Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
7
Septiembre 1974 - Víspera de la Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora
Verónica - El
cielo es muy oscuro pero ahora hay una luz que viene desde una gran distancia. Hace que el cielo se ponga - se vea como un enorme cuadro.
Veo
una casa muy pobre. "Adobe"
dice Nuestra Señora - adobe. Es la
casa en la cual Ella nació. Veo
una casa, un pequeño cuarto. La
casa consiste de dos cuartos, uno grande que tiene - debe de ser lo que nosotros
hoy en día llamamos una estufa. Está
hecha de rocas y está al lado izquierdo de la pared, y hay una vara de hierro,
una vara de metal - pienso que es de hierro - que cuelga de la parte superior
arriba de estos grupos de rocas, y hay un perol de metal - es una olla - que está
sentada entre las rocas, suspendida de esta vara de hierro que noto que está
sostenida en su lugar. Es casi como
una chimenea, sostenida por otras varas. Las
varas parecen estar colocadas entre dos paredes, y cuelgan sobre lo que debe de
ser el área de cocinar. Y a un
lado hacia la derecha, veo una mesa. Está
hecha de una pieza de madera que se ve muy tosca, y las patas son cruzadas -
diagonalmente cruzadas - y sostienen dos - cuatro piezas de madera, sostienen la
estructura de la mesa.
Ahora
sobre la mesa hay lienzos, noto, de tela que parece muselina.
Ahí está un hombre; él sale y cae de rodillas. Es un hombre mayor, con su cabeza inclinada, y cae de
rodillas ahora. Una voz lo llama y
él toma estas piezas de lino de la mesa y entra al cuarto pequeño que está
del lado izquierdo del cuarto grande.
¡Oh!
Hay una señora - oh, ella está acostada y hay dos mujeres con ella, y
ellas sostienen ahora, a, ¡oh! ¡es un bebé!
Hay dos mujeres ahí y sonríen y la mujer en la cama se ve muy cansada.
Ella es mayor, bastante mayor. Oh,
es obvio que ella acaba de dar a luz al bebé.
Ahora
todo alrededor de su cama hay un gran luz que brilla, y a la izquierda veo la
figura de dos - oh, son ángeles - enormes figuras a la izquierda de la cama.
Ahora la mujer en la cama, aunque está muy cansada, se ve muy feliz, muy
serena y contenta. Yo diría que su edad es cerca de cincuenta, o más - en sus
primeros cincuenta años. Y las dos
mujeres hablan en un idioma extranjero, pero sé lo que están diciendo:
Mujeres - "El
Señor os han dado este regalo para atesorar, ya que es el cumplimiento de la
profecía. Vuestra vida..."
Verónica - Oh,
la voz viene de los dos ángeles que están de pie - el sonido parece venir
simultáneamente de ellos dos. El
sonido de los dos que dice:
Angeles - "El
comienzo de una profecía. Vuestras
vidas están llenas de felicidad. El
comienzo de una profecía. El
cumplimiento del Padre."
Verónica - Ahora
el hombre - él tiene una barba - y es bastante mayor, ahora él carga el bulto.
Es un bebé muy pequeño, recién nacido, y él se sienta sobre una banca
de madera y las lágrimas ruedan por su rostro.
El llora y dice:
El Hombre -
"No soy digno de esta gran alegría, este regalo del Padre."
Verónica - Ahora
él sostiene el bebé muy cerca a él. Se
pone muy oscuro - no puedo ver mucho. No
puedo ver mucho ahora, se pone muy oscuro.
Del
lado izquierdo hay una gran luz que viene hacia abajo, hacia el centro del asta
de la bandera, del lado derecho. ¡Oh!
¡Es Nuestra Señora! Oh,
Nuestra Señora está vestida bellamente. Ella
está toda de blanco y alrededor de Su cabeza hay un bello círculo de estrellas.
¡Oh, Ella es tan bella! Ahora
Ella viene, Ella flota hacia abajo, justo arriba de la estatua de San Miguel y
arriba de los estandartes. Oh,
Ella se va a parar sobre el estandarte si se acerca más.
Oh, Nuestra Señora se ve muy delicada.
Ella se ve muy joven. Está
vestida toda de blanco y en el contorno de Su manto hay un adorno dorado de puro
oro, y un círculo de luz y diamantes brillan como estrellas arriba de Su cabeza.
Ahora
Nuestra Señora alcanza hacia Su lado, y oh, Ella tiene Su bello Rosario - el
que tiene las enormes cuentas blancas y los Padrenuestros dorados.
Ahora Nuestra Señora dice muy quedamente:
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, has sido testigo de Mi humilde nacimiento. Desde el tiempo de Mi arribo, Mis santos padres Me llevaron
al Templo."
