Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
1 Febrero 1975
- Víspera
de la Presentación de Nuestro Señor
Verónica - ... asta de la bandera. La luz viene de una cruz muy grande. Es una cruz que está muy iluminada en blanco.
No, alrededor de los bordes
de la cruz, hay distintos colores de anaranjado y rojo.
Son unos rayos de color de apariencia muy poderosa.
Ahora
la cruz parece esta flotando en el aire - como que viene hacia nosotros, y se
vuelve más grande. Cubre todo el
cielo. Ahora escucho una voz.
No puedo ver quien es, pero la voz dice:
"Observa hija Mía, el gran signo del Hijo del Hombre."
Verónica - Ahora del lado izquierdo, un poco hacia la derecha del
árbol, veo... ¡oh, es San Miguel! Lo
reconozco. Pero tiene puesta una túnica
muy larga, una bella túnica blanca. Está
muy floja alrededor de su cintura. Pero
está descalzo; no tiene sandalias
en sus pies. Ahora San Miguel señala
hacia su izquierda - que está a nuestra derecha.
San Miguel - "Repite después de mí: -
Los pecados del hombre, el mayor de los pecados que sale del corazón del
hombre, impondrá sobre el mundo una gran prueba severa de sufrimiento.
Sabed ahora que habéis rechazado, como mayoría, las palabras de
advertencia de la Reina del Cielo. Como
tal, se os enviará un gran Castigo. Ya
se han dado muchas advertencias para despertar a la humanidad, las cuales han
pasado desapercibidas."
ÁFRICA HA DE CAER AL ANTICRISTO
Verónica - Ahora San Miguel señala con su mano hacia más allá
de la enorme cruz. Ahora la cruz
empieza a desvanecerse, y veo un gran mapa.
Y San Miguel señala. Es África;
reconozco el mapa.
San Miguel - "Observa el curso de la historia, hija mía.
Este país caerá a las fuerzas del mal y se entregará al reino de lo
que has escogido llamar el Anticristo."
Verónica - Ahora San Miguel regresa muy alto en el cielo.
El flota. El no camina;
es como si el aire lo llevara directamente de regreso a las nubes. Su voz es ahora mucho más suave de lo que era antes.
San Miguel - "Espera, hija mía, a la Reina del Cielo."
Verónica - ¡Oh! Ahora
Nuestra Señora desciende. ¡Oh!
San Miguel está detrás de Ella, pero también veo con él a Santa
Teresita. Oh, oh, Santa Teresita y
su hermana. Reconozco a su hermana
- oh, Celina.- Ahora
Nuestra
Señora desciende. Oh, qué bella
se ve Nuestra Señora. ¡Oh!
Nuestra Señora está vestida con la túnica blanca más bella.
Su capa es azul, y tiene un borde de oro en todo el contorno.
Es muy bella. Y Nuestra Señora
tiene sobre Su cabeza una pequeña corona, un círculo de oro, con pequeñas
estrellas como diamantes en la parte exterior de la corona.
¡Oh, es simplemente bella! Ahora
Nuestra Señora tiene una banda azul alrededor de Su cintura.
Oh, y en Sus pies... Sus pies se ven tan bellos.
Tan sólo puedo ver la parte superior de Sus dedos, aquí, y Ella tiene
puestas las sandalias doradas más bellas, y una rosa dorada en cada sandalia.
¡Oh!
“La
voz de Nuestra Señora, ahora... Ella tiene una voz muy bella.
Es como- la voz de Nuestra Señora es como un susurro.
Es suave, y sin embargo, parece vibrar.
Nuestra Señora - "Hija Mía, continuarás dando el Mensaje del
Cielo. Debes retirarte en más
oración silente. Te he preparado
para el camino venidero. Será un
camino de gran persecución.
“Las
fuerzas del mal están reunidas en contra de Mi trabajo, hija Mía; sin embargo,
sabrás que éste es el metro para la salvación de las almas.
