rechazarán a medida que las espinas sean más
numerosas. Sin embargo, sabe que
Nosotros hemos reunidos a los Nuestros a tu derredor, aquellos quienes están
destinados a venir a la victoria culminante y al establecimiento del Reino del
Padre sobre vuestra tierra.
“Perseverad,
llevad vuestros sacramentales; cuidad las almas de los que amáis. Mantened la Fe en los corazones de los que amáis.
No podéis tener el mundo, vuestro mundo sobre la tierra, y el Reino del
Cielo.
“Sabe,
hija Mía, que pasarás por gran persecución, persecución de los tuyos propios.
Comprenderás, hija Mía, con el tiempo, que el Padre ha puesto una gran
prueba sobre aquellos quienes El ha elegido para una misión especial.
“Hija
Mía, grita, grita desde los tejados: Vuestros hermanos y hermanas no deberán
dejar la Casa de Mi Hijo. Ellos están
juzgando, hija Mía, según las acciones del hombre.
El hombre, los hombres de vuestra tierra, no son más que las paredes de
la Iglesia de Mi Hijo. El es la
base. No huyas de El, sino consuélalo.
El está solitario, hija Mía. Las
puertas están cerradas con cerrojo."
Verónica - Ahora
veo una gran mesa en un - oh, un cuarto que se vé muy rústico.
Es bastante viejo. Ahora
alrededor de la mesa están algunos hombres. Oh, ellos todos (son) - oh, de edad
mediana o mayores. La mayoría de
ellos tiene barbas. Es más, todos
ellos tienen barbas. Ahora Jesús -
El parece ser más bajo de estatura que los otros.
Y ahora todos ellos están hablando.
Y Jesús es - oh, El está de pie ahora y extiende Su mano delante de El.
Ahora en Su mano hay un gran - oh, es un corazón, un corazón.
Jesús mira hacia abajo. El
está de pie detrás de una mesa muy grande.
Yo reconozco ahora-yo sé que los hombres con barbas son los Apóstoles
que están con El.
Jesús - "Sabe,
hija Mía, que el corazón del Sacrificio está en lo que llamas la Eucaristía.
Comeréis de Mi Cuerpo y beberéis de Mi Carne, o no tendréis la Luz
dentro de vosotros. No tendréis la Luz dentro de vosotros, y caeréis a las
tinieblas si no coméis de Mi Cuerpo y bebéis de Mi Carne[1]."
Verónica - ¡Oh,
la sangre! La sangre de Jesús-y la
sangre derrama de este corazón que El sostiene en Su mano.
¡Oh! Ahora veo en Su mano
que el corazón está rodeado de espinas. El
lo extiende y el corazón se agranda y se agranda y se agranda.
Ahora no puedo ver a Jesús detrás de él, pero puedo escuchar Su voz.
Y El dice:
Jesús - "Mira
este corazón, hija Mía, tan destrozado por los pecados y ofensas de la
humanidad. Mi Corazón está
adolorido. Mis manos están
ensangrentadas. Ansío ver sobre Mi
creación y estar lleno de gozo. ¿Quién
me confortará en Mi soledad?”
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro, y yo - yo veo a muchas, muchas personas reunidas juntas.
Ellas corren; ellas parecen estar huyendo.
Ellas huyen de figuras que parecen ser verdugos.
Y ahora escucho una voz recia; la voz dice, grita: "sangre
correrá por las calles."
Ahora
se pone claro, y Nuestra Señora se adelanta.
Ella sostiene enfrente de Ella Su bello Rosario blanco. Oh, el Rosario es tan bello.
Los Padrenuestros son dorados y las Avemarías son blancas.
Pero a medida que Nuestra Señora gira, un bello tono rosado emana de las
cuentas. Ahora Nuestra Señora las
sostiene enfrente de Ella.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, hazle saber al mundo que éstas son las cuentas de la salvación para la
humanidad."
Verónica - Ahora
Nuestra Señóra saca de Su lado (un Escapulario), y Ella sostiene un
Escapulario muy grande. Puedo ver
los cuadros sobre el Escapulario, porque el Escapulario es muy grande.
Nuestra Señora dice - Ella habla muy calladamente; Ella no suena tan
triste ahora como antes.