Verónica - Nuestra
Señora va hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.
Ahora dos figuras descienden del cielo.
Oh, los puedo ver claramente ahora.
Oh, es... ¡Oh! Y dos siguen
detrás. Y Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora
- "Dos
generaciones, hija Mía, de bondad y profecía."
Verónica - Los
reconozco ahora. Es la familia de
Nuestra Señora. Son Su madre y
padre, San Joaquín y Santa Ana, y también Sus abuelos.
Oh, ellos se ven tan, tan felices. Y
Nuestra Señora señala hacia arriba, a ellos.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, el ejemplo - si tan sólo pudiésemos regresar a vuestro mundo el ejemplo
dado por todos los que han pasado al Reino.
“Las
páginas del Libro de la Vida dan vuelta demasiado rápido, hija Mía.
El mal está acelerando. Debes
hacer todo esfuerzo por aumentar las oraciones sobre la tierra.
Tienes que esperar encontrarte con mucha oposición, ya que las fuerzas
del mal son grandes.
“Te
he advertido en el pasado; Mi Hijo te ha advertido.
Ten cuidado de una fuerza del mal que rodea un santuario de pureza.
Ellos tratarán de detenerte con toda astucia y engaño.
Llama a tus guardianes, los arcángeles, y a Tusazeri a menudo.
Reza por la Luz, hija Mía, reza por la Luz.
“Las
fotografías dadas a tí deben ser examinadas con mucho cuidado.
Son dadas por un motivo. Debo
advertirte, hija Mía, no revelar todo lo que está escondido dentro de ellas.
Debes emplear prudencia en este asunto.
“El
Mensaje que viene del Cielo, hija Mía, es para toda la humanidad, ya que cuando
el Aviso y el Castigo os lleguen, será toda la humanidad la que sentirá sus
efectos. Muchos morirán en la gran
llama de la Bola de la Redención. Rezad
mucho para que aquellos quienes se ríen y desechan Mi advertencia, sean sacados
de la oscuridad a tiempo para salvar sus almas.
“Debes
apresurarte, hija Mía, ya que el tiempo se acorta, para avisar a Nuestro clero
que ellos no deben seguir el plan de satanás.
Hay un gran engaño enviado sobre ellos.
En los rangos de Nuestro clero y en los cuerpos gobernantes de las Casas
de Mi Hijo, hay muchos quienes han caído a satanás.
¿Puedo Yo negar esta verdad y permitiros que vayáis como ovejas al
matadero? ¡No, hijos Míos!
Mi voz clama desde vuestros terrenos sagrados.
Yo he sido enviada a través del mundo como una Mediadora entre Dios y la
humanidad. Yo he sido echada de
muchos lugares. Mi voz no ha
llegado lejos; sin embargo, hijos Míos, el despertar será pronto y será un día
y noche tristes para muchos.
“Muchos
siguen porque son mal guiados, hija Mía. Cuando
les sea dado el conocimiento de la verdad y la ceguera sea removida, ellos,
también, saldrán a la Luz. Rezad
mucho, ya que con la oración muchas almas serán recuperadas.
Estas oraciones no deben ser sin actos de sacrificio y obras.
¿De qué sirven buenas palabras sin obras?
Estas palabras, hija Mía, a menos que sean llevadas a la humanidad, serán
como poner carne sobre la tumba de un hombre muerto.
“El
miedo, hija Mía, no hay nada que temer. Enfréntate
al miedo, y desaparecerá.
“Yo
he pedido muchas veces que los líderes en las Casas de Mi Hijo vigilen
cuidadosamente a los que ellos tienen a su cargo.
Ha entrado sobre ellos un engaño. No
debéis ser absorbidos dentro de los brazos del pulpo de aquellos quienes buscan
destruir la Casa de Mi Hijo - ¡Su Iglesia!
Os llegan como ángeles de luz, con palabras endulsadas y sus actos de
piedad que son superficiales; sin embargo, adentro, encontraréis el corazón
ennegrecido y la mala intención.
“Hay
muchos ahora - agentes de satanás. Ellos
estaban, hija Mía, en las sinagogas de Mi tiempo y ellos, ahora, están en las
sinagogas de tu tiempo. Sin
embargo, ellos no son verdaderos hombres de Dios; por lo tanto, ¡Yo la llamaré
las sinagogas de satanás! ¡Ellos
no honran a su Dios! ¡Ellos se han
establecido a sí mismos para honrar al hombre!
¡Dios no tiene ningún lugar en sus vidas!
¡El hombre no será una criatura para adorar!