Si no fuese así, te lo diría. Los
sufrimientos de Mis hijos, quienes llevan sus candelas, tienen gran valor para
la repatriación de las almas.
“Mucho
debe permaneceros oculto en este momento, hija Mía. Leerás las fotografías muy cuidadosamente.
Te he aconsejado en el pasado para que no especules sobre la fecha.
No será necesario especular, porque te aseguro, hija Mía, que cuando
deba hacerse saber la palabra, no habrá duda.
Os pido que continuéis preparándoos para los días venideros.
“Debéis
incrementar vuestras oraciones por vuestro Vicario. El ahora es prisionero entre los suyos. Los rostros del mal son muchos a su derredor.
Ellos se desfilan, hija Mía, como ángeles de luz.
“Hija
Mía, debes seguir Mi consejo o quedarás sujeta a mucho sufrimiento.- Debes
esperar, hija Mía, recibir una gran persecución.
“Las
gracias son dadas en abundancia, pero sólo si se piden.
No se pueden otorgar gracias a corazones cerrados.
“He
pedido a Mis hijos que se pongan de pie sobre estos terrenos como bastiones de
Fe.
“A
menos que continúen las oraciones, hija Mía, una gran atrocidad será cometida
en tu ciudad: asesinatos, fornicación,
abominaciones en la Casa de Dios, hermano contra hermano, hermana contra hermana,
madre contra hijos - ¡tan grande
será el mal atrincherado en los corazones del hombre!
“Sería
mejor, hija Mía, si te confinaras a tu hogar con menos tiempo en tu teléfono.
También puede ser un instrumento para satanás.
“Tienes
que aceptar la voluntad del Padre, hija Mía.
NINGUNA CARNE SERÁ SALVADA
"Me preguntas, hija Mía, ¿por qué fluyen Mis lágrimas?
¡Ven Conmigo y mira!"
Verónica - ¡Oh! Yo...
veo.. yo... ¡nunca he visto a tantas personas muertas!
Nuestra Señora - "Hombre contra hombre, nación contra nación.
Ninguna carne será salvada."
Verónica - ¡Oh! ¡Veo
una gran, terrible guerra! Veo...
parece como un hongo, una explosión tremenda, ¡y todo se desaparece! ¡Oh!
Nuestra Señora - "Satanás, hija Mía, tendrá su mano sobre el
detonador."
Verónica - Nuestra Señora señala hacia allá, y Ella va... y
Ella señala hacia allá... Es como si estuviéramos viendo sobre un gran cuerpo
de agua. Y ahora está la tierra, y
veo a muchas personas. Están
vestidas en uniformes. Las
reconozco, y sobre sus gorros - es como una estrella roja.
Son, son uniformes de ejército. Nuestra
Señora... Oh, ya sé... Oh, es Rusia.
Nuestra Señora - "Vez, hija Mía, no hay suficientes oraciones
para detener el mal. A menos que
recéis ahora más por la conversión de Rusia, una gran guerra estará sobre
vuestra tierra.
“El
socializar, hija Mía, no le valdrá nada a la humanidad, porque el hombre que
no es de Dios el Padre, su palabra no será la verdad. No hay honor sin vuestro Dios.
Promesas, promesas, pacto sobre pacto - ¡sin una sola palabra de verdad
en ellos!
EL ENEMIGO SE MOVERÁ DESDE ADENTRO
"Hija Mía, ¡apresúrate a dar a conocer la palabra!
Mucho mal se planea en contra de tu gloriosa tierra.
¡Apresúrate! ¡Difunde la
palabra! Vosotros como nación estáis
siendo engañados. Hay enemigos a
todo vuestro derredor, esperando. Ellos
planean moverse desde adentro. Rezad
una constante vigilia de oración. No
tenéis ni un momento que perder.
