Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
1 Febrero 1977
- Víspera de la Presentación de Nuestro Señor
"HAY
TODA CLASE DE HEREJES EN MI CASA:
UN ENGAÑO
DE UNIR TODO DENTRO DE MI CASA"
Verónica
-
El cielo está cubierto de una niebla rosada; las nubes pasan muy lentamente
directamente arriba de la estatua de Nuestra Señora.
Es como si hubiera una apertura que sale del cielo.
La apertura se expande más y ahora parece que estoy viendo un gran vacío;
no lo puedo explicar en palabras. Del
centro de este gran espacio, que está cubierto por una niebla azul, hay un
dibujo triangular. Tiene las tres
puntas como cuadradas, como la Trinidad. Directamente
ahora detrás de la Trinidad, puedo ver una gran luz que parece comenzar como un
punto, pero que se adelanta. Directamente detrás de la luz, puedo ver a San Miguel.
Ahora todo el cielo se ilumina con la luz; San Miguel se adelanta.
El está vestido en una túnica larga, una túnica blanca ondulante. El trae en su mano, su mano derecha, un cáliz, un cáliz
dorado muy grande. Cuidadosamente
él extiende el cáliz. Y ahora hay
un gran silencio.
San Miguel
-
"Hija Mía e hijos de Dios, vengo para advertiros que la copa está
derramándose. Las abominaciones
del mundo traerán gran sufrimiento sobre la humanidad.
El hombre, la creación de Dios, ha desechado su misión de hacer honor y
gloria a su Dios. El hombre se ha
entregado a toda clase de abominaciones y pecado.
Lentamente la copa se ha llenado, pero ahora se derrama.
Debido a vuestro pecado, porque habéis desechado el camino, la humanidad
será purificada por la tribulación."
Verónica
-
Ahora San Miguel señala hacia arriba al lado derecho, directamente arriba
del estandarte y el árbol, y se forma en el cielo una espada, una espada muy
iluminada. Tiene una cruz sobre el
asa, una cruz sobre el asa. La
espada tiene algo muy lúgubre acerca de ella.
Y ahora del lado derecho, nuestro lado derecho, aparece una gran cruz
negra. La voz de San Miguel retumba
fuertemente - casi tengo que cubrirme los oídos.
San Miguel
- "¡Los
hombres en la Casa de Dios, los pastores, caed sobre vuestras rodillas ahora y
haced penitencia! ¡Lo que iba a
suceder en el futuro, sucederá ahora!
"La mayor ofensa que se comete en vuestro mundo es una ofensa mucho
más grande que cualquiera cometida en el pasado.
Habéis cometido el gran pecado de la herejía. Habéis abierto las puertas de vuestra Ciudad Eterna, el
hogar de vuestro Vicario, a toda clase de herejes e incrédulos.
"Violáis vuestra sagrada confianza.
Habéis tomado el Cuerpo de vuestro Creador, el Hijo de vuestro Dios en
la Trinidad, y Lo profanáis. ¡Tenéis
que comer en vuestras casas! Cuando
venís al Gran Sacrificio, el Santo Sacrificio de la Misa, (tenéis que) venir
con reverencia. ¡Tenéis que
poneros de rodillas y haced penitencia ahora por las ofensas a vuestro Dios! Durante el Santo Sacrificio de la Misa, hay un cambio del pan
y un cambio del vino, ¡y es la verdadera Presencia, el Cuerpo y la Sangre de
vuestro Dios!
"Como en el pasado, ¿no podéis reconocer el misterio del Cielo y
de la tierra? ¿No se cambió la
vara de Moisés en una serpiente por la voluntad de Dios?
¿No se cambió el río de Egipto en sangre por la voluntad de Dios?
¿Y no puede Dios, en Su voluntad, venir a vosotros a cambiar el pan y el
vino a la Presencia cierta, la Presencia real, la verdadera Presencia de Su
Cuerpo y Sangre?