Nuestra Señora
– "No,
hija Mía, no estoy así de triste ya que tengo gran esperanza que con estas
cuentas de oración y esta promesa de sacrificio al Padre, Yo pueda obtener la
salvación de muchas almas que de otra manera estarían perdidas para Nosotros.
“Lleva
al mundo, hija Mía - reza por aquellos en la oscuridad - pero lleva al mundo el
conocimiento que todos tienen que pasar el velo y ser juzgados.
Tantos se han entregado al mundo, a los placeres de la carne.
Los placeres de la carne destruirán las almas y las arrojarán para
siempre al abismo.
“Madres,
¿qué será de vuestros hijos? Solamente
vosotras podéis salvar ahora a vuestros hijos.
Los líderes se han extraviado. Ellos
han esparcido a las ovejas. Reunid
a vuestros pequeños antes que ellos, también, se pierdan.
Fortificad sus almas en contra del mal a su derredor, colocándoles los
sacramentales sobre sus cuerpos. Porque
el cuerpo es el templo del Espíritu Santo adentro.
“Hija
Mía, las muchas oraciones, los muchos sacrificios han obtenido una postergación
para vuestro país y la humanidad. Pero
tan pronto olvidan ellos cuando el peligro ha amainado."
EL PAPA PAULO
VI
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro, y Nuestra Señora señala con Su dedo hacia el lado
izquierdo del asta de la bandera. Oh,
veo adentro de una habitación grande. Y
sentado en un escritorio puedo ver al Papa Paulo (VI).
El firma un papel. Ahora él
pone a un lado la pluma y va a un reclinatorio - él tiene un reclinatorio
delante de una imagen muy grande de Nuestra Señora.
¡Oh! El está - no
comprendo sus palabras. Ahora viene
Nuestra Señora, y Ella dice:
Nuestra Señora
- "Yo
las repetiré por tí, hija Mía. El
corazón de vuestro Vicario llora de la angustia: 'Madre Inmaculada, dadme la
fuerza de perseverar en los días venideros.
Me habéis hecho saber el camino de la cruz. Yo acepto la voluntad del Padre.'"
Verónica - Ahora
veo al Santo Padre inclinar su cabeza. Nuestra
Señra va al lado derecho del asta de la bandera, y Ella se inclina.
Y San Miguel está allí. Y
ahora detrás de ellos hay los más bellos ángeles jóvenes.
¡Oh, son bellos! Están
vestidos en colores del arco iris - oh, azules y rosados y amarillos.
Oh, hay más amarillo que azul. Ahora
Nuestra Señora sonríe.
Nuestra Señora
- "Reconoces,
hija Mía, que hay más amarillo que azul.
Sí, el Papado, vuestro Vicario es fortalecido en su conocimiento; sin
embargo, debes hacerlo saber a los obispos del mundo que la desobediencia a su
mando no será tolerada ya más por el Padre en el Cielo."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se acerca mucho.
Nuestra Señora
- "Tú,
hija Mia, debes retirarte a un mundo completo de oración, sacrificio.
“Estamos
muy complacidos con la reunión de almas amadas.
Un día todos sabréis cuántos, cuán grande fue el conteo de las almas
recuperadas de Lucifer por estos actos de amor y sacrificio.
“Yo
os prometo estar con vosotros hasta la Segunda Venida, el regreso de Mi Hijo en
glorioso triunfo sobre las grandes fuerzas del mal que ahora están
desenfrenadas en vuestro mundo.
“No
tengas miedo, hija Mía. Mira hacia
adelante con gran gozo en el conocimiento que el Padre tiene completo control
sobre Su adversario, satanás. El
Padre castiga a los que El ama. Conoce,
aprende el valor del sufrimiento, ya que es de esta manera que muchos escaparán
del Purgatorio.
“Os
aseguro, hija Mía, si el hombre pudiese ver el Purgatorio, él imploraría
encontrar - él buscaría en cada momento de su vida sobre la tierra, una manera
de purificarse por medio de la penitencia y el sufrimiento.
Los años son pocos sobre tu tierra; el tiempo más allá del velo es
eterno y sin fin.
“Muchos
ahora se han entregado a sí mismos al mundo.