“Hija
Mía, escucho tu corazón. No
comprendes las maneras del Padre. El
hombre se ha trazado su propio curso y él cosechará sus abominaciones.
“No
te apenes, hija Mía, con lo que ves. Es
la humanidad quien se ha colocado sobre este camino. Todos los que están bien de espíritu no tendrán que temer.
No es que Yo traiga temor a
vuestros corazones. Vengo como Madre, una Madre de gran pesar.
El futuro se me ha dado a conocer, y ¡oh, hija Mía, tantos morirán en
la llama de la Bola de la Redención! Preparaos
hijos Míos; ¡preparaos!
¡No hagáis a un lado Mi voz! Vengo
como vuestra Madre. Preparaos,
porque la Bola de la Redención se aproxima.
“No
te llevaré de nuevo, hija Mía, a ver la Bola.
La visión ya ha mermado tus fuerzas.
Es por eso que prometí, hija Mía, que los seis días de sufrimiento no
serán para ti.- Mantendrás una
constante vigilia de oración, hija Mía. Cierra
con llave tus puertas a todos menos a tus amigos cercanos y a tus trabajadores.
“Usad
vuestros sacramentales, hijos Míos. Os
son dados con una razón. No es
suficiente con lo que podéis guardar vuestras almas inmortales en aquellos días
oscuros que están delante de vosotros.
“Os
he pedido en el pasado, hijos Míos, que leáis el Libro de la Vida, la Biblia.
Será una fuente de gran fortaleza y conocimiento para vosotros.
Si sabéis las cosas, no caeréis en error.
El error ha entrado en la Casa de Mi Hijo por que, los representantes de
Mi Hijo, el clero, se han entregado al mundo.
Ellos deben regresar a la vida de oración y dedicación del espíritu.
Nuestras ovejas se mueren de inanición.
LA CIENCIA HA REEMPLAZADO A LO SOBRENATURAL
"El mundo de lo sobrenatural ha sido arrojado a un lado por un mundo
de ciencia. ¡Cuán tonta la humanidad de colocarse por encima de su Dios
y Creador! El hombre de ciencia siempre busca pero nunca encuentra la verdad.
¡Orgullo, arrogancia, ateísmo! ¿Qué,
hijos Míos, ha sido desarrollado dentro de vuestra nación que os dé un menor
castigo que aquel planeado por el Padre? ¿Cuántas
almas víctimas se han establecido para la expatriación de vuestro país? Hija mía, los números
están entre los pocos.
“Debo
deciros ahora que todos los que permanecen con Mi Hijo llevarán la cruz.
Sin embargo, sabed que la victoria está con Mi Hijo, porque satanás y
el infierno caerán.
“El
estado de la Casa de Mi Hijo es temporal. Está
en el plan del Padre que las ovejas serán separadas de las cabras.
Todo lo que está podrido caerá. Una
Casa, una Iglesia en la oscuridad lleva una banda de muerte a su derredor. Las aguas puras deben nutrir las flores."
Verónica - Nuestra Señora quiere decir las almas.
Nuestra Señora - "En estos grandes días de la batalla de los espíritus,
hija Mía, emergerán muchos santos.
“Los
Míos, hija Mía, me conocerán.
“Muchos,
hija Mía, han rechazado Mi Mensaje. Muchos
han rechazado las fotografías. ¿Por
qué? El Padre ve dentro de sus corazones. Muchos los rechazarán, porque si fuesen aceptados, hija Mía,
tendrían que cambiar su manera de ser. Y
muchos no desean cambiar, tanto aman su pecado.
“El
pecado, hija Mía, se ha vuelto una manera de vida en tu país y en el mundo.
“Los
hijos son las víctimas de sus mayores. Padres
de familia, cuidad a vuestros hijos bien, o fluirán vuestras lágrimas.
¡Así como sembráis, así cosecharéis!
“Se
te dará, hija Mía, mucha ayuda en
los días venideros. Ve hacia
adelante con tu Misión con perseverancia y gran confianza.