"Pero no-o-o, porque no rezáis lo suficiente, porque carecéis de
humildad, porque os habéis entregado al mundo y a los placeres de la carne, habéis
perdido el camino; habéis entrado a las tinieblas.
¡Y una Iglesia, una Casa en tinieblas lleva una banda de muerte a su
derredor! ¡Todo lo que está
podrido, caerá! ¡Los cielos y la
tierra temblarán! Muchos morirán
en la gran llama de la Bola de la Redención.
"¿Habéis preparado vuestras almas y las almas de los que amáis,
vuestra familia, vuestros hijos, vuestros amigos?
¿Habéis, en vuestra caridad, tratado de dar el Mensaje, las
advertencias del Cielo a vuestros amigos, a vuestros hermanos y hermanas?
Debido a las grandes abominaciones en vuestra nación, y en muchas
naciones del mundo, seréis purificados por la tribulación - inundaciones,
muerte, destrucción - traéis este castigo sobre vosotros.
(Un) gran calor y la plaga."
Verónica
- Ahora San Miguel
retrocede; él simplemente flota. No
hay cómo explicarlo. Es como si el aire lo llevara.
El cubre todo el cielo. Es
una bella, asombrosa vista. Pero él
retrocede ahora, y señala, sostiene el cáliz alto sobre su cabeza. Hay una gran luz ahora que emana del cáliz, pero hay como
una efervescencia de sangre, se derrama sangre roja del cáliz sobre el mundo.
Ahora de
nuestro lado derecho, el cielo se ilumina mucho.
Nuestra Señora se adelanta. Ella
está vestida bellamente en una túnica blanca que está amarrada en la cintura
con una banda azul. Y Ella tiene
alrededor de Sus hombros y Su cabeza, un bello manto blanco, y tiene un borde
dorado en todo el contorno del manto. Nuestra
Señora se ve tan triste.
Ahora
Ella toma el Rosario de Su cintura, su bello Rosario con los Padrenuestros
dorados y las Avemarías blancas. Pero
a medida que Nuestra Señora ahora pasa las cuentas, son tan bellas; ellas
parecen atrapar todas las luces del cielo - rosado, azul, y los colores irradian
de las Avemarías. Nuestra Señora
toma Su crucifijo ahora y lo sostiene enfrente de Ella y hace la señal de la
cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Nuestra Señora cruza hacia nuestro lado izquierdo.
Ella está de pie directamente arriba de la estatua, inclinada hacia
delante, y hace la señal de la cruz: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora
Nuestra Señora gira un poco hacia Su derecha, nuestro lado izquierdo, y Ella
extiende el crucifijo del Rosario, y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora Nuestra Señora se adelanta. Ella
está directamente arriba de Su estatua, y lleva Su dedo índice a Sus labios.
Nuestra Señora
- "Hija Mía,
no queda mucho tiempo. Tienes que
apresurarte a enviar todos los mensajes y todos los sacramentales que se te han
dado. Te enviaremos mucha ayuda
para hacer los paquetes. Oh hijos Míos,
¿cuántas veces os He extendido la gracia del Cielo para escuchar los Mensajes
del Cielo, las advertencias que son dadas a la humanidad, y que actuéis rápidamente
sobre ellas? Los tiempos que fueron
escritos y hablados en el pasado, están llegando, hijos Míos. Será un tiempo
triste para muchos, y será un tiempo glorioso para muchos.
Oh hijos Míos, vuestra nación y muchas naciones del mundo pasarán por
una gran tribulación. No lloréis por los que se van.
Muchos son tomados para su salvación.
"Oh
hijos Míos, por favor, en vuestra caridad, poneos en contacto con los obispos,
vuestros pastores, y dadles Mi Mensaje. Yo derramo muchas lágrimas de gran tristeza por los que rehúsan
las palabras del Cielo, por los que, en su ceguera, no miran ni buscan el camino.
Satanás ha envenenado muchas mentes.
