Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
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Marzo 1975 - Víspera del Domingo de Resurrección
Verónica
-
... justamente por encima de la bandera. Y
ahora el cielo se abre alrededor del grupo de luces. Y hay una bella corriente blanca de luz que emana de las
luces azules circulares. ¡Oh!
Oh, la luz que vemos emana de las manos de Nuestra Señora.
Nuestra Señora viene a través del círculo de luz azul.
¡Oh!
Oh, Nuestra Señora está vestida en una - oh, una blanca - Ella tiene una chalina blanca. Oh, Ella - Nuestra Señora está vestida muy distintamente de como Ella había estado anteriormente. Ella tiene un largo manto blanco, pero arriba de Su cabeza hay una chalina blanca. Y la túnica de Nuestra Señora es de un blanco puro con una banda azul alrededor de Su cintura. ¡Muy bella!
Nuestra
Señora habla muy suavemente. Su
voz está muy baja.
Nuestra
Señora -
"Hija Mía, repetirás el mensaje que te di ayer. Es en forma poética, pero es un mensaje.
El fin no está tan lejos, como
puedes ver;
Ya hay apostasía.
El hombre echó su suerte y reunió los carbones
Para atizar los fuegos
que queman las almas.
Los días están contados, vuestras horas son pocas;
Por eso trabajad, y orad y tratad de hacer
El trabajo que es dado en la Luz
Hasta el triste tiempo en que todo sea noche.
"Comprendes, hija Mía, la gran advertencia que le he dado
recientemente al mundo. Sin el número
contado de conversiones por el Padre; sin
oraciones, sacrificio, y mucha expiación, que en este momento son dolorosamente
necesitados, vuestro mundo estará inmiscuido en una tercera guerra de tan gran
magnitud, hija Mía, que casi ninguna carne será salvada.
“Ya
los pecados de la humanidad lo han colocado sobre el camino de su propia
destrucción - padre contra hijo, madre contra hija, hermano contra hermana.
Muchas naciones desaparecerán de la faz de vuestra tierra.
¿Es esto, hijos Míos, lo que queréis? ¿Estáis listos para afrontar
la muerte? ¿Estáis listos para pasar el velo y poneros de pie delante del
Padre Eterno en juicio? ¡No, os
digo! ¡Muchos de vosotros ni siquiera llegaréis a los portales
del Padre! ¡Seréis arrojados al abismo!
“El
valor de la vida ha sido disminuido al extremo.
El hombre asesinará sin conciencia - ¡hermano contra hermana, familias
despedazadas por el pecado!
“Hemos
pedido almas víctimas, víctimas para que se entreguen en reparación al Padre.
“No
tengo que repetir, hija Mía, Mis incontables advertencias sobre los errores en
vuestras vidas. Están siendo
impuestos grandes engaños sobre la humanidad por satanás.
Vuestras escuelas, vuestra manera de vida, ha sido empinada en pecado.
¡Regresad, hijos Míos, de vuestro curso actual de destrucción!
“Hija
Mía, continuarás con tu Misión con perseverancia.
Sabe que debes afrontar el miedo y éste desaparecerá.
Ningún hombre está por encima del Padre Eterno.
Cada cabello sobre tu cabeza ha si contado.
"Muchas madres afrontarán en la calamidad mundial la pérdida de
sus hijos. Muchas realmente se unirán
a Mí en la cruz."
Verónica - Veo... se ve como un gran campo.
Oh, es como el campo en las afueras de la ciudad, porque hay montañas.
Y ahora veo hacia abajo sobre un río... Oh no, es más como un lago,
porque puedo ver todo el follaje y los árboles alrededor.
Pero por el bosque hay muchas, muchas cruces - cruces blanqueadas,
pintadas de blanco.
Ahora veo hacia abajo. Y
camino entre estas cruces, y ellas no tienen nombres sobre las cruces.
Nuestra Señora - "Hija Mía, mira y llora Conmigo, porque estás
presenciando la destrucción total que vendrá sobre la humanidad en la gran
Guerra - tu Tercera Guerra Mundial. Tantos
morirán, hija Mía, que no habrá tiempo para identificar las tumbas.
