Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
20 Noviembre 1976 - Víspera
de la Fiesta de Cristo Rey
Verónica - El
cielo es un bello rosado esta noche. Hay
luces azules en todo el alrededor de los bordes exteriores de los árboles, y
directamente en el centro del cielo, arriba de la estatua de Nuestra Señora,
hay un rayo circular de luz que viene a través de lo que parecen ser nubes
rosadas muy esponjosas.
Oh,
directamente en el centro está Nuestra Señora.
Ella está de pie y mira a Su alrededor a la derecha y a la izquierda.
Nuestra Señora saca de Su cintura - Ella saca Su Rosario y extiende el
crucifijo de Su Rosario y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora se adelanta. Puedo ver Sus
pies ahora. Ella no tiene puestas
sandalias, Sus pies están descalzos. Ella
tiene puesta una bella túnica blanca, muy larga, con una banda de un azul
profundo. La banda está amarrada a
Su lado izquierdo. Nuestra Señora
había sacado Sus cuentas del lado derecho de Su banda. Nuestra Señora tiene un bello manto largo alrededor de Su
cabeza. No puedo ver Su cabello; el
manto baja mucho sobre Su frente. En
todo alrededor del manto hay
brillantes, como diamantes, cristalinos - no sé lo que son, en todo el contorno
del manto de Nuestra Señora - diamantes, o alguna forma de cuentas.
No los puedo ver muy bien porque son tan brillantes y resplandecen tanto
que no los puedo ver por mucho tiempo. La
luz del manto de Nuestra Señora ha rodeado Su rostro.
No puedo ver el rostro de Nuestra Señora muy claramente, pero el sentido,
la sensación que Nuestra Señora sonríe - eso es inequívoco.
Nuestra Señora sonríe. Es
una sonrisa triste. Ahora Nuestra
Señora se adelanta y puedo ver Su rostro con más claridad. Ella está muy triste. Nuestra Señora lleva Su dedo índice
a Sus labios; eso significa escuchar y repetir.
Nuestra Señora
- "Hija
Mía, los años están pasando rápidamente sobre vuestra tierra.
Oh, hijos Míos, cuánto tiempo He ido por vuestro mundo previniéndoos,
advirtiéndoos, implorándoos que regreséis de vuestro camino de destrucción.
Muchos están cegados por la verdad; satanás ha envenenado las mentes de
muchos. Oh, hijos Míos, quitaos
vuestras vendas de los ojos y mirad sobre lo que habéis creado con la ayuda de
todos los agentes de las tinieblas."
Verónica - Nuestra
Señora señala hacia arriba al cielo. El
cielo se ha vuelto muy oscuro, un color negro, negro, un negro profundo. Ahora la oscuridad se enrolla y puedo ver (la Basílica de)
San Pedro y Roma, la Ciudad Eterna de Roma.
Puedo ver ahora un lado del edificio.
Es un grupo de edificios, no cerca del domo sino al lado derecho; parece
ser un edificio separado. Y puedo
ver al Santo Padre quien sale al balcón. Está
siendo sostenido de ambos lados por sacerdotes.
Ellos parecen ser sacerdotes, son clérigos vestidos de negro.
Puedo ver sus cuellos Romanos. Ellos
le susurran, y él mueve su cabeza "no".
Se está llevando a cabo una conversación que perturba al Santo Padre
mucho. "No", dice él.
Y ahora lo llevan de regreso por estas ventanas anchas a un cuarto y lo
sientan en un escritorio. El apenas
se puede sostener en la silla. El
ha llevado sus manos a sus ojos. El
está terriblemente perturbado.
Ahora
hay personas que entran en la habitación.
No los reconozco. Sí,
reconozco a uno. Es el Cardenal
Villot. Ellos están hablando de
algo que perturbe muchísimo al Santo Padre, y él mueve su cabeza
"no". Su "no"
provoca mucho enojo entre los que se reúnen ahora.