El hombre de ciencia ha rechazado lo sobrenatural.
El hombre de ciencia ha rechazado la verdadera presencia de Mi Hijo entre
vosotros. Sabed, hijos Míos, y
recordad siempre que Mi Hijo está con vosotros en la Eucaristía, dado a
vosotros por los sacerdotes legalmente ordenados y con manos puras.
Y os repito, hijos Míos, las manos limpias de Nuestros sacerdotes
quienes son legalmente ordenados.
"Hay muchas novelerías, hay muchas abominaciones y ofensas siendo
cometidas en las Casas de Mi hijo a través del mundo.
El hombre se ha entregado a la experimentación y al humanismo, y el
hombre no ha aprendido de su pasado, ni escuchado a sus Vicarios anteriores, los
Papas de antaño, quienes os advirtieron de la llegada de la herejía y del
modernismo. Fuisteis dados las
medidas para guiaros para evitar la entrada del anticristo en vuestro mundo y en
la Iglesia de Mi hijo. ¡Pero
hombres de Dios, seguidores de la cruz, habéis desechado la cruz, y la pisoteáis!
Pastores, ¿estaréis delante de Mi Hijo, vuestro Dios, y diréis que vuestra
enseñanza ha sido pura ante Su vista? ¡Oh,
vosotros de poca Fe, seguís como ovejas al matadero!
Llevasteis la verdad dentro de vuestros corazones, pero ahora oscurecéis
vuestro espíritu al tomar el camino ancho, el camino fácil.
No podéis encomendar vuestras almas a satanás aceptando los errores,
las herejías, las falacias, y las mentiras creadas por el padre de todos los
mentirosos, satanás.
"¡Ningún hombre estará a vuestro lado cuando imploraréis por
vuestra causa al estar delante de vuestro Dios para ser juzgados, despojados de
toda vuestra ganancia mundana, despojados de todo vuestro conocimiento mundano!
Vuestra alma, vuestro espíritu estará delante de vuestro Dios para el
juicio eterno, pero ¿qué ganaréis si habéis reunido todos los tesoros y
luego habéis perdido vuestra alma? Seréis
enviados a la condenación eterna y destierro, entregados a satanás, así como
vuestro padre sobre la tierra fue satanás.
"No podéis adorar, no podéis seguir a dos amos, ya que a uno amaréis,
y al otro lo odiaréis, o lo aprenderéis a odiar.
¿Y no hay ahora mucho odio en contra de Mi Hijo en el mundo?
¿No hay mucha burla y risa y abominaciones en contra de Su divinidad?
¿No tomáis Su Cuerpo Sagrado, purificado y Lo echáis en las pilas de
agua bendita? En vuestra arrogancia,
oh pastores, ¿protegéis el Cuerpo de Mi hijo, su Cuerpo que es llevado para
ser burlado y abusado en la forma de adoración de satanás?
Oh pastores, hombres malos de la cruz, ¿qué será de vosotros?"
Verónica
- Veo descendiendo
del cielo, detrás de Nuestra Señora, una escena terrible.
Veo a Jesús clavado a la cruz. ¡Veo
un Cuerpo desgarrado, y quedan pocos pedazos enteros de carne!
Veo Su cabeza cubierta por una corona de espinas, que corta, que penetra,
que rasga Su piel, y la sangre que fluye.
Del lado
izquierdo del cielo, Nuestra Señora es sostenida por San Miguel.
Nuestra Señora señala hacia arriba.
Nuestra Señora
- "¿Ves,
hija Mía, lo que el hombre malo y las fuerzas del anticristo han traído sobre
Mi Hijo? ¡El está siendo
recrucificado por Sus propios! Como
te He dirigido a través de años incontables terrenales, el hombre de perdición
ha entrado en la Ciudad Eterna. El
hombre de perdición, conocido a vosotros como el 666, ha entrado sobre vuestro
mundo.
