Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
8
Junio 1974 - Víspera del Domingo de la Santísima Trinidad
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, tu corazón está apesadumbrado. Te
unes a Nosotros en Nuestro gran dolor. Una
gran oscuridad cubre el mundo; es una oscuridad del espíritu.
El camino que atravesarás será un camino lleno de espinas.
La cruz será pesada a medida que sigas el camino de Mi Hijo.
“La
batalla ruge con gran furor - la batalla por las almas humanas.
Satanás ha capturado a muchos y los ha establecido para traer a otros al
abismo. Las abominaciones siendo
cometidas en los corazones y las mentes de la raza humana no serán toleradas
por mucho más tiempo por el Padre. Mi
Hijo está siendo recrucificado por quienes El buscó recuperar para el Padre.
“Los
enemigos de vuestro Padre, el Padre de toda la Creación, Quien pronto enjuiciará
a la humanidad... El está grandemente ofendido por la manera en que el gran
Sacrificio está siendo realizado. El
Padre envió a Mi Hijo a vosotros como un gran Sacrificio, para abrir las
puertas del Cielo a una generación pecaminosa; sin embargo, este hecho ha sido
desechado y reemplazado por un conocimiento científico que ha venido de satanás.
El hombre en su arrogancia desecha la verdad y la Luz, a medida que entra
más a la oscuridad.
“Miguel
se ha puesto a sí mismo sobre las Casas de Mi Hijo.
El busca detener las abominaciones que están siendo cometidas en esas
Casas - Iglesias. ¡NO MASTICAREIS
A MI HIJO! ¡NO LO PROFANAREIS!
¡NO DESTROZAREIS SU IMAGEN! ¡Vosotros
Le daréis el HONOR que se le debe a VUESTRO DIOS!
“Aquellos
a quienes se les ha dado el liderazgo en la Casa de Mi Hijo un día estarán
ante el Padre, y ¿podrán ellos decir que su liderazgo ha sido justo ante Sus
ojos? ¿Estaréis delante de El y
diréis que vuestra enseñanza ha sido limpia de impurezas?
“Es
triste, hija Mía, pero cierto, que muchos se preocupan más en ser RECONOCIDOS
POR EL HOMBRE que en su salvación eterna.
“Hija
Mía, muchos voltean sus ojos y sus corazones de la verdad.
Ellos no se preocupan. ¡Amor!
La palabra amor, la escuchamos constantemente llegándonos - ¡amor!
Tan pocos conocen el verdadero significado del amor.
Tan pocos están dispuestos a sacrificar las cosas de este mundo de
vosotros, tan temporal en naturaleza. ¡Mejor
sería que almacenarais vuestros tesoros en el Cielo!
“Hay
una gran fuerza maligna, hija Mía, reuniéndose en vuestro mundo. Es la fuerza satánica del abismo. Satanás es el líder. Reconoce
los rostros del mal a tu derredor. Ellos no vendrán en su forma diabólica, hija Mía, ya que
ellos tienen que entrar en el cuerpo de un (ser) humano. Ellos harán la voluntad de satanás. Por sus frutos ellos eventualmente serán conocidos.
“No
seáis guiados lejos de la verdad. Vosotros
tenéis sólo una obligación - y ésta es para con vuestro Dios, no hacia el
hombre. Guiaréis vuestras almas en
el camino hacia el Reino del Cielo. Es
un camino angosto y no podéis regatear con satanás.
“Recuerda,
hija Mía, mantén el conocimiento de la Luz, la verdad en tu corazón, y
divulga este conocimiento a tus hermanos y hermanas.
Mi Hijo fue sacrificado por vosotros.
¿Cuántos habéis recordado esto?
“Hay,
hija Mía, muchos misterios de la Fe. No
te pueden ser dados a conocer completamente por el momento.
Mucho tiene que permanecer escondido, ya que entonces no sería sagrado,
hija Mía. Ninguna mente humana puede comprender o concebir el verdadero
significado de la existencia del Padre en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Está mucho más allá de la mente humana para comprender.
Este conocimiento será dado a todos cuando pasen el velo.
“Dálo
a conocer, hija Mía, al mundo, que no hay muerte para el alma.
El cuerpo humano será temporalmente separado del alma.
Al final de los tiempos, ambos serán reunidos para la glorificación del
Padre. El alma vivirá para siempre."