Ellos se acercan más a su silla. La
silla está un poquito detrás de un escritorio.
Ahora la Ciudad Eterna de Roma parece estarse oscureciendo.
Nuestra Señora
- "Vendrá
sobre Roma una gran prueba, hija Mía. Las
fuerzas del mal se han reunido. Ellos
buscan quitarle su autoridad a vuestro Santo Padre, el Papa Paulo VI, en el año
venidero. Ya él se ha convertido,
hija Mía, en un figura sin autoridad en su propia casa, ya que hay muchos Judas
a su derredor - muchos quienes, por el amor al dinero y al poder, han vendido
sus almas para llegar a la cima.
“Ay, ay, ay del hombre quien descarte su papel como representante de Mi Hijo para aceptar plata y oro, y de esta manera, ha vendido a Mi Hijo. Su Iglesia procederá por un gran crisol de sufrimiento, ya que una Casa en tinieblas, hijos Míos, lleva una banda de muerte a su derredor.
"Hija
Mía, no es necesario que te dé nombres y fechas, porque los culpables están
muy al tanto de su engaño. El
Sombrero Rojo ha caído y el Sombrero Púrpura está siendo mal guiado.
"Oh, hijos Míos, reconoced las señales de vuestros tiempos, la
conspiración del pulpo. Como una
telaraña de mal, las manos de los Maestros alcanzan para reunir, unir, y
destruir la Casa de Mi Hijo.
“Oh,
hijos Míos, mantened una constante vigilia de oración a través de vuestra
nación y todas las naciones de vuestro mundo.
Os he advertido que, a menos que regreséis ahora y restauréis la Casa
de Mi Hijo a su prominencia anterior y al propósito verdadero de la salvación
de almas; a menos que restauréis las tradiciones básicas y la verdad a la Casa
de Mi Hijo, vosotros recibiréis una penitencia justa y correcta: recibiréis la
Bola de la Redención.
"Hija Mía, no disminuyas en tu trabajo.
No hagas caso de las opiniones de los demás.
Debes comprender, hija Mía, que el hombre está ahora tratando de
construir una nueva religión, una nueva iglesia, y no será de Mi Hijo.
Será una nueva religión que reúne a todo el mundo bajo el redil de un
dictador. Y sabed, hijos Míos, que
cuando un hombre, o un grupo selecto de hombres, obtiene tanto poder sobre
individuos y un individuo, sabed que ningún mal puede ser controlado entonces,
y el fin eventual es la destrucción, la muerte, el sufrimiento.
"Hijos Míos, Yo repito y repito Mis advertencias a vosotros con
desesperación y con la esperanza que escuchéis y actuéis según Mi dirección. He ido a través de vuestro mundo, pasando a través de
muchos años de tiempo terrenal, tiempo que no es reconocido en el Cielo, ya que
no hay tiempo en el Cielo.
“Hijos
Míos, os He advertido que miréis y os preparéis para los días que ahora estáis
viviendo, y los días a los cuales os enfrentaréis, conocidos como el tiempo
del anticristo. Hijos Míos, os he
advertido que leáis el Apocalipsis de San Juan y aprended de él.
No es un libro más allá de vuestro conocimiento y comprensión, si
imploráis al Padre Eterno que os permita comprenderlo.
Si pedís, recibiréis discernimiento para comprender lo que está por
venir sobre la humanidad, y lo que ahora está aquí en vuestro tiempo.
“Rezad
una constante vigilia de oración, hijos Míos.
No siempre tienen que ser palabras escritas, sino rezad con vuestro corazón.
Abrid vuestro corazón a Mi Hijo. Pedid
a todos los ángeles del Cielo que os guíen y estad a Su lado durante estos días
desesperados de tinieblas de espíritu.
“Esto,
hija Mía e hijos Míos, es lo que será: ¿buscarán ellos el camino en las
tinieblas? Pero esto, hija Mía, es
lo que será: ¿buscarán ellos en las tinieblas, o continuarán entregándose a
toda clase de maldad, adoración de ídolos falsos, haciendo a un lado a Su Dios
y estableciendo ídolos para adorar? La
astrología es una ciencia, una ciencia falsa para los no creyentes.
