Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
24 Diciembre 1975 -
Víspera de la Natividad de Jesús, Noche Buena
Verónica
-
Hay un gran círculo de luz. Forma
un figura redonda similar a un reloj. Sí,
es un reloj porque hay números espaciados alrededor del círculo.
Y ahora saliendo de la oscuridad hay dos manecillas que salen del cielo,
y las manos ahora forman señaladores. Uno,
la aguja grande, señala a las ocho, y la aguja pequeña señala al cuatro.
Pero ahora las agujas están... parecen estar enloqueciéndose;
van alrededor en un círculo, completamente, muy rápidamente, y se
detienen abruptamente en el cuatro y el ocho.
Ahora la aguja grande se mueve de retroceso y señala al número seis.
Cuatro, seis, ocho.
Ahora se pone oscuro y el
reloj, la figura, desaparece. Se
evapora como humo que sale del cielo.
Ahora hay una bella luz.
Está muy brillante; es
clara como el cristal, y tan brillante que estoy segura que ciertamente perdería
mi vista si estuviera un poco más cerca.
Ahora viniendo hacia
adelante del círculo de luz - está muy brillante - es San Miguel. San Miguel tiene una larga túnica, una túnica blanca muy
brillante. Ahora él me entrega
algo, y afuera - no, es la balanza; San Miguel nos extiende la balanza.
San
Miguel -
"Hija Mía, la balanza está pesadamente hacia la izquierda.
Sabed ahora que las advertencias dadas en el pasado para prepararos, serán
probadas a la humanidad como la advertencia final a través de la Reina del
Cielo y la tierra, por dirección del Padre Eterno.
La Reina del Cielo ha venido a vosotros como Mediadora del Padre
Eterno.
“Yo, Miguel, Guardián de
la Fe, Guardián de la Casa de Dios, ¡amonesto a todos los pastores para que se
preparen y estén listos para la prueba!
“El mundo del hombre
pasará por un crisol de sufrimiento, un período de purificación. Todo lo que esté podrido caerá.
Las ovejas descarriadas serán reunidas.
Una será tomada, la otra permanecerá.
“Todos los pastores se
pondrán de pie ante el Padre Eterno para juicio.
¿Habéis reunido a vuestras ovejas?"
Verónica
-
Ahora San Miguel señala hacia su lado izquierdo, nuestro lado derecho, y los árboles
se iluminan muy brillantemente. Es
muy bello. Y
justamente más allá del árbol a nuestro lado derecho, Nuestra Señora
viene hacia adelante. ¡Oh, Ella es
muy bella! Nuestra Señora se ve
tan pequeña y joven. Yo diría que
casi aproximadamente de catorce o quince años de edad, se ve Nuestra Señora.
Nuestra
Señora -
"Sí, hija Mía, los años son contados de forma bastante distinta en tu
generación. La madurez se
alcanzaba a temprana edad."
Verónica
-
Ahora Nuestra Señora cruza el cielo hasta donde está San Miguel, y Ella le señala
a San Miguel hacia arriba en el cielo. Y
San Miguel toma la lanza (había una lanza extendida sobre su hombro derecho), y
él coloca la lanza por arriba de su cabeza, muy alta en el cielo.
San
Miguel -
"Observad, hijos de Dios, lo que ha de venir sobre la humanidad, ¡una
generación que se ha entregado a toda clase de pecado de la carne!"
Verónica
-
Viniendo del cielo está esa luz terrible de fuego anaranjado.
San
Miguel -
"Observa, hija mía, la Bola de la Redención."
Verónica - Es un pliego terrible de fuego. Es una bola enorme, enorme de fuego que gira a una tremenda velocidad y se lanza a sí misma hacia abajo sobre nosotros. (Verónica tose).
¡El humo y los escombros y el polvo y nube que emanan de ella, son tan
asfixiantes y paralizantes! ¡Oh!
Ahora San Miguel coloca su
dedo sobre su boca para escuchar.
San
Miguel -
"¡Apresuraos, atended y escuchad! El
Mensaje del Cielo va a través de vuestro mundo.