“Separaos
de estas sociedades secretas! No seáis
engañados por sus palabras endulsadas de humanismo y modernismo, hermandad y
amor - amor, amor. Tantas palabras
de amor que escuchamos, y ¡qué cosechan sino odio y asesinato! ¡Por sus frutos serán conocidos!
“Muchos
se han unido a estas sociedades no conociendo su verdadero propósito. Investigad, no seáis mal guiados por la riqueza que se os
ofrece en bienes materiales y entretenimiento mundano. Escarbad profundamente dentro de la realidad de su existencia
y conoced que ellos buscan vuestra destrucción desde adentro.
“Es
por debajo del dolor al pecado y orden del Padre en el Cielo de excomulgar a
todos los que entran a las sociedades secretas de las sinagogas de satanás - ¡los
hijos de satanás!
“No
comprendes enteramente, hija Mía, Mis palabras.
El mundo como fue creado por el Padre, era para ser un lugar de bondad y
un paraíso, pero vuestros primeros padre y madre pecaron contra el Padre y
tuvieron, entonces, que forjar su vida sobre la tierra en una constante batalla
contra los enemigos del Padre, para hacer su camino de regreso al Reino del
Cielo.
“Mi
Hijo está siempre presente en la Eucaristía y los tabernáculos del mundo.
Si continuáis sobre vuestro curso actual, estos tabernáculos os serán
removidos de entre vosotros. Rezad,
rezad mucho para que recibáis la Luz de conocer el camino que está siendo
pavimentado para vuestra nación y el mundo.
“Los
hijos de Dios se enfrentarán a esclavitud por los enemigos de Dios, conocido en
vuestro mundo como el Cristianismo, a menos que recéis y llevéis el estandarte
de Fieles y Verdaderos a Dios el Padre.
“Hijos
Míos, os imploro como una madre; ¡no Me neguéis esta oportunidad de
alcanzaros removiéndome de entre vosotros!
Yo he venido para dirigiros para que muchas almas destinadas para el
abismo puedan ser recuperadas. Hemos
visto con corazones gozosos la recuperación de muchos, y Hemos visto con
corazones entristecidos, a medida que muchos caen al abismo.
“La
muerte será cosa común en vuestro mundo.
Muchos hijos serán removidos de entre vosotros.
Los agentes del infierno se multiplicarán.
Rezad, porque la oración es el arma más grande que os ha sido dada
ahora para remover este mal de entre vosotros.
“Hija
Mía, los avisos fueron dados en vuestra pasada vida terrenal por muchos, ya que
el espíritu de la verdad había sido dado a muchos para dejaros con estos
recuerdos - pero estas palabras de verdad y los pergaminos sobre los cuales
fueron escritas están siendo eliminados de entre vosotros, ¡y reemplazados por
los escritos del infierno! Yo
repito `infierno' ya que, hija Mía, no escuchamos la palabra siendo repetida a
menudo. El infierno y el Purgatorio
y el Reino de Dios - ¿por qué habéis olvidado estas palabras? ¡Los enemigos de Dios han hecho bien su trabajo entre
vosotros! ¡Salid de la oscuridad!
“Nada
está oculto al Padre. El ve dentro
de los corazones de todos. Sabed
que el Reino del Cielo espera a todos, pero ninguno entrará a menos que él se
arrepienta de sus pecados y haga restitución por los daños (hechos) a la
humanidad. Os digo estas palabras,
hijos Míos, para que las repitáis a los que tienen el poder de dañar y
destruir.
“¡Pastores,
pastores del rebaño! Limpiad
vuestra casa ahora mientras tenéis el tiempo, porque una Casa en oscuridad, una
Iglesia en oscuridad, ¡lleva una banda de muerte a su derredor! ¡Todo lo que está podrido, caerá! ¡Despertad de vuestro sueño!
Quitaos la ceguera de vuestros ojos y seguid la verdad dada a vosotros en
vuestra vocación. ¡Tenéis únicamente
una respuesta! ¡Cambiad vuestro
curso actual de destrucción! ¡Reconoced
las caras del mal al derredor vuestro! Satanás
tiene muchas caras y agentes. Ellos
vendrán en forma humana para destruir. La astucia y la destreza de satanás, no hay límites que él
no empleará para reclamar un alma."
Verónica - ¡Oh!
Veo - oh, ¡el hedor! ¡El
hedor es tan horrible! Veo un pozo
profundo y es verdadero, ¡está quemando!
¡Las paredes son naranjas y está ardiendo!
¡Oh! Oh, y veo a estas
horribles criaturas; están prendidas de los lados de las rocas.
Algunas tienen alas sobre ellos con horrible - se ven casi humanos -
medio humanos, medio animales pero tienen orejas puntiagudas y... oh!