Esto entristece mucho Nuestros corazones, porque el camino es ancho que
lleva a las tinieblas, y el camino iluminado es angosto.
No podéis regatear con vuestra alma.
UNA GRAN
MANIFESTACION CELESTIAL
"El Padre es todo misericordioso, y no desea que ninguno sea perdido;
sin embargo, muchos castigos serán enviados sobre la humanidad. Estos serán dispuestos con una gran manifestación
majestuosa del Padre. Y después de
ésto, hija Mía, si el hombre no reconoce los signos de sus tiempos, será
enviado sobre él la Bola de la Redención.
Los pocos con Fe han retenido este Aviso y Castigo.
Sin embargo, las balanzas tienen que ser equilibradas, ya que el tiempo
se acorta, hija Mía. Trabaja con
gran prisa; persevera en tu Misión. Acepta
la voluntad del Padre.
“Sabed
que en Su providencia, El es todo - conocedor y busca la redención de la
humanidad. El gran Castigo será un
bautismo de fuego sobre la humanidad. Oración,
expiación, y sacrificio - Mi voz ha llorado, ha implorado, ha suplicado para
que la humanidad regrese ahora de su camino, o reciba un justo castigo del
Padre.
“Vuestro
país, América, los Estados Unidos - Yo he prometido protegerlo y extender Mi
manto de amor sobre vosotros. Aún
ahora muchos conspiran y planean destronar a Mi Hijo y desecharme a un lado. ¡Qué tontera la de la humanidad de rechazar las gracias del
Padre que El os da con abundancia! Reunidlas,
hijos Míos, Yo os pido. Reunid
estas gracias ahora. Guardadlas
como a un tesoro y dadlas a vuestros hijos, porque grandes pruebas se acercan a
la humanidad.
“Vuestro
país, por sus muchas abominaciones y pecados de inmoralidad, no estará libre
del castigo. El ejemplo de los
maestros y el ejemplo de muchos padres de familia es pobre. Por lo tanto, qué gran medida será dispuesta a los padres
quienes abandonan a su hijo o hija al pecado, ¡qué medida de castigo será
dispuesta a ellos por el Padre!
“El
infierno rebalsará con las almas de aquellos quienes rechazan la palabra de
Dios y aceptan las palabras de satanás, a través de una humanidad caída.
“Sabe,
hija Mía, que los males en el mundo están en los corazones del hombre. Satanás no puede llegar a vosotros en su verdadera
naturaleza sobrenatural; él tiene que trabajar a través de la humanidad.
Reconoced ésto, y entonces podréis reconocer los rostros del mal a
vuestro derredor. Retirad a una
vida de oración, perseverad y seréis salvados.
“Ya,
hija Mía, muchas lágrimas están siendo derramadas por la pérdida de vida en
el mundo. Muchos vienen a Nosotros
sin estar preparados. El plan del
Padre debe seguir adelante, ya que es la separación de las ovejas de las cabras.
“Gracias
de curación y conversión serán dadas al pedirlas.
Nunca te canses, hija Mía, de buscar un alma por el mundo.
LA ORDEN DE SAN
MIGUEL EN LOS E.U.
"La Orden de San Miguel será establecida en los Estados Unidos.
“Miguel
es el guardián de la Casa de Mi Hijo. Miguel
será introducido en la Casa de Mi Hijo, o vuestro país caerá.
Las puertas cerrarán; persecución reinará en la Casa de Mi Hijo, y
todo lo que está podrido, caerá.
“Reza
mucho, hija Mía. Reza una
constante vigilia de oración - Rosarios de oración a través del mundo, eslabón
en eslabón, cuenta por cuenta, alma a alma a través de tu nación y del mundo.
Estáis viviendo ahora los días de prueba, y todos seréis probados y
recibiréis vuestra justa recompensa del Padre."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se vá hacia el árbol. Oh,
Ella sonríe tristemente. Y Ella
coloca Su mano enfrente de Ella y hay rayos que emanan de Su mano. Y los rayos ahora ascienden al cielo y bajan sobre las
personas. Ahora el cielo se abre,y
hay rayos que bajan del lado izquierdo del cielo, hasta la tierra.