La Reina del Cielo, vuestra Madre, ha venido a vuestra tierra para
traeros la amonestación del Cielo. Cada
hombre aceptará o rechazará este Mensaje en su libre voluntad.
Las ovejas serán separadas de las cabras.
"Roma, la Ciudad Eterna, la Luz está tenue.
Roma, refugio para los herejes y toda clase de abominaciones, ¿no os
purificaréis antes que el Padre Eterno coloque Su mano sobre vosotros en
castigo? Habéis abierto vuestras puertas a toda clase de espíritus
malignos.
“¡Santidad
y piedad! Hombre - hombres de Dios, debéis usar vuestras vestimentas de pureza,
dedicación y piedad. ¡Qué clase
de actos asquerosos lleváis a cabo para la destrucción de vuestras ovejas! ¿Para
qué? ¿Ganancia material y orgullo
y arrogancia? ¡Seréis arrojados
al abismo! El rango no os dará
ninguna ventaja cuando atraveséis el velo.
“Verónica,
hija mía, ahora debes trabajar con gran velocidad. El futuro es ahora.- No
te preocupes por la aceptación o rechazo del Mensaje, hija mía.
Debes continuar en un curso estable."
Verónica - Ahora Nuestra Señora viene hacia adelante,
Ella sonríe.
Nuestra Señora - "Verónica, hija Mía, se te dará, y se te está
dando una gran prueba. Debes
retirarte más en soledad silente. Tu
espíritu estará más en paz.
“No
te preocupes, hija Mía, por el Mensaje del 27 de septiembre.
Seguramente aquellos quienes Me conocen y son los Míos, Me reconocerán.
Aquellos quienes se han puesto como enemigos de Mi Hijo, ellos rechazarán
la verdad por temor a exponerse. No
te preocupes, hija Mía, sino continúa enviando el Mensaje.
“Cada
hombre tiene una alianza con su Dios, hija Mía. Cada hombre tiene una responsabilidad por su alma y las almas
de aquellos que han sido puestos a su cargo.
“Debes
escribirle de nuevo a los cardenales en Roma, hija Mía.
Dales la advertencia, porque uno será removido en el año venidero y, a
menos que recéis por él, hija Mía e hijos Míos, caerá en la oscuridad y
en la fosa de condenación. Su
muerte vendrá repentinamente sin advertencia.
“No,
hija Mía, no deseo revelarte su nombre en este momento.
Cuando él sea removido, hija Mía, otro lo reemplazará, mucho peor de
lo que él es en su estado del alma.
“Todas
las cosas, hija Mía, pasarán tal y como fueron dadas en tu Mensaje.
“Sería
mejor para todos que leyesen los anteriores Mensajes del Cielo.
Ellos se unirán y harán una recopilación general del Mensaje del Cielo.
“Sí,
hija Mía, muchos serán probados en los días venideros.
Todos debéis, hijos Míos, fortificar vuestras almas con gracia.
Las gracias son dadas libremente con sólo pedirlas.
Venid, buscad y encontraréis el camino.
Mi Hijo es el camino y la luz. ¿No consolaréis Su Corazón angustiado
en vuestros tabernáculos a través de vuestra tierra? El se siente solo, Él es olvidado por muchos.
"Los pocos que asisten al Sacrificio, el Santo Sacrificio, hija Mía,
los pocos son los verdaderos de corazón. Los
muchos vienen con toda clase de abominaciones en sus corazones.
La Casa de Mi Hijo no se ha vuelto un templo de oración sino una casa de
diversiones, abominaciones, y un lugar de reunión para todos los demonios.
“Debéis
entrar, Mis pastores, a Miguel en vuestras Casas, vuestras Iglesias.
Es urgente. Él es el Guardián
de vuestra Fe. Lo debéis volver a
entrar ahora en vuestras iglesias.
“¡Rezad
una constante vigilia de oración, Mis pastores! ¡No sabéis lo que rápidamente se aproxima a vosotros!