EL ASESINATO DE
LOS NO-NACIDOS
"El alma es puesta dentro del cuerpo en el momento de la concepción.
¡Nosotros aborrecemos, Nosotros no toleraremos los asesinatos de los no-nacidos!
La humanidad busca un terrible castigo mucho más de lo que su mente
humana o vista jamás pudiese concebir, por sus acciones en contra de la creación
del Padre. ¡ASESINOS!
Cómo vosotros rompéis los mandamientos del Padre: ¡NO MATAREIS!
¡Condenación, condenación eterna, será la suerte de todos quienes
toman parte en el asesinado de los no-nacidos!
¡Arrepentíos ahora de vuestros pecados!
Haced restitución al Padre, ¡porque seréis responsables por los
asesinatos de los no-nacidos! Hija
Mía -"
Verónica - Oh,
Nuestra Señora va hacia el asta de la bandera.
Ella se ve muy bella. Ella
está vestida en una túnica larga, blanca.
Tiene una banda azul en la cintura.
Y Nuestra Señora se ve muy joven. Ella
tiene un chal que va alrededor de Su cabeza hasta Sus pies.
Es más como un manto. Ahora
Nuestra Señora sonríe, pero es una sonrisa triste. Yo puedo sentir cuán triste está Nuestra Señora.
Nuestra Señora
- "Verdaderamente,
hija Mía, llueven lágrimas del Cielo. Recuerda,
te dije que iremos hacia adelante cinco (pasos) y regresaremos tres, pero
avanzaremos a cuatro. Esto es en
cuanto a la recuperación de las almas, hija Mía.
“Nosotros
lloramos, Nosotros pedimos muchas almas víctimas, víctimas quienes se entregarán
por la repatriación de sus hermanos y hermanas.
Solamente de esta manera muchos serán salvados.
Los números en el conteo final serán pocos, hija Mía, pocos cuando
piensas en los miles sobre tu tierra."
Verónica - Veo
ahora que el cielo se pone muy iluminado. Y
Nuestra Señora ahora señala hacia arriba al cielo, arriba de los árboles.
¡Oh! Arriba de los árboles
hay un tremendo estallido de fuego. Oh,
y veo - parece un mundo que gira. Es
una enorme bola, y está girando, pero viene a través del cielo muy rápidamente.
Y lanza estas llamas. Oh,
parecen llamas de gases, porque ellas, ellas no tienen ninguna profundidad en
ellas. Son muy transparentes.
Son vapores. Pero ahora a medida que la bola gira más rápidamente - ¡oh!
Rocas son lanzadas. ¡Oh, es
tan caliente! ¡Oh!
¡Oh! ¡Oh!
Oh. Oh.
Ahora
Nuestra Señora viene. La bola
retrocede; regresa al Cielo. Infunde
mucho miedo - es muy grande.
Nuestra
Señora se adelanta, y Ella lleva Su mano a Sus labios.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, no deseo asustarte, pero debo hacer que estés consciente de la terrible
catástrofe que sobrevendrá a la humanidad; a menos que tenga un cambio de
corazón en un futuro cercano. El
tiempo se acaba, hija Mía. Demasiados
pocos Me han escuchado. He vagado
por el mundo durante incontables años de tiempo terrenal, pero los corazones
han sido endurecidos y los oídos han sido ensordecidos.
Demasiados pocos han buscado aliviar este gran sufrimiento Mío, hija Mía.
Verdaderamente Soy la Madre de Grandes Dolores.
“Si
el Padre Me diese el poder, Yo os enviaría los cuadros de lo que ha de ser,
para que por medio de esta visión - sino a través del amor, por miedo al Padre
y a Su intervención - vosotros regresaríais a Nosotros.
“Demasiados,
hija Mía, estiman más el reconocimiento del hombre que del Padre y la vida
eterna en el Reino. Ellos siguen
como ovejas al matadero, al hombre."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora señala más allá del lado derecho del asta de la bandera y veo
ahora a San Miguel. Oh, él es muy
grande, muy bello. Oh, San Miguel
es más de lo que se podría describir.
Oh, él cubre todo el cielo, aunque no se ve fuera de proporción.
El es tremendo en tamaño. Su
rostro - no lo puedo describir porque no lo puedo ver muy bien. La luz es tan brillante.