Por favor, Madre Santísima, ¡sácame de aquí!
¡Oh! Tienen pies que se ven como garras y brazos con pelo, pero
ellos, también, los dedos tienen uñas largas; son como garfios, y tienen las más
horribles expresiones sonrientes en sus rostros.
Ahora
veo cuerpos de seres humanos cayendo - cayendo.
A medida que caen ellos comienzan a brillar.
Brillan como un brillo de color naranja - y gritan: "¡Auxilio!
¡Misericordia! ¡Misericordia! ¡Demasiado
tarde! ¡Demasiado tarde!"
¡Oh! ¡Oh! Y
veo que caen tan rápidamente! No sé
de dónde caen. Ellos parecen como
lluvia - (que caen) casi del cielo al pozo.
Y veo - ¡oh! ¡Veo algunos
sacerdotes! ¡Oh!
¡Oh! Y veo que uno tiene -
¡oh!, un sombrero de cardenal sobre su cabeza, y hay tres - ahora puedo
contarlos - son tres, tienen mitras sobre sus cabezas.
¡Oh! ¡Es tan horrible!
¡El calor es tan grande, y el hedor!
Siento como si me quemara... ¡oh, Madre Santísima!
Ahora estoy subiendo. El
aire es más claro; no es tan pesado. ¡Oh!
¡Oh! Ahora se pone más
claro. ¡Oh, estoy tan contenta!
¡Oh!
Nuestra Señora
- "Hija
Mía."
Verónica - Nuestra
Madre Santísima ahora me lleva - siento que estoy toda cubierta con sudor.
El calor - ¡es tan grande! Ahora Nuestra Señora me mira tristemente y
luego se va hacia el lado derecho del asta de la bandera.
Puedo ver el pozo negro ahora. ¡Oh!
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, has visto las pobres almas de los perdidos para siempre en la eternidad.
Ven conmigo, hija Mía, y mira."
Verónica - ¡Oh!
Ahora estoy viendo hacia abajo a otro pozo.
Es como si la tierra misma se estuviera abriendo y veo un lugar muy
oscuro, pero es claro en la parte de arriba.
Pero estamos descendiendo más y veo a personas que brillan también.
Pero ahora, abajo, muy abajo dentro del hoyo, veo - es como un vacío y
veo a personas sentadas allí. Algunas
son de color naranja, otras solo comienzan a ponerse de color naranja.
Y lloran. Puedo escuchar
palabras; todas están en gran angustia y escucho a dos - creo que se están
hablando el uno al otro: "Oh,
si tan solo pudiéramos regresar y contar.
Si tan solo pudiéramos revelar a los de la tierra lo que ahora estamos
viviendo."
Ahora Nuestra Señora toma mi mano. Estamos simplemente flotando. Estamos simplemente flotando alrededor de este gran pozo.
Nuestra Señora
- "Ves,
hija Mía, el lugar de espera, el lugar de purificación.
Muy pocos escapan de la espera."
Verónica - ¡Es
el Purgatorio! Parecen haber varios
niveles a medida que veo hacia abajo. En
la parte de arriba - el lugar donde preferiría estar de pie si Nuestra Señora
me dejara - un poquito más arriba, no es la sensación terrible de angustia.
No es tan terrible aquí, Nuestra Señora.
Es más claro, y más claro.
Nuestra Señora
- "Eso,
hija Mía, es porque el alma humana conoce que está próxima su liberación.
Verónica - Ahora
Nuestra Señora toma mi mano y flotamos hacia arriba, arriba y Nuestra Señora
señala arriba al cielo. Oh, y hay
una bella luz grande en el cielo.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, éso es donde toda la humanidad debiese luchar por alcanzar.
Más allá de la estrella más lejana hay una eternidad de felicidad con
el Padre en el Reino del Cielo.
“¿Vale
la pena, hija Mía, que cualquier hombre tome la decisión de vida sobre la
tierra - tan corta en años, una vida ofensiva al Padre, que él - luego - no
pueda entrar al Reino de Dios? ¿Cambiaréis
vuestras vidas por ganancia mundana y los pocos años cortos de placer - la
destrucción de vuestra alma sobre la tierra?
“Mis
lágrimas son muchas, hija Mía, porque tan pocos buscan la verdad y tantos
quitan esta verdad de entre vosotros.
“Creed,
creed, hijos Míos, y se os dará el camino.
Buscad y encontraréis. Pedid
y se os dará; sin embargo, debéis, hijos Míos, querer venir a Nosotros. Ningún amor puede ser forzado sobre vosotros.
“Yo
he pedido que estos terrenos sean consagrados para la recuperación de almas.