"Oh hijos Míos, veréis que una locura cubre vuestra tierra.
Será padre contra hijo, madre contra hija, hermana contra hermana.
La caridad se enfriará en los corazones de muchos.
El hombre se convertirá más y más en amante del placer, amante de sí
mismo, ya no reconociendo el pecado, hasta que el pecado se haya convertido en
una manera de vida entre vosotros. El
miedo atrapará los corazones de muchos a medida que el mal sea aceptado como
bien - ceguera que alcanza, hijos Míos, a las mismas profundidades de vuestro
ser, de vuestra alma.
"Yo imploro, como Madre vuestra, como una Mediadora de Dios a la
humanidad. Escuchadme, y actuad
sobre las direcciones del Cielo. Salvaos,
y a vuestros hijos. Queda poco
tiempo.
"¿Seréis dados un azote completo de comunismo y esclavitud?
¿Serán los elementos (del tiempo) empleados en contra de vosotros para
purificar vuestro mundo? ¿Sentirá
la humanidad el gran calor y el fuego de la Bola de la Redención?
Vosotros quienes os burláis y despreciáis este Mensaje, el día vendrá
cuando habrá mucho crujir de dientes y aflicción enviados sobre la tierra.
Como fue en los días de Noé, así será ahora ya que el hombre nunca
aprende de su historia; él repite sus errores una y otra vez.
Os doy, hijos Míos, la simple solución a vuestro problema.
Es la Fe, hijos Míos, la verdad en la Fe.
Creed y seréis dados el camino.
"El Padre Eterno enviará sobre la humanidad muchos signos para
despertarla. ¿Los reconoceréis, o
pasarán a la continuidad de no ser reconocidos, no reconocidos como habiendo
venido de vuestro Dios? Hijos Míos,
a menos que recéis más, no reconoceréis los signos; a menos que permanezcáis
con Mi Hijo en los tabernáculos de vuestro mundo, no reconoceréis los signos;
a menos que comáis del Cuerpo de Mi Hijo y bebáis de Su Sangre, no tendréis
la Luz dentro de vosotros.
"Hijos Míos, vagáis, corriendo en toda dirección, y ¿qué buscáis
que no habéis ya recibido de vuestro Dios, la dirección para vuestra salvación?- Hijos Míos, el Cielo y el camino no cambian.
No necesitan mejoría. Es un
camino sencillo, dado a vosotros desde el comienzo del tiempo por el Padre
Eterno, y hecho de vuestro conocimiento con la visita de Mi Hijo a la tierra.
"Leed, hijos Míos, vuestros libros que os He implorado que guardéis
antes que sean destruidos. No os
entreguéis a las publicaciones del anticristo en vuestro mundo. A medida que recéis, le pediréis al Espíritu de Luz que os
ilumine en el conocimiento que reconozcáis cuando hay un error; que reconozcáis
la verdad, y que no caigáis víctimas de los errores de vuestro mundo.
"Hijos Míos, os prometo, como Madre vuestra, estar con vosotros
hasta que vuestro mundo y la humanidad hayan sido enderezados por Mi Hijo.
Paso a paso, a través de las tinieblas hacia la Luz, los guiaré, hijos
Míos. Pero será un camino lleno
de espinas. La cruz se hará pesada;
temblaréis, caeréis. Os aseguro,
hijos Míos, que os levantaréis más fuertemente.
"Rezaréis por vuestros pastores, rezaréis por los sombreros rojos
y los sombreros púrpura. Es un
triste hecho que no puede ser pasado por alto, hijos Míos, que los sombreros
rojos se han caído, y los sombreros púrpura están siendo mal guiados.
"Os pido que no juzguéis a vuestros hermanos y hermanas, pero no
podéis reclinaros y no hacer nada, ya que buenas palabras en una boca cerrada
es como poner raciones de carne sobre la tumba de un muerto.