Pero su cabello es metálico, rubio, como de oro, un como oro oscuro.
Pero no parece cabello humano; es metálico.
Ahora
San Miguel pone su lanza abajo a su lado en el - no se puede decir el piso - está
a la par de sus pies, pero está suspendida en el aire.
Y él señala hacia, y ahora detrás de él viene - oh, es - yo la
conozco. Oh, es Jacinta.
Jacinta, oh, y Francisco está con Ella.
Oh, ella se ve tan dulce. Pero
ella, también, se ve muy triste. "No." Oh, ella habla. No
puedo comprenderla.
Jacinta - "No,
Verónica, la fotografía, no fue aceptada.
Esto me da gran tristeza, pero un día será aceptada, así que no la
coloques en tus archivos, Verónica. Envía
la fotografía por todo el mundo. Tal
vez así la humanidad escuchará lo que Nuestra Señora me dijo que les dijera
cuando yo estuve sobre la tierra.
“A
mí, también, me pidió Nuestra Señora que diera un mensaje;
yo no comprendí todo lo que Nuestra Señora dijo, pero dí el mensaje.
Nuestra Señora me dijo que las monjas comenzarían a llevar modas que
ofenderían al Padre y a Nuestra Señora muchísimo, porque estas nuevas modas
fueron creadas por satanás para seducir a las almas."
Verónica - Ahora
Jacinta mira hacia arriba a San Miguel, y San Miguel inclina su cabeza, y
Nuestra Señora ahora viene. Ella
está de pie al lado izquierdo del asta de la bandera. Ella va hacia allá y está
de pie directamente detrás de Francisco. Jacinta
mira a Nuestra Señora y sonríe. Y
Nuestra Señora asiente con Su cabeza. Y
Jacinta ahora va a hablar.
Jacinta - "Sí,
yo traté de advertir a todos de lo que sucedería al mundo en el futuro.
Nuestra Señora dijo que el pequeño Padre (Papa) en Roma sufriría gran
persecución, pero que mucha de esta persecución vendría de los suyos propios,
aquellos en quienes él confiaba. Es
por eso que la fotografía te fue dada para enviar el mensaje a través del
mundo.
“Es
verdad que yo dí un mensaje final pero yo, tampoco, pude dar la fecha, únicamente
advertir al mundo que un gran Aviso vendría sobre la humanidad.
Será un gran cataclismo - Aviso, y luego habrá un gran Milagro, y después
de eso, si nada cambia, y el hombre continúa ofendiendo al Padre, El tendrá
que comenzar esta terrible prueba, porque habrá una gran Guerra y habrá un
gran Castigo."
Verónica - Ahora
Jacinta mira hacia arriba a Nuestra Señora, y Nuestra Señora señala con Su
mano. Jacinta va hacia el lado
izquierdo de San Miguel. Ahora San
Miguel viene hacia adelante. El ahora - la lanza que él tiene se ha ido al
cielo y la alcanza y la sostiene. Ahora
San Miguel apunta la lanza hacia abajo, y dice:
San Miguel - "Ya
que vuestra generación perversa ha escogido de su libre albedrío desechar las
advertencias del Cielo, vosotros en diversos lugares y en vuestro país, el una
vez Estados Unidos de bello espíritu, sufriréis gran prueba y os pondréis
sobre vuestras rodillas. ¡Lo que
estaba por suceder en el futuro será ahora!
La humanidad ahora determinará la fecha."
Verónica - Ahora
San Miguel retrocede y señala hacia el lado izquierdo del asta de la bandera, más
allá del lado izquierdo. Y veo -
oh, veo una lucha terrible, terrible - una guerra.
No creo que sea en los Estados Unidos, ya que las personas se ven como
Egipcias o Árabes y personas de piel oscura.
Y, sin embargo, a medida que - yo escucho el gran estallido de bombas.
Estoy viendo hacia arriba, y el cielo se pone muy iluminado.
Y veo a miles y miles de personas que marchan.
Pero se ven como chinos, o mongoles.
No, son, yo creo que son chinos. Son
asiáticos. Ellos marchan a través
de la tierra, y abordan alguna clase de transporte.
Van hacia el agua. Oh, es
una gran guerra. Oh.
Oh.
Ahora
viene San Miguel al lado izquierdo del asta de la bandera.
Y él ve hacia abajo.