“No
desechéis las direcciones que os fueron dadas por vuestros profetas.
Ellos vinieron a vosotros con la verdad, y ¿qué estáis haciendo con
esta verdad sino cambiándola? Estáis trabajando para cambiar y destruir.
"Oh, hijos Míos, ¿qué más os puedo decir?
Qué más puede hacer el Padre Eterno para despertaros - vosotros quienes
sois apáticos, no importándoos hasta que seáis asestados por la destrucción;
vosotros quienes miráis a medida que las advertencias pasan, no importándoos
hasta que entren a vuestros hogares; y vosotros quienes vais como patos por las
aguas, no importándoos ni preguntando porqué procedéis en ese camino; y
vosotros quienes, en vuestra ceguera, y vosotros quienes en vuestra ceguera de
obediencia ciega os habéis entregado a la destrucción y a destruir la Casa de
Mi Hijo en vuestra obediencia al hombre. ¡Ningún
hombre será obediente a satanás!
“Hijos
Míos, hace mucho tiempo os advertí desde Fátima, os advertí a través de
muchos portavoces a través de vuestro mundo que el tiempo vendría cuando estaríais
sobre un mar tormentoso, y será obispo contra obispo y cardenal contra cardenal,
y satanás se establecerá a sí mismo en su medio.
El os maniobrará y os colocará para que juguéis uno en contra del otro
en su plan para destruir la casa de Mi Hijo.
Reconoced lo que está sucediendo sobre vuestra tierra.
Os digo, oh pastores en la Casa de Mi Hijo: si no escucháis, si continuáis
procediendo sobre vuestro curso actual, estáis pidiendo que la mano dura de Mi
Hijo llegue sobre vosotros. Vuestro
mundo será purificado con un bautismo de fuego.
¿Hijos Míos, no habéis aprendido nada de vuestro pasado?
Así como en el tiempo de Noé, con la destrucción de Sodoma y Gomorra,
¿no habéis aprendido que una generación degenerada llama sobre sí una mano
pesada de castigo del Padre Eterno?
“Sí,
hija Mía, yo comprendo tu gran angustia y tristeza.
Oh, hija Mía, Nosotros somos como voces que imploran en el desierto:
preparaos y manteneos sobre el camino angosto, ya que el tiempo se acorta.
No disminuyas, hija Mía, en tu Misión debido a todas las opiniones de
la humanidad. Acepta la cruz y cárgala,
hija Mía, sin quejarte.
“Recibirás
muy poco reconocimiento, hija Mía, sobre tu peregrinaje terrenal, pero recuerda
que es el reconocimiento del Padre Eterno en el Cielo el que debes buscar.
Cuando te vayas, hija Mía, no podrás llevar nada contigo sino amor y
oraciones.
“Reza
una constante vigilia de oración por tus obispos.
La jerarquía en Roma, hija Mía, está bajo gran esfuerzo. Habrá una separación gradual de las ovejas de las cabras.
Oh, hijos Míos, despertad ahora ya que el tiempo se acorta."
Verónica - Nuestra
Señora señala hacia arriba al cielo, y aparece un reloj muy grande. Está directamente arriba del árbol a nuestro lado derecho.
El reloj ahora tiene manecillas. Hay
una línea que divide el centro, señalando directamente de las doce a las seis.
Baja como si estuviera cortando un pastel. La línea está ahora directamente conectada entre las doce y
el seis. Y las dos manecillas
han dado vuelta, y señalan las cuatro y las ocho.
Nuestra Señora
- "Observad,
hijos Míos, la señal de vuestros tiempos, el símbolo engañoso de paz, el
tiempo de Armagedón: la lucha entre el bien y el mal, las fuerzas del maligno
en contra de la Eucaristía, Mi Hijo y Su Iglesia.