Las oraciones sin las obras, hijos Míos, no os darán la fuerza para
conquistar el mal. Por medio de
vuestro ejemplo, vuestro buen ejemplo de modestia y Fe, traeréis de regreso a
muchos sobre el camino que da al Cielo.
"Hijos Míos, no puedo ahora traeros un gran mensaje de gozo y
ganancia terrenales, pero os aseguro que al final de las pruebas - y digo
pruebas, hijos Míos, porque todos seréis probados como metales en el fuego -
todos seréis probados para que el proceso iniciado por el Padre Eterno de
separar las ovejas de las cabras, sea terminado.
"Hijos Míos, mantened una constante vigilia de oración a través
de vuestro país y del mundo. No
desechéis los sacramentales que os han sido dados en el pasado.
Y sed de buen espíritu, hijos Míos, aunque el mundo esté en gran
oscuridad espiritual."
Verónica
-
Nuestra Señora ahora retrocede. Ella
asciende y está de pie a la par de San Miguel.
Ahora Nuestra Señora extiende Su Rosario, y hace la señal de la cruz:
En el hombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra Señora
- "Os bendigo
a todos, hijos Míos, como Mi Hijo os bendice. Continuaréis ahora con vuestras oraciones de expiación.
Hija Mía, Verónica, te sentarás, ya que Mi Hijo te traerá palabras de
gran urgencia." (Pausa)
Verónica
- El cielo se
vuelve de un color muy rosado; da una sensación muy cálida.
La luz a todo nuestro alrededor se vuelve de un matiz rosado, y es muy cálido.
Casi se siente como si estuviera aquí la primavera.
Ahora directamente en el centro de esta gran luz - es muy brillante; es
muy difícil de mirarla- puedo ver que Jesús viene hacia delante.
El no
tiene nada puesto sobre Sus pies. El
tiene puesta una túnica color crema con un cinturón.
Es un cinturón de cuerda retorcida.
Y Jesús tiene puesto Su manto color borgoña - es como un rojo profundo,
no puedo explicar el color rojo de Su manto.
Su cabello ondea, el cabello de Jesús ondea.
Lo puedo ver muy bien ahora porque está muy cerca, arriba de la estatua
de Nuestra Señora pero un poco hacia la derecha, directamente a la derecha del
primer árbol.
Ahora Jesús
mira hacia abajo. Y puedo ver que
El señala a Su lado derecho. Y Nuestra Señora se adelanta, y San Miguel, y hay muchas
personas detrás de Ellos. ¡Oh!
Se ve tan bonito; ¡parece una reunión de santos!
Puedo ver a Santa Teresita y sus hermanas, y puedo ver a tres hombres
vestidos en túnicas muy majestuosas detrás de Santa Teresita y sus hermanas.
Yo diría que son Papas, porque tienen puestas esas largas, son como
coronas en forma de colmenas, ustedes saben, las capas - puedo ver capas de
capas de trabajo dorado. Es bello.
Y están vestidos todos de blanco y dorado.
Se parecen mucho a reyes; no lo puedo explicar - bello.
La luz es muy centelleante. Ahora
Jesús me señala y lleva Su dedo índice a Sus labios, lo cual significa
escuchar y repetir.
Jesús
-
"Hija Mía e hijos Míos, siento que por ahora no hay mucho que Yo
pueda agregar al Mensaje de Mi Madre para enfatizar la urgencia de vuestros
tiempos. No sería constructivo ahora, daros los nombres de los que
han causado el más grande caos en Mi Casa, en Mi Iglesia. Que sea incapaz que un ser humano juzgue a otro, ya que a los
que se les ha dado el poder de destruir almas dentro de Mi Casa, recibirán un
juicio más allá de lo que palabras humanas pudiesen describir, o sentimientos
comprender.
Oh hijos
Míos, os He tratado de advertir a través de muchos videntes sobre la tierra.