San Miguel - "Hija
Mía, te hemos pedido que envíes la palabra a la humanidad que ella deberá
leer el Libro de la Vida, la Biblia, las palabras dadas a ella que cumplirán la
profecía de los últimos días, el Apocalipsis.
Estáis viviendo los días de las Revelaciones.
Leedlas y tened conocimiento, y no seréis tomados sin la Luz."
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Oh, Nuestra Señora
viene hacia adelante.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, qué más puedo Yo decirte sino implorarte que escuches a medida que
Nosotros suplicamos por vuestras oraciones, vuestros sacrificios - el Rosario,
vuestras cuentas de oración al Cielo - cuenta por cuenta, eslabón por eslabón,
vuestra armadura en contra de las fuerzas invasoras de satanás que ahora tienen
control completo de vuestro mundo. Sí,
hija Mía, grita desde los tejados. No
hay tiempo ahora para temer al hombre. Debes
ir adelante con la Luz. Llevad
vuestras candelas. Seréis los apóstoles
de los últimos días, candelas en la oscuridad.
“No,
hija Mía, no serás abandonada en la lucha.
Como te he dicho antes, lo repetiré de nuevo: Yo estaré aquí contigo,
con todos vosotros, hasta la Venida de Mi Hijo en la batalla final.
Gracias en abundancia serán dadas a través de las visitas a estos
terrenos sagrados, terrenos escogidos por el Padre. Gracias para curación y conversión, gracias para recuperar
las almas destinadas para el abismo. Cuántas
lágrimas serán derramadas por las madres quienes se han vuelto laxas en el
cuidado de sus hijos. No esperéis,
madres y padres, no esperéis que el liderazgo fuera de vuestras casas lleven a
vuestros hijos las aguas puras de la vida. ¡No! Las aguas
con las cuales ellos son alimentados ahora han sido saturadas con veneno.
Únicamente vosotros podéis cuidar las almas de vuestros hijos.
No los entreguéis a los agentes de satanás.
“Nutrid
vuestras almas con Mi Hijo, la Eucaristía, el Pan de la Vida.
La Eucaristía, el Sacrificio de Mi hijo por vosotros, es el alimento
necesario para vuestra alma. ¡No
participéis del cuerpo de Mi Hijo como si fuese una comida que podéis devorar
como animales!
“Hija
Mía, es triste, pero no debéis juzgar, no podéis juzgar el corazón.
Por lo tanto, rezaréis. Nosotros
conocemos la gran tristeza de tu corazón y de los corazones de quienes van
adelante a defender la Fe, pero no pasa desapercibido por el Padre.
Porque todos los que van hacia adelante con Mi Hijo serán reconocidos
por el Padre en el Cielo.
“Recuerda,
hija Mía. Grítalo desde los
tejados. ¡Mi Hijo está con
vosotros hasta el fin de vuestro tiempo! Es
verdaderamente Su Presencia, Su Verdadera Presencia, Su Divina Presencia, Su
Cuerpo y Su Sangre. ¡No lo tratéis
con irreverencia! ¡Doblad vuestras
rodillas; cubrid vuestras cabezas! ¡No
Lo mastiquéis!
“¿Quién
conoce la completa Divinidad? ¿Quién
puede reconocer este conocimiento? Satanás
ciega a muchos a este conocimiento. Rezad
por la Luz. Aceptaréis a Mi hijo
únicamente en la manera que se le debe a su Majestad, que se le debe a vuestro
Dios. Honrad a Mi Hijo. No Lo deshonréis ante la humanidad.
“Hija
Mía, preguntas por la infiltración satánica en tu país.
Por ahora no te preocuparás por nombres.
Es suficiente que compartas con el mundo el conocimiento que hay una
perpetración de adoración satánica que vosotros llamáis misa negra.
Los números que se unen a estas filas son incontables.
Ellos hacen honor al príncipe de las tinieblas, y ellos se han entregado
al príncipe de las tinieblas. Requiere
gran sacrificio, mucha oración, gran penitencia para traerlos de regreso de sus
vidas de oscuridad, vidas mundanas, hija Mía, porque sus almas ya están
muertas - muertas, no como vosotros conocéis la muerte del cuerpo humano, sino
del cuerpo espiritual, el alma, está muerta.