La paz será restaurada, pero no sino hasta cuando haya habido mucho
crujir de dientes y aflicción enviados sobre vuestra tierra por el maligno.
“Rezad
una constante vigilia de oración, hijos Míos.
No descartéis vuestros sacramentales; no escuchéis a los mofadores y a
los que buscan quitaros vuestra protección.
Todos fueron dados por una razón. Muchos
son dados, hija Mía, para estos días finales.
La medalla de San Benito tiene que ser llevada; el Escapulario tiene que
ser llevado, el Escapulario marrón. E,
hijos Míos, nunca tengáis vuestro Rosario más lejos de donde vuestras manos
lo puedan alcanzar, porque cuán grande será la tristeza para muchos cuando
tengan que correr con lo que tienen sobre sus espaldas, y si no tienen el
consuelo de un sacramental, hijos Míos, ellos no podrán perseverar en los días
venideros.
“Rezad
una constante vigilia de oración, hijos Míos.
No aceptéis errores, el engaño que ahora gana, que acelera en vuestra
nación. Rezad por vuestros nuevos
líderes, hijos Míos, o habrá gran tristeza en vuestro gobierno.
“Sí,
hija Mía, mucho - Yo diría, hija Mía, de hecho que el Padre Eterno conoce
todo ahora, todo lo que ha de suceder - mucho es permitido por una razón para
que ninguna mente humana pueda comprender ni concebirlo.
Todo está en la voluntad del Padre Eterno en el Cielo. Pero recordad, hijos Míos, que vosotros, como seres humanos,
se os ha dado libre albedrío, y como tal, muchos habéis tomado esta gracia
dada por Dios de libre voluntad y habéis desechado la Luz y aceptado las
tinieblas." (Pausa)
Verónica - Sí.
Nuestra Señora
- "Leeréis
cuidadosamente, hijos Míos, todo lo que viene de la Ciudad Eterna.
Rezad para que comprendáis lo que viene de los maestros del engaño y lo
que viene de vuestro Santo Padre. Y
os advierto, hijos Míos, vuestra Santo Padre escribe muy poco ahora.
“Te he pedido, hija Mía, que le escribas a tu obispo. Reza por él, porque verás un gran cambio.
"Los
medios de comunicación están controlados, completamente controlados, hija Mía;
por lo tanto, no puedes juzgar por la palabra escrita o por el acercamiento
visual.
“Continúa,
hija Mía, con tu Misión con confianza. Recuerda
tus oraciones matutinas. Se te dará
la fortaleza para continuar sobre tu Misión.
Hija Mía, aunque tus cargas son grandes, comprende que el Padre Eterno
nunca te dará más de lo que puedes llevar."
Verónica - Nuestra
Señora ahora extiende Sus manos delante de Ella.
Ella tiene el Rosario en Su mano derecha, y el Escapulario marrón cuelga
de Su mano izquierda, así. Y
Nuestra Señora ahora extiende Sus manos, así, y grandes rayos de luz emanan
ahora de Sus manos. ¡Oh!
¡Son bellos! Son como rayos
de diamantes de cristal. ¡Oh!
Bajan sobre los terrenos. ¡Oh!
Son simplemente bellos. ¡Oh!
Nuestra Señora
- "Gracias,
hija Mía. Te envío del Padre
Eterno gracias en abundancia, gracias para ser pedidas - gracias para curaciones
y gracias para conversiones, curaciones del cuerpo y curaciones del espíritu."
Verónica - Ahora
Nuestra Señora regresa Sus manos, así, y las luces lentamente se evaporan; se
disminuyen. Y ahora parece que
simplemente se desintegran, como las nubes.
¡Oh! ¡Es bello!
