Nuestra
Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres
19
agosto 1978 - Víspera de la Fiesta
del Inmaculado Corazón de María
"...YO
VEO UNA ESPADA SUSPENDIDA SOBRE (LA BASÍLICA DE) SAN PEDRO... LA SANGRE AHORA
CORRE SOBRE (LA BASÍLICA DE) SAN PEDRO... YO VEO QUE LA BASE ES SACUDIDA Y QUE
OCURRE UNA DIVISIÓN.."
Verónica - El cielo en todo el contorno de los árboles se vuelve un color azul pálido. A través del centro del cielo yo puedo ver a Nuestra Señora que viene hacia adelante. La luz es tan brillante. Y Nuestra Señora tiene Sus manos extendidas delante de Ella, así, y los rayos vienen de Sus dedos. Así parece. Ilumina todo el cielo alrededor de Nuestra Señora. ¡Ella se ve tan bella! Nuestra Señora tiene puesto un manto de color azul pálido esta noche, y una túnica - lo blanco es tan brillante en contraste con el azul pálido. Nuestra Señora tiene puesta una banda azul, como bufanda, un pedazo de tela, un pedazo largo, yo diría, alrededor de Su cintura. Es idéntica en color a Su manto. Nuestra Señora ahora extiende Su Rosario, el crucifijo dorado del Rosario, así, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nuestra
Señora ve a Su alrededor. Hay
bastante viento, y el viento Le sopla la falda.
Yo puedo ver ahora Sus pies. Ellos
se ven muy delicados en la luz. Nuestra
Señora tiene puestas un par de sandalias, y directamente en Sus empeines hay
una rosa dorada en cada sandalia, se ven muy bellas.
Nuestra Señora toma Su Rosario y besa el crucifijo, así.
Ahora Nuestra Señora coloca Sus manos en la posición de oración, con
Sus dedos unidos. Ella ahora lleva
Su dedo índice de Su mano derecha a Sus labios, lo que significa escuchar y
repetir.
Nuestra
Señora
- "Hija Mía e hijos Míos, Yo he venido a vosotros con un mensaje de gran
urgencia para la humanidad. Tan rápidamente
como nosotros aceleramos las oraciones sobre la tierra, el príncipe de las
tinieblas reúne sus fuerzas para dar una gran batalla en contra de todos los
hijos de la Luz.
"Oh,
hijos Míos, Nuestros Corazones están destrozados.
Necesitamos ahora muchísimos, sí, muchísimos trabajadores Marianos
para que vayan hacia adelante por el mundo y que sean como candelas de luz en el
conocimiento para aquellos quienes han sido mal guiados y están descarriándose
hacia la oscuridad.
“Oh,
hijos Míos, la humanidad se ha entregado a la perversión.
El Padre Eterno está muy ofendido por la humanidad 1las mentes científicas del hombre sobre la tierra,
quienes buscan crear vida. Esto no
puede hacerse. Solamente, el Padre
Eterno, tiene la llave de la vida.
“Hijos
Míos, no sabéis lo que estáis haciendo.
Los científicos deben parar inmediatamente su curiosidad, sus
experimentos dentro de un reino que les ha puesto en liga y contacto con las
mismas fuerzas del infierno, Lucifer y sus agentes.
El hombre ha profanado su cuerpo de muchas maneras, y el hombre ha
oscurecido su espíritu y ahora ha contaminado el templo de su espíritu, su
cuerpo humano.
“Oh,
hijos Míos, si tan sólo Yo os pudiera llevar a la orilla del abismo, y
permitiros ver
a las almas que están cayendo diariamente al infierno, para siempre condenadas,
por sus pecados cometidos durante su vida sobre la tierra.
Hijos Míos, la Iglesia de Mi Hijo está siendo atacada por satanás.
Como os advertí en el pasado, Lucifer ha entrado en la Casa de Mi Hijo,
Su Iglesia, para entrar en batalla ahora ya que él sabe que se le ha dado
solamente poco tiempo para trabajar su voluntad sobre la humanidad ya que él es el príncipe de las tinieblas, el príncipe
del mundo ahora. Todas y cada una
de las almas puestas sobre la tierra por el Padre Eterno se les ha dado una misión
de luchar en contra de Lucifer y sus agentes y regresar victoriosas al Cielo de
donde el Padre Eterno os ha creado.
"Hijos
Míos, ningún hombre sobre la tierra, con todos sus conocimientos, podrá crear
y mantener vida. Lo que él produce ahora es una cáscara vacía, una `cosa'
sin alma, una cosa de abominación.
“Hija
Mía e hijos Míos, Lucifer sabe cómo llegar a la humanidad, ya que el hombre
se ha entregado al orgullo y a la arrogancia.