Yo he pedido que el clero, a quien se le ha dado este deber sagrado al
Padre, conserve estos terrenos sagrados como un santuario, un centro de expiación.
La balanza para tu nación y tu estado, hija Mía, descansa en las
oraciones que Nos llegan de tu país y del mundo.
“Los
enemigos del Padre han trabajado bien para removerme, hijos Míos, de entre
vosotros. Mantened las imágenes,
las estatuas en vuestros hogares. Recuperad
los Antiguos Testamentos y libros que han sido desechados a los fuegos y
destruidos, y reemplazados con las obras de satanás.
Leed estos buenos libros de antaño a vuestros hijos.
Mantened la Fe en los corazones de los que amáis, porque encontraréis
que satanás enviará a sus agentes a vuestras puertas.
Cuidad vuestras familias con los sacramentales que se os han dado.
Rezad una constante vigilia de oración, hijos Míos.
No os puedo advertir lo suficiente.
Mi voz se debilita. Mis años
en tiempo terrenal se acortan. Llego
a vosotros, Mis brazos llenos de gracias - gracias al ser pedidas, gracias en
abundancia, gracias para curación y conversión.
“La
vida eterna es la recompensa para los que se mantengan firmes en la Fe y
defiendan a Mi Hijo. Vuestros
cuerpos terrenales serán consignados al polvo; por lo tanto, ¿por qué os
importan más los placeres de la carme y la vida de vuestros cuerpos terrenales,
cuando podéis ganar el Reino del Cielo con un sacrificio corto, hija Mía?
“Te
repito, hija Mía, y escucha bien y medita sobre Mis palabras: la humanidad
tiene ahora que cambiar su curso. La
verdad, la luz es tenue a través de tu mundo.
Los agentes de satanás buscarán tratar de remover de entre vosotros
vuestra religión de verdad.
“He
dicho antes, hija Mía, y lo repetiré de nuevo:
encontraréis al mundo envuelto no sólo en una guerra mundial de la
carne, sino en una del espíritu - una guerra de religión.
Todos llevaréis el estandarte `Fieles y Verdaderos', sabiendo que la
victoria final estará con Mi Hijo. ¡Cuán
tontos son los que piensan que se establecerán a sí mismo por encima del
Padre, su Creador! ¿No han
aprendido su lección del pasado? Lucifer
y sus agentes - ¡ellos fueron echados del Reino!
¿Creéis que entraréis cuando neguéis al Padre sobre la tierra?
¡No! ¡Reclamaréis vuestra
justa recompensa con satanás en su reino!
El infierno - una eternidad del infierno espera a todos los que profanan
y niegan la existencia del Padre en Mi Hijo y en el Espíritu Santo.
“La
compasión, hija Mía, pronto será una palabra desconocida.
Misericordia y bondad, éso, también, desaparecerá a medida que la
iniquidad aumentará a tan grandes extremos que la humanidad se encerrará para
escapar de ella.
“Yo
digo que la compasión y la misericordia desaparecerán ya que muchos emplearán
esas palabras únicamente como palabras para ganar su verdadera causa, la
destrucción de un alma humana.
“Reza
mucho, hija Mía, persevera en tu Misión.
El Mensaje del Cielo llegará a través del mundo.
Emplea la palabra común a tu naturaleza humana - la Revelación.
Los días apocalípticos están sobre vosotros.
Todos debéis leer el Libro de la Vida.
No aceptéis impresiones después del año 1965, ya que si lo hacéis,
debéis rezar por la Luz para que no seáis engañados.
“Ahora,
hija Mía, siéntate y espera a Mi Hijo."
(Pausa)
Verónica - Letras
salen del cielo ahora. Hay grandes
letras: "PERSECUCION DEL CUERPO MISTICO".
Está escrito: "PERSECUCION DEL CUERPO MISTICO DE CRISTO.
¡DEMONIO 6 ESTA SIENDO LIBERADO!"
Nuestra Señora
- "Habrán
muchos entre vosotros quienes clamarán ser el Cristo. Recordad, hijos Míos, que Mi Hijo regresará únicamente de
la manera como El se fué, como El ascendió a los Cielos. El vendrá, regresará, descendiendo de los Cielos con los ejércitos
del Cielo detrás de El. ¡No aceptéis
a ninguno quien se pase a sí mismo ante vosotros como el Cristo, el Dios
viviente! ¡Rechazad a estas
criaturas del infierno en forma humana! Rechazadlas
aunque os lleguen con grandes poderes de satanás.
Número 6 - ¡cuidado con el anticristo entre vosotros!
Número 6! El fomentará la
Tercera Guerra Mundial, la gran guerra de destrucción a la humanidad.
