Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
27
Diciembre 1975 - Víspera de la Fiesta de la Santa Familia
Verónica
-
El cielo está muy oscuro. Tiene
una oscuridad siniestra. Hay
corrientes de luz que ahora vienen a través del cielo negro.
La luz era un blanco pálido, pero se vuelve un bello azul.
Es muy impactante en contra del cielo negro.
Ahora en el centro de la
luz hay una tremenda cruz blanca. Y
de la cruz, del centro de la cruz, sale la figura de un Corazón, un Corazón
rojo. Y ahora el Corazón... del
lado derecho de la cruz, una gran espada, una espada tipo sable, ahora es
hundida dentro del Corazón. El
Corazón sangra.
Y del lado izquierdo, por
los árboles, San Miguel viene hacia adelante.
El sostiene un cáliz en su mano, un cáliz dorado muy grande.
Él coloca esto debajo del Corazón sangrante.
San
Miguel -
"La Sangre del Hijo del Hombre no será de nuevo derramada por una generación
no-arrepentida. El hombre derramará
su sangre y será degollado por el Cordero.
“Muchos mártires surgirán
en la conflagración.
“¡Ay de los habitantes
de la tierra! Ay de una humanidad que ha permitido que el pecado se vuelva una
manera de vida. Toda clase de
abominaciones están siendo cometidas en la Casa de vuestro Dios a través de
vuestro mundo.
“El Sombrero Rojo ha caído
y el Sombrero Púrpura está siendo mal guiado.
“Herejía, oh pesarosa
herejía, ¿qué será de vosotros?"
Verónica
-
Ahora San Miguel señala hacia arriba. Él tiene una espada muy grande en su
mano derecha. Él señala al cielo,
y se forma un gran círculo. Ahora
en el círculo están siendo dibujadas en negro, con trazos negros, trazos
negros siniestros, líneas que forman un símbolo... el llamado símbolo de la
paz, usado ahora por mucha de la juventud.
Los símbolos ahora... las manecillas señalan a las cuatro y a las ocho.
Hay una extensión de una "Y" en esto, que llega hasta la parte
superior del círculo, y señala a las doce.
El tiempo ha llegado; es el
principio del fin, el período "Y" en la historia de la humanidad.
Ahora San Miguel pasa
arriba de Nuestra Señora, alto por encima de Nuestra Señora, y está de pie
con su espada. La espada está señalando
hacia abajo.
San
Miguel -
"¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra! Cuántas advertencias serán dadas a la humanidad antes que
ella reconozca su pecado y haga penitencia para su Dios, un Dios todo
misericordioso y justo, Cuyo Corazón está desgarrado por una generación mal
agradecida que se ha entregado a toda clase de depravación y profanación de su
alma.
"Pastores en las Casas de vuestro Dios, debéis regresar de vuestras
andanzas y reunid a vuestras ovejas descarriadas.
Debe regresarse la disciplina. Deben regresarse la santidad y la piedad. ¡La herejía y los herejes deben ser sacados de Roma!
Debe usarse el poder de la excomunión.
¡Purificaréis ahora la Ciudad Eterna, o aceptaréis la espada!"
Verónica - Ahora San Miguel señala con su espada al lado
derecho, y veo una visión terrible de pequeños niños que son tomados de sus
cabezas, sus cabellos, sus cuellos, y una espada que los corta, que los mata.
San Miguel - "¿Qué clase de maldad habéis creado sobre la
tierra, los asesinos de nuevo de los santos inocentes?
El hombre se ha puesto por encima de su Dios.
¿Busca él controlar la muerte y la vida a su discreción? ¡Asesinato!
El asesinato será... todos los asesinos recibirán una justa recompensa
por sus actos."
Verónica - Ahora se pone muy brillante del lado izquierdo, por
encima de los árboles. Y Nuestra
Señora viene hacia adelante. Ella
tiene puesta la túnica más bella, y sobre Su cabeza hay un círculo de
estrellas. Nuestra Señora se ve
muy joven y muy frágil. Ella tiene
un bello manto blanco sobre Su cabeza, y las estrellas, el círculo, parece
estar suspendido casi en el aire. Nuestra
Señora me enseña Sus sandalias. Ella
tiene puestas las bellas sandalias con las rosas doradas, una rosa en cada
sandalia.
Nuestra
Señora extiende Su mano derecha, y... oh, el Niño Jesús aparece en los brazos
de Nuestra Señora. ¡Oh!
El se ve como de... oh, de aproximadamente un año de edad.
Él es pequeño pero tan majestuoso en los brazos de Nuestra Señora.
Nuestra
Señora señala hacia un mapa. Es
un gran mapa en el cielo.