"Pastores, líderes de Nuestras ovejas, Mi Hijo os suplica que ahora
escuchéis mientras todavía hay tiempo. Los
Sombreros Rojos han caído, los Sombreros Púrpuras están siendo mal guiados. Removed la ceguera de vuestros corazones.
No seréis obedientes al pecado ni a la herejía, hijos Míos.
¿Honraréis al hombre y deshonraréis a Dios?
Ay, os digo, hijos Míos, ¿vendrá el día cuando estaréis de pie para
ser juzgados, y vendrá el hombre hacia adelante y os dará la gracia para
entrar al Reino Eterno del Padre en el Cielo? ¡No!
¡Seréis reclamados por el príncipe de las tinieblas y arrojados a la
fosa! Los fuegos eternos de la
condenación reclamarán a todos los que no se arrepientan ahora de sus pecados.
“¡Muchos
morirán en la gran llama de la Bola de la Redención!
“Hijos
Míos, vengo a vosotros en la víspera
de este día que le habéis dado a Mi Hijo en la alegre ocasión de Su venida a
vuestra tierra. El vino... Yo viví
en pobreza de bienes mundanos pero agraciada con mucha Luz de espíritu.
“Hijos
Míos, reconoced y separad de vuestras vidas aquello que destruye vuestras almas
y aquello que fortalece vuestras almas. No
debéis sucumbir a la red que está siendo tejida por satanás.
Hay, hijos Míos, una conspiración de gran maldad ahora a través de
vuestro mundo. Hay multitudes,
grupos de malhechores, aún en las Casas de Mi Hijo, las Iglesias.
“Cuando
la Iglesia de Mi Hijo y el mundo se vuelvan uno, sabed que el fin está cerca.
“Las
puertas del infierno, el príncipe de las tinieblas - el mal acelera por su
mandato porque él sabe que su tiempo se acorta.
“Apresuraos,
hijos Míos, en enviar el Mensaje con gran rapidez. La Advertencia se aproxima.
“Hija
Mía, la Advertencia no es el Castigo, sino el principio, hija Mía, de la
angustia de las angustias. No debes
especular en fechas. A menudo te He
dicho, hija Mía, por qué, para evitar especulaciones de fechas.
“Los
buenos libros, vuestras verdaderas revelaciones en vuestras Biblias, deben ser
guardados y preservados. Las
fuerzas del anticristo buscan remover todo el verdadero conocimiento entre
vosotros.
“Sabed,
hijos Míos, que estas fuerzas del anticristo hacen su trabajo capturando el espíritu,
los cuerpos de los hombres, mujeres y niños;
sin embargo, debéis saber que el 666, hijos Míos, es la gran fuerza de
satanás. Seis es por los seis que
vienen, cinco estando presentes y el sexto en camino;
seis es por los seis días de sufrimiento;
y seis es por los seis que serán castigados y encadenados para siempre
en el infierno.
“¡Poderes
y principados reunidos para la guerra!- Roma,
la Ciudad Eterna, ¿qué clase de destino os dais?
¡Lágrimas y sangre, angustia, no alegría sino oscuridad, oscuridad del
espíritu!
"Las fuerzas, las fuerzas rojas, hijos Míos, se dispersarán a través
de Roma. ¿No podéis rezar y hacer penitencia para detener la
oscuridad?
“Pastores,
ahora debéis hacer gran penitencia. Arrodillaos. ¡Humildad!
¡Humildad, Mis pastores! ¡Santidad
y piedad! ¡Tradición!
Qué estás construyendo entre vosotros sino una iglesia del hombre,
eliminando a Mi Hijo en la Luz.
“¡Obispos,
despertad de vuestro sopor! Repito, hijos Míos, Mis obispos, ¿seréis
obedientes al pecado? ¿Os uniréis
y destruiréis vuestra Fe? ¿Comprometeréis
vuestra Fe con la destrucción final de las almas?