Los profetas de antaño y los profetas de vuestros días se han
presentado, os han dado el Mensaje del Cielo, las advertencias para que os
preparéis, que hagáis penitencia, y que hagáis reparación por las ofensas en
contra de vuestro Dios. Han sido enviadas sobre la humanidad muchas advertencias que
han pasado irreconocidas. Ahora
estas advertencias en la forma de un castigo serán más severas y más
numerosas. Los de corazón sencillo
y con naturaleza como niños, comprenderán una pequeña medida de los caminos
del Padre Eterno para reunir a Sus ovejas errantes.
"Hijos
Míos, no podéis, en vuestra naturaleza humana, comprender el plan del Cielo.
Lo tenéis que aceptar de buena Fe, hijos Míos.
El plan para vuestra salvación os ha sido dado.
"Oh, el dolor más grande está sobre Nuestros
Corazones por la pérdida de los pequeños.
Tu nación, hija Mía, y muchas naciones a través del mundo, harán gran
penitencia por los asesinatos de
los no-nacidos, los abortos, los asesinatos siendo cometidos en vuestro país.
Los santos en el Cielo imploran por un castigo sobre una generación
malvada. ¡Nunca en el pasado, en
todas las masacres de la historia, ha habido tal asesinato desenfrenado de los jóvenes
y los inocentes! ¡Os digo, como
vuestro Dios, seréis traídos a vuestras rodillas!
¡Vosotros, humanidad malvada, seréis purificados en un baño de sangre!
El Padre Eterno ha mirado, ha esperado con gran paciencia a que regreséis
y restauréis Mi Casa, a que regreséis y reunáis a Mis ovejas.
"Vuestro mundo está cubierto con gran oscuridad.
¡Y el pago por el pecado es la muerte!
Oh hijos Míos, muchos morirán en el cuerpo sobre la tierra, pero no
lloréis por la pérdida del cuerpo, sino derramad lágrimas amargas por la pérdida
del alma, porque muchos están cayendo rápidamente al infierno, para siempre
desterrados del Reino del Cielo a la nada y la desesperación. Las llamas del infierno, hijos Míos, son tan ardientes en
cuanto a la emoción, y mucho más de lo que una mente humana pudiese comprender
en explicación. ¡Si os enseñara,
hija Mía e hijos Míos, las fuerzas completas sueltas sobre vuestra tierra,
vuestro cuerpo no podría soportar el tormento!
Inmediatamente moriríais en vuestros cuerpos, hijos Míos.
"Debido al Corazón misericordioso del Padre Eterno,
El os libra de esta vista. Pero a
medida que el tiempo avanza, y vosotros rehusáis las gracias del Cielo, seréis
dados esta gracia del Cielo - el poder ver los males a vuestro derredor.
¿Pero seréis recobrados en el espíritu?
"Vais por vuestro mundo ahora, hombre de ciencia,
buscando llegar a las puertas del Reino eterno.
Hombre de ciencia, en vuestra arrogancia, buscáis crear vida.
Os digo: ningún hombre tomará en sus propias manos el poder de la
creación, porque él se destruirá a sí mismo.
"Hijos Míos, vuestro Vicario será removido de entre
vosotros. Demasiadas pocas
oraciones son ofrecidas por él ahora. Muchos
actos de sacrificio, muchas almas víctimas, serán necesarias para mantenerlo
con vosotros a través de este año. Hay
en el Vaticano, en la Ciudad Eterna, una fuerza del mal tan grande que traerá
gran prueba sobre los buenos, sufrimiento a los que se mantendrán fieles y
verdaderos.
"Hijos Míos, el tiempo se acerca cuando será obispo
contra obispo, y cardenal contra cardenal; porque los que deberían de saber más,
quienes han recibido más gracias que el hombre corriente, ellos han empleado
este poder para establecerse en contra de su Dios.
Muchos son asociados malignos de satanás enviados a Mi Casa para
destruir. Ellos no Nos son
desconocidos. Nosotros cambiaremos
todo lo malo a bueno; sin embargo, los caminos del Padre Eterno son desconocidos
para la humanidad.