Nuestra Señora - "Hija Mía, a través de toda la tierra hay
ahora un asesinato en masa de los niños inocentes, los no-nacidos, y esto ahora
se ha extendido más allá de los no-nacidos.
Muchos niños traídos al mundo han sido matados, hija Mía, al momento
de nacer. Grita esto a todos.
Tus hospitales se han entregado a la depravación.
Ellos toman sin necesidad, las vidas, hija Mía.
“Si,
hija Mía, es con el conocimiento de los padres. ¿Formaréis una raza maestra?
¿Crearéis sólo a un individuo perfecto?
¿Qué haréis para llevar a cabo esto?
¿Erradicaréis por medio del asesinato a todos los que no sean
perfectos? El hombre no tiene
derecho alguno de juzgar sobre quién ha de vivir o morir, hijos Míos.
“El
Padre Eterno envía cada vida con una razón.
El espíritu de vida es inhalado en ese cuerpo en el momento de la
concepción. En el momento de la
concepción el alma es unida con ese cuerpo.
A pesar que crece desde una pequeña semilla, está viviendo y no debe
ser destruida. Es un asesinato,
hijos Míos, destruir la semilla.
“Ttodos
los que cometáis esto, este terrible acto de asesinato, hijos Míos, no podéis
entrar al Reino del Cielo, a menos que os arrepintáis de este asqueroso crimen.
Debéis aceptar en vuestro arrepentimiento, una penitencia sobre la
tierra por vuestros actos que traen gran angustia al Corazón del Padre Eterno.
“El
hombre ha recibido una libre voluntad y está usando este acto de misericordia
del Padre para permitirse ir a su manera, porque el Padre no forzará a nadie al
Reino, hijos Míos. Debéis querer
entrar. Debéis usar la balanza
durante vuestra vida para reunir la fortaleza necesaria a través de gracias,
para manteneros en el camino angosto hacia el Reino. Es sumamente difícil regresar una vez halláis dejado ese
camino angosto. Los agentes de
satanás abundan sobre la tierra. El
666 está ahora aquí, hijos Míos, en vigor.
“Cuando
Roma se una completamente con el mundo, cuando Roma remueva al Santo Padre, el
Papa Pablo de la silla de Pedro, sabed que el fin está cerca.
"Hay ahora muchos en Roma, hijos Míos, quienes buscan establecer
una sola religión mundial. Está
basada en el humanismo y el modernismo. No
es la religión de Tradición que fue dada por Mi Hijo, Jesús, a la humanidad.
El hombre construye una religión de hombre.
No es una de la cruz.
“Preguntas,
hija Mía, ¿por qué se permite esto? Es
sólo durante corto tiempo. El
hombre está siendo probado. Las
ovejas serán separadas de las cabras. Se
le dará una prueba a cada alma.
“No
tienes que escribir de nuevo, hija Mía, a los cardenales de Roma.
Ellos ahora están conscientes del Mensaje.
“Continuarás,
hija Mía, enviando el Mensaje a través del mundo. Te enviaré muchos brazos para ayudarte en esta Misión.
“No
tendrás temor alguno al dar los nombres por escrito que Yo te doy.
Si esto no fuese cierto, te diría que lo mantuvieras en secreto.
No es que pongamos juicio sobre un nombre dado de la persona. Es que debemos advertirle a este individuo que su alma está
en peligro mortal. Su alma está en
peligro de irse al abismo y ser reclamada por satanás para toda la eternidad.
Aún los Sombreros Rojos, hija Mía, pueden caer al infierno.
“Vuestro
Santo Padre, Pablo, sufre mucho por los enemigos que lo rodean.
Él aceptará el fin de un mártir.
“No
te sientas triste de corazón, hija Mía. El
Padre tiene un plan para todo. Es
una gran gracia aceptar la muerte de un mártir.
“Como
te dije hace poco tiempo, uno de los cardenales a quienes le escribiste, pronto
dejará el mundo. Sin la penitencia
ni reparación necesarias... si no escucha Mis advertencias, perderá para toda
la eternidad una recompensa de estar con Nosotros en el Reino eterno de la Luz.
“Rezo,
hija Mía e hijos Míos, para que le enviéis este mensaje para que él pueda
tener la oportunidad de hacer restitución al Padre Eterno por la salvación de
su alma inmortal.
“Preguntas,
hija Mía, por qué tiene que ser así. Es
un misterio que la humanidad nunca sabrá hasta que atraviese el velo.
Es una voluntad dada a cada alma para que siga y haga su elección.
“Tú,
hija Mía, aceptarás una penitencia difícil por el mundo.
Ahora que te lo He dicho, pasarás por esto, hija Mía, con mucha
entereza y fortaleza.
“No,
hija Mía, no te preocupes. El
Padre Eterno no te dará más de lo que puedas soportar.