¡Una guerra a la que nunca se le ha encontrado una secuela sobre la
humanidad! ¡Una guerra de destruccíon
tan grande que países desaparecerán en fracción de segundos!
¡Tan grande será el poder del 6 que él comenzará esta guerra!
“El
Padre mira, hija Mía. ¡El hombre
se lleva a sí mismo sobre el camino de su propia destrucción!
Satanás ha engañado a la humanidad y ha puesto en sus manos los medios
para su propia destrucción - no sólo de su alma eterna, sino de su cuerpo
humano. Muchos cuerpos serán
quemados, dejando los huesos expuestos."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora se adelanta y levanta Su mano.
¡Oh! Ella tiene Su gran
crucifijo dorado en el final de Su Rosario y lo levanta y hace la señal de la
cruz: "En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo."
Nuestra Señora
- "Continuad,
hijos Míos, con vuestras oraciones."
(Pausa)
“Hija
Mía, deseo aclarar ésto contigo. Cuando
te hablo de estas sociedades secretas, conoce que hay muchas ahora. El número es mucho más grande que lo que sabes ha entrado
en ellas. Algunos van ya que
piensan que han alcanzado un lugar de respeto.
Muchos han sido bautizados, destinados para el Reino del Padre; sin
embargo, adviérteles, hija Mía, que están en gran peligro de perder este
precioso regalo. Reconoced un engaño
dentro de estas sociedades. Ellos
hacen mucho bien, pero lo malo, el verdadero propósito debajo de este bien, es
abominable, ya que buscan remover de entre vosotros, a Dios el Padre, y todo el
conocimeinto de Su Ser.
“Lo
más triste, hija Mía, es que este gran ejército de satanás busca destruir la
Iglesia de Mi Hijo y empleará a sus propios miembros para tratar de destruir;
sin embargo, la base es Mi Hijo. Nunca
será destruida, pero las paredes pueden desmoronarse, y el número de almas
perdidas estará contado en los muchos ya que ¡solamente unos pocos serán
salvados!
“¿Qué
ganáis, hijos Míos, si ganáis el mundo entero y perdéis vuestra alma?
¡Pensad, meditad, salvad vuestra alma y las almas de los que amáis!
“Muchos
han desechado, y se les dará la oportunidad de hacer una recuperación, hija Mía.
Es por ésto que tú has visto y sentido Mis lágrimas cayendo sobre la
humanidad.
“El
Padre castigará a los que El ama. Muchos
regresarán en esta pena. Sabed que
la Bola de la Redención es una realidad que vendrá sobre vuestro mundo. La Bola de la Redención se acerca.
“Recordad
el poder de la oración. Entrad y
estad con Mi Hijo en los tabernáculos a través de vuestro mundo.
El está solo. Las puertas
están cerradas. Muchos Lo reciben
con deshonor en sus corazones. Muchos
hacen que Nosotros volteemos nuestros rostros de verguenza, hija Mía, porque
las profanaciones que se hacen dentro de las Casas de Mi Hijo son muchas.
“Una
gran porción, una gran medida de responsabilidad descansa en los padres de
familia para la salvación de las almas de sus hijos.
“Perseverad,
hija Mía e hijos Míos, en los días venideros.
“Los
agentes de satanás han ganado control en los medios de comunicación mayores de
vuestra nación. La gran águila ha
sido desplumada. No se levantará
de nuevo a menos que un milagro mayor de regreso al Padre, regreso a la Fe, sea
logrado.
“Hija
Mía, atrancarás tus puertas a todos menos a tu familia inmediata y
trabajadores de más confianza. No
te puedo advertir lo suficiente. Escucha
Mis palabras, hija Mía. Nunca
dudes del Mensaje del Cielo porque tú estás cuidada por los ángeles, pero
tienes libre albedrío, y tristemente, hija Mía, si no sigues las direcciones
que se te dan, debes aceptar las consecuencias."
Verónica - Ahora
veo que atraviesan el cielo - oh, los caballos.
Hay un caballo blanco y un caballo rojo - extraños colores para caballos,
blanco y rojo. Están galopando.
Oh, van muy rápidamente a través del cielo y ahora hay un caballo negro.
¡Oh! Y a la par del caballo
negro hay un gran - parece un signo de interrogación - un signo de interrogación
a la par del caballo negro. Ahora
contiguo al signo de interrogación, hay una muy extraña figura que viene de -
parece un puño cerrado. Parece
como alguien que sacude su puño, así. Directamente
contiguo al signo de interrogación, hay una hoz y una gran mano, pero la mano
es negra y azul - como una mano negra - y está sostenida, así. No sé lo que significa, Madre Santísima.