Acepta la voluntad del Padre. Entrégate
completamente con confianza a Él.
“Serán
dadas muchas manifestaciones de lo sobrenatural a Mis hijos: curaciones y
conversiones - curaciones del espíritu y curaciones del cuerpo.
“El
Espíritu de la verdad no ha sido extinguido de vuestro mundo.
Buscad y se os dará el camino. Creed
y se os dará el camino.
“La
Fe se ha debilitado, hija Mía, en tu tierra.
Ahora, hija Mía voy por tu tierra.
Muchos encenderán sus candelas Conmigo; sin embargo, hija Mía, en el
conteo final sólo unos pocos serán salvados.
“Te
pido, hija Mía, que retengas tu manera de vestir. Pronto, todos los que Me siguen por medio del ejemplo serán
conocidos por su manera de vestir. Los
del mundo se vestirán como del mundo, y aquellos del espíritu se esconderán
de los ojos del hombre.
“Ahora
satanás rige vuestro mundo. Camina
como un lobo hambriento entre vosotros. Vuestra
libre voluntad es ahora vuestro equilibrio.
La recompensa es grande para todos aquellos quienes están con Mi Hijo en
este conflicto.
“Tenéis
tan solo dos destinos finales: Cielo
e infierno. Sabed que satanás
tratará de remover la realidad de la existencia de su reino, el infierno, entre
vosotros. Si hace una farsa su
existencia entre vosotros, os engañará tanto que pecaréis y os retiraréis
del Espíritu de la Luz. Y cuando
os retiréis del Espíritu de la Luz, también os retiráis de la vida eterna en
el Reino de vuestro Padre, el todopoderoso Dios en el Cielo.
NO DEBÉIS BAJAR LAS NORMAS
"Hay un gran medio de restauración de la Casa de Mi Hijo.
Es una manera sencilla pero dará fruto.
Nuestro clero debe regresar a una vida de oración.
No reuniréis vuestras ovejas caminando entre ellas y bajando vuestras
normas.
“La
base para la Casa de Mi Hijo siempre ha sido firme. ¡No usaréis vuestro rango en la Casa de Mi Hijo para gastar
poco a poco las paredes! ¡Vais como roedores perforando en la base de la Casa
de Mi Hijo! No necesito nombraros por nombres, hijos Míos. Vosotros quienes usáis los sombreros rojos y los sombreros púrpuras
- ¡vosotros sabéis a quien les hablo! ¿Cuándo
vais a desechar de la oscuridad de vuestros corazones?
Restaurad la Casa de Mi Hijo a su base apropiada;
¡de lo contrario recibiréis la espada! ¡Muchas mitras caen al infierno!"
Verónica - ¡Oh! ¡Oh!
Nuestra Señora señala hacia allí, y veo... yo... ¡oh, veo obispos!
Sé que son obispos. No
conozco el rango, pero puedo saber por sus sombreros, ellos son obispos.
Ahora hay dos... Están de pie... Y a medida que observo, todo se vuelve
negro. Todo el color es drenado de
sus mitras, y sus capas que eran doradas y moradas, ¡ahora están negras!
¡Negras! ¡Oh! Y ahora, a medida que observo, veo que este agujero se
abre más. Y ahora ellos se van
entre el mismo, y ven hacia abajo, y se tiran entre el agujero.
Nuestra Señora - "El abismo, hija Mía."
Verónica - Nuestra Señora dijo el abismo.
¡Oh!
Nuestra Señora - "Tienes razón para estar alterada, hija Mía.
No son sólo ellos los que ingresan."
Verónica - Y ahora veo hacia allá- Nuestra Señora está señalando,
y es como... de uno en uno, y de dos en dos, y de tres en tres... veo una fila
entera, llena de personas que siguen, y ellas entran en el lugar en donde estos
obispos estaban de pie. Y a medida
que entran también se vuelven de color negro, muy oscuros - tal como si fueran
destruidos en la oscuridad. ¡Como
si la misma oscuridad los envolviera y destruyera sus cuerpos!