“Las
madres ansiarán ver y saber en dónde yacen sus hijos, pero en vano.
Este consuelo no les será dado, tan grande serán las pérdidas de vida.
¿No podéis ahora regresar y suplicar el perdón del Padre Eterno antes
que sea demasiado tarde? ¿Estáis
tan ciegos a la verdad, hijos Míos, que no veis el camino sobre el cual estáis
caminando?
“Satanás
ha impuesto bien su plan entre vosotros, hijos Míos. El ha colocado a sus agentes en todos los medios de vuestras
vidas. Vuestros hijos son las víctimas
de estos agentes. Sólo vosotros
como padres de familia, líderes y maestros, podéis restaurar el equilibrio con
el Padre. Ahora estáis apostando
con el alma humana. Muchos caerán
dentro del abismo.
“Debes
gritarlo desde los tejados, hija Mía, la existencia del infierno, el
conocimiento que satanás desea quitar de vosotros. Existe un infierno, un lugar de tormento y de condenación
eternos. Existe un Purgatorio, un
lugar de purificación, hija Mía - de tan gran sufrimiento como en el abismo,
pero con el conocimiento de una suspensión con el tiempo que ha de venir.
Es una ansia desolada del espíritu el querer ver al Padre.
Sabe, hija Mía, que esta ansia del corazón en los fuegos es de gran
magnitud que circunda el ser del alma en espera.
Si Yo te permitiese, hija Mía, atestiguar y sentir este sentimiento, no
permanecerías en tu cuerpo terrenal.
“Os
he pedido que recéis por vuestros líderes mundiales. Muchos venden sus almas para llegar a la cima; sin embargo,
hijos Míos, aún ellos pueden regresar de su oscuridad con vuestras oraciones.
“Recordad,
hija Mía, Mis palabras de precaución. Ten
cuidado de una fuerza maligna que rodea un altar de pureza.
Ellos tratarán de detenerte con toda clase de engaños y astucias, de
manera que atiende la advertencia de los arcángeles;
ellos desean protegerte. Reza
por la Luz, hija Mía.
“Te
he pedido, hija Mía, que refrenes cualquier acción que arrojaría puntos de
vista disparatados sobre tu trabajo. No
será necesario forzaros sobre Mis terrenos sagrados. Te aseguro, hija Mía, que cuando el tiempo sea propicio, te
colocaré de nuevo sobre los terrenos. No
comprendes las maneras del Padre. Ningún
mal es para siempre triunfante. El
Padre volverá todo el mal en bien.
“Tu
preguntas, hija Mía, si Yo tenía un completo conocimiento de la resurrección
de Mi Hijo. Oh, sí, hija Mía, sí
tuve este conocimiento. Sin
embargo, esto no mitigó el dolor en Mi Corazón.
Yo, también estuve en un cuerpo humano.
Sabe, hija Mía, una madre nunca está libre de esta pena en el corazón.
“Al
final de la penitencia hay un gran gozo. El
hombre se ha olvidado y ha cerrado su corazón al valor del sufrimiento.
El Padre, el Padre Eterno y vuestro Dios, os permite sufrir con razón.
Es la purificación de vuestra alma.
“Tu
ciudad, hija Mía, será purificada por una prueba, así como las ciudades de tu
mundo.
“El
hombre se ha colocado en un camino que empina su alma dentro de la oscuridad de
espíritu. La caridad se ha vuelto
fría. Las aberraciones del cuerpo son aceptadas como normales cuando son
anormales. ¡El hombre practica
toda clase de corrupciones viles que han sido colocadas en vuestro mundo por
satanás! A menos que la humanidad haga un retorno de su curso actual, no habrá
más recurso del Padre Eterno, de permitir que uséis los instrumentos de
destrucción que habéis creado para destruiros.
“Rezad,
hijos Míos, una constante vigilia de oración.