Son bellos - azules con matices de amarillo, bellos rayos.
Ahora Nuestra Señora viene. Los
rayos todavía descienden del cielo. Y
Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora
- "Gracias,
hijos Míos, véis gracias en abundancia."
Verónica - Oh.
Nuestra Señora
- "Ahora,
hija Mía, puedes sentarte, porque habrán días de gran prueba por delante para
tí. Conserva tu energía.
Prescinde de muchos trabajos innecesarios mal comprendidos.
No tienes que ser sociable para ganar un alma. Mejor que reces, hija Mía.
Será el mejor agente para recobrar un alma.
“Está
segura, hija Mía, de no olvidarte de llamar a tus guardianes, y sabe que
Creazuus está contigo también. Sí,
hija Mía, un día comprenderás porqué. (Pausa)
Debes decirle a Mis hijos sobre la tierra que ellos no deben cesar en sus
oraciones por sus amigos, sus hermanos, sus hermanas quienes esperan con mucha
angustia ser liberados del Purgatorio."
Verónica - ¡Oh!
¡Oh! Estoy viendo - oh,
estoy viendo dentro de un muy, un muy profundo abismo, como un hoyo.
Parece ser un vacío, un gran espacio.
Puedo ver a muchas, muchas personas, muchas personas.
Ellas no están todas rojas y quemándose como las personas quienes
estaban en el gran hoyo negro. Pero
ellas son de un color naranja claro. Pero
veo que hay un hoyo más profundo, un hoyo más profundo debajo de ellos.
Ahora viene Nuestra Señora.
ESTADOS DEL
PURGATORIO
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, deseo revelarte un misterio de la
vida más allá del velo. No
hay solamente un lugar de purificación. No,
hija Mía, hay niveles para la purificación.
Muchos estarán aquí en el nivel más bajo hasta el fin de tu mundo,
solamente porque no hay alguien quien haga restitución al Padre por las ofensas
cometidas por estas almas mientras ellas estuvieron sobre la tierra.
“Sí,
hija Mía, hay muchos aquí quienes no tienen quien recen por ellos.
Ellos están indefensos mientras esperan. Un pensamiento, un recuerdo amable podría aliviar parte de
su sufrimiento. Solamente un
pensamiento amable, un recuerdo podría aliviar parte de su sufrimiento.
Muchos aquí han sido olvidados por los suyos propios.
“Yo
os digo ahora, hijos Míos, que mientras estéis sobre la tierra; cosecharéis
lo que habréis sembrado; por lo tanto, emplead vuestro tiempo sabiamente
reuniendo las gracias, gracias en abundancia ahora que están dentro de tu
alcance. Tenéis, mientras estéis sobre la tierra, un poder dado por
el Cielo de liberar a vuestros hermanos y hermanas. Rezad por ellos; haced sacrificios por ellos; liberadlos.
Y cuando lo hagáis, su poder será suficientemente grande para llevarlos
al Reino."
Verónica - Veo
también - Nuestra Señora ahora me toma de la mano.
Descendemos más abajo y pasamos a estas pobres personas.
Ellas nos pueden ver. ¡Oh! Oh,
estamos descendiendo, más abajo. Nuestra
Señora se refiere a él como el segundo nivel.
Y ahora veo - oh, hay muchos sacerdotes, muchos sacerdotes aquí.
Oh. Oh, y hay - hay obispos y cardenales también.
Los puedo reconocer. Ellos
sostienen sus caras en sus manos. ¡Oh!
Ahora Nuestra Señora se va hacia -"¡No me dejes aquí!" (Verónica
llora.) Ahora Nuestra Señora me
toma de la mano; estamos subiendo. "¡Sácame! Oh, no quiere ver."
Ahora Nuestra Señora señala hacia abajo.
Nuestra Señora
- "Ves,
hija Mía, el por qué te pido que solicites oraciones por vuestros sacerdotes.
Sin vuestras oraciones, muchos pasarán años, muchos años purificándose
en la segunda etapa."
Verónica - ¡Oh!
¡Oh! Ahora estamos por
encima, y estamos subiendo a la luz. ¡Oh!
Oh, siento como si hubiera salido de algún lugar donde me estaba
quemando. ¡Oh!