Nuestra Señora
- "Ahora,
hija Mía, siéntate y continúa viendo los mensajes en secreto. (Pausa)
Verónica - El
cielo está muy oscuro. No hay
manera cómo poderlo explicar. Es
una neblina gris que parece cubrir todo el área arriba de la estatua de Nuestra
Señora. Pero en el centro,
directamente arriba de la estatua de Nuestra Señora, a través de esta neblina
gris, hay un parche rojo de luz que atraviesa.
No es rojo; es más como un color borgoña.
No puedo explicar el colorido. Pero
se acerca ahora. Es como si algo
viniera a través de las nubes. Es
un corazón rojo - es de la única manera como lo puedo explicar - forma todo el
contorno de un corazón. Ahora el
corazón se inclina. Es casi como
una rosa. Es extraño, el corazón
es casi como una rosa. Y se inclina,
y hay gotas de líquido - pudiera ser sangre - que caen de esta rosa de forma de
corazón.
Ahora
desaparece, como si fuera una formación de, casi como una neblina.
¡Oh! Directamente, ahora,
allá, hay un área azul, un azul profundo, y el centro de ella, bueno - es casi
como la forma de una hostia.
Pero el centro se abre ahora, como si hubiera una perforación de luz, y
se abre muy profundamente. Jesús
viene hacia delante ahora. Y puedo
ver detrás de El, a medida que el círculo de luz se abre, a San Miguel.
Y puedo ver a alguien, una figura, que lleva una gran cruz.
¡Oh!
Caminando detrás de Jesús está esta figura de - pensé que era un hombre al
principio, pero ahora puedo ver que es una muchacha que se parece a un muchacho.
Oh, ahora sé quién es. Es
Santa Juana de Arco. Oh, ella lleva
esta cruz muy grande de madera. No
tiene el cuerpo de Cristo sobre ella, Y ella está vestida con vestimentas muy
extrañas, casi como una guerrera. Ella
tiene metal todo alrededor de su cintura. Y
es como una forma de vestir, pero de armadura pesada.
Eso es lo que es, es armadura. Ahora
ella sostiene la cruz muy alto, tan alto como puede, con el peso de la misma
sobre ella - ustedes saben - adelante de ella pero arriba de su cabeza.
Ella está de pie allí. Y
San Miguel viene hacia adelante con Jesús.
Ahora
Jesús - el viento sopla. Su
capa ondea hacia la derecha de nosotros. Hace
mucho viento. Jesús tiene los pies
descalzos. Puedo ver Sus pies.
No tiene nada, no tiene sandalias sobre Sus pies.
Su vestimenta es de un color crema, un ecru, un crema.
Y El tiene un cinturón. El
cinturón es como cuerda. Es casi
idéntico al color de Su túnica, una túnica crema, como un amarre, una banda.
Ahora Jesús cambia Su capa a Su brazo, Su brazo izquierdo, y ahora toca
Sus labios con Sus dedos. Eso
significa escuchar y repetir.
Jesús - "Hija
Mía, en los días venideros que quedan antes del Castigo, se te dará una nueva
Misión. Mucho del Mensaje que será
dado en el futuro te será dado en secreto, hija Mía, para tu protección, y
también para la propagación del trabajo de Mi Madre.
“Comprended,
hijos Míos, que Mi madre ha venido a vosotros para protegeros y para guiaros
afuera de esta gran masa de tinieblas que ahora envuelve vuestra tierra.
Esta oscuridad es del espíritu. La
oscuridad ha fomentado en vuestra nación el mal tal como nunca antes ha sido
visto en vuestra nación. Hijos Míos,
no puedo, en toda bondad, daros una cuenta completa de lo que pasa ahora en
vuestra nación y en muchas naciones a través de vuestro mundo - un mal tal,
como ninguna mente humana pudiese concebir, pero mal que viene directamente de
las profundidades del infierno.
“Debo
advertir de nuevo, Mis pastores, que estáis procediendo sobre un curso que sólo
traerá destrucción a muchas de Mis Casas sobre la tierra; sin embargo, será
una separación gradual de las ovejas de las cabras.
¡Todo lo que está podrido caerá!