Nuestra
Señora señala hacia allá.
Nuestra Señora - "Sus cuerpos no, sus cuerpos humanos no, hija Mía
- sus almas eternas. ¡Condenadas
para siempre al abismo! Muchas
mitras están llevando ahora a sus ovejas dentro del abismo."
Verónica - ¡Oh!
LOS MÁS GRANDES ATAQUES SOBRE LA JERARQUÍA
Nuestra Señora - "Reza, hija Mía; reza mucho, porque ahora los más grandes ataques están
sobre vuestra jerarquía. ¡Mala
dirección, engaño, mal guía! ¡Oh,
hija Mía, realmente soy la Madre de las angustias!"
Verónica - Ahora se pone mucho más claro.
Es como si viniera la luz del día.
La oscuridad fue tan grande. Oh,
hubo oscuridad cuando estuve de pie allí.-
Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora - "Sí. Explica,
hija Mía, para que el hombre sepa cuán profunda es la oscuridad en tu mundo."
Verónica - Fue, caminar hacia la oscuridad... fue como caminar
hacia la misma muerte, pero una muerte negra - una muerte sin ninguna luz, una
muerte sofocante, una muerte asfixiante; y
la lucha para poder regresar, dice Nuestra Señora, conlleva a la confusión,
engaño y ninguna luz.
Nuestra Señora - "Hija
Mía e hijos Míos, permaneceréis con Mi Hijo en la Eucaristía.
Él está con vosotros - Su Cuerpo, Su Sangre - Él está con vosotros en
todos los tabernáculos del mundo."
Verónica - Ahora Nuestra Señora coloca Sus manos delante de Ella,
así.
Nuestra Señora - "Os ruego, hijos Míos, ¡no dejéis que Mi Hijo
sea prisionero en Su Casa! ¡Él está solo!
¿No vendréis a consolarlo?
“¡No
juzguéis la Casa de Mi Hijo por las maneras del hombre! La base permanece allí,
aún cuando las paredes se desmoronan. Rezad
y esperad pacientemente, y esperad que la mano de Mi Hijo restaure a vuestro
mundo.
“En
verdad no puedo prometeros paz en este momento, porque no habrá paz.
Ahora es un punto casi, hija Mía, de no retorno.
El milagro que ahora buscáis debe ser una regresión completa y total en
las maneras de la humanidad. Es el
único factor que detendrá que la Bola de la Redención os llegue.
“Rezad,
hijos Míos, una constante vigilia de oración.
Seréis consolados durante vuestros momentos de prueba, porque el Padre
os envía el Espíritu. Aparecerá
delante de vuestros propios ojos, y compartiréis en las glorias del Cielo, ya
que nada es imposible para el Padre.
“Ningún
mal será triunfante para siempre. El
Padre convertirá todo el mal en bien.
“Recuerda,
hija Mía, como te dirigí anteriormente, cuando te pongas fatigada, te retirarás
calladamente y Nos hablarás con tu corazón.
No serán necesarias palabras practicadas. Puedes hablarnos con tu corazón."
Verónica - Ahora Nuestra Señora eleva Su Rosario.
Ella tiene el más bello Rosario. Es
blanco, y tiene los Padrenuestros dorados.
Y ahora Nuestra Señora toma el crucifijo, así, y lo sostiene delante de
Ella y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Y
ahora Nuestra Señora gira hacia Su derecha.