“Cualquier
hombre quien de su propio libre albedrío se ha entregado a sí mismo a la
adoración de satanás, está muerto para siempre, condenado para siempre a las
tinieblas, el tormento y el abismo. El
hombre no deberá experimentar, hija Mía, y buscar a estos agentes del infierno.
Ellos están a vuestro derredor, pero no podéis ganarlos uniéndoos a
ellos, ya que vosotros únicamente sois mortales.
Huid de cualquiera quien trae el conocimiento de tales atrocidades en
contra del Padre en el Cielo.
“Mantened
pensamientos puros y santos, hija Mía. Avisa
al mundo que el alma, el espejo del alma, son los ojos.
No es lo que entra, sino lo que desarrolla y sale que destruirá el alma.
Porque el poder de satanás es grande ahora.
Llevad vuestra armadura, vuestros sacramentales.
Os aseguro, hijos Míos, si desecháis esta armadura a un lado, estaréis
perdidos. Ellos se os dan por razón.
Solamente los agentes del infierno tratarán de refutar este hecho con
una razón, para capturar vuestra alma para satanás.
“En
los días venideros, hijos Míos, podéis esperar gran ridículo, podéis
esperar ser arrojados y echados a un lado, arrastrándoos bajo el talón del
opresor, pero sabed que aunque sois pequeños para el mundo, ¡seréis gigantes
en el Cielo! Porque cuando paséis,
hijos Míos, el velo, estaréis vestidos en prendas brillantes de luz, más
glorioso que lo que cualquier mente humana podría concebir.
Las glorias del Cielo - ¿qué (ser) humano podría experimentar esto sin
tener que pasar el velo? Hija Mía,
es por esto que aún hay mucho escondido para tí.
Tu cuerpo humano no podría sobrevivir el gran éxtasis, la gloria, de lo
que hay más allá del velo."
Verónica - Oh,
veo una tremenda, gran luz. Parece
ser, no es una - oh, va hacia el cielo, es como una luz en forma de cono. Es simplemente bella. Y
Nuestra Señora ahora está de pie. Ella
desciende más cerca. Por el asta de la bandera, Nuestra Señora está del lado
derecho, y Ella desciende ahora cerca del centro del asta de la bandera.
Y Ella señala hacia esta (luz) en forma de cono - no sé lo que es, es
como una luz. Y se hace más pequeña
en la punta a medida que se va al cielo. Nuestra
Señora dice - en una (voz) muy, tan calladamente - la voz es tan baja que
apenas la puedo escuchar.
Nuestra Señora
- "Observas,
hija Mía, el camino a la estrella más lejana.
El Cielo, el Reino del Padre, yace mucho más allá de la estrella más
lejana. Es un lugar de actualidad,
hija Mía. Sin embargo, el cuerpo
humano no puede entrar ya que es una fuerza que está más allá de vuestro
conocimiento humano para comprender. Es
una tierra del alma, la tierra del espíritu, el hogar del Padre y de todos
quienes permanecen fieles y verdaderos."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora viene. Ella va
hacia el lado derecho del asta de la bandera.
Ella toma Su Rosario. Nuestra
Señora tenía Su Rosario entrelazado en Su cinturón, y Ella lo extiende y hace
la señal de la cruz: En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y
Nuestra Señora está de frente ahora del lado izquierdo del asta de la bandera,
está de pie. Ella va hacia allá,
y está justo al lado derecho, pero de frente a la izquierda, y Ella levanta Su
bello crucifijo dorado: En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, te sentarás ahora hasta que venga Jesús, ya que El tiene un mensaje muy
urgente para tí." (Pausa)
Verónica - Por
favor, anuncien que todos se arrodillen. Jesús
ha estado aquí ahora por un ratito. Arrodíllense,
por favor. El está allá del lado
derecho del asta de la bandera.
Ahora
Jesús está de pie del lado derecho del asta de la bandera con Nuestra Señora.
El ha estado aquí por algún tiempo, pero El está viendo la exhibición
en el cielo. Ha habido una gran
exhibición. El movimiento de las
estrellas, pero no deberán asustarse porque Jesús puede hacer mucho más que
mover las estrellas.
Ahora
Jesús se adelanta. El ha estado de
pie con Nuestra Señora por algún tiempo allá por el árbol, entre el asta de
la bandera y el árbol. Ahora Jesús
sonríe. Y El tiene puesto un manto
de color borgoña. Y ahora El - la
túnica es de color crema, pero puedo ver que Jesús tiene sandalias puestas. Oh, son como de cuero marrón, como tiras en Sus pies.