Yo veo un mundo que rápidamente se precipita a su propia destrucción.
Mucho de vuestro castigo vendrá de vuestras propias manos, una creación del
hombre promovida por la dirección de satanás.
Hijos Míos, comprended lo que está sucediendo ahora sobre la tierra.
Estáis en los días hablados y escritos en el pasado y en vuestro
presente por los profetas de vuestro Dios.
“El
hombre en su conocimiento y su arrogancia superior se ha establecido a sí mismo
ahora en su orgullo para llevar a cabo una sola religión y una solo gobierno.
Sabed ahora que esto es un curso para destrucción tal como nunca antes
ha sido visto o experimentado sobre la tierra.
“Como
en los tiempos de Noé, os fueron enviadas voces que clamaban: ¡preparaos y
regresad antes que sea demasiado tarde! Como
lo fue en tiempo de Noé, así muchos ahora ríen, se mofan, se burlan y cierran
sus oídos a estas advertencias. ¿Y
por qué? Porque en su ceguera a
ellos se les ha permitido por el Padre Eterno que continúen por sus caminos a
medida que ellos rápidamente se entregan a satanás.
Pero es un hecho triste, y uno que trae mucha tristeza a todos los
personajes del Cielo, que a medida que se lanzan más rápidamente a las
tinieblas, los que tienen el poder en Mi Casa, como Mis representantes, han
escogido llevar almas con ellos sobre sus caminos hacia la perdición. Amén, amén, os digo, que ninguno escapará este Castigo.
“Habrá
un bautismo de fuego enviado sobre vuestra tierra.
Habrá una guerra mucho más grande y más desastrosa que cualquier
guerra en la que el hombre ha estado involucrado.
No claméis paz, paz y seguridad, cuando no hay paz y no hay seguridad.
Ningún hombre construirá paz sin su Dios.
“Ningún
hombre sostiene la llave del Reino eterno a menos que él merezca este honor.
La vida sobre vuestra tierra no es sino un corto peregrinaje para todos y
cada uno de vosotros. Cómo paséis vuestro tiempo sobre vuestra tierra determinará
vuestra recompensa eventual.
“A
través de errores, confusión y engaño descarado, hay una gran oscuridad que
se cierne sobre la Ciudad Eterna de Roma. Hay
una gran oscuridad que cubre todos los países de vuestra tierra ahora, y hay
una gran oscuridad que envuelve la misma naturaleza de la humanidad, ¡y muchos
ahora caminan por la tierra con cuerpos vivos y almas muertas!
Y preguntáis, hijos Míos, ¿si podrá haber una restauración, una
renovación? ¡Y qué buscáis
revivir y renovar sino a Lucifer!
“Descontento,
arrogancia, orgullo - oh Sombreros Rojos, ¿qué habéis traído sobre Mis
ovejas, mas que las habéis esparcido? Fomentáis
confusión. Tomáis de ellos Mi
puro Corazón. Los alejáis del Pan
vivo. ¡Ay, ay, ay de vosotros,
Sombreros Rojos, y vosotros, Sombreros Púrpura, quienes seguís a vuestra
propia destrucción! Abrid vuestros
corazones a la verdad; removeos la ceguera.
Recordad que Yo soy vuestro Dios, y como tal, ¿estaréis delante de Mí,
y diréis que vuestra enseñanza ha sido pura a Mi vista?
Os digo, oh vosotros de poca fe: Yo os tomaré y os escupiré como veneno
a las llamas, para siempre condenados en el abismo!
"Habéis sido advertidos, y habéis sido advertidos, y os digo, oh
Sombreros Rojos en Mi Casa: tomaréis cuentas ahora.
Miraréis a vuestro derredor y removeréis la ceguera de vuestros
corazones. Dejaréis de llenar
vuestros cofres a costa de la pérdida de Mis ovejas.
¿Qué ganáis, oh Sombreros Rojos, si reunís todos los tesoros del
mundo y venís ante Mí sin un mérito de gracia para entrar en el Reino de Mi
Padre?