¡Oh! Oh, puedo respirar de
nuevo.
Nuestra Señora
- "Sí,
hija Mía, si tan sólo la humanidad pudiese ver más allá del velo.
Mis viajes a través de vuestro mundo no serían necesarios.
“Tengo
una gran noticia para tí. Aunque
tu país y el mundo tendrán gran Castigo, debes saber que existirás en el próximo
año de tiempo terrenal.
Durante ese año te será dada la oportunidad de ganar muchas gracias.
“La
misión de reconocimiento de estos terrenos sagrados irá adelante con gran
rapidez. Los números serán
incontables de quienes recibirán curaciones y conversión.
Toda gloria al Padre, el altísimo Señor Dios en el Cielo. Somete toda voluntad a Su providencia. Ves, hija Mía, aunque hay espinas, aún puedes llevar las
rosas. El poder del Cielo será
conocido a través de las rosas.
“Hija
Mía, lo harás saber a tus hermanos y hermanas de las boinas blancas, que ellos
Nos dan gran gozo en el Cielo. Valor,
perseverancia - Yo os prometo, hijos Míos, que entraréis al Reino.
Como habéis renunciado al mundo y habéis reconocido a Mi Hijo ante la
humanidad, sabed ahora que Mi Hijo os reconocerá ante el Padre.
“Ahora,
hija Mía, comprendes el significado de las rosas.
¡Mi hija...Teresa!"
Verónica - ¡Oh!
¡Oh! Nuestra Señora ahora
extiende Su mano. Oh, allí está
Santa Teresita. Santa Teresita.
¡Oh! ¡Oh!
¡Oh! Ahora Santa Teresita
viene hacia delante. No comprendo
en inglés... Oh, Santa Teresita está diciendo - puedo comprender.
Yo no conozco su idioma, pero puedo comrender lo que dice.
Santa Teresita
- "Mira
a la Reina del Cielo, la Rosa Mística. Debes saber ahora que reconocerás los pétalos
místicos de rosa. Ellos serán
enviados a través del mundo, ya que son instrumentos de curación y conversión.
“Verónica,
no estés afligida. Mis hermanas
han rehusado llevar sus faldas hasta el suelo.
Pronto ellas correrán a llevar sus faldas hasta el suelo.
Porque si no las llevan hasta el suelo, Verónica, su piel se quemará."
Verónica - ¡Oh!
Ahora Nuestra Señora inclina Su cabeza, y señala.
Nuestra Señora
- "Puedes
sentarte."
Verónica - Nuestra
Señora dijo que el Padre está muy disgustado por el ejemplo dado por muchos de
Sus dedicados. Los sacerdotes en la
Casa de Dios deberán vestirse y actuar como sacerdotes.
Las monjas en los conventos deberán conducirse no como señoritas tontas,
sino como pilastros de castidad.
FOTOGRAFIA DE
JACINTA (DEBERA) IR POR TODO EL MUNDO
Ahora veo venir - oh, una niña y un niño.
Oh, yo los conozco. Oh, son
Jacinta y Francisco. Y Nuestra Señora
está de pie allí, y Ella tiene puesta una túnica blanca con un borde dorado.
Y ahora Ella extiende Sus manos y los trae hacia delante, y (ellos) están
de pie enfrente de Nuestra Señora. Son
muy graciosos. Y ahora - oh, Jacinta hala - oh, el muchacho tiene un
sombrero sobre su cabeza, y ella se lo hala.
El sombrero se ve como una media, casi, y Jacinta se lo está halando.
Y ahora ella sostiene en su mano una fotografía.
Oh, es la fotografía de "Jacinta 1972."
Ahora
Jacinta enjuga sus ojos. ¡Oh! Y Nuestra Señora ve hacia abajo y habla con ella.
Nuestra Señora ahora dice que Jacinta está muy triste porque no se ha
hecho caso a su mensaje, y no ha sido aceptado.
Oh, la fotografía.
Nuestra Señora
- "Enviarás
la fotografía de nuevo alrededor del mundo."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se adelanta.