“Mi
Hijo os dio vuestra Fe. El os dio
el curso, un plan sencillo para seguir. El
os dio vuestros primeros líderes. Ellos
escribieron el plan del Cielo en vuestra Biblia. Cada hombre busca innovación, interpretando para su propia
satisfacción - toda clase de engaños y complicación, innovación.
¿Para qué? ¡Para la
destrucción final de vuestra Fe! ¡Las ovejas corriendo y dispersándose, iglesias cerrando
sus puertas! ¿Por qué? Porque habéis
reemplazado la Luz con oscuridad.
“Oh,
hijos Míos, ¿qué palabras adicionales os puedo dar para sacaros de vuestro
sopor? Como en el tiempo de Noé, cerráis vuestros oídos.
Sodoma y Gomorra, cerráis vuestros oídos y vuestros corazones.
“Sólo
unos pocos serán salvados. Muchos
son llamados pero pocos los escogidos. El
camino hacia el Reino Eterno del Padre es uno angosto, hijos Míos.
Una vez lo dejáis, es muy difícil regresar.
“Mantened
vuestra armadura sobre vosotros, hijos Míos.
No escuchéis a los mofadores que buscan removeros vuestra armadura.
Vuestros sacramentales han sido dados con razón.
Los necesitaréis, hijos Míos. Sin
ellos dejaréis el camino al Cielo. Sin
ellos entraréis en la oscuridad y sin ellos seréis cegados a la verdad.
“Debéis
tener el Pan de Vida dentro de vosotros, hijos Míos. Consolad a Mi Hijo y El os consolará en los días venideros.
Rechazadlo y vosotros seréis rechazados por el Padre Eterno, porque
nadie vendrá al Reino del Cielo sino a través de Mi Hijo y Su liderazgo.
“No
hay dioses, hijos Míos, sobre vuestra tierra.
Hay un sólo Dios. Habéis
puesto muchos dioses para adorar sobre vuestra tierra, aún buscando hacer del
hombre un dios. ¿No podéis
recordar por qué os fueron cerradas las puertas del Cielo? Debido al orgullo y
a la arrogancia, y por escuchar la voz del mal.
Vuestros primeros padres, hijos Míos, escucharon esta voz y cayeron y
sucumbieron al mal.
“Comprendo,
hijos Míos; sé lo que está en
los corazones de la humanidad. Ellos
no les dan a vuestros hijos el conocimiento de vuestros primeros padres, Adán y
Eva. Ellos no les dan a vuestros
hijos el conocimiento de la existencia del infierno.
¿Podéis comprender por qué, hijos Míos?
Sin este conocimiento ellos pecarán, y el pecado se volverá una manera
de vida.
“Mi
voz ha ido a través de vuestro mundo ahora, hijos Míos.
Eso os da ahora menos tiempo para prepararos.
Mantendréis una constante vigilia de oración.
Cada hombre y mujer y niño de edad de razonamiento deben ser ahora discípulos
del Padre Eterno. Tenéis una
responsabilidad con vuestros hermanos y hermanas del mundo.
Si habéis reunido vuestras gracias y os sentís seguros de vuestros méritos
para entrar al Reino del Padre Eterno, entonces debéis trabajar doblemente duro
con vuestras gracias, hijos Míos, para salvar a vuestros hermanos y hermanas.
Aún un alma traerá mucho regocijo en el Cielo, con la recuperación de
tan sólo un alma, hijos Míos."
Verónica - Ahora Nuestra Señora saca Su Rosario de Su cintura,
y Ella extiende el crucifijo de oro y hace la señal de la cruz: En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra Señora - "Os bendigo a todos, hijos Míos, como Mi Hijo
os bendice en el Padre y en el Espíritu. Continuad
con vuestras oraciones de expiación; ellas son dolorosamente necesitadas.
Será necesaria mucha penitencia ahora para detener la oscuridad.
“Os
bendigo, hijos Míos, y os doy, a través del misericordioso Corazón del Padre
Eterno, grandes poderes para curación y conversión."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Ahora
Nuestra Señora retrocede... oh, oh, más allá del árbol.
Y Ella está allí, señalando hacia abajo ahora.