"Todos mantendréis una constante vigilia de oración,
ya que sin la oración, no podéis tener la vista; sin la oración, no podréis
reconocer los signos de vuestros tiempos.
"Mi Madre os ha llegado como una Mediadora entre Dios
y el hombre. Si rechazáis Su
dirección, si rechazáis Su consejo, seréis rechazados por el Padre.
"Todos vosotros quienes ahora estáis en una
conspiración para llevar a cabo una nueva religión mundial, una religión que
no es del Dios que conocéis, sino una religión que viene de las profundidades
del infierno; engañados estáis, oh pastores.
Un engaño tal ha sido enviado sobre el mundo que los que son malos serán
derribados, y los que están tibios, caerán.
Y los que perseveren hasta el fin serán salvados.
"Hijos Míos, hay toda clase de herejes en Mi Casa - un engaño de
unir todo dentro de Mi Casa. Es un
error, y traerá el cierre de muchas puertas de Mi Casa.
No podéis cambiar Mi Casa para que el hombre la acepte a su gusto.
Tenéis que cambiar al hombre para que sea aceptable a su Dios.
Ningún hombre está por encima del Padre Eterno.
El os permite ir por vuestro camino para que vuestro acto final
destructivo dé vuelta y os envíe profundamente al abismo.
"No deseo repetir ahora la lista de abominaciones que sigue
aumentando y que son cometidas en Mi Casa.
Solamente os digo que os apuréis, que escuchéis y que atendáis, ya que
no recibiréis otra advertencia de esta naturaleza.
"Todo lo que es malo caerá. Prueba sobre prueba, calamidad sobe
calamidad, hasta que lo único que permanezca se levantará, será purificado
para que la reunión glorifique y adore a Dios el Padre Eterno, y la reunión ya
no establecerá al hombre como un ídolo para ser adorado en humanismo.
"Hijos Míos, preguntáis el por qué del sufrimiento.
Es un hecho triste, pero probado, que muchos no darán vuelta sino hasta
que sean traídos de rodillas. Veis,
hijos Míos, cuando consentís vuestros cuerpos, cuando reunís todos los bienes
materiales de vuestro mundo, no estáis nutriendo vuestras almas; no estáis
aceptando al Espíritu de Luz. Vuestro
mundo os está dando el espíritu de las tinieblas, y comprando vuestra alma.
Y muchos han vendido sus almas para llegar a la cima; muchos dentro de Mi
Casa han vendido sus almas para llegar a la cima. Yo os miro, sombreros rojos, y os encuentro flaqueantes.
Yo os miro, sombreros púrpura, y os encuentro en ignorancia y yendo río
abajo como patos, jugando seguir al líder a qué, si vuestros líderes os
llevan al borde del abismo! ¿Dónde
irán a encontrar la verdad Mis ovejas errantes?
"Las pequeñas candelas de luz no son numerosas en vuestro país.
Las candelas están siendo extinguidas en otros países a través de
vuestro mundo, pero os digo: que en esta batalla, las puertas del infierno no
prevalecerán contra Mi Iglesia, porque
¡Yo soy la base! No construiréis
una iglesia del mundo. ¡Construiréis
una iglesia del hombre rechazando la cruz de vuestro Cristo!"
Verónica
- Ahora se pone
muy gris todo alrededor de los árboles; es un color muy triste, lúgubre, vano.
Siento como tan numerosas señas que he visto, sé que nos dice algo, muy,
muy triste que está por venir a la tierra, un tiempo de sufrimiento para muchos.
Jesús
-
"Hija Mía, continuarás con tu Misión.
No te preocupes por el parloteo ocioso y habladuría de los burladores. Sería de gran utilidad constructiva eliminar todas las
obstrucciones negativas, hija Mía. Tu
comprendes.- Naturalmente, hija Mía,
en esta batalla en contra de satanás, sus agentes se multiplicarán y atacarán.