“Durante
incontables años terrenales, hija Mía, Mi voz ha llevado un mensaje similar de
oración, expiación y sacrificio para caer en oídos sordos y en corazones
endurecidos. ¿Le pediréis al
Padre que envíe sobre vosotros el Castigo?
¡Despertad, hijos Míos, de vuestro sueño!
“Hija
Mía, debes encontrar más tiempo para una silente meditación.
No te preocupes con la opinión de la humanidad.
He pedido a Mis hijos que se retiren de este mundo vuestro que ha sido
entregado a satanás.
“Vuestros
sacramentales os darán el valor al afrontar la adversidad.
Sabed que todo será probado como el metal en el fuego.
"Sí, hija Mía, esta gran guerra vendrá sobre vosotros
repentinamente. Las guerras, hijos Míos, son un castigo por los pecados de la
humanidad.
“¿Debemos
enviar sobre vosotros la prueba y la adversidad, hijos Míos, antes que vengáis
a Mi Hijo en los tabernáculos del mundo?
“Debes
reunir, hija Mía, a todas las personas de la tierra. Tráelas aquí para que recen como una pared sólida en
contra de la oscuridad. Debes
sostener la balanza para detener esta oscuridad, hija Mía.
"Ahora os pedimos, hijos Míos, una completa dedicación a la causa
del Cielo. Debéis todos dar un
buen ejemplo exterior de vuestra Misión. Las
mujeres deben ataviarse en modestia y en buenas obras.
Los hombres no deben usar ropa inmodesta.
Será mejor que gastéis más de vuestro dinero en comprar ropa floja,
hijos Míos. Se os darán los
medios.
“No
os preocupéis por el conocimiento del mundo.
No os preocupéis, hijos Míos, por la aceptación de la humanidad en
vuestro mundo. Os he dado el
conocimiento en el pasado, que para poder seguir el camino angosto hacia el
Cielo, debéis ser diferentes. No
podéis ser de vuestro mundo - la tierra - y del espíritu. Debéis escoger uno o el otro.
El mundo del espíritu no tiene nada en común con el mundo del hombre,
porque satanás dirige el curso y las acciones de la humanidad, ya que ella no
llama al Espíritu Santo para que la guíe.
“Es
triste decir, hija Mía, que sólo unos pocos serán contados en el conteo
final. Muchos morirán en la gran
llama de la Bola de la Redención. Este
agente celestial que será utilizado por el Padre ya está sobre su curso hacia
vuestra tierra.
“Los
científicos siempre están aprendiendo pero nunca encontrando la verdad, hija Mía.
“Estás
confundida y engañada, hija Mía, al no reconocer los rostros del mal entre
vosotros. El hábito del clérigo
ha menudo a sido mancillado debido al orgullo intelectual, hija Mía.
Sabed ahora, que el orgullo intelectual es una barrera mucho mayor en
contra de la santidad - os obstaculizará el camino hacia la santidad con más
prisa, hijos Míos, que el mal y el libertinaje abierto.
El orgullo intelectual es la caída de muchos.
El orgullo, hijos Míos, es un pecado.
“Para
poder llegar al Reino del Padre, debéis despojaros, remover todo el orgullo y
la búsqueda mundana. Debéis
volveros tan confiados, tan seguros como un niño.
Sabed que todo es vuestro con sólo pedirlo. Creed y se os dará el camino.
Mi Hijo en la Eucaristía siempre está con vosotros para fortaleceros.
“Rezaréis,
hijos Míos, por vuestra jerarquía. Ellos,
también, serán probados. Y
tristemente, muchos en este momento son encontrados faltos.
Rezad mucho por ellos, hijos Míos.
"Vuestro Santo Padre, Pablo, Papa Pablo VI, está bajo una gran
prueba. Rezad para que no sea
removido de entre vosotros, porque hay uno que espera para reemplazarlo quien
sembrará gran discordia y división en la Casa de Mi Hijo.
Rezad una constante vigilia de oración, hijos Míos.
“Debéis
hacerlo saber que Mis hijos deben aceptar a sus ángeles como guardianes.