¿Oh?
Nuestra Señora - "No, hija Mía. No Me voy.
Estoy aquí contigo durante el resto de la noche."
Verónica - Ahora San Miguel desciende de nuevo, alto del cielo,
y él está de pie del lado derecho de Nuestra Señora. Él sostiene la balanza
en su mano derecha ahora y una lanza en su izquierda. San Miguel... no puedo ver sus facciones, pero tengo un
profundo sentimiento de angustia. El
no está feliz.
Ahora
su voz retumba - oh, muy recio, casi
podría lastimar los oídos sino fuera por la gracia de Dios.
San Miguel - "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra!
Como en el tiempo de Noé, como en el tiempo de Sodoma, ¡ay, ay, ay de los
habitantes de la tierra!”
Verónica - Ahora San Miguel señala hacia su lado izquierdo, y
Nuestra Señora va más arriba en el cielo, y el reloj aparece de nuevo, ese
enorme reloj redondo. Y ahora las
agujas señalan al cuatro y al ocho de nuevo, y empiezan a girar muy rápida,
muy rápidamente, y ellas... ahora ambas agujas se detienen en el número doce.
Ahora San Miguel retumba de nuevo.
San Miguel - "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra!
La hora ha sonado."
Nuestra Señora - "Hija Mía, no te asustes.
Tu estás preparada. Mis
hijos están preparados. Todos los
que son de buen espíritu no tienen motivo para temer.
Continuad ahora, hijos Míos, con paz de corazón.
“Verónica,
hija Mía, ahora debes leer las fotografías cuidadosamente.
Pero debo advertirte que hay otras personas que hacen novedades de sus cámaras.
No fue dado por esa razón. La
cámara debe estar bendecida. Satanás
tiene mucho poder sobre los implementos mecánicos;
sin embargo, todas las que estén bendecidas por Mí, hijos Míos, no
caerán en el poder de satanás."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. (Pausa).
Hay
una bella corona... cubriendo todo el cielo está una corona dorada, puntiaguda
en secciones, una corona muy regia. Oh,
y ahora el cielo se pone muy brillante, y... oh, Jesús viene hacia adelante a
través del cielo. Oh, hay luces ahora, hay luces que emanan como corrientes de
Jesús. Ellas van... las luces
salen en todas direcciones y bajan, bajan en corrientes ahora por la estatua de
Nuestra Señora. ¡Es una vista muy
bella, bella! ¡Oh!
Todo el cielo está cubierto por estas corrientes de luz blanca ahumada.
No hay manera humana como poderlo explicar.
Jesús - "Hija Mía, lo has explicado muy bien.
Ninguna palabra humana podría describir ni explicar satisfactoriamente
muchos secretos del Cielo.
“Las
luces que veis, hijos Míos, son gracias, gracias que son dadas en abundancia
con sólo pedirlas."
Verónica - Ahora Jesús extiende ambas manos.
Hace bastante viento porque Su capa ondea detrás de Él.
Jesús - "¿Qué puedo decir en este momento?
¿Cómo puedo prometer más postergaciones para una generación no-arrepentida?
“¿Cuántas
advertencias son dadas a la humanidad para que no sean atendidas?
Oh, hijos Míos, si tan sólo pudiese quitar la oscuridad y permitiros
ver en vuestro futuro, el futuro que habéis forzado sea ahora.
Lo que iba a pasar en el futuro, será ahora.
“Diré
de nuevo, habrá un tiempo en que se os dará una gran prueba.
Vuestro mundo será bañado en sangre.
Vuestro mundo pasará por un gran crisol de sufrimiento.
El Padre Eterno no busca traer temor a los corazones de Sus hijos.
El os envía una amonestación que debe ser atendida.
El Padre Eterno ha observado y ha encontrado que estáis faltos.
“El
mundo no será completamente destruido. Esa
promesa fue dada y esa promesa será cumplida;
sin embargo, todo lo que esté podrido caerá.
Muchos morirán en la gran llama de la Bola de la Redención.