Debéis orar constantemente para que no caigáis en errores. Hijos Míos, como padres de familia ahora, tenéis completa
responsabilidad por la salvación de vuestro hogar. Vuestros hijos ahora están a merced de aquellos quienes están
afuera de las puertas de vuestros hogares.
Muchos demonios están sueltos sobre la tierra con Lucifer, y ellos
entrarán dentro de los cuerpos de la humanidad y trabajarán su voluntad.
“Yo
escucho, hijos Míos, voces pidiendo en súplica:
¿Y quien se sentará en la Silla de Pedro?
En el momento actual, hijos Míos, Yo os doy este consejo: que se está
pensando en un antipapa. Debéis
rezar más ahora. Rezad por
vuestros obispos, vuestros cardenales. El
engaño y la oscuridad se profundizan en Roma."
Verónica
- Ahora veo un dibujo, una imagen, que se forma en el cielo a medida que Nuestra
Señora se mueve hacia el lado derecho del firmamento.
Ella baja Su cabeza sobre Su pecho.
Ella se ve muy triste. Nuestra
Señora señala ahora.
Nuestra
Señora - "Mira,
hija Mía, los peligros que ahora existen sobre la tierra y en la Casa de Mi
Hijo."
Verónica
- Directamente arriba de la estatua de Nuestra Señora se forma un gran esbozo
de (la Basílica de) San Pedro en Roma. Yo
veo una espada suspendida sobre San Pedro, y veo arriba de la espada la tiara
del papado, la corona papal. Y veo
ahora que fluye sangre de un cáliz que está debajo de la corona, entre la
corona y el mango de la espada, que está en forma de cruz.
La sangre fluye ahora sobre la espada y sobre San Pedro, y a medida que
fluye hacia abajo, veo que la base misma es sacudida y que ocurre una división,
y que ocurren muchas divisiones más pequeñas.
Ahora Nuestra Señora señala para que escuche.
Nuestra
Señora
- "Hija Mía e hijos Míos, todos debéis ir hacia adelante ahora como discípulos
para Mi Hijo y advertir al mundo que esta división no debe ocurrir. Una casa dividida caerá.
“Mi
Hijo os ha aconsejado, y Yo repetiré de nuevo:
¡si os conformáis al mundo, moriréis sobre la vid!
Mi Hijo es la vid, y vosotros sois las ramas. El Padre Eterno lo dirige todo.
Un buen árbol no dará fruta mala.
Hijos Míos entended Mi consejo. Todo
lo que está podrido caerá. A
pesar que son pocos en número, la Iglesia de Mi Hijo permanecerá de pie,
porque Mi Hijo es la base. Hay
muchos quienes están siendo mal guiados, descarriados. Recordad, hijos Míos, el camino hacia el infierno está
frecuentemente pavimentado por buenas intenciones. No debéis lograr, o tratar de lograr, cosa alguna con relación
a los movimientos dentro de la Iglesia de Mi Hijo, ahora, sin oraciones y sin el
consejo directo del Cielo, porque Lucifer espera apoderarse de la sede de Pedro. Antes de la formación del próximo Concilio, el cónclave,
todos oraréis diariamente las cuentas de la oración, el Rosario, para que la
Sede de Pedro no sea cubierta de oscuridad.
“Hijos
Míos os aconsejo de nuevo que vistáis vuestros sacramentales y que los llevéis.
No podéis estar sin vuestra armadura en esta batalla.
El mal se acelera. Lucifer
hará un esfuerzo concertado para deteneros.
Yo, como Madre vuestra, os estoy preparando para esta batalla por medio
de la guía de Mi Hijo en el Padre Eterno y el Espíritu Santo de Luz.
"Habrá muchas manifestaciones dadas a aquellos quienes han tomado el papel de discípulos de los últimos días para Mi Hijo. Las personas deben ahora salvar la Iglesia de Mi Hijo. Esta batalla sobre la tierra ha sido dada ahora a las personas y a través de ellas pondréis la Iglesia de Mi Hijo otra vez a su posición anterior de santidad, piedad y entradas numerosas a las vocaciones. Se necesitan muchos sacerdotes santos.
"Yo os imploro, pastores de la Casa de Mi Hijo, que lavéis vuestras
vestimentas en sufrimiento y en oración, porque las habéis manchado en vuestra
ansia por poder y riquezas mundanas. Debéis
despojaros de todo lo egoísta y retornad a la Casa de Mi Hijo, y reunid a las
ovejas en un solo redil, pero no las reuniréis a expensas de la Tradición.
“No
podéis separar la Tradición de vuestra Fe, hijos Míos.