El poder que el Padre Eterno les ha dado es grande.
“Satanás
le dará una completa batalla a los hijos de Dios. Él sabe que su tiempo se acorta."
Verónica - Ahora Nuestra Señora va - asciende;
Ella flota, simplemente se mueve hacia atrás.
Y ahora puedo ver los pies de Nuestra Señora.
Oh, Ella tiene puestas un par de sandalias, pero son sandalias de una
sola correa, van sólo por Sus dedos. La
sandalia es un zapato marrón como de piel, una sandalia, y hay un - en la punta
de la sandalia, en el borde exterior, hay una rosa dorada.
Sé que es dorada porque es tan bella que la luz la refleja. Y oh, es muy bonita.
Nuestra
Señora se mueve hacia el lado derecho, oh, un poco más allá de la bandera.
Y Nuestra Señora extiende Su Rosario.
Ella tiene un Rosario grande blanco, y el Padrenuestro en él es dorado y
las cuentas de las Avemarías son - oh, son un rosado resplandeciente - oh, un
suave color rosado a medida que ahora gira Nuestra Señora.
Y Ella extiende el crucifijo, así, de Su Rosario y hace la señal de la
cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra Señora - "Recuerda, hija Mía, debes traer a todas las
personas para rezar. Ningún hombre
escapará la gran guerra cuando esté sobre vosotros. Rezad una constante vigilia, hijos Míos."
Verónica - Ahora Nuestra Señora ve hacia arriba y señala con
Su mano, así. ¡Y allí está San
Miguel! ¡Oh! San Miguel, y hay seis o siete otros ángeles con él.
Y ahora San Miguel frunce el entrecejo, y habla - oh, ¡es muy, muy recio!
San Miguel - "Hijos de Dios, estad firmes en vuestra Fe.
Sed un buen ejemplo para vuestros hijos, porque cuando ellos os dejen, no
dudaréis del destino que ellos habrán recibido más allá del velo.
Preparad bien las almas de vuestros hijos.
No esperéis que los maestros de vuestras escuelas, vuestro gobierno, e
instituciones les den la verdad a vuestros hijos. Esto, como padres de familia, lo debéis hacer vosotros."
Verónica - Ahora San Miguel apunta su lanza hacia abajo.
Él tiene una lanza muy larga, y la apunta hacia abajo.
Y - y ahora noto - es extraña, pero él apunta la lanza hacia abajo, y
hay gotas de sangre que salen de su lanza, hacia abajo.
Y
ahora San Miguel ve hacia arriba, y él ve a través de la muchedumbre, y dice:
San Miguel - "La sangre correrá por las calles, hijos Míos.
Abominaciones sobre abominaciones que llegan a los corazones de la
humanidad, destruyendo las almas.
“Seré
devuelto a las casas de vuestro Dios, o no tendréis una completa protección
contra las fuerzas del mal que ahora rugen a través de vuestro mundo."
Verónica - Oh, San Miguel va con Nuestra Señora.
Ellos se mueven hacia el centro del cielo, y Nuestra Señora ahora ve
hacia abajo, tristemente. Y veo que Ella señala hacia lo que parece un mapa.
¡Oh!
Ahora
a medida que observo - es un mapa de- oh, puedo ver Jerusalén y Egipto, Arabia,
Marruecos francés, África. ¡Oh!
Parece haber ahora una gran oscuridad que se fija sobre esos países.
¡Oh!
Y
Nuestra Señora dice:
Nuestra Señora - "El inicio de la Tercera Guerra Mundial, hija Mía.
Debes apresurarte a enviar Mi Mensaje de advertencia a través del mundo.
Se te dará mucha ayuda en esta Misión; por lo tanto, continúa, hija Mía,
en tu trabajo. Serás fortalecida
por Mi Hijo."
Verónica - Ahora Nuestra Señora coloca Su mano con el Rosario
delante de Ella. ¡Oh, es tan bello!
Oh, y Nuestra Señora hace la señal de la cruz.