Y Ella ahora sonríe, y extiende Su crucifijo, así:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Oh,
ahora Nuestra Señora va hacia... ¡oh! Oh, Ella se adelanta... oh, y ve hacia
abajo. Ella extiende Su mano, así,
con el crucifijo: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
detrás de Nuestra Señora, hay una gran luz, y - ¡oh! Oh, puedo ver a Santa Teresita, y a las tres monjas detrás
de ella. Reconozco a su hermana del
lado derecho. Y ahora, del lado
izquierdo de las monjas, están San Miguel, San Gabriel y San Rafael;
y hay muchos otros detrás de ellos.
PAPA JUAN XXIII
El cielo comienza a abrirse, y veo a muchísimas personas allí.
¡Oh! ¡Reconozco a algunos!
Veo a Santa Teresita, oh, que se mueve hacia allá, y está Santa
Catarina. ¡Oh!
¡Y el Papa Juan!
Papa Juan - "¡Oh! ¡Ho,
ho! ¡Oh, no, todavía no estoy más delgado!”
Verónica - ¡Oh! ¡Oh!
Y luego, del lado... Él señala ahora hacia allá, el Papa Juan.
Tiene muchos anillos en sus dedos. Y
él señala hacia allá... y él señala... Es un libro muy grande, y dice:
Papa Juan - "¡La Bula!
¡La Bula!"
Verónica - ¡Oh! ¿Quiere
decir que se busque algo sobre una Bula? ¡Oh!
¿Un libro? ¿Una Bula?
Papa Juan - "Leyes y reglamentos..."
Verónica - El Papa Juan dice:
Papa Juan - "Leyes y reglamentos deben ser seguidos.
Este mundo moderno se ha entregado a satanás.
Deben seguirse las leyes y los reglamentos."
Verónica - Ahora él sonríe.
Él está muy... Bien, él siempre sonríe.
Él es un hombre muy feliz. ¡Oh!
PAPA PIO XII
Y ahora señalando hacia allá, veo a otro... veo a otro hombre.
Él es... ¡oh!- Él dijo
"Papa Pío XII". ¡Oh!
Y ahora él señala hacia el libro, también.
Papa Pío XII - "Leyes y reglamentos, hija mía... deben ser
seguidos. No cambiaréis las leyes
para agradar al hombre. Las leyes
ya han sido escritas. No hay razón
para que se vuelvan a escribir. Es
satanás quien vuelve a escribir las leyes. ¡Despertad de vuestro letargo!
¡Removed las telas de araña de vuestras mentes!
Estáis ciegos a la verdad. Existe
un estado triste en la Casa de Dios. ¡Despertad
de vuestro sueño!"
Verónica - Se ve como un hombre pequeño.
Es delgado y su cabeza tiene un corte de pelo muy cortito.
Parece ser que su cabello está muy ralo, y uso una de esas boinas - un
yarmulke, creo que así se llamaría, sobre su cabeza.
Y ahora él sonríe y asiente con su cabeza "sí", así.
¡Oh!
Y también está vestido muy bellamente, todo de blanco.
Y puedo ver sus sandalias blancas - simplemente bellas, como raso
blanco.... Oh, es simplemente bello.
Y
ahora, al ver hacia allí veo al Papa Juan.
¡Oh! Y él también está vestido de blanco y oro, y tiene también
puestas sandalias blancas. Está
muy bien cubierto - como una capa sobre sus hombros, y oh, puedo ver sus prendas
de vestir muy, muy bien. Oh, son
bellas.- Y ahora el Papa Juan se
inclina.
Papa Juan - "¿Me reconocerías hija Mía, si me quitara
estas prendas? No, no lo harías. Esto
es un buen ejemplo para el clero del mundo.
Tampoco seréis reconocidos por el Padre si os quitáis vuestras
vestimentas."
Verónica - Y ahora él señala hacia arriba.
Él tiene un anillo en su dedo, y él señala hacia arriba... Y veo a
muchos hombres y mujeres, pero todos están vestidos con... sé que son hermanos
y sacerdotes y monjas, y todos tienen puestos hábitos largos.-
Ahora él viene hacia acá, el Papa Juan viene hacia acá.