Los líderes pasados de la Iglesia de Mi Hijo, Su Casa, los Papas, os habían
dado consejos para fortalecer esta Casa. No podéis desechar a un lado los consejos por las tendencias
modernistas ni las costumbres. ¡Una
iglesia en oscuridad lleva una banda de muerte a su derredor!
“Hijos
Míos, continuaréis ahora con vuestras oraciones de expiación.
Rezad constantemente por vuestros cardenales en Roma.
El resultado del Concilio será el punto central, decisivo, para el
advenimiento del Aviso y del Gran Castigo para la humanidad."
Verónica
- Ahora Nuestra Señora retrocede al centro del cielo.
Ella está de pie directamente arriba de Su estatua, alto en el cielo, y
toma Su Rosario, así, con el crucifijo y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
Nuestra
Señora
- "Yo os bendigo a todos, hijos Míos, por Mi Hijo, el Padre Eterno, en el
Espíritu de Luz. Continuad ahora
con vuestras oraciones de expiación. Son
dolorosamente necesitadas." (Pausa)
Verónica - ...un colorido rosado muy profundo. No puedo explicar el color, es un color muy cálido que tiene bastante impacto sobre las emociones cuando se ve a medida que se eleva, como si viniera de los árboles, en contorno a ellos. Directamente arriba de la estatua de Nuestra Señora, el cielo se abre. Ha estado muy oscuro esta noche; sin embargo, el cielo parece desenrollarse de un punto central de luz.
Y viniendo a través de la luz puedo ver a Jesús.
Sus pies están desnudos. Está
descalzo y puedo ver las Llagas de la crucifixión sobre Sus empeines.
Jesús tiene puesta una túnica color crema.
Es muy floja, muy amplia y floja. Alrededor
de Su cintura hay una banda hecha de un material, creo, pero podría ser un tipo
de piel de animal. Es angosta, pero
de un material burdo, la banda. Y
Jesús tiene puesta una capa. La
capa no es roja. Se ve casi púrpura,
un color ciruela, esta noche.
Jesús
ve a Su alrededor. Ahora Él
levanta Su mano hacia adelante, así, y Sus tres dedos están extendidos:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El cabello de Jesús ahora vuela muy sueltamente sobre Sus hombros, y La
ve hacia Su derecha. Sus ojos son
muy penetrantes. Él sonríe, y
lleva Su dedo índice a Sus labios.
Jesús
- "Hija Mía no deseo darte días difíciles; sin embargo, Nuestras
directrices para ti son dadas con razón, hija Mía.
Debes comprender que Lucifer siempre busca removerte de tu Misión; por
lo tanto, seguirás Nuestras instrucciones muy cuidadosamente. Envía rápidamente el Mensaje del Cielo. No hay tiempo que perder.
Hija Mía, estarás muy ocupada antes que te vayas en una misión.
"Los días que se avecinan serán días llenos de noticias para la humanidad, y Yo os digo como vuestro Dios: está en la voluntad del Padre Eterno que el mundo del hombre sobre la tierra debe hacer un cambio decidido para mejorar, o el mundo debe llegar a un fin de la era.
"Yo no
tengo que repetir una y otra vez las advertencias dadas del Cielo a través de
Mi Madre, Quien ha viajado de costa a costa, de país en país, tratando
insistentemente de llegar a vuestros corazones antes que sea demasiado tarde.
A través de incontables años terrenales, Sus directrices han sido dadas
y desechadas a un lado. Una apatía
se ha impuesto sobre los corazones de muchos.
“Hijos
Míos, tenéis poco tiempo para continuar con los oídos cerrados. Escucharéis el consejo de Mi Madre y actuaréis según el
mismo. Los pecados de la humanidad
están clamando por un justo castigo, el Castigo de la Bola de la Redención.
"Como
en el tiempo de Noé, el Cielo envió a la humanidad a los profetas,
instrumentos para advertir al mundo de un desastre futuro.
Yo os digo ahora como vuestro Dios: ¡suficientes advertencias han sido
dadas! Mi Madre ha implorado bien por vuestra causa, o muchos más
habrían sido removidos de la tierra por medio de desastres.
Hijos Míos, vuestra nación, los Estados Unidos, pronto será dividida
en la tierra por un desastre. El
mundo perderá muchas almas y el Cielo perderá
muchas almas.
“Hijos
Míos, todos lo que habéis recibido la gracia de escuchar y aceptar la Misión
del Cielo de Mi Madre, debéis ir adelante ahora como discípulos de estos últimos
días. Debéis aconsejar a todos
los que puedan escuchar sobre el Castigo que se avecina.