“Estas
advertencias del Cielo han caído sobre muchos oídos sordos y corazones
endurecidos, pero, os digo: habrá mucho crujir de dientes y lágrimas, pero ¡demasiado
tarde, demasiado tarde!
“No
vayáis por el camino ancho con el engaño que podéis ofender a vuestro Dios y
luego ser aceptados como sois, un pedazo contaminado de ser humano con un alma
oscurecida y un espíritu de mal, que podréis entrar al Reino eterno de vuestro
Dios. Os digo que Yo no os conoceré. Defenderéis
Mi Casa, defenderéis Mis enseñanzas, Me defenderéis, u os digo, oh Sombreros
Rojos: ¡Yo no os conoceré!
“Hija
Mía, el Mensaje del Cielo tomará una gran medida de tu fortaleza, pero
comprende, hija Mía, que no se te dará más carga de la que puedes llevar.
Ve hacia adelante y grita este Mensaje desde los tejados, hija Mía.
Queda poco tiempo.
“No
te animo sobre fechas, no es necesario. Yo
no espero que las ovejas vengan corriendo para una corta pausa del mal y de sus
pecados; tiene que ser un giro permanente del mal, hijos Míos. Por lo tanto, no serán dadas ningunas fechas, porque ¿qué
se ganará si conocéis la fecha y venís y cambiáis para estar listos, cuando
vuestro corazón no tendrá una verdadera conversión?
"Vivid vuestras vidas, hijos Míos, día a día como si el fin
estuviese a mano. No seréis
tomados sin preparación si permanecéis conmigo en Mis Casas a través del
mundo. No tenéis nada que temer sino al miedo mismo, hijos Míos.
El Mensaje del Cielo no os ha sido dado para fomentar miedo, sino para
traeros la verdad de lo que ha de venir sobre la humanidad.
Es de esta manera que Nosotros hemos separado y separaremos las ovejas de
las cabras. Los que serán salvados
serán contados en los pocos, hijos Míos.
“Llevaréis
puestos vuestros sacramentales y cuidaréis las puertas de vuestros hogares.
Preparad a vuestros hijos para que cuando ellos salgan de vuestras casas,
ellos no caigan en la conspiración del mal.
Rezad una constante vigilia de oración.
El poder de la oración es grande a los oídos del Padre Eterno.
Pedid y recibiréis.
“Dad
caridad de corazón en acción a vuestros hermanos y hermanas, pero no seáis
engañados, hijos Míos, en comparar y traer una comparación de caridad y
humanismo juntos. Cuando el mundo y
Mi Casa, Mi Iglesia, sean uno, sabréis que el fin está a mano, hijos Míos. Reconoced las señales de vuestros tiempos y actuad sobre
ellas."
Verónica - Ahora
Jesús extiende Su mano, así, y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús
y San Miguel y Santa Juana de Arco - yo la conozco ahora - todos cruzan al lado
izquierdo del cielo, y están de pie arriba de los árboles.
Y Jesús se inclina y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Jesús ha girado hacia Su izquierda, y ellos cruzan el cielo. Ellos no caminan,
ellos simplemente parecen carecer de peso.
Ellos sólo se deslizan a través del cielo.
Y Jesús ahora está de pie. San Miguel ha ido a Su lado izquierdo.
San Miguel sostiene la balanza, una balanza como dorada, y una lanza muy
larga, una como lanza como espada en su mano.
Jesús se inclina con Sus manos, así, y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús -
"Continuad ahora, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación; son
dolorosamente necesitadas. Rezad
por vuestro Vicario. Rezad por
vuestros obispos y vuestros sacerdotes. Mantened
una constante vigilia de oración a través de vuestro mundo.
Muchos serán salvados por vuestras oraciones."
Verónica - (Reza
el Padre Nuestro y las oraciones de Fátima.)
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Revised: February 03, 2010