“Amen,
amen, os digo, lo que ha sido escrito ha de pasar.
“Mucho
de lo que sucederá ahora en vuestra generación había sido planeado, hijos Míos,
para el futuro. Pero a través de
vuestra arrogancia y orgullo, os habéis elevado muy alto por encima de lo que
el Padre Eterno le ha dado a la humanidad como una meta.
Buscáis invadir los reinos del Cielo.
Buscáis colocar un reino del hombre.
Y ¿qué os habéis dado sino un reino de oscuridad y pecado, y toda
clase de abominaciones?
"No caigáis en error, el error y la falacia que todos seréis
salvados sin esfuerzo y sin mérito. Eso
es una falacia. Hay un Cielo, hay
infierno, y hay un lugar de purificación.
Debéis estar puros, purificados de todo pecado.
Vuestras vestimentas... muchas
se lavarán en sangre para purificarlas, pero rezad que sea la Sangre del
Cordero.
“Amen,
amen repito a la humanidad, debéis despertar de vuestro sopor y engaño.
Cuando vuestro mundo entre en Mi Iglesia y busquéis colocar a un hombre
como un ídolo para adorar, sabed que la espada será puesta sobre vosotros.
“Apresuraos,
atended y escuchad, porque el tiempo se acorta. Pronto las palabras no serán suficientes.
El Padre Eterno ordena gran penitencia de parte de la humanidad en este
momento. Vosotros sostenéis la
balanza, hijos Míos.
“Mantendréis
una constante vigilia. Toda clase
de tentación diabólica será impuesta sobre aquellos que estén destinados a
ser hijos de su Dios en el Reino eterno. A
medida que viajáis por el camino angosto al Reino, no os desaniméis, no bajéis
vuestra guardia, porque encontraréis que entre más cerca os aproximáis al
Reino eterno, más seréis atacados por satanás.
Su frustración... en su frustración, hijos Míos, para reclamar
vuestras almas, él enviará toda clase de agresores a vosotros; por lo tanto, observad y rezad mucho. Rezad que vuestros hijos no sean las víctimas.
“Os
bendigo a todos, hijos Míos. Os
doy en Fe todas las gracias para vuestra conversión y curación: primero la
cura del espíritu, y luego, hijos Míos, la cura de vuestro cuerpo.
Pero primero la cura de vuestro espíritu."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Jesús extiende Su mano, así.
El gira hacia Su lado derecho, por nuestro lado izquierdo.
Él extiende Su mano ahora y hace la señal de la cruz: En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Él va hacia allá, y San Miguel desciende ahora de lo alto en el cielo,
es como si saliera detrás de un escudo de una nube.
Y Nuestra Señora también está a la par de San Miguel, y Ella está de
pie al lado derecho de Jesús.
Ahora
Jesús extiende Su mano. Él está
a nuestro lado derecho y extiende Su mano: En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo.
Ahora
se pone muy oscuro del lado derecho, y Nuestra Señora va con San Miguel.
Ella viene alto por encima de la estatua, y extiende Sus manos, así.
Es... Nuestra Señora está de pie con Sus brazos extendidos.
Es casi una postura de súplica.
Nuestra Señora - "Escuchad, hijos Míos.
No rechacéis las advertencias que se os dan.
No podéis contar el tiempo que os queda en dos manos.
Apresuraos y escuchad y actuad de acuerdo a estas advertencias!"
Verónica - Y ahora Nuestra Señora estira Su mano y toma Su
Rosario, el bello Rosario blanco grande con el Padre Nuestro dorado. Y Ella
extiende el Rosario, todo el Rosario, incluyendo el crucifijo, y hace la señal
de la cruz. En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús
toma Su... Él tiene puesta esta capa color borgoña, y El ahora la coloca
atravesada enfrente de Su pecho, y asiente.
Jesús - "Continuaréis ahora, hijos Míos, con vuestras
oraciones de expiación. Comprenderéis
muy pronto por qué He venido y os He dado esta advertencia."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amen.
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Revised: February 03, 2010