Ningún hombre, mujer o niño se perderá a menos que sea su voluntad, su
deseo. No podemos forzaros a que
entréis al
Reino de los Cielos. Debe ser un
deseo de corazón; sin embargo, muchos de buena caridad y de buen corazón han
ofrecido sus oraciones y sus sacrificios por vuestra repatriación.
Como tal, muchos pueden entrar al Cielo, no por su propio medio y mérito
total, sino por el sacrificio de otros, quienes se preocupan.
"Terremotos,
disturbios de la naturaleza, ahora aumentarán y se perderán muchas vidas.
Yo no os daré una cuenta completa del plan del Cielo para redimir a
vuestro mundo. Todo lo que os diré
ahora es que debéis rezar una vigilia constante de oración.
Haced penitencia, expiación al Padre Eterno, quien está muy ofendido
por los pecados de vuestra generación.
“El
mundo, la tierra, el morar del príncipe de las tinieblas, se ha convertido en
una letrina de pecado que alcanza a todas y cada una de las naciones.
Ninguna nación sobre la tierra está ahora libre de esta corrupción.
Hay pequeñas bolsas, secciones de cada nación, que están tratando con
diligencia y oración de restaurar la nación, hijos Míos.
Estas pequeñas luces del Cielo mantendrán la llama de la Fe en los
corazones de los pocos. Yo digo 'los
pocos' porque a menudo clamo ¿Cuando
retorne en la batalla final, encontraré siquiera una pequeña llama de Fe
dentro de los corazones de los hombres?
Mis pastores, ¿tendré que reunir desconsoladamente y con
arrepentimiento a los fieles y a los verdaderos en una pequeña sección, y
tendré que desterrar a los otros
al abismo de la condenación? ¡El
resultado final para la humanidad descansa dentro de vuestros dominios!
"Conocéis
bien la ciudad del pecado, Nueva York, el centro, el cáncer del mal, que ha
infectado a todas las naciones del mundo. Como
tal, ¡esta ciudad caerá! Hijos Míos,
no os asustéis con este mensaje, ya que aquellos quienes serán salvados serán
removidos.
“Ahora
todos mantendréis una vigilia constante de oración a través de vuestra nación
y del mundo. Rezad por vuestros
obispos, vuestros cardenales en Roma. La
decisión que ellos planean traerá una gran catástrofe a Mi Iglesia y a las
personas del mundo, porque muchas almas se perderán, a menos que ellos cambien
esta decisión.
“Hijos
Míos, llevad vuestros sacramentales, Yo
os advierto de nuevo. Rezad siempre,
mañana, tarde y noche, porque no sabéis cuándo el ángel de la muerte pondrá
su mano sobre vosotros.
Verónica
- Ahora Jesús extiende Su mano, así, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús señala hacia Su lado derecho, nuestro lado izquierdo, y se forma
una gran bola, una figura parecida a un globo, y arriba de esta figura hay una
cruz muy negra. La luz a su
contorno parece volverse más oscura y se desvanece.
La cruz casi se ha vuelto un negro sombrío.
Ahora Jesús cruza el cielo. Va hacia el lado derecho, nuestro lado derecho del cielo, Su lado izquierdo. Nuestra Señora ha descendido detrás de Él. Yo no vi en donde estaba Ella de pie anteriormente. Y ellos cruzan el cielo hacia nuestro lado derecho. Ahora Jesús extiende Su mano, así, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Sano.
Nuestra
Señora gira hacia la derecha y Ellos ahora cruzan el cielo, y pasan directamente por la
punta de la estatua de Nuestra Señora. Yo
puedo ver ahora las túnicas de Jesús y de Nuestra Señora siendo batidas por
el viento. Ellos descienden mucho,
hasta la excedra. Y Nuestra Señora
ahora ve a Su alrededor. Ella tiene
Su Rosario, el bello Rosario grande, en Su mano derecha, y sostiene el crucifijo
hacia arriba. Ahora Ella atraviesa
el cielo, simplemente flotando. Ella
no camina; simplemente flota detrás de Jesús.
Ahora Jesús se inclina.
Yo
puedo ver del lado derecho también, que el cielo se abre, y hay muchas
figuras angelicales con largas túnicas blancas que están bajando y que ahora
se agrupan alrededor de Nuestra Señora. Y
también algunas ahora se mueven hacia Jesús.
Jesús se inclina y hace la señal de la cruz:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Jesús asienta con Su cabeza. Él
le dice algo a Nuestra Señora; no puedo escuchar.
Nuestra Señora ahora - sólo
puedo ver el movimiento de Sus labios. No
puedo escuchar lo que dice. Ellos
cruzan el cielo, y ambos están de pie, juntos y asientan con Sus cabezas.
Jesús
- "Continuad ahora, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación."
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Revised: February 03, 2010