Él dice:
Papa Juan - "¿Cuál es este cambio que ha ocurrido en
vuestra tierra? ¡Es
trabajo de satanás! ¡Cubrid vuestros cuerpos o se quemarán!"
Verónica - ¡Oh! Ahora Santa Teresita viene también hacia aquí,
al lado del Papa Juan, y ella está allí de pie.
Y Nuestra Señora también viene hacia aquí, y Ella está de pie - todos
están de pie juntos.- Y Nuestra Señora
dice:
Nuestra Señora - "Cuántos
años terrenales más se Me permitirá estar entre vosotros, hijos Míos, con Mi
voz clamando para preparaos, porque el momento de Mi Hijo se acerca.-
He puesto en todo el mundo a muchos videntes para que unifiquen Mis pequeños
ejércitos a través de todo el mundo. El
Padre Me ha colocado en esta misión, de ser Mediadora entre Dios y el hombre.
“Yo
estaré con vosotros a través de los días venideros, y reservamos para todos
aquellos quienes permanecen fieles y leales, una corona - una corona
eterna."
Verónica - Ahora Nuestra Señora señala, y dice:
Nuestra Señora - "Ahora, hija Mía, esperarás el arribo de Mi
Hijo." (Pausa).
Verónica - ¡Oh! Jesús
tiene puesta una ... Trataré de describirla.
Yo simplemente... Oh, realmente, es una bella... Hay una tremenda luz
blanca alrededor de Jesús. Y Él
tiene puesta una capa distinta. Es
de un color rojo distinto. Es un
color oscuro, casi marrón. Y ahora
puedo ver - veo el rostro de Jesús mucho más claramente, porque la luz está
en todo el contorno, ¡y puedo ver que Él es de apariencia muy joven!
¡Oh!
Y
ahora... ¡oh! Ahora Jesús mueve
Sus brazos... El lleva algo en Su mano. Oh,
es una cruz. Es una gran cruz de
madera que Él tenía debajo de Su capa, y Él la sostiene hacia adelante.
Él sostiene Su cruz hacia adelante.
Jesús - "Escúchame cuidadosamente, hija Mía, y repite
después de Mí. Este mensaje es
para el clero.- No debes cambiar Mi
Casa para complacer la naturaleza básica pecaminosa de la humanidad.
El hombre debe cambiar para bien. ¡El
hombre debe hacer su cambio para agradar a su Dios!
“Los
representantes de Mi Casa no cambiarán para agradar a la humanidad.
Debe ser devuelta la disciplina a Mi Casa.
Vosotros quienes os habéis puesto en desobediencia con Nuestro Vicario,
responderéis por vuestra discreción hacia el Padre.
Se os ha dado el tiempo para hacer enmiendas y expiación por vuestros
muchos pecados en contra de vuestra ley. ¡No
regatearéis Mi Casa por ganancia mundana!
El costo es demasiado grande, porque estáis contando esta ganancia en la
pérdida de Mis ovejas. ¡Restaurad
Mi Casa, o caeréis completamente! Y
de las cenizas surgirá el Reino.
“¡Estáis
recibiendo una de Mis últimas advertencias!
¡Estáis pidiendo el Castigo! Mi
Madre ha pasado entre vosotros y ha rogado por tiempo - una postergación de
tiempo - para que pudieseis hacer esta expiación. Sin embargo, vuestro tiempo se hace corto.
¡Oración, penitencia y sacrificio, o lavaréis vuestras túnicas en
vuestra sangre!
“¡Todos
los que habéis cerrado vuestros
corazones al Mensaje de Mi Madre seréis obligados a vuestras rodillas en
asombro! Ningún hombre será
tolerado por el Padre cuando gana prestigio a costa de la pérdida de una
alma."