Nuestra Señora
- "Lo
entenderás, hija Mía, en el futuro.
“Sí,
hija Mía, ellos han puesto un precio sobre tu cabeza; sin embargo, no temas ya
que tienes tu armadura."
Verónica - No,
no tengo miedo. ¡Sólo estoy
asustada!
Nuestra Señora
- "No
hay nada, hija Mía, que tú debas temer. Todo
lo que debes de temer son los ataques de satanás y su seducción de almas.
Recuerda Mis palabras a tí antes - tu familia es el mundo.
Como mensajera del Cielo, tu familia es el mundo, el mundo de seres
humanos. Es una gran tarea pero hay
muchos contigo. La palabra de Dios
irá por todo el mundo, y luego vendrá la oscuridad.
“El
conocimiento más grande, hija Mía, es la victoria final y reinado de Mi Hijo
sobre la tierra. Habrán grandes
pruebas. Muchos caerán a la orilla,
no pudiendo cargar sus cruces. Muchos
escogerán el camino fácil. Pero
mantened un curso firme, ya que Mi Hijo está en el timón.
Sabe, hija Mía, que la Barca de Pedro zozobra, pero Mi Hijo está en el
timón. Los que están dormidos
tienen que ser despertados. Reza
para que los que están en la oscuridad puedan entrar a la Luz, hija Mía."
Verónica - Ahora
se pone muy oscuro. Nuestra Señora
se va hacia el lado derecho del asta de la bandera por los árboles.
Nuestra Señora
- "No
estés alarmada, hija Mía. Yo no
me voy. Yo estaré aquí ahora
hasta que venga Mi Hijo."
Verónica - Y
arriba - ahora Nuestra Señora señala hacia arriba.
¡Oh! San Miguel está de
pie justo arriba de Nuestra Señora por los árboles al lado derecho. El sostiene la balanza en su mano - en su mano derecha - y él
tiene una gran lanza en su mano izquierda.
El está de pie arriba de Nuestra Señora y a la par de él hay un hombre
- un hombre mayor. ¡Oh!
El tiene puestas bellas túnicas y noto que tiene una tiara sobre su
cabeza. El debe de ser un Papa.
El se ve muy amable y sacude su cabeza.
El es un Papa. ¡Oh! Oh, arriba de él ahora está escrito: "Pío X", y
él asiente su cabeza. ¿El Papa Pío
X? ¡Oh!
San Papa Pío X
- "Yo
reconocí, hija Mía, los males que vendrían sobre el mundo.
Buscad el conocimiento que os he dejado.
Yo, también, fuí iluminado por el Espíritu Santo.
Leed bien la herencia de verdad que os he dejado.
¡El modernismo tiene que ser borrado de vuestro mundo!"
Verónica - Ahora
viene San Miguel. El está de pie
arriba del asta de la bandera y ve hacia abajo.
El se ve bastante serio.
San Miguel - "¡ESCUCHAD
MIS PALABRAS, OH, HOMBRE DE PECADO! ¡NO
MANCILLEIS NI DIFAMEIS A LA MADRE DE DIOS, LA MUJER DE VIRTUD Y PUREZA, A QUIEN
BUSCAIS DESTRONAR DE SU LUGAR ENTRE VOSOTROS!
¡VENGANZA, LOS SANTOS CLAMAN POR VENGANZA! ¡POR CUANTO TIEMPO SOBREVIVIREIS A LA BOLA DE LA REDENCION!"
Verónica - ¡Oh!
Oh, allí - arriba en el cielo - está esa gran cosa, una bola de fuego.
Parece otro sol gigante. ¡Oh!
Parece un sol gigante - ¡es tan grande!
¡Y gira! ¡Hay dos soles!
¡Parecen dos soles! Son
casi del mismo tamño. ¡Oh!
El de la izquierda está girando, aunque va hacia el otro.
¡Oh! ¡Oh!
Parecen dos soles en el cielo. ¡Son
tremendos! La bola de la izquierda,
viene muy rápidamente. Es una bola
completa de fuego y despide como colas de gases, creo, vapores, porque no son sólidos.
Son como llamas y humo y vapores. ¡Oh! ¡Oh!
Y
ahora se pone muy oscuro. Y Nuestra
Señora ahora se adelanta. La luz
es muy brillante sobre Nuestra Señora por los árboles.
¡Ella se vé tan bella! Ahora
Nuestra Señora señala que me siente.
Nuestra Señora
- "Continúa ahora y únete a las oraciones, hija Mía,
ya que muchas son necesitadas." (Pausa)
Verónica - Las
oraciones deberán continuar ya que Jesús está del lado derecho del asta de la
bandera. ¡Bello!