Nuestra Señora
- "No,
siéntate. El mundo, hija Mía,
rehusará las manifestaciones del Padre. Es
únicamente porque ellos han endurecido sus corazones y están permitidos por el
Padre, que estén cegados. Cuán
triste es saber que los que han sido dados el poder de obtener grandes gracias,
han escogido desecharlas. Rezad
mucho por ellos, hijos Míos, porque sin vuestras oraciones ellos nunca regresarán
al camino hacia el Reino.
“Ofrecerás,
hija Mía, una misa por la persona de quien te He hablado ahora. (Pausa) Ellos no
se durmieron. Mi Hijo ascendió en
plena vista. Sus amados no estaban
dormidos."
Verónica - Nuestra
Señora dice que hay mucho error en el mundo.
Los grandes Apóstoles de Jesús no se durmieron.
Ellos estaban bien, y completamente despiertos cuando vieron a Jesús
ascender al Cielo.
LA BIBLIA NO
DEBERA SER CAMBIADA
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, no olvides. Corregirás estos
errores al escribir la verdad del evangelio.
Irás adelante con la cruz en tu mano derecha y la Biblia - el Libro de
la Vida - en tu mano izquierda. Y
todos los que niegan este Libro no estarán en la Luz.
“Este
Libro no será re-escrito para satisfacer los antojos del hombre. Lo que el Espíritu Santo ha dicho no será cambiado.
Restaurad el Libro de la Vida a su lugar apropiado de verdad.
¡No cambiaréis vuestro mundo y las escrituras de los hombres quienes
fundaron la Casa de Mi Hijo, para satisfacer los antojos de la humanidad! La humanidad cambiará sus maneras para estar bajo la guía
del Padre y alcanzar el Reino para el cual él fue destinado.
“¡El
hombre no doblará la cruz de Mi Hijo, estableciendo al hombre como a un ídolo
para ser adorado! El hombre
doblegará su libre albedrío, y la someterá a la voluntad del Padre.
“Sí, hija Mía, encontrarás en los días venideros que a medida que luchas contra la marea que aumenta del mal, tú irás tres pasos adelante, y caerás un paso hacia atrás; irás cuatro pasos hacia adelante, y caerás dos hacia atrás. Pero luego tu paso aumentará. Perseverancia y oración.
"Una
vez que te hayas despojado, hija Mía, de todas las ataduras del mundo,
encontrarás que tu Misión tendrá menos espinas; sin embargo, no te sientas
confrontada, hija Mía. Un alma
puesta en el camino hacia la santificación siempre debe hacer su camino hacia
adelante, paso a paso, en la voluntad del Padre."
(Pausa)
Verónica - Todos
los que puedan, por favor arrodíllense, porque Jesús está aquí y El bendecirá
todos los sacramentales. Oh,
Nuestra Señora ahora desciende. ¡Oh,
la luz es tan brillante! Oh, y
Nuestra Señora ahora está vestida con Su manto blanco - es un manto que Le
cubre Su túnica. La túnica es de
color crema, pero Su manto es - oh, un blanco brillante con un adorno dorado. Oh, y ahora Nuestra Señora se ve mucho más joven.
Ella se ve - oh, ella se ve casi como una niña, oh, a la par de Jesús.
Oh, Nuestra Señora es un poco más baja de estatura que Jesús; Jesús
es bastante alto.
Jesús
viene y El tiene puesto Su manto rojo, y coloca el manto sobre Su brazo
izquierdo. Y Jesús sonríe. El es muy bello. Oh,
El - oh, ahora Jesús desciende, y mira a todo el alrededor.
Y señala hacia aquí, y dice:
Jesús - "No
olvides darle la rosa a Mi amado sacerdote."
Verónica - Allá
a la izquierda, allá. Dénsela.
Ahora Nuestra Señora dice - sí. Nuestra
Señora dice que él está allá, allá, Ella dice.
Ahora Nuestra Señora dice también - allá, hay dos monjas.
Pero Ella sí desearía que ellas vinieran vestidas completamente; sin
embargo, Ella sabe que ellas están vestidas de esa manera debido a que están
mal guiadas. No deberán tener
verguenza de aceptar Sus rosas, porque son dadas con gran amor - allá.