Verónica - Oh, ahora Jesús retrocede, y El se vuelve ahora
hacia San Miguel. San Miguel está
del lado derecho de Jesús, de nuestro lado izquierdo, y Nuestra Señora está
allí, de pie. Nuestra Señora ve a
Jesús. Nuestra Señora no se ve
muy feliz. Ella está muy alterada.
Ahora
Jesús regresa. El ha asentido a la
Santísima Madre. Pero Él regresa.
Jesús - "Repite después de Mí, hija Mía.
“Una
Casa en oscuridad llevará una banda de muerte a su derredor.
Todo lo que está podrido caerá, y de las cenizas surgirá el Reino.
“Padre
contra hijo, madre contra hija; discordia
en la familia. Seréis tamizados,
los granos de la broza. Enviaré
entre vosotros una espada."
Verónica - Ahora Jesús coloca Su mano delante de Él, así.
Sus manos están extendidas, y Él hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús va hacia allá - El pasa por el árbol y ve hacia abajo, extendiendo Su
mano: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
“Ahora
Jesús va hacia allá... Y Nuestra Señora ahora Lo sigue.
Ella parece flotar. Ella no
camina - (es) simplemente como si fuera cargada, como sobre el viento.
Ella simplemente flota hacia el lado de Jesús. Y Jesús gira.
Jesús - "Tiempo, hija Mía, ¿pides tiempo?
Recuerda que eres eterna en el Reino y no existe el tiempo."
Verónica - ¡Oh! Ahora
Jesús regresa, y Él extiende Su mano: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El
flota hacia arriba. El no ha girado. Jesús se va. Y ahora San Miguel desciende, y él tiene esta gran espada.
Es muy larga, y coloca la punta hacia abajo.
Y dice:
UNA VERDADERA RENOVACIÓN A PARTIR DE LAS CENIZAS
San Miguel - "Enviaré una espada sobre el mundo. ¡Una
espada sobre el mundo! ¡Y de las
cenizas habrá una verdadera renovación!"
Verónica - ¡Oh! Ahora
Jesús extiende Su mano, y Nuestra Señora extiende Su Rosario:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.-
Ahora Nuestra Señora viene hacia adelante.
Él asiente; Jesús asiente
con Su cabeza. Y Nuestra Señora
viene hacia adelante.
Nuestra Señora - "Seréis, hijos Míos, un ejemplo.
Permaneceréis fieles a vuestra Fe, porque no es contra la humanidad que
peleáis, sino contra los espíritus del mal, las fuerzas de la oscuridad que
cubren vuestro mundo. Sabed que la victoria estará con vosotros y Mi Hijo, y un día
todos Nos regocijaremos en el Reino, sabiendo que Hemos regresado de una Misión
que estuvo bien hecha."
Verónica - Ahora Nuestra Señora extiende Su mano.
¡Oh! Y Jesús sonríe.
Ella extiende Sus manos, así. Y,
oh, ¡haces de luz! Oh, son tan
brillantes que no los puedo ver. ¡Oh!
¡Son bellos, pero son tan brillantes!
¡Oh! Oh, los puedo sentir.
Nunca había sentido los haces de luz.
Los podía ver, pero no los podía sentir.
¡Oh! ¡Oh! Nuestra Señora
tiene ahora extendidas Sus manos, y - no se lo que son, pero ¡son tan fuertes!
Se sienten como si nos pudieran levantar del suelo.
Nuestra
Señora piensa que eso es muy divertido. Pero,
¡oh! Son tan fuertes.
Oh, ahora se van y se pone muy, muy tenue.
Y ahora Nuestra Señora... Parecen simplemente desvanecerse.
¡Oh! ¡Oh!
¡Oh! Y ahora Nuestra Señora...
Nuestra Señora - "Hija Mía, continuarás con tus oraciones de
expiación. Lo que has visto es una
pequeña medida de lo que espera a todos los que siguen a Mi Hijo."
Verónica - ¡Oh! En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. (Verónica reza el Credo).
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Revised: February 03, 2010