“Continuarás
leyendo muy cuidadosamente las fotografías, hija Mía. Son una gracia especial
para darte fortaleza en la Misión venidera.
Ellas también serán en el futuro, una evidencia positiva para la
investigación.
“Continúa
con tu Misión, hija Mía, con gran fortaleza de espíritu.
Todo saldrá como el Padre Eterno lo permita.
No te sobre angusties por la existencia y venida de milagros.
Ellos aparecerán delante de tus propios ojos.
“Ahora,
hija Mía, te sentarás y leerás estas fotografías."
(Pausa).
Verónica - Hay una gran neblina de coloración rosada.
Es una bella coloración cálida. Y
ahora a medida que el cielo se abre, Jesús viene hacia adelante.
Él está vestido en una túnica blanca muy inusualmente brillante, y Él
tiene un cordel como soga alrededor de Su cintura.
Jesús tiene puesta una capa, es
una capa de color borgoña profundo. Es
muy floja. Desde aquí Jesús se ve
muy alto. Yo sí diría que El se
ve... yo diría aproximadamente... oh, seis pies de alto,
Él es muy alto. Y Él sonríe.
Ahora
el cabello de Jesús ondea. Le
llega hasta los hombros, y tiene un matiz marrón-rojizo. Quizá es el resplandor rosado de las luces alrededor de Él.
Jesús toca Sus labios con Su dedo índice;
eso significa escuchar.
Jesús - "Hija Mía, tu mundo ha de entrar en una gran
prueba de sufrimiento. Las
advertencias que fueron dadas a la humanidad en el pasado no deben ser
rechazadas. Ellas deben ser
examinadas cuidadosamente, todos los mensajes del pasado, y actuar sobre ellos.
“No
disminuyas, hija Mía, en tu Misión. Debes
continuar trabajando con gran celeridad.
“Hay
una conspiración de maldad ahora a través de vuestro mundo.
Todos los que tienen el mayor poder para fomentar el bien, han usado este
poder para fomentar el mal. Este
mal está entrando en las vidas de cada hombre, mujer y niño en vuestra nación
y en las naciones a través de vuestro mundo.
“Como
en el tiempo de Noé y las ciudades de Sodoma y Gomorra, recayó sobre el Padre
Eterno purificar este mal de vuestra tierra.
“A
medida que el mal acelera, no se le dará al Padre Eterno otra alternativa más
que soltar sobre la humanidad la Bola de la Redención.
Muchos morirán en la gran llama de la Bola de la Redención.
Vuestra tierra pasará por un sufrimiento mucho mayor que cualquiera
visto jamás antes por la humanidad. Todos
quienes vivan esto, envidiarán a aquellos que ya han muerto.
“No
es la voluntad del Padre Eterno poner sobre la humanidad un castigo.
Es en Su Corazón misericordioso y en Su providencia, y Su conocimiento
de lo que ha de venir, que Él tiene un plan para la recuperación de almas y
para la purificación de vuestra tierra.
“La
Bola de la Redención se acerca. Repito,
muchos morirán en la gran llama de la Bola de la Redención.
“En
la Ciudad Eterna de Roma, la Luz está tenue.
Hay una conspiración de maldad. La
santidad debe ser regresada al hombre quien se representa en Mi nombre.
“En
la Ciudad Eterna de Roma, Mis pastores, habéis abierto vuestras puertas a toda
clase de herejes y hermanos separados quienes no se unirán a vosotros para el
mejoramiento de Mi Iglesia, sino para destruir y confundir, y unir una nueva
religión del hombre, una basada en el humanismo y el modernismo y en el
satanismo.
"El plan simple para la redención de la humanidad os fue dado en el
pasado por vuestros profetas. Ya
Nosotros escuchamos que clamáis por la ordenación de la mujer.
¡Ninguna mujer estará en Mi Casa para representarme a Mí!
Iré entre vosotros y os arrojaré de Mis templos!
“¡Yo,
vuestro Dios, exijo que os purifiquéis ahora! Os prolongamos cierto tiempo para
que logréis esto. No estáis
escondidos de Nuestros ojos con vuestras maneras malignas. ¿Pensáis que escaparéis un justo castigo?
¡No! Amén os digo, ningún
rango os hará escapar de los fuegos.
“Vosotros
quienes os llamáis Mis pastores y habéis vendido vuestras almas para llegar a
la cima, vosotros quienes habéis tomado a los jóvenes para destruir sus almas
con toda clase de innovación y novelería en Mi Casa, ¡Yo no os pedí cambio!
¡No os pedí que descartarais las palabras de vuestros primeros
maestros, los Apóstoles! En
vuestra arrogancia, os reís y sois burlones en cuanto a sus enseñanzas.
Os colocáis otra iglesia, no Mi Casa.