Reconoce los rostros del mal a tu derredor, hija Mía.
Para los que tienen Fe, ninguna explicación es necesaria; para los que
no tienen Fe, hija Mía, no hay una explicación.
Rezad una constante vigilia de oración.
Tened piedad de vuestros obispos, porque muchos ahora han ido por el
camino hacia la perdición."
Verónica
-
Jesús extiende Su mano, así, y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Ahora Nuestra Señora viene a estar a la par de Jesús.
Ella se ve muy bella. Nuestra
Señora Le llega al hombro de Jesús, o un poquito menos.
Su cabeza no es tan alta como el hombro de Jesús.
El es muy alto. Y Nuestra Señora
ahora Lo sigue - El va adelante - hacia nuestro lado izquierdo, y El está de
pie allí, y hace la señal de la cruz: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ahora -
¡oh! Allí están Santa Teresita y
sus hermanas, y todas esas personas; son monjas y sacerdotes.
Puedo verlos todos con hábitos, diferentes clases de hábitos, y algunos
con pequeñas variaciones en las piezas de la cabeza de las mujeres.
Y todos se adelantan y están alrededor de Nuestra Señora y de Jesús.
Se van hacia nuestro lado derecho, e inclinándose, Jesús hace la señal
de la cruz con Sus tres dedos: En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús
-
"Os bendigo a todos, hijos Míos, y os envío el Espíritu de Luz.
Rezad una constante vigilia de oración.
Tened valor y perseverancia en los días venideros, ya que todo el que
persevere, será salvado."
Verónica
-
Ahora Jesús retrocede al cielo. El es llevado por el viento; El parece
carecer de peso. No lo puedo
explicar. Y ahora El está de pie
muy lejos en el cielo con Nuestra Señora. Ella está a Su lado derecho. Y Santa Teresita ahora se ha adelantado.
Ella está de pie; hace bastante viento, porque su hábito ondea. Y detrás
de Santa Teresita están sus hermanas y todas las otras monjas.
Son bellas. Y los tres
hombres que son Papas - no los reconozco, pero sé que son Papas.
Oh, veo a
uno; sí lo reconozco.
Es bastante grueso. ¡Oh!
¡Oh! ¡Ese es el Papa Juan!
Se está levantando ahora y coloca sobre su cabeza - ha tomado su - esa
tiara larga se la ha quitado de su cabeza, y se pone un sombrero rojo, un
sombrero rojo con una gran ala. Y
él sonríe y señala a su sombrero: "Los sombreros rojos, los sombreros
rojos." No sé exactamente lo que él quiere decir acerca de los
sombreros rojos. Oh, es una
advertencia a los sombreros rojos.
Ahora
todo se pone muy opaco, y hay un gran signo de interrogación que se forma en el
cielo, directamente arriba de la estatua de Nuestra Señora, un gran signo de
interrogación. Es extraño.
Es como si algo estuviera en la balanza; ¿sucederá? ¿no sucederá?
Está condicionado - un gran signo de interrogación.
Algo está pendiente en el Cielo, algo muy, muy catastrófico, y se nos
está preguntando: ¿Es esto lo que
queréis? Madre Santísima, ¿vamos
a recibir una postergación? Y
Nuestra Señora ha inclinado Su cabeza. Ella
no me va a contestar. Ahora Nuestra
Señora toca Sus labios.
Nuestra Señora
- "Continuarás,
hija Mía, con tus oraciones de expiación."
Verónica
-
(Reza el Padre Nuestro y las siguientes oraciones de Fátima):
O Dios Mío, yo creo, yo adoro, yo confío y Os amo, y pido perdón por
todos lo que no creen, no adoran, no confían, y no Os aman.
Oh Jesús Mío, perdónanos nuestros pecados.
Líbranos de las llamas del infierno.
Lleva a todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de
Tu misericordia.
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Revised: February 03, 2010