¡Oh! En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
¡Oh!
Nuestra Señora - "Recuerda, hija Mía, procede en tu misión sin
temor. No serás removida de tu
trabajo hasta que el Padre Eterno lo considere necesario.”
Verónica - Sí.
Nuestra Señora - "Continuaré comunicándome con Mis hijos usando
las fotografías. Mucho les será
dado en secreto. Es una gracia que
sólo puede dársele a aquellos en la Luz.
Todos los demás buscarán y encontrarán nada.
“El
Padre tiene un plan para el trabajo venidero, hija Mía.
Aparecerá delante de tus propios ojos, por lo tanto continúa con tu
misión, sabiendo que la victoria eventual está con Mi Hijo.
Su regreso ya no tardará.
"Recordad, hijos Míos, Mi Hijo regresará sólo de la (misma)
manera en que Él ascendió; Él
descenderá a la tierra y todos Lo verán.
No aceptéis a los cristos falsos que serán enviados entre vosotros.
¡Ellos son agentes del infierno! ¡Alejaos
de ellos! ¡Huid de ellos!
Los conoceréis por sus frutos, hijos Míos.
Os digo esto: no seréis
mantenidos en la oscuridad. Por sus
frutos los conoceréis.
“Rezad
una constante vigilia de oración. Usad
vuestros sacramentales, porque ellos os fueron dados por razón.
Rezad por aquellos quienes se burlan de estas gracias, porque ellos no
saben lo que hacen. Reza por ellos, hija Mía, para que les sea dada la Luz,
porque se han entregado a las maneras del mundo, importándoles más las
aclamaciones del hombre que las promesas del Padre Eterno. Ellos ganarán todo
lo que satanás tiene que ofrecerles en vuestro mundo, pero atravesarán el velo
sin mérito alguno - sólo para encontrar su recompensa eterna en el abismo.
“Sí,
hija Mía, te sentirás desmayar con el conocimiento de la existencia del
infierno. ¡Es mejor que la
humanidad tenga temor del Padre Eterno si es que no Le tiene amor!
Porque ahora muchos están en espíritu nulo.
No conocen a su Dios ni tampoco les importa saber de su Dios.
“¿Por
qué, hija Mía, preguntas, se ha llegado a esta condición? Porque la humanidad
rehúsa, hija Mía, humillarse. ¡El
debe estar por encima de su hermano! ¡Orgullo!
El orgullo intelectual destruirá a muchos, aún en las casas de Dios.
Reza, hija Mía, porque muchos son los llamados pero pocos los escogidos."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.
Nuestra Señora - "Ahora puedes sentarte, hija Mía."
(Pausa).
Verónica - Todos quienes puedan por favor arrodíllense.
Ahora Jesús viene hacia adelante. El
ha estado de pie del lado izquierdo - nuestro lado izquierdo - un poco más allá
de la luz. Y ahora Él viene hacia adelante.
Hace
mucho viento. Y Jesús tiene puesto
- oh, El no tiene zapatos; Sus pies
están descalzos. Y El simplemente
se desliza hacia adelante. El no ha
movido Sus pies; Él parece ser
llevado en el aire.
Oh,
y ahora Jesús extiende Sus manos, así. Oh,
y puedo ver las llagas en las manos de Jesús.
¡Oh!
Jesús - "Ves, hija Mía, los frutos del pecado del
hombre.
“A
medida que veo vuestro mundo, vivo de nuevo Mi pasión y Mi sufrimiento.
Veo sobre vuestro mundo y estoy forzado a decir: ¿Ha sido en vano Mi
Sacrificio?
“Siempre
en el pasado el Padre ha enviado sobre vuestro mundo un justo castigo.
El Padre ha creado, y el Padre ha de quitar.
De vuestro mundo, muchas almas serán removidas.
"Él estará labrando en el campo, junto como hermanos;
uno quedará y el otro será llevado.
Madre e hija estarán sentadas al huso;
una será llevada y la otra quedará.