¡Yo no representaré Mi Cuerpo y Espíritu en vuestra casa nueva!
“¿Separaré
a Mis pastores y causaré más confusión? ¡No!
El Padre Eterno considera que ha de purificaros.
No habrá otra separación.
“Amén,
amén os digo, vosotros que casi habéis alcanzado un punto de no retorno de
vuestras maneras destructivas. No
abriréis las puertas de la Ciudad Eterna a todos los hermanos separados que
rechazan al Cristo.
“Regresaréis
el Buen Libro, vuestra Biblia. La
restauraréis a su significado original. No
tomaréis este Libro y le haréis toda clase de cambios para agradar a la
humanidad y a sus naturalezas débiles. ¡No!
¡Cambiaréis a la humanidad para que sea agradable a su Dios!
“No
encontraréis excusas ni racionalizaréis el pecado. ¡No! No habrá
racionalización del pecado, que ahora ha procedido a hacer del pecado una
manera de vida en vuestra nación y a través de vuestro mundo.
“¡Pastores,
atended! Apresuraos, atended y
escuchad, porque no os advertiré de nuevo.
“No
estableceréis nuevos seminarios que han ido más allá de toda verdad y tradición
y hechos. Esto no será tolerado
por el Padre Eterno.
“Uno será enviado entre vosotros como una voz que clama en la selva: ¡Regresad antes que sea demasiado tarde!
"Hijos
Míos de gracia, aquellos quienes habéis escuchado y actuado de acuerdo a las
advertencias dadas desde el Cielo, debéis continuar con perseverancia.
Debéis actuar caritativamente y debéis rezar por aquellos que están
destinados, sin vuestras oraciones, al abismo.
“No
esperamos que juzguéis. No
toleramos el mal. El Padre Eterno
siempre es el Juez final, pero no debéis aceptar ni comprometer vuestra Fe.
“¡Despertad,
pastores, de vuestro sopor! ¿Seréis obedientes a los herejes?
¿Complaceréis a los hombres y rechazaréis a vuestro Dios?
Esta decisión es vuestra. En
la providencia misericordiosa del Padre Eterno, se os ha dado tiempo para
enmendar vuestras maneras.
"En el pasado, muchas advertencias os han sido dadas pero no han
sido reconocidas como que proceden del Padre Eterno. Aquellas que vengan ahora
serán reconocidas, porque habrá cataclismos tales como nunca han sido vistos
jamás en vuestra tierra: congelamiento en áreas de vuestra tierra que nunca
han experimentado congelamiento; brotes
de calor en áreas en donde nunca se ha conocido tan gran calor.
La muerte vendrá sobre muchos. El
acercamiento de la Bola de la Redención traerá sobre la humanidad cambios climáticos.
“Todos
los que permanezcan cerca de Mi Madre no serán tomados sin preparar, hija Mía.
Esta es una gran gracia para muchos.
Mantened una constante vigilia de oración en vuestros hogares y en
vuestra nación y a través de vuestro mundo.
Las cuentas de oración, el Rosario de Mi Madre para la humanidad, son
muy poderosas.
“No
descartéis vuestros sacramentales, porque ellos tienen el poder sobre los
demonios sobrenaturales. No escuchéis
con oídos curiosos a aquellos quienes tratan de descartar el conocimiento de lo
sobrenatural, los demonios y la existencia de vuestros ángeles.
Os aconsejaría que los llamarais a menudo, porque no sobreviviréis sin
ellos la batalla venidera."
Verónica - Ahora Jesús asciende muy alto, alto en el cielo.
Hace mucho viento porque Su capa ondea a Su alrededor. Él extiende Su
mano, así, con Sus dedos, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús - "Os bendigo a todos, hijos Míos, como el Padre
os bendice en el Espíritu."
Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Jesús
va hacia nuestro lado derecho, justamente arriba de los árboles.
El está de pie y ve hacia abajo, y extiende Su mano, así:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
se pone muy, muy brillante. Oh, San
Miguel viene justamente del centro de esta tremenda luz por encima de la cabeza
de la estatua de Nuestra Señora, alto en el cielo. Jesús va hacia allá ahora,
y Él está de frente a nosotros, pero Él asciende muy alto.-
Ahora hay un círculo de luz del lado izquierdo, aquí, y hay un reloj
sobre él. Y las agujas del reloj
señalan al cuatro y al ocho, el signo del anticristo.
Y las agujas giran, y ellas se detienen en el número doce: el tiempo ha
llegado.
Ahora
el cielo se pone muy oscuro. No
puedo ver ahora a San Miguel. Él
parece simplemente haberse ido detrás de una enorme nube. Y Jesús va hacia allá, y está allí de pie.
Y El toca Sus labios para escuchar.
En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Revised: February 03, 2010