Ahora Jesús sonríe, y El extiende Su mano. El ahora extiende su Mano con Sus dedos levantados, así, y El hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús sonríe y ve hacia abajo. El
parece estar bastante divertido porque alguien parece estar - como "buscando
en la bolsa," El dice: "Eso
no es necesario" dice El, "Yo puedo ver muy bien dentro de los
paquetes." Y El eleva Su mano
otra vez, Jesús. El se acerca al
lado derecho, nuestro lado derecho del asta de la bandera - allá, de nuestro
lado derecho.
Ahora
Jesús ve hacia abajo, y eleva Su mano, pero El hace la señal de la Trinidad:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Y
Nuestra Señora también eleva Su gran crucifijo de Su Rosario; ahora Ella lo
extiende, así, oh, y - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Jesús
va hacia - El no camina. El se
desliza; solo flota. Y Nuestra Señora
está directamente detrás de El. Oh,
y San Miguel está de pie allá por los árboles con-oh, Santa Teresita y otras
tres monjas. Y ellas miran hacia
abajo. Y ahora Jesús viene a
nuestro lado izquierdo. El se ve
tan bello. La luz es tan brillante.
Nuestra Señora va hacia - detrás de El.
Jesús levanta Su mano, y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús se ha detenido allí, y El extiende ambas manos.
¡Oh! Hay rayos que
descienden de Sus manos. Ellos
pasan a través de los árboles aquí. Los
rayos son muy brillantes, muy brillantes.
Son blancos, pero son muy brillantes.
Y ahora ellos descienden por los árboles. Y luego veo llamas tremendas,
como - no las puedo sentir, no siento que queman, pero son luces naranjas, y
ellas ahora descienden. Provienen
del cielo arriba de la cabeza de Jesús. Oh,
y también caen como gotas de lluvia sobre el terreno aquí. Ahora Nuestra Señora sonríe y dice:
Nuestra Señora
- "Esto
te sorprende mucho, hija Mía."
Verónica - Ahora
Jesús y Nuestra Señora se acercan más al árbol - oh, y Ellos ven para abajo. Jesús extiende Su mano delante de Su rostro, y El hace la señal
de la cruz hacia abajo: En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Nuestra Señora y Jesús ascienden - oh, Ellos ascienden bastante rápidamente
y van hacia allá. Nuestra Señora
ha girado y Ella espera. Jesús va
delante de Ella, y Ellos se han detenido por
el asta de la bandera. Ahora Jesús
se adelanta.
Jesús - "Hija
Mía, Mi Madre ha pasado muchos años terrenales mientras ha pedido una
postergación para vuestra generación. Esta
os fue otorgada pero por un corto tiempo. Reunid
vuestras gracias y seguid la dirección de Mi Madre, como el Padre ha juzgado
que Ella os guíe durante esta oscuridad."
Verónica - Ahora
Jesús extiende Su mano: En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. Jesús va hacia, y
Nuestra Señora se hace a un lado; y Ella gira hacia El, y Jesús ahora se
inclina.
Jesús - "Estamos
complacidos, hija Mía, con las incontables almas que han respondido; sin
embargo, el paso de la Misión no deberá ser disminuido, porque siempre hay
otra alma que deberá ser recuperada.
“Os
bendigo, hijos Míos, y os envío el Espíritu Santo para guiaros en los días
oscuros por venir. Ninguno será
perdido a menos que sea de su propio libre albedrío.
“Oraciones,
expiación, y sacrificio deberán hacerse ahora por los pecados del hombre, y
los ángeles y santos claman desde el Cielo por una retribución sobre esta
generación perversa. Los pocos
quienes consuelan el triste corazón de Mi Madre no son muchos.
Yo digo pocos, porque ellos son contados entre los pocos.
“En
el plan del Padre, si hacéis necesario ir adelante y apurar el tiempo de este
plan, habrá mucho crujir de dientes, tristeza, y muchas lágrimas derramadas
sobre vuestro mundo. Escuchad
cuidadosamente y prestad atención a la dirección de la Reina del Cielo; ya que
no tomaréis Sus palabras a la ligera, sino que actuaréis sobre ellas o recibiréis
vuestro justo castigo.
“Os
bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Continuad, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación.
Muchas son necesitadas."
Verónica - En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. (Verónica recita El
Credo)
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Revised: February 03, 2010