Aunque son más como cuerdas; están retorcidas como cuerda.
Ahora
Jesús ve hacia abajo. El piensa
que es graciosa la manera en que yo lo explico, pero - oh, sí, Jesús viene con
Nuestra Señora. Nuestra Señora se
une a El. Ella está a Su lado
izquierdo, pero va hacia el lado derecho de Jesús.
Ella no camina; Nuestra Señora flota.
Ahora
Jesús cambia Su manto. Siempre
cuelga, pero debe ser pesado porque El lo pone sobre Su brazo izquierdo. Ahora Jesús pone Su mano enfrente de El, así:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Jesús dice:
Jesús - "Extenderéis
todos los sacramentales."
Verónica - Sin
embargo, no será necesario que los saquen de sus envolturas porque El puede ver
dentro de ellas. En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús viene hacia acá - El todavía está del lado derecho del asta de la
bandera. El está allí ahora y ve
hacia abajo, y El extiende Su mano, así. Oh,
hay rayos que emanan de las manos de Jesús otra vez.
Y vienen hacia, pasan por arriba de mi cabeza, y descienden más allá -
oh, Jesús dice - el Mensaje dice:
Jesús - "No
temáis por vuestros dedicados (religiosos) quienes han perdido su camino. Ellos, también, pueden ser recuperados con vuestras
oraciones y actos de sacrificio."
Verónica - Ahora
Jesús va hacia allá. El flota
hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.
El sonríe. Hace un poco de
viento porque Su cabello ondea. El
cabello de Jesús es bastante largo. Parece
ser marrón-rojizo, y ondea. Oh, El
tiene, Jesús tiene una barba corta. Oh,
está muy bien cuidada.
Y
Nuestra Señora está detrás de El ahora, y Ella viene hacia acá.
Ahora Nuestra Señora extiende Su crucifijo. Ella tiene un crucifijo dorado muy grande, y las cuentas son
blancas, no, son rosadas. Es difícil
ver su color. Son como blancas,
pero cuando Ella se mueve, tienen un resplandor rosado. Y los Padrenuestros son dorados.
Ahora Nuestra Señora eleva Su cruz, así, y Ella bendice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y
ahora Jesús mira hacia abajo; El sonríe.
El está justo cerca del centro entre el - del lado izquierdo del asta de
la bandera, pero El está de pie justo entre el poste y el árbol.
Y El ve hacia abajo ahora. El
extiende Su mano delante de El, así: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús
se eleva más alto, sólo flota. El
aire Lo lleva hacia arriba. El está
justo un poco más abajo de la punta del poste, y El está de pie allí ahora, y
extiende Su mano delante de El, así: Oh,
El hace la señal de la Trinidad: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús - "Habrán,
hijos Míos, gracias otorgadas entre vosotros, gracias para la conversión,
gracias para la curación, todo al ser pedidas.
Nada es imposible para el Padre. En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Verónica - Ahora
Jesús se va con Nuestra Señora. El
retrocede más hacia el cielo, pero, no, Jesús inclina Su cabeza.
El dice que El se va a quedar allí, y Nuestra Señora ahora está de pie
un poco enfrente de Jesús con San Miguel.
Y veo a la niña y al niño con Ella.
Oh, Jacinta y Francisco todavía están con Ella.
Y en todo alrededor de Nuestra Señora hay ahora - oh, las estrellas
destellan, simplemente brillan. Ellas
parecen encenderse y apagarse, exactamente como luces detrás de Nuestra Señora. Las estrellas se encienden y se apagan. Son tan brillantes
que se ven como diamantes. Hay un
grupo entero de ellas alrededor de la cabeza de Nuestra Señora, pero parece
haber un círculo de estrellas del arco iris todo alrededor de Nuestra Señora y
de Jacinta y Francisco. Se forman
todo alrededor de ellos. Es
simplemente bello. Son blancas
puras, o parecen fuego blanco. Es
tan bello. Ahora Nuestra Señora se
inclina.
Nuestra Señora
- "Continuad,
hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación. Muchas son dolorosamente necesitadas en estos tiempos.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén."
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Revised: February 03, 2010