El sonríe. El tiene puesta
una túnica de color borgoña, pero ahora Jesús toca Sus labios.
No puedo hablar ahora.
Jesús – “Harás
saber al mundo que aquellos quienes Yo he elegido para ser los pastores de Mi
rebaño, sufrirán mucho en los días venideros; sin embargo, ellos deben guiar
por la luz a los que no tienen entrenamiento terrenal, ya que Mi sacerdocio ha
dado el conocimiento de la verdad. Ellos
deben vivir esta vida. Ellos no
deben entregarse a sí mismos al mundo, ya que en los tiempos actuales, hijos Míos,
Mis Casas sobre la tierra están siendo abiertas para todos los agentes del
infierno. ¡Debéis limpiar Mi Casa
ahora, o tendréis que cerrar vuestras puertas!
“No
os uniréis con las fuerzas del mal. No
seáis engañados. ¡No comprometeréis
la Fe!"
Verónica - Jesús
ahora desciende. El mira hacia abajo a las personas y ahora Jesús viene hacia
acá y está de pie por el lado izquierdo del asta de la bandera.
El desciende y está de pie arriba del estandarte de San Miguel.
Ahora
Jesús está vestido como Lo describí antes, pero El no quería que las
oraciones fueran interrumpidas. Jesús
tiene puesta una túnica de color borgoña.
Es una capa exterior y El está descalzo.
Puedo ver la gran herida - son casi como heridas - parece que la luz
brilla sobre ellas, y puedo ver las terribles heridas en Sus pies, directamente
en el empeine. La de Su pie
izquierdo parece estar más cerca a Sus dedos.
Se ven muy, muy dolorosas.
Ahora
extiende Su mano enfrente de El, así, y Su mano - los dedos los junta, así,
los tres dedos - y ahora El extiende su mano y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús gira y sonríe, y extiende Sus manos, así, y las luces emanan de Sus
manos. Son muy, muy brillantes.
Oh, ¡son tan brillantes! Puedo
ver los rayos, son luces extremadamente blancas, muy brillantes, que bajan ahora
sobre los terrenos. Y Jesús sonríe
ahora y las luces son muy brillantes.
Jesús - "Fortaleza
y entereza. Fortaleza y entereza."
Verónica - Jesús
repitió dos veces: Fortaleza y entereza.
Jesús - "Piedad
y Castidad. Piedad y Castidad."
Verónica - Ahora
Jesús se eleva más alto arriba del estandarte de San Miguel.
Y viene ahora al lado derecho del asta de la bandera.
El sonríe. Jesús se vé
muy sereno. Toda sensación - tanto
gozo y paz - me sobreviene que, oh, hay... no lo puedo explicar.
Jesús - "Hija
Mía, no hay manera humana en que tú pudieras explicar los misterios del Cielo."
Verónica - Ahora
Jesús sonríe y El baja Su mano, y rayos vienen hacia abajo sobre el lado
derecho. ¡Oh, son tan brillantes!
No puedo verlos, ¡son tan brillantes!
Oh, trato de contarlos, cuántos rayos, cuántos hay: uno, dos, tres,
cuatro, cinco, seis, siete rayos - son bellos.
Van directamente hacia abajo a los terrenos.
Ahora casi se tornan rosados, sobre los terrenos, y cruzan hacia, atrás,
atrás, atrás por los árboles y a la calle.
¡Oh! Y parecen estar
simplemente desintegrándose; están como evaporándose y Jesús, ahora, coloca
Sus manos hacia abajo y extiende Su mano. El
está viendo hacia abajo y hace, con sus tres dedos juntos, la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Jesús - "Os
bendigo, hijos Míos, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Continuad con vuestras oraciones de expiación.
“Fortaleza
y entereza; perseverad en la oración; actos de sacrificio serán necesitados en
los días venideros. No sigáis las
maneras de la humanidad. La verdad
os ha sido dada. Vivid en la Luz.
No echéis vuestras almas a las tinieblas."
Verónica - En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
Ahora Jesús flota hacia arriba. ¡Oh!
El flota hacia arriba, arriba, arriba al... El está casi en la punta del
asta de la bandera. Y Nuestra Señora ahora viene de detrás de los árboles.
Y Nuestra Señora está de pie contiguo a Jesús.
Nuestra Señora Le llega a Su hombro - un poquito debajo de Su hombro.
Y, ¡oh! La luz es tan
brillante a Su alrededor. ¡Bello!
Ahora Jesús se inclina.
Jesús - "Continuad
con vuestras buenas oraciones, hijos Míos."
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Revised: February 03, 2010