“Muchos
serán removidos antes que la gran llama de la Bola de la Redención pase a través
de vuestro mundo. Los pecados de la
humanidad han apresurado esta prueba sobre vosotros.
Todos los que permanezcan en la Luz no tendrán nada que temer.
Creed y se os dará el camino.
“Mi
Madre ha venido a vosotros como Mediadora.
Su voz ha ido a través de vuestro mundo. Muchos han rechazado Sus palabras, y aquellos quienes las
acepten serán salvados. Muchos
morirán en la gran llama de la Bola de la Redención.
Mantendréis una constante vigilia de oración.
“Hemos
pedido a Nuestro clero que regrese a su vida de oración.
Ellos ganarán nada con unirse al mundo, nada más que la destrucción de
las almas y el mal guiar a Nuestras ovejas.
¡Despertad de vuestro sopor, pastores!
No arrojéis a un lado, en vuestro orgullo, la advertencia del Cielo. ¡Vosotros
también, estaréis en juicio!"
Verónica - Ahora Jesús extiende Su mano, así.
Y El ve ahora hacia abajo. Él
sonríe.
Jesús - "No será necesario que remováis vuestros
sacramentales de vuestras cubiertas - bolsas.
Puedo ver dentro de ellas."
Verónica - Ahora Jesús eleva Su mano, así, y hace la señal de
la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y el Espíritu Santo.
Jesús
va hacia - El pasa ahora la bandera. Y
oh, Nuestra Señora desciende a Su lado. Y
ahora Jesús se inclina, y tiene Su mano delante de Él, así.
Oh,
Él cambia Su manto de lado. (Parece
bastante pesado, el manto de Jesús; es
de color borgoña). Y El pasa Su
manto a Su brazo izquierdo. Y El
ahora coloca Su mano delante de Él, así:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús va hacia allá - El flota, más allá del asta de la bandera. Ahora puedo ver... oh, Nuestra Señora ahora Lo sigue. Nuestra Señora se ve - oh, por lo menos un pie más baja que Jesús. Quizá es la manera en que está de pie detrás de Él. Pero ahora Él desciende - Jesús desciende, justamente por encima de los árboles, y extiende Su mano, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Él asciende.
Jesús - "Escucha bien, hija Mía, y repite después de Mí.
“El
mundo y sus personas han recibido una de las últimas advertencias.
La balanza está pesadamente hacia la izquierda.
El pico de la iniquidad ha colocado un triste destino sobre la humanidad.
“Mantendréis
una constante vigilia de oración en vuestros hogares y en vuestra vida pública.
“¡Exigimos
- el Padre ordena - expiación pública! La
balanza debe ser equilibrada, porque a menos que logréis esto a través de
vuestro sacrificio y actos de penitencia, ¡recibiréis un juicio mucho más
severo que cualquiera que la humanidad haya tenido en la historia de vuestra
creación!
“¡Oración,
expiación, sacrificio! ¡Esto es sumamente poco pediros a medida que Nosotros
vemos las abominaciones y la destrucción de almas, diariamente, sobre vuestra
tierra! ¡El pecado se ha
convertido en una forma de vida! ¡El
pecado es muerte!"
Verónica - Ahora Jesús extiende Su mano, delante de Él, y hace
la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Jesús - "Tú, hija Mía, continuarás con tu Misión.
Se te dará mucha ayuda. El
tiempo realmente se acorta.
“Espera
y reza por la Luz. No olvides a tus
guardianes; los arcángeles han
sido enviados para ayudarte en tu Misión.
Llámalos frecuentemente."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.
Ahora
Jesús asiente con Su cabeza. Oh,
podemos ponernos de pie y continuar con las oraciones de expiación.
En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Dios, creo, adoro, confío y os amo.
Pido perdón por todos los que no creen, no adoran, no confían ni os
aman.
Oh mi Jesús, perdonad nuestros pecados. Líbranos de los fuegos del
infierno. Llevad a todas las almas
al Cielo, especialmente aquellas más necesitadas de Tu misericordia.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Revised: February 03, 2010